CLÁSICOS DEL ROCK
ANÁLISIS DE LAS DISCOGRAFÍAS DE LOS ARTISTAS Y GRUPOS IMPORTANTES EN LA HISTORIA DE LA MÚSICA ROCK
THE BEATLES
PLEASE PLEASE ME
Año de publicación: 1963
Puntuación:
1) I Saw Her Standing There; 2) Misery; 3) Anna (Go To Him); 4) Chains; 5) Boys;
6) Ask Me Why; 7) Please Please Me; 8) Love Me Do; 9) P.S. I Love You;
10) Baby It's You; 11) Do You Want To Know A Secret; 12) A Taste Of Honey;
13) There's A Place; 14) Twist And Shout.
El principio de todo, ¡y vaya principio! Aunque obviamente no es ni de lejos comparable a lo que quedaba por venir. Después de haber sido rechazados por la discográfica Decca Records (que después de tan craso error no dejarían escapar posteriormente a los Rolling Stones), consiguen firmar con EMI después de también un rechazo inicial corregido por un productor llamado George Martin que encuentra la música del grupo interesante aunque su imagen no tanto, pero que se convertirá en una figura clave para el desarrollo y evolución musical que llevarán durante la década. Los Beatles, como suele pasar y más hoy en día, fueron promocionados desde el inicio como un grupo comercial, con sus trajes a medida, sus pelos algo largos para la época, pero todo rigurosamente modelado para que dieran la imagen de buenos chicos aunque algo rebeldes. Y, por supuesto, sus declaraciones medidas para no polemizar y para no sacar a la luz sucesos como que John Lennon ya estaba casado y su primer hijo nacería en esa época.
Y como todo producto comercial que se precie, sus primeros discos están plagados de versiones de otros artistas, puesto que al principio no había plena confianza por ninguno de los lados, ni por parte de ellos respecto a su capacidad compositiva, ni por la discográfica, que como toda empresa prefiere ir por un camino más seguro. Y tampoco hay que olvidar que ellos eran sobre todo intérpretes de material ajeno durante sus actuaciones en los clubs de moda. Aunque, no obstante, de esa manera nos sirve para comprobar los orígenes musicales del grupo, que viene de una vertiente más de rock’n’roll pero que deja claro desde un principio su naturaleza ecléctica. Así tenemos por ejemplo una versión enérgica de ‘Twist and Shout’, donde John y Paul se dejan las voces, una balada interesante como ‘A Taste Of Honey’ o la típica canción que siempre pondrán para que Ringo cante un poco y siga contento dándole al tambor (‘Boys’). En general no están mal, pero no son nada que otros grupos de la época hicieran peor, aunque hay que reconocer que los Beatles tenían una fuerza especial. En cualquier caso, si esta banda ha pasado a la historia no es por su producción de los primeros años, sin que ello signifique desmerecer su importancia.
Sobre las composiciones originales, tampoco es que a estas alturas lograran demasiado, pero cómo no destacar grandísimas canciones como ‘Love me do’, con esa inolvidable armónica, y ‘Please please me’, con esas voces armonizadas cantando “Come on, come on” que suena celestial en su sencillez. George Harrison de momento no se atreve a componer y Ringo Starr directamente no sabe, así que todo el esfuerzo compositivo recae en el tándem Lennon/McCartney, que por motivos legales firmarán a lo largo de su carrera de esa manera todas sus canciones, sean una colaboración o sean una aportación individual. También habría que destacar ‘I Saw Her Standing There’, que abre el disco y tiene un ritmo rockero potente, una de las pocas canciones de los Beatles que John Lennon tocaría después en sus conciertos; o ‘There's A Place’, donde también demuestran el gran talento que tienen para construir estribillos poderosos y algo complejos. En ‘Do You Want To Know A Secret’ canta Harrison, en un tema algo discreto pero también melódico, con un sentido “uhhhh” cada vez que dice “I'm in love with you”.
En resumen, es un disco primerizo, grabado rápidamente en 10 horas, el más flojo que grabaron pero que no deja de ser un disco destacado, donde las composiciones originales ya superan a las versiones, aunque todavía les falte recorrido para ir mejorando en ese aspecto. Si sólo hubieran grabado este LP, ahora mismo también se les mencionaría en las memorias musicales, aunque brevemente y al nivel de los Searchers o Dave Clark Five; o sea, que si ni siquiera has oído hablar de estos grupos, ya puedes hacerte una idea…
WITH THE BEATLES
Año de publicación: 1963
Puntuación:
1) It Won't Be Long; 2) All I've Got To Do; 3) All My Loving; 4) Don't Bother Me;
5) Little Child; 6) Till There Was You; 7) Please Mister Postman;
8) Roll Over Beethoven; 9) Hold Me Tight; 10) You Really Got A Hold On Me;
11) I Wanna Be Your Man; 12) Devil In Her Heart; 13) Not A Second Time;
14) Money (That's What I Want).
Se podría decir que esto es más de lo mismo, después del primer disco, pero no es realmente así porque en este caso el porcentaje de composiciones originales es mayor y además las versiones también suenan algo mejor. A estas alturas los singles como ‘She Loves You’ ya han arrasado y les han allanado el terreno para seguir por el mismo camino. Y es que el esquema sigue siendo más o menos el mismo que en su debut: composiciones excepcionales de Lennon/McCartney; versiones, algunas de Motown; otra canción para que cante Ringo y siga igual de feliz con su tambor; y ¡por fin! la primera composición de George Harrison (‘Don't Bother Me’), que todavía no puede compararse con sus excepcionales compañeros (o sea, a los dos que ya sabéis, que el tamborilero no cuenta), pero que demuestra ya también un gusto por el ritmo y la melodía en un gran y variado tema. Además, su letra contrasta con la de las composiciones de sus compañeros, puesto que George lo que está pidiendo es que no le molesten, en vez de suplicar amor.
El disco tiene un inicio demoledor mediante 'It Won't Be Long', una canción de animado ritmo que empieza repitiendo su mismo título y estribillo, más ese contrapunto de voces haciendo el archiconocido “yeah”. Con la siguiente canción (‘All I've Got To Do’) dejan bien claro que los Everly Brothers son una de sus destacadas inspiraciones, pero que el aprendiz ya ha dejado atrás al maestro. Siguiendo el orden, llegamos a ‘All My loving’, canción de Paul McCartney que aquí se hizo tristemente famosa por la parodia flamenca (era una parodia, ¿verdad?) que realizaron Los Manolos y que, según contaron aquí, interesó al propio autor cuando estuvo en España por esa época. En cualquier caso, a mí me parece una composición más bien discreta. Dentro de ese tipo de simpleza yo me quedaría antes con ‘Little Child’, por demostrar mayor fuerza y tener una entretenida armónica.
En este disco también se encuentra una de las piezas que solían tocar mucho en directo, ‘Roll Over Beethoven’ de Chuck Berry, cantada por Harrison y donde se recreaba en sus solos de guitarra, aunque quien haya visto o escuchado tocar al autor original le puede dar aquí la risa. Y otra versión muy interpretada por ellos es ‘Money’, donde John Lennon demuestra su alma rockera y se entrega al máximo al estilo de 'Twist And Shout'. En las versiones también dan rienda suelta a ese tipo de balada armónica que imperaba en los inicios de la década, aquí ejemplificadas con ‘Till There Was You’ y ‘You Really Got A Hold On Me’. Pero también incluyen la inocente y rítmica ‘Please Mister Postman’, en el más puro sonido Motown pero con un poco menos de gracia.
‘I Wanna Be Your Man’ es una canción que cedieron primero a sus amigos los Rolling Stones, pero que finalmente grabaron para este disco, cantada por Ringo. No entro a valorar cuál puede gustar más o menos, pero como cantantes hay bastante diferencia entre Mick Jagger y el que tocaba el tambor en los Beatles, eso es obvio. Precisamente en el estribillo de ‘Hold Me Tight’ parece que quieren emular un poco el sonido de los Stones, con ese acompañamiento instrumental más abrupto, que es lo único destacable de un tema más flojo. También hay que destacar ‘Not A Second Time’, otro alarde de técnica vocal como pocos grupos o cantantes podían hacer en el año 1963, alargando y modulando las notas en unas melodías excepcionales.
En definitiva, un pequeño paso hacia delante musicalmente hablando, porque las letras siguen hablando de las mismas simplezas adolescentes (canciones de amor básicamente), y creando unas expectativas que se irán confirmando sobradamente en los siguientes años.
A HARD DAY'S NIGHT
Año de publicación: 1964
Puntuación:
1) A Hard Day's Night; 2) I Should Have Known Better; 3) If I Fell;
4) I'm Happy Just To Dance With You; 5) And I Love Her; 6) Tell Me Why;
7) Can't Buy Me Love; 8) Any Time At All; 9) I'll Cry Instead; 10) Things We Said Today; 11) When I Get Home; 12) You Can't Do That; 13) I'll Be Back.
Tercer LP y la evolución sigue imparable hacia arriba. Este disco en buena parte corresponde a la banda sonora de la película del mismo nombre, y lo curioso es que la canción con ese mismo título la grabaron sólo una semana antes de acabar el rodaje, en una maratón de tres horas en la que acabaron consiguiendo la toma definitiva para que al menos apareciera en los títulos de crédito. La mayor novedad en este disco es, por un lado, que Harrison se pasa a la guitarra de doce cuerdas, con lo que consigue un sonido muy característico que tendría una influencia fundamental en el surgimiento del folk-rock estadounidense (que le pregunten a Roger McGuinn a ver…), y por otro lado que por primera vez todas las composiciones son originales. Ah, y Ringo no canta ninguna canción, ¡parece que todo funciona!
Bueno, para ser justos también hay que decir que no hay ninguna composición de Harrison, que se limita a cantar en ‘I'm Happy Just To Dance With You’ y que la frase “A hard day's night” fue una invención de Ringo, muy aficionado a soltar palabros. Y bueno, el disco está plagado de canciones exitosas como la del título, ‘Can't Buy Me Love’, ‘Things We Said Today’ y ‘I’ll Be Back’. Todas ellas tienen grandes melodías, estribillos pegadizos que no saldrán de tu cabeza y un sonido de guitarra cristalino para disfrutarlo con el conjunto, con ritmos dinámicos e interpretaciones llenas de vitalidad. Ese acorde estremecedor inicial de ‘A Hard Day's Night’ será copiado en numerosas ocasiones, otro gesto simple que resulta memorable. Con este disco los Beatles demuestran que, en ese momento, son los reyes de las canciones pop y por ende de la música popular de ese momento. Así, la película es una buena recreación del grupo como fenómeno sociológico aparte de musical, además de que tiene escenas graciosas y es bastante entretenida de ver, eso sí, en versión original para escuchar las voces reales de nuestros héroes, incluida la del que toca el tambor.
Hasta las canciones menos destacadas como ‘I Should Have Known Better’ (gran corte pop con una buena armónica) o ‘You Can't Do That’ (un rock más directo de Lennon), son dignas de ser escuchadas y valoradas. ‘I'll Cry Instead’ y ‘When I Get Home’ son más convencionales y menos inspiradas, aunque el punto más flojo lo encontramos en ‘Tell Me Why’, que suena demasiado a relleno. Pero bueno, ¿quién no ha encontrado música de relleno en una banda sonora?
Las letras de las canciones siguen siendo bastante simples y con el tema amoroso-juvenil como leitmotiv, así que es mejor no empezar aquí todavía a diseccionar cada frase para encontrar mensajes ocultos ni cosas así, que estos chicos todavía no habían conocido a Bob Dylan. Todo llegará. Mientras tanto, disfrutemos con la fuerza rockera de ‘Any Time At All’, relajémonos con la dulzura de ‘If I Fell’ (gran Lennon, cómo la canta) o de ‘And I Love Her’ (lo mismo pero con Paul) y sigamos en el camino ascendente de esta gran banda, ahora que ya tenemos claro que el dinero no puede comprar amor.
1) No Reply; 2) I'm A Loser; 3) Baby's In Black; 4) Rock And Roll Music;
5) I'll Follow The Sun; 6) Mr. Moonlight; 7) Kansas City/Hey-Hey-Hey-Hey!;
8) Eight Days A Week; 9) Words Of Love; 10) Honey Don't; 11) Every Little Thing;
12) I Don't Want To Spoil The Party; 13) What You're Doing;
14) Everybody's Trying To Be My Baby.
Puntuación:
Año de publicación: 1964
BEATLES FOR SALE
Vaya, ¿escribí anteriormente que la banda seguía en camino ascendente? ¿dije eso? Pues me equivoqué, ya que aquí hay un ligero tropiezo en esa evolución positiva. Es más, parece que incluso nos vamos un poco hacia atrás, hacia With The Beatles. Lo primero que llama la atención es ver de nuevo versiones de otros autores junto a composiciones originales, pero no tiene mayor explicación que la rapidez con la que hubieron de publicar otro LP entre tantas giras y actuaciones. Incluso ‘I'll Follow The Sun’ fue escrita por McCartney cuando era un chaval, y es que parece que en 1964 no tenían mucho tiempo para esos menesteres. Eso no quita que las composiciones originales no vuelvan a ser muy buenas y que pudieran dedicarle algo de tiempo a pulirlas bien, como puede escucharse en el Anthology, donde en ‘Eight Days a Week’ se puede escuchar cómo los Fab Four prueban diferentes formas de empezar la canción: instrumentalmente, con voces a cappella, etc. Y es que ésa es la manera de trabajar que desarrollaron durante su carrera, probando siempre ideas nuevas (lo que a veces llevaba de cabeza a George Martin y sobre todo a los ingenieros de sonido) y abiertos a todas las influencias posibles.
Para las versiones, vuelven a acudir a algunos de sus números y autores favoritos (Leiber/Stoller, Chuck Berry, Buddy Holly) y lo realizan con la solvencia habitual, pero a estas alturas las versiones ya no son el punto fuerte de la banda. Sólo con la primera canción del disco, ‘No Reply’, ya se pueden ver cuáles son estos puntos fuertes, es decir, el esquema clásico de una canción de su primera etapa: melodía inicial pegadiza, cambio de ritmo en el estribillo, y un puente excepcional para volver a la melodía inicial. Por otro lado, también se puede ver un cambio en las letras, algo más profundas y existenciales. Sólo hay que fijarse en ‘I'm a loser’ cuando Lennon canta “I'm a loser / And I'm not what I appear to be” (“Soy un perdedor / Y no soy lo que parezco”). Vaya, parece que al final algo si que se ha evolucionado… Pero es que ya habían conocido a Dylan por el camino.
En ‘Baby's In Black’ se marcan un ritmo de vals, no muy original pero que tampoco queda mal. ‘Every Little Thing’ es una gran canción pop que incluso fue versionada por Yes en su primer disco, y es todo un ejemplo de progresión musical desde las emotivas estrofas hasta su estribillo. ‘What You're Doing’ comienza con un solo de guitarra marca de la casa (o sea, del Harrison de la primera etapa) y es también una gran canción, más rockera que las anteriores. Y ‘I Don't Want To Spoil The Party’ es una de esas canciones introspectivas de Lennon, que elaboraría con mayor maestría posteriormente. Lo más olvidable (como empezará a ser lo habitual) es la versión del clásico de Carl Perkins ‘Honey don't’, cantada por el tamborilero del grupo para que siga contento golpeando con sus baquetas.
En definitiva, después de este LP podrían surgir dudas sobre la capacidad del grupo, pero está claro que lo único que ellos necesitaban era tiempo para seguir buscando la excelencia musical en su trabajo. Pero por supuesto, este es otro disco que hay que tener en casa…
HELP!
Año de publicación: 1965
Puntuación:
1) Help!; 2) The Night Before; 3) You've Got To Hide Your Love Away; 4) I Need You;
5) Another Girl; 6) You're Going To Lose That Girl; 7) Ticket To Ride; 8) Act Naturally; 9) It's Only Love; 10) You Like Me Too Much; 11) Tell Me What You See;
12) I've Just Seen A Face; 13) Yesterday; 14) Dizzy Miss Lizzy.
Otra película que protagonizan estos chicos (esta vez estamos ante un guión absurdo para una comedia de aventuras sin más pretensión que promocionarlos) y con ello conseguimos el que se puede considerar, con obvio permiso de A Hard Day's Night, como su mejor disco de la primera etapa. La brecha entre este disco y el siguiente es tan abismal que hasta da mareo de pensarlo. Aquí George Harrison se destapa también como un gran compositor a la altura de sus compañeros, y por desgracia al chico de las maracas le tienen que dar su versión country para que siga contento (‘Act Naturally’, cómo no, la peor del lote con diferencia). Pero escuchando este álbum sólo cabe deleitarse ante una larga serie de grandes canciones pop que suenan muy diferentes unas de otras, algo que no llegaba a conseguir A Hard Day's Night.
En la canción que da título al disco, Lennon confesó años después que realmente estaba pidiendo ayuda; el éxito masivo y el ritmo extenuante de trabajo le estaban afectando en el terreno personal y ‘Help’ fue una vía de salida para expresarlo. En cualquier caso, es otro clásico universal del grupo, con las armonías vocales marca de la casa y un contrapunto vocal que es otro de los puntos fuertes de este tema. Otro ejemplo introspectivo y más apacible de John es la balada acústica ‘You've Got To Hide Your Love Away’, con ese instrumento al final de la canción que no llego a adivinar cuál es. Paul también se pone introspectivo con su reconocida como obra maestra ‘Yesterday’, canción que tiene o tenía el récord de haber sido versionada por más artistas diferentes, pero a la que tampoco le he visto nunca nada excepcional como a otros grandes clásicos de los Beatles. Bueno, tiene la originalidad de ser la primera vez que un conjunto de pop-rock introduce un cuarteto de cuerda para la instrumentación de la canción, pero introducir un elemento nuevo para mí no hace una canción buena (y no es que ‘Yesterday’ no lo sea), pero las novedades hay que emplearlas con originalidad también para conseguir la excelencia.
En cualquier caso, tenemos muchos grandes momentos pop como la ultra-melódica ‘Another Girl’ o ‘Tell Me What You See’, con esos aires latinos que tiene la melodía instrumental que suena cada vez que repiten el título de la canción. Los temas más convencionales quizá sean ‘You're Going To Lose That Girl’ (con una primera parte demasiado repetitiva, salvada por un buen middle-eight) y ‘It's Only Love’, que empieza bien pero que adolece de un estribillo poco inspirado.
Y tal como se había dicho antes, George Harrison se destapa como gran compositor, ‘I Need You’ y ‘You Like Me Too Much’ son dos canciones de temática amorosa pero que podrían pasar por composiciones de sus compañeros porque ambas tienen una estructura del estilo, con diferentes melodías engarzadas y coros magníficos, y en la segunda el toque innovador con el uso de lo que parece un piano electrónico en la introducción. Y precisamente eso es algo que tienen estas canciones en su mayoría, que están muy elaboradas desde la introducción hasta el final, llenas de diversidad. En ‘I've Just Seen A Face’ Paul emula al gran Buddy Holly pero dejando a éste bien atrás. Para cerrar el disco, tocan la versión de ‘Dizzy Miss Lizzy’, una favorita de John aunque aquí ya se comprueba claramente que sus versiones empalidecen comparadas con su material original. Sólo hay que comparar el riff de esta canción con el riff proto-heavy de ‘Ticket To Ride’, creando ésta junto a la estruendosa percusión un sonido precedente del rock duro, aunque en este caso el ritmo es tan pausado que no levanta ninguna sospecha.
Llegados a este punto, lo que parecía evidente es que habían empezado más o menos tímidamente la introducción de elementos novedosos, pero que debían seguir en ese camino para no empezar a repetirse, además de que los avances de la tecnología iban parejos a un incipiente deseo de explorar nuevos caminos que en el siguiente disco se verá reflejado en mayor grado.
RUBBER SOUL
Año de publicación: 1965
Puntuación:
1) Drive My Car; 2) Norwegian Wood; 3) You Won't See Me; 4) Nowhere Man;
5) Think For Yourself; 6) The Word; 7) Michelle; 8) What Goes On; 9) Girl;
10) I'm Looking Through You; 11) In My Life; 12) Wait; 13) If I Needed Someone;
14) Run For Your Life.
Mediante este álbum puede considerarse iniciada la segunda etapa de The Beatles, y después de escucharlo a cualquiera le queda claro por qué es una nueva etapa. Bueno, el chico de los bongos sigue teniendo su número cutre-country para que siga contento, pero por lo demás veremos muchos cambios tanto en lo musical como en las letras, aunque no tantos si lo comparamos con Revolver, pero ya llegaremos ahí. Lo que destaca también de este disco es el amplio uso de los coros o las dobles voces en las canciones, siempre me da la impresión de que están por todos lados, pero no lo digo en ningún sentido negativo. Y también hay que destacar que las letras suelen ser nostálgicas y amargas en muchos casos, sólo hay que mirar ‘Think For Yourself’ de Harrison para darse cuenta (“I've got a word or two / To say about the things that you do”), aunque al final de la canción quiera dar un mensaje de esperanza para calmar los ánimos (“The future still looks good / And you've got time to rectify”).
El disco empieza con una canción enérgica, ‘Drive My Car’, que posee un reconocible estribillo por esa simulación al final de la bocina de un coche mediante los coros. A continuación, tenemos en ‘Norwegian Wood’ la primera introducción de elementos hindúes en la música de los Beatles, cortesía ésta de George Harrison, la primera vez que un sitar se escuchaba en un disco de pop-rock, que acompaña el lamento de John por una chica que le abandonó. Esta canción inspiró a Murakami para su novela Tokio Blues, y los grandes no se inspiran con cualquier cosa… La letra es una muestra más de la madurez que habían adquirido, especialmente Lennon. También tenemos más adelante otro gran lamento de John, ‘Girl’, con una aspiración vocal cada vez que repite la palabra del título que le da un toque diferente.
Pero para letra madura además de grandísima composición, otro clásico universal, ‘Nowhere Man’, un nuevo grito de auxilio del propio Lennon, donde expresa su angustia existencial de no sentirse situado en el mundo. Y si estos tres ejemplos que llevamos de Lennon te han parecido muy emotivos, sólo te queda escuchar ‘In My Life’ para salir corriendo y ponerle unas velas. Gran canción sobre la nostalgia, que yo mismo primero no apreciaba pero luego me pareció una de sus más bellas composiciones, con un gran intermedio instrumental ejecutado por un sonido de clavecín (¿otra melodía inspirada en Bach?).
Para mi gusto, aquí Paul McCartney palidece un poco en comparación con Lennon, pero eso no quita que haya grandes canciones de él como ‘Michelle’ (donde parece que va sacando su visión comercial y piensa en el mercado francés) o ‘I'm Looking Through You’, con una preciosa batalla entre melodía y estribillo para ver cuál es más fascinante. También tenemos una pequeña controversia con ‘If I Needed Someone’, donde para componerla Harrison se inspira claramente en ‘The Bells Of Rhymney’ de The Byrds. Pero se puede decir que Harrison gana en el sentido de que consigue hacer una canción pop con más gancho todavía que los Byrds, siendo el de estos últimos un gran tema ya por sí mismo.
Lo único penoso del disco es, cómo no, la maldita cançoneta country (‘What Goes On’) que nos cuela Ringo para seguir regalándonos su sonrisa mientras toca esta simpleza. Cabe decir que ‘You Won't See Me’ es bastante floja también, pero comparada con la basura country de ‘What Goes On’, suena a música celestial. También ha sido criticada la última canción (‘Run For Your Life’) por su letra algo machista, pero tampoco es para escandalizarse y también se le puede perdonar a Lennon un patinazo así, aunque él mismo reconoció más adelante que había sido una persona de arranques violentos motivados por la vida de tensiones y frustraciones que había padecido. Pero musicalmente no está mal, uno de los temas rock más directos que encontramos aquí.
Y para que no se me quede nada por el camino, cómo no destacar ‘Wait’, con un ritmo rápido y una alternancia de voces, coros y Paul haciendo un doble estribillo después del “Wait till I come back to your side / We'll forget the tears we cried”, que le da ese toque magistral del grupo. Y bueno, en este álbum tenemos por ver primera una canción con mensaje claro y directo de los Beatles; se trata de ‘The Word’, que tiene un mensaje pre-hippy donde nos informan de que la palabra clave es “Amor”, ¡vaya descubrimiento! Eso sí, el trabajo de Paul en el bajo es magistral y la convierte en otra gran canción.
Después de este disco, cualquiera podría pensar que habían llegado al tope de su evolución en su sonido, pero los Beatles pronto se dieron cuenta que el secreto para no repetirse y evolucionar era probar todo lo que pudieran, no sólo en estructuras compositivas, voces e instrumentos, sino también en el procesamiento de la música y los sonidos, aprovechando las nuevas tecnologías y la inventiva de los ingenieros de sonido al máximo. Este disco es la primera gran obra maestra imprescindible del grupo (menuda colección de epítetos…).
REVOLVER
Año de publicación: 1966
Puntuación:
1) Taxman; 2) Eleanor Rigby; 3) I'm Only Sleeping; 4) Love You To;
5) Here, There And Everywhere; 6) Yellow Submarine; 7) She Said She Said;
8) Good Day Sunshine; 9) And Your Bird Can Sing; 10) For No One; 11) Dr. Robert;
12) I Want To Tell You; 13) Got To Get You Into My Life; 14) Tomorrow Never Knows.
El comienzo de una nueva era. Si en el anterior disco se podían encontrar elementos muy novedosos en bastantes canciones, aquí prácticamente cada canción es un mundo, con algo destacable. George Harrison ya se ha confirmado como gran autor y a Ringo ya no le dejan meter ninguna basura country, al contrario, le dan para que cante lo más adecuado para él: la canción infantil ‘Yellow Submarine’, plena de efectos de sonido y que incluso inspirará una película de dibujos animados. Así que ya tenemos una primera aunque simple novedad, una canción infantil metida en un disco serio.
Como decía, George Harrison ha mejorado muchísimo y por ello por primera vez tiene el honor de inaugurar el disco con una de sus composiciones, una gran canción rock precursora del brit-pop sobre los impuestos sangrantes que debían pagar, más del 80% de sus ingresos (para que luego llamen anti-sistema a algunos) con una letra ácida (“Let me tell you how it will be / There's one for you, nineteen for me / 'Cause I'm the taxman”), y unos solos de guitarra impresionantes que Geoff Emerick en su libro Here, there and everywhere (título de una de las canciones de este disco) cuenta que a Harrison no le salían y fue Paul McCartney quien cogió la guitarra y lo tocó. Así que tenemos una canción compuesta por el guitarra solista del grupo, pero como no le salía se la pasó al bajista. La misma cara que tendréis vosotros ahora es la que se me quedó a mí.
A continuación, tenemos la gran canción orquestal de los Beatles, ‘Eleanor Rigby’, con un doble cuarteto de cuerda (cuatro violines, dos violas y dos violoncelos) dirigidos por el productor George Martin, que también es el que compone lo que deben tocar los músicos. Los coros son geniales y nos desvían la atención sobre la música, y en mi caso hasta que llegué a escuchar la versión instrumental del Anthology no supe captar la grandeza de la canción.
Después de George y Paul, le toca el turno a una composición genuina de Lennon, ‘I'm Only Sleeping’, que con una interpretación magistral a la voz, nos transmite el tedio del protagonista, incomprendido en su entorno (“Everybody seems to think I'm lazy / I don't mind, I think they're crazy”) y que se siente liberado cuando tiene su momento de descanso. Y el intermedio instrumental está grabado y tocado hacia atrás, ¡y aun así suena genial! Una canción que rezuma psicodelia por todos los lados, aunque para rock psicodélico tenemos la grandiosa ‘She Said, She Said”, inspirada en unas palabras de Peter Sellers, que en una fiesta les dijo que él sabía lo que era estar muerto. Además, es un tema que rebosa melodías por todos los lados. Un rato después, tenemos otra guitarra psicodélica en ‘And Your Bird Can Sing’, sólo que en este caso el resultado es más discreto.
Si en Rubber Soul Harrison introdujo el sitar como instrumento en ‘Norwegian Wood’, aquí directamente contrató a un grupo indio para que tocara su composición ‘Love You Too’, que suena a canción hindú-pop, con una forma de cantar casi mantraica y un mensaje de amor universal. Después de tanto movimiento, nos podemos relajar tranquilamente con ‘Here, There And Everywhere’, otra pieza de instrumentación orquestal y con un estribillo complejo y magnífico, donde McCartney demuestra sus grandes dotes como cantante. Cabe decir que a Paul se le nota fuertemente influenciado por el sonido Motown, con sus cuidados arreglos y armonías que plagan algunas de sus composiciones aquí, como es la canción que acabamos de comentar y de igual forma ‘Good Day Sunshine’ (aquí entre Motown y music-hall, con un gran resultado) o ‘Got To Get You Into My Life’ (puro Motown que influye optimismo nada más empezar con esas trompetas iniciales que se irán repitiendo).
Tenemos también en el álbum un momento intimista con una perfecta balada de Paul, ‘For No One’, con esa gran melodía instrumental que aparece a mitad de la canción que no sabría decir de dónde viene, quizá de una tuba. También tenemos otra gran canción más rockera a la vieja usanza (‘Dr. Robert’) que veladamente habla del doctor que sabe suministrar las drogas adecuadas y que quizá debiera sonar más psicodélica, pero nos conformamos con el resultado. Hay otra composición de Harrison de la que no he dicho nada, ‘I Want To Tell You’, liderada por una melodía inicial de piano y que resulta algo disonante, de manera que contrasta con la grandeza melódica que inunda el disco.
Y por supuesto no puedo acabar sin hablar de ‘Tomorrow Never Knows’, canción radical en todos los sentidos, principalmente por su sonido que se adelanta treinta años en la escena musical (fijaos en el ritmo de ‘Let Forever Be’ de los Chemical Brothers y me decís…). Y es que el inicio con una potente percusión repetitiva, los sonidos electrónicos que se van sucediendo y luego la enérgica voz de Lennon diciéndonos nada más empezar “Turn off your mind, relax, and float down stream / It is not dying”, que en la segunda parte de la canción se transformará en una voz que parece provenir de lo más alto del Himalaya, nos transportan a una especie de mantra vanguardista. Se puede resumir la canción diciendo que es una orgía de sonidos que aparecen y desaparecen, una experiencia sonora en toda regla.
Uno de los discos más importantes de la historia, sin lugar a dudas. No sólo representa uno de los mayores saltos cualitativos en la evolución e innovación musical de la historia, sino también una inigualable mezcla bien ponderada de eclecticismo, experimentación, melodía y producción.
SGT. PEPPER'S LONELY HEARTS CLUB BAND
Año de publicación: 1967
Puntuación:
1) Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band; 2) With A Little Help From My Friends;
3) Lucy In The Sky With Diamonds; 4) Getting Better; 5) Fixing A Hole;
6) She's Leaving Home; 7) Being For The Benefit Of Mr. Kite;
8) Within You Without You; 9) When I'm Sixty-Four; 10) Lovely Rita;
11) Good Morning Good Morning;
12) Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band (reprise); 13) A Day In The Life.
¿Qué voy a escribir de este disco que no haya sido ya escrito? Es más, ¿qué puedo decir de cualquier disco de los Beatles que no haya sido ya escrito? Lo único que puedo hacer es lo que efectivamente estoy haciendo, dar mi humilde opinión y unificar mis comentarios en una misma web. Estamos ante el disco de los discos, el cénit de la música pop-rock, el disco que amalgama toda la música popular existente y prueba todos los sonidos imaginables. Si dentro de cien años alguien selecciona un álbum como ejemplo para hablar del pop-rock tanto en su significado musical como sociológico, sin duda escogerá éste. ¿Quiere decir todo ello que éste va a ser el disco que más te guste de los Beatles? La respuesta es clara: NO. O mejor dicho, no tiene por qué, porque para gustos hay colores, ¿no?
Pero estamos sin duda ante la obra maestra de las obras maestras del grupo; nunca dedicarían tanto tiempo intensivo a la grabación de un álbum como aquí, creo que unos seis meses. También la portada es indicativa de la grandilocuencia con la que enfocaban lo que ellos quizá concebían también como su gran obra. La idea del disco vino de Paul: desdoblarse en otra banda ficticia (la banda del Sargento Pimienta) que realizaría la presentación del disco e interpretaría las canciones. Y Paul es el gran artífice de esta obra, además de que en ningún otro álbum se escuchará un sonido tan original y elaborado de su bajo, consecuencia de todo el tiempo que invirtió en ello, según cuenta el ingeniero de sonido Emerick en el libro ya citado anteriormente. Así que el disco empieza fenomenalmente con la presentación de esa banda ficticia, con una guitarra que presagia un sonido hard-rock, aunque luego entran los instrumentos de viento y se vuelve más coral y suave. Esta canción será retomada hacia el final del álbum como despedida con un ritmo algo más rápido, aunque no será realmente lo último que escuchemos.
Justo antes de acabar el tema de “Sgt. Pepper's”, mediante coros el grupo nos presenta al siguiente invitado, Billy Shears, que no será otro que Ringo cantando la magnífica “With A Little Help From My Friends”, que muestra un bajo perfecto de McCartney y unos coros que hacen de contrapunto vocal genial a las maravillosas melodías que pueblan el tema. A esta canción Joe Cocker le dará completamente la vuelta para realizar su versión magistral.
A continuación, tenemos una de las canciones más polémicas del grupo, todo porque las iniciales de ‘Lucy In The Sky With Diamonds’ se podían tomar como LSD, más si cabe tratándose de una canción pop psicodélica (que bien podía haber inspirado a los Pink Floyd del primer disco, quienes estaban en el mismo estudio de Abbey Road grabándolo), con unas letras que hablan sobre cielos de mermelada y flores de celofán. Es una de las canciones más populares del grupo, pero creo que el tiempo ha hecho que quede más desfasada, anque si hubiera que definir el color en la música, sería un ejemplo perfecto. Pero no desfallezcamos, conforme acaba ‘Lucy’ tenemos ‘It's Getting Better’, con una guitarra inicial estridente y un estribillo de esos que insuflan optimismo a quien lo escuche. Tiene otra vez el gran bajo de McCartney y un buen trabajo de percusión de Ringo. Y para grandes líneas de bajo, si es que llevamos pocas, tenemos ‘Fixing A Hole’, además de una soberbia melodía de guitarra de Harrison en el estribillo, así como un gran solo. Esta canción, quitando la de estilo hindú de Harrison que fue tocada por músicos indios contratados, fue con diferencia la que menos tomas necesitó, únicamente tres (por las quince de ‘It's Getting Better’, que es más compleja).
Si recordamos la referencia directa que hizo McCartney del Pet Sounds de los Beach Boys como inspiración para componer este disco, uno de los resultados más claros sería ‘She's Leaving Home’, la canción enteramente orquestal que Paul incluye aquí, aunque en este caso la grandeza del tema está en las voces. La temática de la canción es la de una joven que abandona su hogar ante la sorpresa de sus padres, quién sabe si Joan Manuel Serrat la tomó de inspiración para escribir la letra de ‘Qué va a ser de ti’ de su disco Mediterráneo de 1971. Y conforme acaba tenemos ‘Being For The Benefif Of Mr. Kite’, lo que se podría llamar una canción de circo/feria-rock, pues tiene la energía de una canción rock pero una instrumentación que recuerda a la música circense, sobre todo en su parte central.
Como ya se ha dicho, George Harrison contribuyó con otra composición de música india (‘Within You Without You’), en este caso sin la alegría y el ritmo de ‘Love You To’ de Revolver, además de una duración un tanto excesiva, lo que lo convierte en el momento más aburrido del disco; la única manera de disfrutarla es adentrarse en la meditación interior que nos propone George.
A continuación, podemos respirar con ‘When I'm Sixty-Four’, una pieza de estilo cabaret donde Paul nos habla de la etapa de la vejez, con unos grandísimos coros en los estribillos. Y enseguida encontramos un tema de corte más pop-rock (‘Lovely Rita’) con un gran intermedio instrumental marcado por el piano. Esta canción también tiene una coda con un ritmo que de forma discreta puede resultar precursor de sonidos más progresivos que llegarían en años posteriores.
John Lennon dijo una vez en una entrevista que ‘Good Morning, Good Morning’ era la peor canción que había escrito nunca (uno de los argumentos que utilizan normalmente los que defenestran este disco). Y cierto es que el cacareo inicial, las trompetas y el repetitivo coro diciendo “good morning” no dan una buena impresión, pero quitando eso, el resto es puro rock con un cierto aire rockabilly en la parte de “Everybody knows there's nothing doing…”.
Y como ya anunciamos antes, el retorno del ‘Sgt. Pepper's’ marca la despedida provisional del disco, porque mientras está acabando, simultáneamente empezamos a escuchar los primeros acordes de piano de ‘A Day In The Life’, una de las mayores obras de arte musicales de la historia del rock. Está estructurada en varias partes: una cantada por Lennon y narrándonos lo sobrecogedor de las noticias que leemos a diario, con unos arreglos minimalistas y muy efectivos; otra cantada por Paul referida al ajetreo matinal para ir al trabajo, con un sonido más rápido; y la otra parte, que se repite dos veces, es un crescendo instrumental caótico que cada uno podrá interpretar a su manera, pero se puede relacionar perfectamente con el caos mundano que nos rodea. Uno de los mejores momentos para mí en esta canción es la entrada de batería de Ringo tras la frase “He blew his mind out in a car”, y es que aunque no estuviera a la altura de sus compañeros, era un buen batería. Pero además la interpretación vocal de Lennon es muy emotiva, transmitiéndonos ese sentimiento entre tristeza y perplejidad que nos provocan los sucesos diarios.
¿Y qué más puedo decir de esta obra maestra? Pues una buena noticia, ¡que todavía quedan más por llegar!
MAGICAL MYSTERY TOUR
Año de publicación: 1967
Puntuación:
1) Magical Mystery Tour; 2) The Fool On The Hill; 3) Flying; 4) Blue Jay Way;
5) Your Mother Should Know; 6) I Am The Walrus; 7) Hello, Goodbye;
8) Strawberry Fields Forever; 9) Penny Lane; 10) Baby, You're A Rich Man;
11) All You Need Is Love.
Magical Mystery Tour fue el nombre de una floja película de poco éxito que los Beatles hicieron para la televisión inglesa, con seis nuevas canciones que publicaron originalmente como EP, pero que sin embargo en el CD viene ampliado por cinco canciones más publicadas como singles en la época.
El inicio del disco mediante el tema que le da título recuerda conceptualmente al del Sgt. Pepper's, pues en este caso también se trata de una presentación, anunciando que nos llevarán por ese tour. Es una gran canción, con unas potentes trompetas iniciales, un estribillo coral magnífico y además con un final que aquí sí se puede considerar claramente como precursor del sonido progresivo. Es un final instrumental misterioso, algo breve, llevado principalmente por la batería, el bajo y un piano que recuerda al sonido jazz. La siguiente canción es ‘The Fool On The Hill’, también de Paul como la anterior, y suele destacarse como uno de los puntos fuertes del disco, aunque yo personalmente no le veo la fortaleza por ningún lado. Es una canción orquestal muy lenta con una melodía instrumental bastante insulsa y un estribillo poco inspirado; está bien interpretada y poco más. Y bueno, los pasajes instrumentales tras cada estribillo exceden el límite máximo de infantilismo que se puede aguantar en McCartney.
Lo que tenemos a continuación sí que me parece flojísimo para lo que estamos acostumbrados en este grupo. ‘Flying’ es un instrumental olvidable hecho únicamente para acompañar las imágenes correspondientes de la película. Y ‘Blue Jay Way’ es lo peor que compuso Harrison para los Beatles, una canción psicodélica que parece que haya sido interpretada bajo la influencia de las drogas, con una voz atroz y un estribillo todavía más atroz y repetitivo (no me sirve de excusa que nada más empezar nos diga que “hay niebla en L.A.” para justificar la deplorable parte vocal), además de una instrumentación que no parece que vaya a ningún lugar.
Por otro lado, ‘Your Mother Should Know’ nos devuelve a la tranquilidad mediante una melodía intimista y letras nostálgicas, además de un bello estribillo instrumental donde escuchamos lo que parece ser un acordeón. Y para el final de lo que era el EP original, tenemos una de las mayores obras artísticas de los Beatles y del rock en general: ‘I Am The Walrus’. El uso original del mellotron, la batería sobria y marcial, la letra surrealista, los sonidos aleatorios y externos, la voz cortante y amenazante de Lennon, las líneas de bajo de McCartney… todo ello hace de esta canción una experiencia única e irrepetible. El arte hecho música.
En cuanto a la segunda parte formada por los singles, tenemos el considerado como el mejor de la historia, que estaba formado en la cara A por ‘Strawberry Fields Forever’ y la cara B por ‘Penny Lane’, dos canciones sobre la nostalgia pero desde dos ángulos musicales completamente diferentes. ‘Strawberry Fields Forever’ es desde una perspectiva mental, psicodélica, como un retorno psicoanalítico a un tiempo anterior, con una letra existencialista que incluye los platónicos versos (no de amor platónico, me refería al Mito de la Caverna): “Living is easy with eyes closed / Misunderstanding all you see” (“Vivir es fácil con los ojos cerrados / malinterpretando todo lo que ves”; hasta inspiró el título de la exitosa película de David Trueba). Este tema, como descubrimos en el Anthology, empezó como una canción acústica intimista para sufrir grandes cambios hasta llegar a su versión final, que es una de las obras maestras de la psicodelia. Canción inigualable, inimitable y que es difícil de imaginar interpretada en directo. ‘Penny Lane’ es también sobre la nostalgia pero desde una perspectiva más florida, es como una breve sinfonía con una instrumentación orquestal magnífica, donde destacan las memorables trompetas del intermedio instrumental. El estribillo y las armonías vocales también están entre los mejores momentos del catálogo del grupo.
Antes de esta dupla, tenemos ‘Hello, Goodbye’, que tiene un vídeo donde los Beatles la interpretan enfundados en sus trajes coloridos del Sgt. Pepper's, que no deja de ser una canción a la que se le puede poner despectivamente la etiqueta de La típica de Paul, es decir, estilo pop, pegadiza y con una letra simplona. Al menos en este caso tiene una instrumentación muy buena y se puede escuchar repetidas veces. Por otro lado, ‘Baby, You're A Rich Man’ es la canción que desentona en esta segunda parte de singles, pues suena más convencional y el estribillo es poco inspirado. Aun así, tiene ese sonido como de clavecín pasado por efecto psicodélico que le da un toque diferente, quizá por ello y obviamente por su letra apareció en la película La red social (The social network, 2010) de David Fincher.
Para el final, tenemos el himno universal que Lennon compuso para la emisión en directo vía satélite de la BBC para el resto de países. Lo cierto es que ni los propios Beatles se acordaban del evento hasta que su manager Brian Epstein se lo recordó algo así como una semana antes, pero Lennon se sacó de la manga una canción que estaba componiendo y que al final ha pasado a la historia. En los coros participaron algunos de sus amigos allí presentes como Mick Jagger o Graham Nash (entonces de los Hollies). Así que el mensaje de ‘The Word’ del Rubber Soul es aquí universalizado por Lennon con la ayuda del productor George Martin, que aporta la adición del himno francés al inicio, así como otras melodías que aparecen aleatoriamente al final.
En definitiva, lo que tenemos en este disco es una ligeramente floja banda sonora (floja respecto al altísimo nivel que ya tenía el grupo), junto a una gran colección de singles, lo cual eleva el resultado final y convierte el disco en otra obra maestra.
THE BEATLES
Año de publicación: 1968
Puntuación:
CD I: 1) Back In The USSR; 2) Dear Prudence; 3) Glass Onion; 4) Ob-La-Di Ob-La-Da;
5) Wild Honey Pie; 6) The Continuing Story Of Bungalow Bill;
7) While My Guitar Gently Weeps; 8) Happiness Is A Warm Gun; 9) Martha My Dear; 10) I'm So Tired; 11) Blackbird; 12) Piggies; 13) Rocky Raccoon; 14) Don't Pass Me By;
15) Why Don't We Do It In The Road; 16) I Will; 17) Julia.
CD II: 1) Birthday; 2) Yer Blues; 3) Mother Nature's Son;
4) Everybody's Got Something To Hide Except For Me And My Monkey; 5) Sexy Sadie; 6) Helter Skelter; 7) Long, Long, Long; 8) Revolution 1; 9) Honey Pie; 10) Savoy Truffle; 11) Cry Baby Cry; 12) Revolution 9; 13) Good Night.
Solamente la comparación de esta portada con las anteriores nos avisa de que ha habido un cambio de rumbo en la dirección musical del grupo. Los Beatles estuvieron viviendo en la India y tras la vuelta grabaron un disco doble que es toda una enciclopedia resumida de la música rock, por la ingente variedad de estilos que encontramos. Sobre su etapa en la India, se recomiendo la breve y desternillante escena que aparece en la comedia Dewey Cox (Walk Hard: The Dewey Cox Story, 2007). Es también el primer disco donde se observa la brecha abierta entre los estilos de Lennon y McCartney y por ello componen por separado casi todo el material que firman juntos; en general, con las excepciones claras que veremos, Lennon busca un sonido más básico y directo, con interpretaciones duras y ásperas, mientras que McCartney es más relajado y abiertamente melódico, con un sonido más colorido pero transicional respecto al disco anterior. Además, gracias al formato de doble LP podemos disfrutar de cuatro grandísimas composiciones de Harrison y… ¡buenas noticias! a Ringo sólo le dejan meter una composición suya (y como premio por buen chaval le dejan cantar la canción final ‘Good Night’, una nana orquestal olvidable de Lennon).
Pero no perdamos más tiempo e introduzcámonos en este viaje a través de la música rock. En primer lugar tenemos una canción que bordea la parodia respetuosa (‘Back In The USSR’), mezclando a Chuck Berry y los Beach Boys. McCartney comentó sobre esta canción que para escribir la letra pensó hablar sobre la Unión Soviética de forma análoga a como hablaban los Beach Boys de la California playera, y además se puede destacar su parte humorística con ese gran juego de palabras que forma cuando cantan “Back in the US, back in the US, back in the USSR”.
En la siguiente canción, ‘Dear Prudence’, escuchamos ya lo que será el sonido buscado por Lennon. Empieza con una única gran guitarra sonando, que deja un regusto algo psicodélico que recuerda a ‘Our Love Was’ de The Who, pero mejor. Es una gran canción de rock que seguirá a continuación con otra demostración directa de ese estilo, ‘Glass Onion’, donde John se mofa de todos aquellos que siempre buscaban mensajes ocultos en sus canciones. El otro rock directo pero más simple lo encontramos en ‘Everybody's Got Something To…’, que es como una pequeña jam enérgica y con letra.
El Lennon más en contra de la violencia lo encontramos repetidamente en el surrealista himno para un antihéroe ‘The Continuing Story Of Bungalow Bill’ (con alguna línea cantada por Yoko Ono), también en la grandísima canción de tres partes –todas ellas impresionantes– ‘Happiness Is A Warm Gun’ (hasta el mismo Michael Moore utilizó la última de dichas partes para su película documental Bowling For Columbine), así como en ‘Revolution 1’, versión lenta de la preferible versión rápida que publicaron en single, con la diferencia lírica en la línea en la que Lennon dice “You can count me out… in”, pues en el single ese “in” fue suprimido, con lo que dejaba claro que estaba en contra de participar en cualquier revolución violenta, sin la ambigüedad que se palpa aquí.
La frivolidad musical, como no, la aporta McCartney en primer lugar con ‘Ob-La-Di Ob-La-Da’, canción de estilo caribeño con pretensiones pegadizas pero que no se queda uno con las ganas de escucharla muchas veces. ‘Martha My Dear’, la oda a su perra, es muchísimo mejor (aunque Martha sea un animal) y tiene unas brillantes melodías acompañadas por un gran arreglo orquestal. En el segundo volumen Paul hasta se atreve con algo que recuerda al vodevil, la olvidable ‘Honey Pie’, nada que ver con la breve rareza de ‘Wild Honey Pie’, que los Pixies tocarían más adelante en sus actuaciones en directo. McCartney también nos ofrece un par de baladas acústicas, ‘Blackbird’ y la aún mejor ‘Mother Nature's Son’, dos cantos a la naturaleza independientemente de que en la primera se inspirara en la figura de Martin Luther King. Aunque la balada acústica que resulta ganadora a mi parecer es ‘Julia’ de Lennon, dedicada aparentemente a su madre pero inspirada en la ya obsesiva relación con Yoko Ono. Es una gran canción, sencilla y con un gran efecto conseguido en retomar cada estrofa milésimas de segundo antes de que acabe el alargado “Juuuuuliiiiiiaaaaa”.
Y si John gana en el terreno de Paul, este último también sale ganador en el terreno rockero, pues aporta la brutal ‘Helter Skelter’, quizá la canción más demoledoramente salvaje que se había grabado hasta entonces. Un ritmo fortísimo y una interpretación vocal asombrosamente cortante y poderosa de McCartney (dejándose la voz) la convierten en una pionera del sonido más duro que pronto empezaría a emerger. Un intento menor de sobrepasar a Lennon también lo tenemos en ‘Why Don't We Do It In The Road’, con un incremento gradual de intensidad.
Por otro lado, llega inevitablemente uno de esos momentos que nadie desea per que no tenía más remedio que suceder: ‘Don't Pass Me By’ es la primera composición de Ringo (recordemos que hasta ahora sólo cantaba versiones o donaciones de Lennon/McCartney), gestada años atrás pero felizmente ignorada por sus compañeros (llamémoslo renuencia) hasta que aquí ya no quedaban más excusas que darle. Es una lamentable imitación de música country sin nada que ofrecer. Pero bueno, había que darle una oportunidad.
Las cuatro composiciones de Harrison están a la altura de sus compañeros. En ‘While My Guitar Gently Weeps’ su amigo Eric Clapton toca la magistral guitarra principal, en la que es una de las mejores baladas rock de la historia, con un magnífico piano eléctrico y una interpretación vocal conmovedora. De aires barrocos, ‘Piggies’ es una canción orquestal con una letra mordaz sobre las clases medias acomodadas. En cambio, ‘Long, Long, Long’ es una bella canción amorosa, quizá algo inspirada en ‘Sad-Eyed Lady Of The Lowlands’ de Dylan, con una abrumadora batería que aparece tras las frases de George, el cual realiza otra interpretación vocal que transmite mucha emoción, sólo hay que escuchar el implorante middle-eight: “So many tears I was searching”. Por último, ‘Savoy Truffle’ es un homenaje a su amigo Clapton, que era muy aficionado a los dulces (si bien el mayor dulce que se le antojó fue años después la propia mujer de Harrison), donde aprovecha para advertirle de que se le caerán los dientes si sigue con esa glotonería (aunque sin dientes podría haber quedado igualmente Clapton de un puñetazo de Harrison tras birlarle su mujer, si se permite la broma). Musicalmente, esta canción posee las características de lo que será el estilo pop-rock más clásico de Harrison en solitario: tempos medios, uso de instrumentos de viento, estrofas melódicas y estribillos poderosos, además de su inconfundible sonido de guitarra con las notas que se cortan como en seco.
Otras curiosidades que encontramos son: ‘I'm So Tired’, donde John declama su gusto por dormir mucho y bien (siguiendo la línea marcada por ‘I'm Only Sleeping’ del Revolver), con un gran ritmo y estructura que transmite ese estado de decaimiento narrado. También se nos ha quedado olvidado ‘Revolution 9’, un collage sónico realizado por John y Yoko que no hay por dónde cogerlo, así como ‘Birthday’ una manera de desear un cumpleaños feliz con un buen rock, sorprendentemente compuesto en este caso por Lennon y McCartney en conjunto.
Y si después de tanto escribir os pensabais que ya no quedaba nada más por comentar, nada más lejos de la realidad, el carácter enciclopédico de esta obra y el excelso nivel desplegado nos siguen deparando agradables sorpresas. Cómo no nombrar la gran ‘Sexy Sadie’ (sobre el Maharishi que los embaucó para ir a la India), liderada por una gran melodía de piano; el grito de angustia existencial de Lennon que es el blues-rock de ‘Yer Blues’, el cual tiene una referencia a ‘Ballad Of A Thin Man’ de Bob Dylan; ‘Rocky Racoon’, gran canción de western-country de Paul, con esa melodía instrumental pegadiza que abarca la coda, marca de la casa; o ‘Cry Baby Cry’, otra gran balada de Lennon de cuidada estructura con un gran estribillo que puede que inspirara a los Rolling Stones para componer el de ‘Shine A Light’ años más tarde, o al menos a mí así me lo parece.
Tras acabar exhausto de tanto escribir, lo que podemos observar en este doble disco es que Lennon volvió a tomar las riendas del asunto con unas composiciones que en conjunto superan en calidad a las de McCartney (perdonando el experimento de 'Revolution 9'), así como la confirmación de que Harrison como compositor no era flor de un día. Con este disco tomaron el camino de vuelta a las raíces del rock, dejando a un lado toda la sofisticación y la ultra-producción que habían imprimido a sus composiciones durante su impresionante evolución de los últimos tres años. También comienza la etapa de los Beatles como conjunción de personalidades individualizadas con marcadas diferencias tanto en lo personal como en lo musical. Nunca más volverán a dar la sensación de ser un grupo unido.
YELLOW SUBMARINE
Año de publicación: 1969
Puntuación:
1) Yellow Submarine; 2) Only A Northern Song; 3) All Together Now; 4) Hey Bulldog;
5) It's All Too Much; 6) All You Need Is Love; 7) Pepperland; 8) Sea Of Time;
9) Sea Of Monsters; 10) Sea Of Holes; 11) March Of The Meanies;
12) Pepperland Laid Waste; 13) Yellow Submarine In Pepperland.
Obra menor, muy menor, porque se trata de la banda sonora para la película de dibujos animados inspirada en la canción que le da título. Los Beatles no estuvieron muy implicados en el proyecto y de hecho sólo aportan cuatro canciones nuevas, el resto son dos canciones ya publicadas anteriormente más la música de acompañamiento orquestal compuesta por George Martin para la película, no muy destacables por cierto, y yo tampoco voy a perder tiempo comentándolas.
En las cuatro canciones nuevas, tenemos un poco de todo. Hay dos composiciones de Harrison: una es la psicodélica ‘Only A Northern Song’, crítica noble a la resistencia de Lennon y McCartney a incluir más canciones aparte de las de ellos dos (de su catálogo registrado como Northern Songs), de ahí su ácida letra “It doesn't really matter what chords I play / What words I say or time of day it is / As it's only a Northern Song”. Tiene un gran sonido de teclado que por desgracia no será repetido en ‘It's All Too Much’, canción demasiado simplona y poco inspirada para pertenecer a un disco del grupo, con un irritante y repetitivo final con tanto “too much”. Quizá por eso la metieron aquí, así que el pobre Ringo estaría tirándose de los pelos porque seguro que ni siquiera tenía una canción tan mala como ésta para endosarla en el disco.
McCartney contribuye con una canción de tono infantil y pegadizo, ‘All Together Now’, que no está mal dentro del contexto en el que está incluida. La canción de Lennon si que es una joya dentro del catálogo del grupo. ‘Hey Bulldog’ comienza con una gran melodía de piano seguida de la repetición de la misma por la guitarra, para pasar a una parte vocal agresiva y magnífica que le da una fuerza tremenda. La coda es electrizante, con John y Paul aullando y lanzando alaridos maníacos sin ton ni son.
Sobre la película en sí, es una curiosidad visual pues tiene un estilo gráfico muy colorido y creativo que la hace muy entretenida de ver, aunque la trama de la historia sea muy infantil. Y en la película aparecen todavía más canciones del grupo, como ‘Eleanor Rigby’ o ‘Nowhere Man’.
ABBEY ROAD
Año de publicación: 1969
Puntuación:
1) Come Together; 2) Something; 3) Maxwell's Silver Hammer; 4) Oh! Darling;
5) Octopus's Garden; 6) I Want You (She's So Heavy); 7) Here Comes The Sun;
8) Because; 9) You Never Give Me Your Money; 10) Sun King; 11) Mean Mr. Mustard; 12) Polythene Pam; 13) She Came In Through The Bathroom Window;
14) Golden Slumbers; 15) Carry That Weight; 16) The End; 17) Her Majesty.
Último LP de famosa portada que grabó el grupo porque Let It Be ya había sido grabado aunque fuera publicado posteriormente. Fue el verdadero canto de cisne que ellos, por vergüenza propia después del mal sabor que dejó el citado Let It Be, deseaban grabar nuevamente para dar por última vez lo mejor de ellos mismos. Y qué mejor prueba de que han dado lo mejor viendo que, tras seis años, el chico que toca los tambores ¡consigue aportar una composición decente! Y es que ‘Octopus's Garden’ es una agradable historia infantil (infantil, cómo no) con un buen sonido de guitarra.
El disco también es famoso por el medley que encontramos en su segunda cara, con una serie de canciones cortas engarzadas que le aportan un gran dinamismo. Pero lo que está claro es que Lennon, McCartney y Harrison están a su máximo nivel, dando lo mejor de sí y motivados por lograr una obra a la altura de su leyenda.
El comienzo del álbum ya es espectacular mediante ese inconfundible inicio de ‘Come Together’ marcado por las líneas de bajo y la batería; una grandísima canción con un Lennon áspero y crudo en la parte vocal y una sección instrumental espectacular tanto en la parte central como en la coda, además de poseer un sonido de guitarra con un timbre muy particular en esa parte final.
Es obligatorio destacar a George Harrison, quien brilla con sus dos composiciones. Una es la hermosa balada ‘Something’, que incluso fue su primera cara A de un single de los Beatles, con un memorable solo de guitarra y con el aún más memorable puente del “You're asking me will my love grow”. Su otra magnífica composición es ‘Here Comes The Sun’, pieza acústica de estilo cercano al folk y con otra gran interpretación vocal. Como curiosidad hilarante, en una conexión televisiva de los años 90 Harrison le dedicó a Fittipaldi una breve interpretación de esta canción pero cambiando la letra por “Here comes Emerson… Fittipaldi”. Y es que desde finales de los 70 George se convirtió en un gran aficionado a la Fórmula 1.
Hablemos ahora algo de McCartney. Las primeras composiciones de él que nos encontramos son ‘Maxwell's Silver Hammer’ y ‘Oh! Darling’ que en sí mismas son muy buenas pero que comparadas con el grueso del álbum son canciones menores. La primera es una notable mezcla de pop y music-hall, inconfundible por el prominente uso del sintetizador de una forma activa e imaginativa. En cambio, ‘Oh! Darling’ empieza como una balada de estilo años 50, pero cuando Paul empieza a dejarse la voz en cada verso nos damos cuenta de que ese estilo está llevado al límite, como si hubiera invocado el frenesí vocal de 'Helter Skelter'. Lo normal en una canción de ese estilo es plantearla como parodia, que es el enfoque que hizo de manera brillante Frank Zappa o también los 10cc en 'Donna'. Mejor sensación deja ‘You Never Give Me Your Money’, una canción multiparte que empieza como una gentil balada para pasar usando un tono de voz más serio a una parte más pop y, tras un buen solo de guitarra, llegar a la sección final que tiene otro gran sonido de guitarra reminiscente de la de ‘Badge’ de Cream (¡donde precisamente toca George Harrison!).
En el final de la cara A del LP original encontramos la brutal ‘I Want You (She's So Heavy)’, un desesperado canto de amor obsesivo, obsequio de Mr. Lennon dedicado a quien ya sabemos. Solamente está al alcance de los genios lograr una canción de tonos y ritmos tan variados repitiendo tan sólo dos frases, y es que la canción transita entre partes vocales que van de la calma inicial a la energía central para acabar en un grito final desgarrador que pone los pelos de punta. Hay que destacar que el bajo de McCartney suena más aterrador que nunca y los solos de guitarra son excepcionales, además de tener una atormentadora coda que acaba de forma abrupta.
Antes del frenético medley, encontramos en la cara B un par de canciones de corte tranquilo. Una es ‘Because’, famosa por ser aquélla inspirada en la sonata ‘Claro de Luna’ de Beethoven, pero tocada al revés, en este caso por un sintetizador, y que sirve de acompañamiento a una de sus más perfectas interpretaciones corales. La otra canción aludida y también con una excepcional parte vocal es ‘Sun King’, que presenta una melodía que recuerda mucho a ‘Albatross’ de Fleetwood Mac y unas líneas cantadas en otro idioma que parece italiano o una mezcla rara, algo que no queda muy bien.
En realidad, esta última canción podría incluirse en el medley que llega a continuación, pues conforme acaba ‘Sun King’ llegan los primeros golpes de batería que anuncian a ‘Mean Mr. Mustard’, un corte enérgico de estilo brit-pop (cuando este término ni existía) que da paso a otro ritmo más enérgico todavía que es ‘Polythene Pam’, con un canto rapidísimo de Lennon y un gran solo de guitarra que tras el grito de “Look Out” nos lleva a la más pausada y tranquila ‘She Came In Through The Bathroom Window’, donde vuelve un gran estribillo coral y una deliciosa guitarra que va adornando cada línea cantada por McCartney. Ahí llegamos a una pequeña parada donde entra la balada orquestada ‘Golden Slumbers’, casi una nana como dice la letra, que enlaza con la más alegre ‘Carry That Weight’, la cual incluso tiene un breve interludio instrumental recuperado de ‘You Never Give Me Your Money’.
El final del medley sí que es acorde a la grandeza del grupo que revolucionó la música popular. Tenemos un solo instrumental de cada uno de los integrantes, empezando por Ringo con su batería, que da paso a una pequeña jam donde van alternándose los otros tres cada uno con una guitarra, para llegar a la breve parte vocal donde nos lanzan su sencillo pero memorable mensaje final.
Aunque el disco debiera acabar ahí, lo cierto es que aún tenemos la brevísima ‘Her Majesty’, que originalmente iba entre ‘Mean Mr. Mustard’ y ‘Polythene Pam’, de ahí que oigamos realmente el final de la primera y que se acabe abruptamente porque venía después la segunda. En cualquier caso, parece más una nota de humor que otra cosa, pues se trata únicamente de Paul y su guitarra.
En definitiva, George Martin seguro que se alegró de volver a trabajar como productor para este LP, pues se trata de otro disco imprescindible e inigualable, además de tener ese plus de emotividad que envuelve cada una de sus canciones, engrandecido por la conciencia colectiva de que iba a ser el último disco que grabaran como grupo. También ha quedado como un icono su famosa portada, aunque cuál de los Beatles no lo es.
LET IT BE
Año de publicación: 1970
Puntuación:
1) Two Of Us; 2) Dig A Pony; 3) Across The Universe; 4) I Me Mine; 5) Dig It;
6) Let It Be; 7) Maggie Mae; 8) I've Got A Feeling; 9) One After 909;
10) The Long And Winding Road; 11) For You Blue; 12) Get Back.
Último disco publicado por el grupo pero penúltimo grabado realmente, como ya se ha dicho con anterioridad. Y es que no quedaron nada contentos de las grabaciones realizadas y menos de la película, por lo que las cintas quedaron en suspense hasta que se las dieron al famoso productor americano Phil Spector para que editase el LP definitivo, cuando el grupo ya estaba disuelto. Paradójicamente, gracias a la película mucha gente entendió la separación de los Beatles, pues la tensión que se palpa en el estudio de grabación mientras van ensayando y grabando es muy alta, además de la incomodidad patente de estar tocando para unas cámaras que filman. Para la historia queda la discusión entre Harrison y McCartney, cuando Paul le hace una observación crítica y George, con pinta de no tener ni siquiera ganas de discutir, le repite que no se preocupe, que le diga lo que tiene que tocar y él lo hará. Y para soslayar más la tensión, tenemos nada menos que a Yoko Ono acompañando todo el tiempo a Lennon, así que tenemos la absurda imagen de la japonesa sentada mirando como toca el grupo. Al menos parece que tanto mal rollo sirvió para que el chico de los tambores no propusiera ninguna composición propia…
Musicalmente hablando, aun existiendo todos estos graves problemas, podemos decir que es una última obra maestra menor, con incluso algunos momentos de humor, por suerte. El álbum se inicia con nota alta gracias a 'Two Of Us', una balada de McCartney a dos voces muy emotiva, con un estilo algo country quizá y con un memorable puente en la parte del “You and I have memories”. Lennon aporta a continuación ‘Dig A Pony’, una buena canción rock de tempo medio tirando a lento, con una gran parte vocal bien acompañada por la guitarra, además de tener un gran solo y un potente inicio. Aunque su mejor aportación en este disco es sin duda ‘Across The Universe’, minimalista balada acústica (aunque se llega a escuchar algo de guitarra eléctrica distorsionada) sin percusión que consigue con pocos medios transmitir ese mensaje de paz interior, además de la voz de Lennon en una de sus mejores interpretaciones vocales y una gran letra plagada de imaginería poética.
Lo que da la impresión en el disco de algo de dejadez es la regrabación de una composición antigua perteneciente a la época del Please Please Me, la canción de tipo rock'n'roll ‘One After 909’, pero dejadez sólo por el hecho de tener que echar mano de una canción olvidada, no porque sea una mala canción, ya que está perfectamente tocada y le dan cierta viveza, por lo que quizá fue rescatada para intentar recuperar el espíritu grupal perdido.
Quizá para dar también una mayor sensación de camaradería se incluyeran dos breves canciones de corte divertido, como es el extracto de una jam que se marcaron llamado ‘Dig It’ y la tradicional ‘Maggie Mae’, que musicalmente no aportan nada. Existe realmente otra breve canción, ‘I Me Mine’ de Harrison, pero Phil Spector decidió hacer un corta-y-pega repitiendo literalmente una parte. No por ello deja de ser un gran tema de George, puesto que aúna una implorante estrofa de corte casi épico con un desaforado estribillo que es el momento más rockero del álbum. La otra composición de Harrison es muy diferente, ya que ‘For You Blue’ es un olvidable blues que lo único que tiene de interesante es la guitarra acústica muy bien tocada.
‘I've Got A Feeling’, que es la unión de dos canciones diferentes de Lennon y McCartney, nunca me ha acabado de convencer del todo, sobre todo por la parte vocal, pues la voz de McCartney suena demasiado forzada, ya que la parte instrumental es muy buena, con un sonido enérgico y una gran guitarra de Harrison. Además, que la parte central de Lennon (la del “Everybody had a hard year”) está bien pero poco más. Y la que tampoco me ha convencido nunca es la aburrida y melosa ‘The Long And Winding Road’, sobre todo por el sonido orquestal, algo que tampoco gustó nada al propio McCartney, al que no hicieron caso y dejaron la canción tal cual quedó con esos arreglos, algo que él mismo subsanaría en el siglo XXI con la publicación del Let It Be… Naked.
La canción final, ‘Get Back’, es una rara pero genial mezcla de country, rock y western, con un grandioso piano eléctrico de Billy Preston, además de que contiene un ritmo muy pegadizo. Esta canción es de las que tocaron en la famosa actuación de la azotea, que no pudieron extender mucho por la exigencia de la policía a que dejaran de tocar, puesto que se estaba apelotonando mucha gente por los alrededores y podía resultar peligroso.
Y vaya, para el final se me ha quedado la canción que da título al disco, la que ha pasado a la historia como su canto de cisne aunque en realidad no fuera precisamente de lo último que grabaron. Pero es un gran canto de esperanza lastrado un poco por el conservadurismo que representa decir “let it be”, es decir, de pasividad a la espera de algo que debe ocurrir. Aun así, se podría decir que es una de las diez mejores canciones del grupo, con una memorable melodía de piano, una gran parte vocal y un impresionante solo de guitarra de Harrison que suena diferente en la versión del single. Final de la trayectoria del grupo abanderado del movimiento pop-rock, pero no el final de su música, porque todavía seguirían apareciendo más discos de ellos.
PAST MASTERS - VOLUME ONE
Año de publicación: 1988
Puntuación:
1) Love Me Do; 2) From Me To You; 3) Thank You Girl; 4) She Loves You; 5) I'll Get You; 6) I Want To Hold Your Hand; 7) This Boy; 8) Komm Gib Mir Deine Hand;
9) Sie Liebt Dich; 10) Long Tall Sally; 11) I Call Your Name; 12) Slow Down;
13) Matchbox; 14) I Feel Fine; 15) She's A Woman; 16) Bad Boy; 17) Yes It Is;
18) I'm Down.
Primer volumen de dos discos independientes que recogen los singles y EP’s que publicaron y que no fueron incluidos en su momento en ningún disco oficial (salvo recopilatorios), así como dos versiones cantadas en alemán totalmente prescindibles. Tenemos pues aquí lo comprendido entre 1962 y 1965, que transita entre lo pasable, lo convencional lo memorable y lo supremo.
La mejor manera de comenzar este recopilatorio no podía ser otra que con el primer single publicado por el grupo, ‘Love Me Do’, aquí en una versión diferente a la del primer LP porque Ringo Starr toca la batería y en aquél la tocaba el músico de sesión Andy White (con Ringo tocando la pandereta). Cabe decir que la versión aquí es algo más rítmica y movidita, palmas incluidas, por lo que pierde parte del intimismo que rezumaba en la versión que apareció en el Please Please Me pero no así su grandeza; tan simple que parece todo pero al mismo tiempo qué efectivo, hasta el solo de armónica de Lennon. Y justo a continuación, inconfundible el comienzo coral de ‘From Me To You’, con otra de esas memorables e inocentes melodías, con dos magníficas estrofas que se van alternando y otro gran sonido de armónica. Los otros temas universales de los Beatles que encontramos en este recopilatorio son ‘She Loves You’ (otra explosión melódica con ese toque sencillo pero efectivo que consiste en variar el ritmo de batería tras el “she loves you, yeah, yeah, yeah” con dos golpes seguidos, o esas memorables tres notas de guitarra que se van repitiendo, toques de calidad que son los que diferenciarían a los Beatles del resto de grupos del momento); y el otro tema universal es ‘I Want To Hold Your Hand’, también inolvidable por su pegadizo ritmo inicial y sus memorables melodías.
‘Thank You Girl’ tiene otro grandísimo comienzo que por desgracia se acaba desinflando un poco al seguir por caminos más convencionales, aunque no deja de tener su gancho y esos magníficos pero breves momentos donde suena la armónica junto a una instantánea y potente percusión. Por el contrario, ‘I'll Get You’ suena como un intento forzado y poco inspirado de intentar conseguir otro éxito de ventas en la línea de otros temas mucho mejores. Tanto "oh, yeah" suena ya a recurso socorrido.
Y debido al gusto del grupo por las armonías vocales, estaba claro que más pronto o más tarde intentarían emular a quienes eran los reyes en ese estilo, los Everly Brothers, por lo que ‘This Boy’ es un gran tema al mejor nivel de sus predecesores en este campo. Aunque para bella balada coral tenemos ‘Yes It Is’, que sólo falla en el enlace de la estrofa principal con el emotivo estribillo, parte complicada como quedó demostrado en el Anthology, donde en una toma anterior todavía no habían dado con la fórmula adecuada y Lennon la rellena tarareando con voz infantil. Respecto a ‘I Call Your Name’, ciertamente prefiero la versión que realizaron The Mamas & The Papas, pues sus celestiales armonías vocales engrandecen un tema que sin ellas queda mucho más discreto, además de que el solo de guitarra tampoco es de los más logrados de Harrison.
Por otro lado, ‘Slow Down’ es una de las joyas que hubieran quedado casi olvidadas de no ser por este recopilatorio, pues tiene un memorable ritmo marcado por el piano, una magistral interpretación vocal de Lennon en el arquetipo de la grandiosidad rockera, transmitiendo una descomunal energía y, esta vez sí, un fiero solo de guitarra de Harrison. Otra gran canción que no se puede dejar pasar es ‘I Feel Fine’, que tiene uno de los primeros usos del efecto de feedback (justo en su extraño comienzo) y un magnífico trabajo de guitarra con otro inolvidable riff.
En cuanto a versiones, aparece la inevitable ‘Long Tall Sally’ de Little Richard, en una versión que no supera a la original, cantada aquí por McCartney de manera convincente, de tal manera que poco después compondría su propio tema de rock'n'roll en el que dejarse la voz (‘I'm Down’), al estilo de la anterior pero de un nivel inferior a su fuente de inspiración. A Ringo le dejan cantar con algo de efecto de eco en ‘Matchbox’, de Carl Perkins, con un resultado que deja más bien indiferente, como cabría esperar. Hacia el final del disco se encuentran un par de temas que también beben del rock'n'roll de los años cincuenta: ‘She's A Woman’ es un buen tema rock que en directo ganaría mucha más fuerza, como se pudo comprobar en el Anthology, pues a los punteos de guitarra les falta algo más de garra en su versión de estudio. En cambio, ‘Bad Boy’ es un rock de guitarras punzantes y potente interpretación vocal de Lennon, con algunos gritos desquiciados más propios de un sonido más duro.
Y poco más se puede decir de un disco imprescindible para entender el fenómeno musical de la primera mitad de los sesenta, sentir la emoción y fuerza vital que desprendían las canciones de los Beatles y comprender por qué necesitaron trabajar muy duro y experimentar en el estudio para no acabar repitiéndose en unos estilos iniciales más primarios que también exprimieron al máximo con resultados impresionantes. En este recopilatorio y el siguiente está una parte de la grandeza del grupo, no hay que perdérselos.
PAST MASTERS - VOLUME TWO
Año de publicación: 1988
Puntuación:
1) Day Tripper; 2) We Can Work It Out; 3) Paperback Writer; 4) Rain; 5) Lady Madonna; 6) The Inner Light; 7) Hey Jude; 8) Revolution; 9) Get Back; 10) Don't Let Me Down; 11) The Ballad Of John And Yoko; 12) Old Brown Shoe; 13) Across The Universe;
14) Let It Be; 15) You Know My Name (Look Up The Number).
Este segundo volumen recopilatorio de singles mejora todavía más lo escuchado en el primero, porque aquí se abarca la etapa más creativa y artística del grupo, precisamente aquélla por la que han pasado a la historia de la música popular. Además, queda como demostración de que siguieron creando magníficos singles en paralelo a los impresionantes discos que publicaron. La diversidad de estilos que encontramos es impresionante, con grandísimos temas en todos ellos, un reflejo esquemático de lo que fue la segunda etapa de los Beatles.
Para empezar esta gran colección tenemos nada más y nada menos que ‘Day Tripper’, que posee un magnífico riff de guitarra que lidera el tema, uno de las pocas canciones de los Beatles que presentan ese tratamiento, de hecho hasta Jimi Hendrix grabó una versión en directo en la BBC. Y se trata también de uno de esos riffs cíclicos que nunca cansan, igual que los Stones harían por la misma época (‘Satisfaction’ o ‘The Last Time’). A más o menos todo lo dicho anteriormente, para ‘Paperback Writer’ se podría destacar además sus maravillosos contrapuntos armónicos, dejando atrás cualquier comparación negativa frente a los Hollies.
Por otro lado, ‘We Can Work It Out’ es una de esas grandes composiciones de Lennon y McCartney donde se nota la mano de ambos (quizá la única donde se podría dividir al 50% la aportación), Paul en las positivas estrofas principales y John en la parte más reflexiva del “Life is very short and there’s no time for fussing and fighting my friend”. Un gran canto al optimismo y al entendimiento como fórmulas de vida, con un fenomenal sonido de órgano.
De George Harrison encontramos dos composiciones. Por un lado, la mística ‘The Inner Light’, de carácter hindú según el interés que tenía entonces tras el descubrimiento de este tipo de música, que presenta un carácter espiritual pero rítmico y unos pasajes vocales solemnes; en cambio, ‘Old Brown Shoe’ es difícil de catalogar (aparte de que las catalogaciones sobran en música), pues es como una composición de blues pero acelerada y con un marcado ritmo de piano, pero esa rareza es lo que la convierte en especial, además de su memorable middle-eight donde el bajo de McCartney se convierte en protagonisto absoluto.
Por otro lado, ‘Rain’ es una ráfaga de rock psicodélico con todos los elementos que hicieron este estilo tan impresionante: guitarras distorsionadas, voces etéreas y efectos de sonido. Y ‘Hey Jude’ ha sido considerada en muchas ocasiones como la mejor canción de los Beatles, que tampoco es para menos aunque sea exagerado, pero sería difícil encontrar a alguien que no escuche con agrado tanto su primera parte melódica como su inolvidable coda con McCartney dejándose la voz junto a los pegadizos coros que invitan a unirse a cualquiera.
En ‘The Ballad Of John And Yoko’ podemos escuchar la historia completa del periplo de la pareja buscando donde poder casarse y su estancia en Amsterdam, todo ello adornado con un ritmo marcadamente rockabilly y unas incisivas líneas de guitarra del propio Lennon. Con un estilo también devoto de la música de raíces americanas tenemos ‘Lady Madonna’, pues su piano recuerda al Honky-tonk, aunque lo más destacable es la extraña forma de cantar de Paul y el uso acertado del saxofón en su intermedio instrumental. Podemos encontrar en este disco la más aguerrida versión de ‘Revolution’ (muchísimo mejor que la encontrada en el White Album) y que se inicia con un descomunal sonido de guitarra precursor del sonido más duro que prevalecerá en los siguientes años. Aquí Lennon no se moja con la letra, quizá porque fue lanzada masivamente como single, y por eso deja claro que ante una revolución “you can count me out” (“no cuentes conmigo”).
‘Don't Let Me Down’ fue uno de los temas que tocaron en la azotea del edificio, tal como se puede comprobar en la película Let It Be, y se trata de una intensiva balada con muy buenas melodías vocales y un excepcional piano electrónico de Billy Preston, que es quien más brilla en este tema. Precisamente del disco Let It Be podemos escuchar las versiones en single de tres de las canciones allí interpretadas en directo en el estudio: la que daba título a aquel álbum, que apenas se diferencia en nada salvo en que el solo de guitarra de Harrison es algo menos memorable y la percusión en su estrofa final menos florida, pero aún así toda una delicia; ‘Get Back’, que es la más exitosa introducción del grupo en la ya citada música de raíces americanas y que se diferencia únicamente en la novedad de una coda que queda mucho mejor que el abrupto final que encontrábamos en el LP; y en ‘Across The Universe’ se introducen algunos efectos sonoros como los iniciales cantos de pájaros y los coros que adornan el estribillo, que no mejoran la canción sino más bien la vuelven algo más artificial al tratarse de un tema acústico de carácter intimista pero universal.
La última canción, ‘You Know My Name (Look Up The Number)’, no deja de ser un experimento sonoro de escaso gancho que no llega al nivel al que nos tenían acostumbrados. Una curiosidad sin mayor interés. En cualquier caso, éste es un disco imprescindible que hay que tener, otro ejemplo de gran nivel de la música de los años sesenta y otra experiencia recomendable e inolvidable para disfrutar por todos los amantes de la música e incluso por los oyentes casuales.
LIVE AT THE BBC
Año de publicación: 1994
Puntuación:
CD I: 1) Beatle greetings; 2) From Us To You; 3) Riding on a bus; 4) I Got A Woman;
5) Too Much Monkey Business; 6) Keep Your Hands Off My Baby; 7) I'll Be On My Way; 8) Young Blood; 9) A Shot Of Rhythm And Blues; 10) Sure To Fall (In Love With You); 11) Some Other Guy; 12) Thank You Girl; 13) Sha La La La La; 14) Baby It's You;
15) That's All Right (Mama); 16) Carol; 17) Soldier Of Love (Lay Down Your Arms);
18) A little rhyme; 19) Clarabella; 20) I'm Gonna Sit Right Down And Cry (Over You); 21) Crying, Waiting, Hoping; 22) Dear Wack!; 23) You Really Got A Hold On Me;
24) To Know Her Is To Love Her; 25) A Taste Of Honey; 26) Long Tall Sally;
27) I Saw Her Standing There; 28) The Honeymoon Song; 29) Johnny B. Goode;
30) Memphis, Tennessee; 31) Lucille; 32) Can't Buy Me Love; 33) From fluff to you; 34) Till There Was You.
CD II: 1) Crinsk Dee Night; 2) A Hard Day's Night; 3) Have a banana;
4) I Wanna Be Your Man; 5) Just a rumour; 6) Roll Over Beethoven; 7) All My Loving;
8) Things We Said Today; 9) She's A Woman; 10) Sweet Little Sixteen; 11) 1822!;
12) Lonesome Tears In My Eyes; 13) Nothin' Shakin' (But The Leaves On The Trees); 14) The Hippy Hippy Shake; 15) Glad All Over; 16) I Just Don't Understand; 17) So How Come (No One Loves Me); 18) I Feel Fine; 19) I'm A Loser; 20) Everybody's Trying To Be My Baby; 21) Rock And Roll Music; 22) Ticket To Ride; 23) Dizzy, Miss Lizzy; 24) Kansas City/Hey-Hey-Hey-Hey!; 25) Set fire to that lot!; 26) Matchbox; 27) I Forgot To Remember To Forget; 28) Love these goon shows!; 29) I Got To Find My Baby;
30) Ooh! My Soul; 31) Ooh! My Arms; 32) Don't Ever Change; 33) Slow Down;
34) Honey Don't; 35) Love Me Do.
Cuando entrados los noventa se empezó a publicitar el futuro disco de los Beatles con grabaciones inéditas en la BBC, la alegría se extendió entre las masas de seguidores de la buena música, pues la avidez de descubrir nuevo material del grupo más importante de la historia del rock era equiparable al descubrimiento de la Teoría de la Relatividad por parte de Einstein. Pero probablemente, una vez este disco fue adquirido por una amplia mayoría, la decepción pudo haber sido igual de amplia, puesto que el 90% de las canciones que se incluyen en este doble CD no son composiciones originales sino versiones o incluso ni eso, pues también se añaden diálogos y bromas (lo escrito en cursiva). Además de que el período que abarca es el comprendido entre 1963 y 1965, pero sin incluir apenas ninguna canción de Help!. Es decir, que lo que encontraremos aquí será más entusiasmo que profesionalidad, más chanza que propósitos concretos, más sencillez que experimentación (aunque esto último es obvio porque la experimentación real no comenzaría hasta la grabación del gran Rubber Soul). No obstante, tratándose de los Beatles, también se puede intuir que encontraremos alguna que otra joya entre tanto relleno.
De entre la infinidad de versiones que podemos encontrar aquí, el premio a la mejor con diferencia se la llevaría ‘Some Other Guy’ de Leiber&Stoller, pues en ella transmiten toda la energía de sus primeros años además de ser una canción inédita en su repertorio publicado hasta la fecha. ‘Taste Of Honey’, que formaba parte del disco de debut del grupo, también está muy bien interpretada con un buen juego de voces, aunque la canción es ciertamente sencilla. Del resto de versiones apenas se puede decir nada aparte de que varían entre aceptables (‘I Got A Woman’, ‘Young Blood’, ‘Soldier Of Love’); las que suenan igual que podría sonar cualquier grupo del momento (‘Dizzy Miss Lizzy’, ‘Rock & Roll Music’, ‘Lonesome Tears In My Eyes’, ‘Crying, Waiting, Hoping’); y las que suenan ridículas para un grupo del calibre de los Beatles (‘Sure To Fall’, ‘To Know Her Is To Love Her’, ‘Honeymoon Song’, ‘Hippy Hippy Shake’). El problema de estas grabaciones es que entre los dos últimos grupos se puede englobar una tercera parte de todo el material incluido, y si a eso le sumamos que algunos de los cortes están referidos a diálogos o a bromas como ‘From Us To You’, lo que nos queda después es una recortada colección de buenas pero olvidables canciones junto a algunos de sus temas clásicos de los primeros años, pero poco más.
En cualquier caso, no hay que perderse la gran interpretación de ‘A Hard Day's Night’, donde no pueden igualar la estridencia del acorde inicial que poseía la versión de estudio (al menos en ‘I Feel Fine’ sí que conseguirán el efecto de feedback del inicio) pero que lo suplen a la perfección con una perfecta ejecución del resto del tema. Donde también consiguen un gran efecto es en ‘Things We Said Today’, con su acople de voces en los momentos adecuados y su gran estribillo, aquí ejecutado en toda su gloria. También tiene su gracia escuchar a Ringo cantar mientras toca la batería en ‘I Wanna Be Your Man’, algo que es todo un logro para un músico tan limitado pero que sabe dotar de profesionalidad a la sencillez. La interpretación final de ‘Love Me Do’ también tiene su curiosidad por presentar una armónica más reverberante y un ritmo algo más ágil. Pero vale la pena escuchar los temas originales del grupo en su grabación en directo, porque al menos es como tomar un alimento conocido y notar un sabor ligeramente diferente, aunque en definitiva no puede recomendarse este álbum a nadie más que a los seguidores acérrimos del grupo o a quienes ya conozcan su obra y tengan curiosidad por escuchar un documento sonoro de la primera época más amateur del grupo que cambió la historia de la música popular del siglo XX.
ANTHOLOGY 1
Año de publicación: 1995
Puntuación:
CD I: 1) Free As A Bird; 2) Speech: John Lennon; 3) That'll Be The Day;
4) In Spite Of All The Danger; 5) Speech: Paul McCartney; 6) Hallelujah, I Love Her So; 7) You'll Be Mine; 8) Cayenne; 9) Speech: Paul; 10) My Bonnie;
11) Ain't She Sweet; 12) Cry For A Shadow; 13) Speech: John;
14) Speech: Brian Epstein; 15) Searchin'; 16) Three Cool Cats; 17) The Sheik Of Araby; 18) Like Dreamers Do; 19) Hello Little Girl; 20) Speech: Brian Epstein;
21) Besame Mucho; 22) Love Me Do; 23) How Do You Do It; 24) Please Please Me;
25) One After 909 (Sequence); 26) One After 909; 27) Lend Me Your Comb;
28) I'll Get You; 29) Speech: John; 30) I Saw Her Standing There;
31) From Me To You; 32) Money (That's What I Want);
33) You Really Got A Hold On Me; 34) Roll Over Beethoven.
CD II: 1) She Loves You; 2) Till There Was You; 3) Twist And Shout; 4) This Boy;
5) I Want To Hold Your Hand; 6) Speech: Eric Morecambe and Ernie Wise;
7) Moonlight Bay; 8) Can't Buy Me Love; 9) All My Loving; 10) You Can't Do That;
11) And I Love Her; 12) A Hard Day's Night; 13) I Wanna Be Your Man;
14) Long Tall Sally; 15) Boys; 16) Shout; 17) I'll Be Back (Take 2);
18) I'll Be Back (Take 3); 19) You Know What To Do; 20) No Reply (Demo);
21) Mr Moonlight; 22) Leave My Kitten Alone; 23) No Reply;
24) Eight Days A Week (Sequence); 25) Eight Days A Week (Complete);
26) Kansas City/Hey-Hey-Hey-Hey!.
Ningún otro grupo salvo los Beatles podría haber publicado tres discos dobles con material inédito en forma de antologías, principalmente formadas por tomas no definitivas de sus canciones publicadas, y salir victorioso en el intento. Con la finalidad de publicitar estos nuevos discos de forma exitosa, los tres Beatles que quedaban se reunieron para grabar un par de nuevas canciones con Jeff Lynne (de la Electric Light Orchestra) como productor a partir de composiciones inéditas que dejó grabadas John Lennon en forma de demos. Incluso para la ocasión rescataron al que fue su gran ingeniero de sonido Geoff Emerick. De ahí que este primer volumen se inicie con la novedad de ‘Free As A Bird’, dotada de algo de pomposidad propia del estilo de Jeff Lynne y que transmite sensaciones un tanto agridulces, pues si bien la voz procesada de Lennon no queda demasiado bien, lo cierto es que resulta emocionante escuchar al resto del grupo cantando los puentes, sobre todo el segundo de George Harrison que da paso a un gran solo de guitarra característico de su estilo. En cualquier caso, lo mejor es su vídeo musical, donde el vuelo y la visión de un pájaro sirve de pretexto para hacer un viaje visual por infinidad de detalles relacionados con la vida del grupo. Todo un ejercicio de nostalgia.
A partir de ahí, nos sumergimos en primer lugar en toda la prehistoria Beatle, con unas primeras grabaciones que datan de 1958, cuando se hacían llamar The Quarry Men y ni siquiera habían llegado todavía Pete Best ni Stuart Sutcliffe. Son la versión del tema de Buddy Holly ‘That'll Be The Day’ y la composición original de McCartney y Harrison ‘In Spite Of All The Danger’, ambas olvidables y donde lo único que puede comprobarse era el don especial que tenían para conjuntar las voces y clavar las armonías vocales, puesto que instrumentalmente suenan bastante vulgares, no sólo por la baja calidad del sonido. De 1960, antes de embarcarse hacia Hamburgo, tenemos tres grabaciones más realizadas en casa de McCartney, de ahí la mala calidad de sonido y también que introduzcan esa broma con nada de gracia llamada ‘You'll Be Mine’. Al menos el instrumental de McCartney ‘Cayenne’ tiene una melodía agradable aunque suene amateur. De su periplo alemán encontramos tres grabaciones de aquel momento histórico en que los llamaron para acompañar al entonces más famoso pero hoy día justamente olvidado Tony Sheridan, aunque este último sólo canta en ‘My Bonnie’, pues en la empalagosa ‘Ain't She Sweet’ ya no participa y canta Lennon. Una de las mayores curiosidades que se pueden encontrar es la única composición de Lennon junto a Harrison, la instrumental ‘Cry For A Shadow’, que previsiblemente no es una joya pero que no deja de tener ese encanto especial de las piezas instrumentales lideradas por guitarra que eran precisamente la marca de la casa de The Shadows, quien sabe si de ahí surgió el título. Aunque para momento histórico se rescatan cinco de las quince grabaciones que realizaron los Beatles para su primera audición en la discográfica Decca, donde con mal criterio serían rechazados para que pasaran a continuación a probar con EMI y firmar entonces su primer contrato de grabación. Pero visto el material seleccionado, tampoco es que pudiera entreverse un potencial especial, de hecho las composiciones originales ‘Like Dreamers Do’ y ‘Hello Little Girl’ son tan mediocres que nunca serían grabadas de forma oficial posteriormente. Y en la audición de EMI tampoco empiezan muy bien las cosas con la vulgar versión de ‘Bésame Mucho’, aunque al menos podemos escuchar una primeriza grabación de ‘Love Me Do’ (la única con su primer batería Pete Best, al que se le nota un cierto deje rockabilly en su percusión) que posee un ritmo algo más lento pero con grandes detalles ya presentes como la acertada armónica.
Otra gran canción que podemos escuchar aquí en versión primeriza es ‘Please Please Me’, con un sonido más rústico pero que no obstante le aporta un encanto propio. También encontramos las primeras tomas de una canción que no grabarían hasta el Let It Be, ‘One After 909’, aquí con un ritmo menos marcado y que para mi gusto queda mejor, además de la curiosidad de escucharlos parar y comenzar un par de veces, reflejando de alguna manera cómo eran esas primeras sesiones en los estudios de grabación. De la BBC nos ofrecen una gran versión de ‘Lend Me Your Comb’ que no apareció en el doble compacto publicado el año anterior a este Anthology y que lo hubiera mejorado algo. Para acabar el primer volumen nos ofrecen varias canciones en directo, las cinco últimas pertenecientes a una actuación en Estocolmo, llenas de entusiasmo con un bajo de McCartney dándolo todo y la guitarra de Harrison luciéndose en los solos.
También con grabaciones en directo se inicia el segundo volumen, las tres primeras pertenecientes a la famosa actuación donde John Lennon exclamó aquello de: “la gente en los asientos más baratos que haga palmas, el resto que mueva las joyas” para iniciar seguidamente una de las canciones mediante la que solían cerrar sus primeras actuaciones, ‘Twist And Shout’, memorable por esos coros que se van sumando en una especie de crescendo cantando “ahhh”. Después llegarán más actuaciones junto a un momento de humor en un show televisivo que ciertamente no pega mucho en un CD, sino que sería más bien para verlo en imágenes.
Las “tomas falsas” de algunas canciones están muy bien, aunque en algunas como ‘Can't Buy Me Love’ se le olvide un poco la letra a Paul, aunque no se le puede negar el encanto de escuchar una versión primeriza tan aguerrida de ese gran tema. Y es que parece que los primeros envites eran siempre con algo más de garra, que gradualmente se iba suavizando en pro de pulir otros detalles, como se puede comprobar seguidamente con ‘You Can't Do That’ o la bastante diferente toma de ‘And I Love Her’, que posee una prominente percusión que de haberse pulido un poco más podría haber mejorado algo la original perteneciente al disco A Hard Day's Night, cuya canción que le da título sin embargo suena aquí algo más suave respecto a la fiereza que ofrecía la toma final, pues ni siquiera aparece todavía el gran solo de guitarra. También resulta curioso escuchar como ‘I'll Be Back’ empezó siendo un vals para en la siguiente toma pasar a adoptar el ritmo tal cual la conocemos; o cómo ‘No Reply’ en principio fue pensada como una canción de ritmo pop más movido; o ‘Eight Days A Week’, que iba a tener un comienzo coral que finalmente fue desechado. Y como curiosidad, señalar que la final ‘Kansas City/Hey-Hey-Hey-Hey!’ que encontramos es la toma 2, puesto que la definitiva del Beatles For Sale ¡fue la toma 1!
Una de las canciones inéditas que más sorprenden es la poderosa versión de ‘Leave My Kitten Alone’, de la cual parece que inconscientemente tomaron años después su potente ritmo para actualizar ‘One After 909’. Hay que señalar con justicia que Ringo Starr se luce en directo con ‘I Wanna Be Your Man’, creando todo un festival percusivo mientras canta sin perder un ápice de fuerza, quizá por ello le premiaron con repetir como cantante en la versión de ‘Boys’. En el caso de Harrison, encontramos una canción inédita (‘You Know What To Do’) que demuestra que por aquel entonces todavía no estaba maduro como compositor, aunque iba por el buen camino.
En resumen, es simplemente una Antología como indica su título, adecuada para la legión de fans del grupo y para gente a la que le interese indagar en el desarrollo sonoro y musical del grupo más importante de la música popular, aquí en sus primeros años y con pocos avances. Cabe decir que vale la pena comprarlo sólo por leer el libreto que lo acompaña, con información detallada de cada una de las grabaciones y muchas curiosidades que harán las delicias de cualquier aficionado a la música. Pero bueno, en conjunto el contenido tampoco resulta demasiado atractivo por los inicios más convencionales del grupo, por lo que resulta aburrido en muchos momentos, principalmente en el primer disco. Quizá por ello este primer volumen del Anthology salió publicado en diciembre, seguramente para aprovechar el tirón de los regalos navideños y evitar una hipotética catástrofe en las ventas.
ANTHOLOGY 2
Año de publicación: 1996
Puntuación:
CD I: 1) Real Love; 2) Yes It Is; 3) I'm Down; 4) You've Got To Hide Your Love Away;
5) If You've Got Trouble; 6) That Means A Lot; 7) Yesterday; 8) It's Only Love;
9) I Feel Fine; 10) Ticket To Ride; 11) Yesterday; 12) Help!;
13) Everybody's Trying To Be My Baby; 14) Norwegian Wood (This Bird Has Flown); 15) I'm Looking Through You; 16) 12-Bar Original; 17) Tomorrow Never Knows;
18) Got To Get You Into My Life; 19) And Your Bird Can Sing; 20) Taxman;
21) Eleanor Rigby (strings only); 22) I'm Only Sleeping (rehearsal);
23) I'm Only Sleeping (take 1); 24) Rock And Roll Music; 25) She's A Woman.
CD II: 1) Strawberry Fields Forever (demo sequence); 2) Strawberry Fields Forever (take 1); 3) Strawberry Fields Forever (take 7 & edit piece); 4) Penny Lane;
5) A Day In The Life; 6) Good Morning Good Morning; 7) Only A Northern Song;
8) Being For The Benefit Of Mr Kite! (takes 1 and 2);
9) Being For The Benefit Of Mr Kite! (take 7); 10) Lucy In The Sky With Diamonds;
11) Within You Without You (instrumental);
12) Sergeant Pepper's Lonely Hearts Club Band (Reprise);
13) You Know My Name (Look Up The Number); 14) I Am The Walrus;
15) The Fool On The Hill (demo); 16) Your Mother Should Know;
17) The Fool On The Hill (take 4); 18) Hello, Goodbye; 19) Lady Madonna;
20) Across The Universe.
Este segundo volumen antológico recoge grabaciones desde el período de Help! hasta el Magical Mystery Tour. Igual como hicieran en el primer volumen, a partir de una demo de Lennon los restantes Beatles volvieron a reunirse en el estudio para realizar una nueva y última grabación como grupo. En este caso le toca el turno a ‘Real Love’, de un estilo similar a ‘Free As A Bird’ pero con algo más de ritmo y unos grandes punteos de Harrison con la guitarra tras cada frase. La demo original aparece en la película documental sobre Lennon Imagine, tanto al inicio como en los créditos finales.
Además de las consabidas tomas descartadas de grabaciones ya conocidas, podemos encontrar nuevamente temas inéditos que tampoco aportan nada nuevo, puesto que en general empalidecen comparados con el material que publicaron en su momento pero que, no obstante, siguen siendo buenos temas con mayor o menor gancho. La mejor de todas estas novedades es ‘That Means A Lot’, balada al más puro estilo de principios de los sesenta con un memorable puente: “Love can be deep inside / Love can be suicide”. Probablemente fue descartada por poseer un ritmo análogo al de ‘Ticket To Ride’. También podemos encontrar otros dos temas inéditos como son ‘12-Bar Original’, un instrumental que parece un ‘Green Onions’ descafeinado, y la dinámica ‘If You Got Trouble’, que básicamente tiene un ritmo que recuerda a ‘Slow Down’, de la cual podemos escuchar en el Past Masters – Volume One la versión que grabaron.
Hay que recordar que el año 1966 fue el último donde actuaron en directo, por tanto aquí todavía se recogen en el primer CD selecciones de algunas de sus últimas actuaciones, donde destaca la inmensa diferencia de ‘She's A Woman’ respecto a su versión de estudio, puesto que en directo su ágil ritmo se desarrolla con mucho mayor fuerza y asimismo McCartney parece recoger esa misma fuerza para cantar con gran poderío y desenfreno pero sin perder la voz en el intento.
Y bueno, como era de esperar, buena parte de las tomas falsas de las canciones de los Beatles poco tienen que ofrecer salvo la curiosidad de escuchar algún matiz diferente o hacernos pensar en la evolución que seguían hasta su toma final, pero no resultaba necesario incluir la versión instrumental de ‘Eleanor Rigby’ (aunque esté muy bien) y mucho menos la versión instrumental de ‘Within You Without You’, puesto que la voz de Harrison era lo que hacía soportable lo que de otra manera hubiera sido una demasiado larga canción hindú. Por ejemplo, ante un disco tan rompedor como Revolver las versiones intermedias empalidecen en comparación con las versiones finales, además de presentar irremediables diferencias, por lo que la única utilidad que presentan es evidenciar el abismo cualitativo que representó ese disco con respecto a la música que se había grabado hasta ese momento. Nadie podrá disfrutar la primera toma de ‘Tomorrow Never Knows’, pero el asombro de escuchar un sonido tan electrónico en 1966 no se le quitará a nadie. Y ‘Got To Get You Into My Life’ sin los instrumentos de viento pierde buena parte de su encanto, algo que no puede ocurrirle a ‘And Your Bird Can Sing’ porque encanto nunca tuvo y menos cuando casi la única novedad es escuchar como le pega la risa a Lennon mientras canta.
Un gran acierto es poder escuchar de forma seguida tres versiones de ‘Strawberry Fields Forever’, desde su delicada y emotiva demo acústica inicial (en la cual se aprecian directamente sus increíbles melodías, menos evidentes en la toma final) hasta la tercera que ya se asemeja bastante a la que apareció como exitoso single en su momento. También encontramos otra joya en la breve demo instrumental de ‘I'm Only Sleeping’, que presenta un sonido emotivo e incluso místico al ser interpretada la melodía principal por un vibráfono. Y poder escuchar la versión íntegra de ‘You Know My Name (Look Up The Number)’ es todo un punto a favor, no porque sea un gran tema pero sí por ser muy entretenida y tener su punto de humor necesario.
De la etapa del Sgt. Pepper's descubrimos que ‘Only A Northern Song’ de Harrison fue compuesta y descartada en esa época, de ahí su florido sonido que aquí suena menos artificial que en la banda sonora de la película Yellow Submarine, aunque sin embargo se le va la mano un poco con el solo de teclado. Poco más puede destacarse del resto de canciones pertenecientes al Sgt. Pepper's e incluso al Magical Mystery Tour salvo la curiosidad de desgranar detalles que sólo pueden interesar a los seguidores más acérrimos del grupo, que probablemente sean bastante numerosos. Escuchar ‘I Am The Walrus’ sin todos los efectos y detalles que la convertían en una obra de arte no resulta muy atractivo; y la toma de ‘Your Mother Should Know’ es horrorosa no sólo por su inicio de percusión marcial que parece sacada de un tango, sino también por el prominente teclado que ahoga todo el interés que pudiera suscitar esta elección.
En fin, para fans del grupo y aficionados a la buena música, vale la pena escuchar al menos una vez estas antologías mientra se leen los libretos que las acompañan, repletos de información muy interesante. Y al menos aquí para el final tenemos un merecido premio con la toma 2 acústica de ‘Across The Universe’, una joya de Lennon que sorprendentemente fue infravalorada y donada inicialmente para un recopilatorio de varios artistas con la finalidad de recaudar fondos destinados a una causa social, y que hasta la grabación del Let It Be no sería retomada y re-grabada para mayor esplendor si cabe.
ANTHOLOGY 3
Año de publicación: 1996
Puntuación:
CD I: 1) A Beginning; 2) Happiness Is A Warm Gun; 3) Helter Skelter;
4) Mean Mr Mustard; 5) Polythene Pam; 6) Glass Onion; 7) Junk; 8) Piggies;
9) Honey Pie; 10) Don't Pass Me By; 11) Ob-La-Di, Ob-La-Da; 12) Good Night;
13) Cry Baby Cry; 14) Blackbird; 15) Sexy Sadie; 16) While My Guitar Gently Weeps;
17) Hey Jude; 18) Not Guilty; 19) Mother Nature's Son; 20) Glass Onion;
21) Rocky Raccoon; 22) What's The New Mary Jane; 23) Step Inside Love/Los Paranoias; 24) I'm So Tired; 25) I Will; 26) Why Don't We Do It In The Road; 27) Julia.
CD II: 1) I've Got A Feeling; 2) She Came In Through The Bathroom Window;
3) Dig A Pony; 4) Two Of Us; 5) For You Blue; 6) Teddy Boy; 7) Medley: Rip It Up/Shake, Rattle And Roll/Blue Suede Shoes; 8) The Long And Winding Road; 9) Oh! Darling;
10) All Things Must Pass; 11) Mailman, Bring Me No More Blues; 12) Get Back;
13) Old Brown Shoe; 14) Octopus's Garden; 15) Maxwell's Silver Hammer;
16) Something; 17) Come Together; 18) Come And Get It; 19) Ain't She Sweet;
20) Because; 21) Let It Be; 22) I Me Mine; 23) The End.
El tercer y último volumen de esta antología de los Beatles comprende desde el White Album hasta el final con Abbey Road (recordemos que Let It Be fue grabado con anterioridad aunque fue publicado después de Abbey Road). Esta vez ya no encontramos ninguna grabación nueva tras los experimentos aceptables de ‘Free As A Bird’ y ‘Real Love’. Es más una plasmación secuencial del trabajo de estudio que realizaron a partir de la vuelta a unas raíces musicales más básicas y con menos alardes psicodélicos (que no técnicos).
En primer lugar cabe señalar que abundan muchas demos que constan de guitarra acústica, voz y poco más, buena parte de ellas grabadas en la mansión de Harrison como preparatorio a la entrada en los estudios de grabación, donde sólo puede destacarse alguna curiosidad como descubrir que ‘Polythene Pam’ fue ideada en la época del White Album. Lo que resulta un tanto difícil de explicar es incluir tomas acústicas de canciones que fueron finalmente acústicas como ‘Blackbird’ o ‘Rocky Racoon’, pero bueno, siempre son agradables de escuchar. Quien sale ganador en las demos básicas es sin duda George Harrison, pues tanto ‘While My Guitar Gently Weeps’ como ‘All Things Must Pass’ (la cual daría título y se incluiría en su triple álbum publicado tras la disolución de los Beatles) quedan como dos joyas de la sencillez, pues aunque la primera tampoco pueda superar a la versión final con la inolvidable guitarra de Eric Clapton, en cambio ‘All Things Must Pass’ transmite más intimismo e incluso se amolda mejor a un formato menos pomposo que el producido por Phil Spector para su edición definitiva.
Lo que podríamos denominar como canciones inéditas las podemos encontrar en abundancia, pero sin deparar ninguna joya oculta, puesto que las mejores serían posteriormente grabadas por cada uno de los compositores en su respectiva carrera en solitario. En el inicio del disco podemos encontrar un superfluo instrumental de orquesta compuesto por George Martin y destinado originalmente como preludio de la única composición de Ringo en el White Album (la horrible ‘Don't Pass Me By’). No tiene nada que ver con el pastiche de pop y country de esa canción, pero quizá el productor quiso intentar maquillar un poco el resultado. Hay una especie de jam en la que el grupo se divierte (quizá no estaba Yoko por los alrededores en ese momento) tocando primero una canción donada por Paul para Cilla Black llamada ‘Step Inside Love’ y luego una improvisación con el título de ‘Los Paranoias’, algo que más o menos se repite en las versiones del segundo volumen (en forma de medley con ‘Rip It Up/Shake, Rattle And Roll/Blue Suede Shoes’, o de manera directa en ‘Mailman, Bring Me No More Blues’), quizá con el mismo propósito de servir de calentamiento musical para las grabaciones y servir para crear un ambiente más distendido. Por tanto, son totalmente prescindibles, sólo destinados a los fans. De John Lennon encontramos una rallada mental llamada ‘What's The New Mary Jane’, que aunque novedosa y sorprendente, no deja de ser un fallido experimento psicodélico. De Paul McCartney encontramos dos canciones que acabarían incluyéndose en su disco de debut sin demasiadas variaciones (‘Junk’ y ‘Teddy Boy’) y otra más que donaría a los futuros debutantes Badfinger para mayor gloria de estos (‘Come And Get It’).
Aunque escuchar nuevas interpretaciones de temas como ‘Hey Jude’, ‘Come Together’ o ‘Let It Be’ son ciertamente una delicia para el oído, lo cierto es que este tercer y último volumen antológico sólo podrá satisfacer a los verdaderamente seguidores del grupo, puesto que hay bastantes tomas alternativas que no justifican un interés suficiente como para preferir o, cuando menos, querer volver a escucharlas repetidamente en favor de las versiones finales conocidas. Más bien queda como un documento histórico que demuestra la proliferación de tres fuertes individualidades que cada vez iban más por separado pero que nunca dejaron de tener una gran dedicación y cuidado por el trabajo que realizaban mientras estuvieron juntos.
LET IT BE... NAKED
Año de publicación: 2003
Puntuación:
1) Get Back; 2) Dig A Pony; 3) For You Blue; 4) The Long And Winding Road;
5) Two Of Us; 6) I've Got A Feeling; 7) One After 909; 8) Don't Let Me Down;
9) I Me Mine; 10) Across The Universe; 11) Let It Be; 12) Fly On The Wall.
Si hubiéramos de definir lo que significa el materialismo y el consumismo en la música, puede que este disco sea el mejor ejemplo. Empleando tomas alternativas y despojando de orquestación y diálogos aquellas canciones que originalmente fueron así mezcladas por el productor Phil Spector, apenas notará diferencias el oyente casual respecto al LP que se publicara en 1970 como epílogo a la espectacular trayectoria del grupo. Para dar mayor sensación de diferencia, también se les ocurrió las siguientes jugadas: 1) Añadir ‘Don't Let Me Down’, que no estaba en el Let It Be original; y 2) Cambiar el orden de las canciones. Sobre este segundo punto, como el título del proyecto inicial iba a ser Get Back, estaba claro cuál sería el tema que iniciaría esta nueva mezcla.
En la parte musical, donde más diferencias se notan es obviamente en la originalmente orquestada ‘The Long And Winding Road’, donde aquí suena menos melosa sin tanta orquesta aunque no obstante percibimos que algo le falta, como si no estuviera acabada definitivamente. Quizá por ello Phil Spector le añadió más instrumentos después. En cualquier caso, aquí podemos escuchar a Billy Preston añadiendo su magnífico piano eléctrico. Del resto, únicamente los fans más acérrimos del grupo podrán discernir y disfrutar los pequeños detalles que diferencian estas canciones de las originales.
Seguramente para que nadie se preguntara por qué no habían editado juntos en CD tanto el Let It Be original como esta copia (ambas duran treinta y cinco minutos) como bonus tracks, para el final incluyen un collage de veintidós minutos llamado ‘Fly On The Wall’ donde se conectan diálogos y breves extractos de grabaciones, de los cuáles no hay mucho que destacar, si acaso un breve extracto de lo que luego sería la famosa ‘Jealous Guy’, aquí llamado ‘Child Of Nature’ en su versión demo.
En definitiva, este disco únicamente tiene un propósito comercial y no se perderá nada importante quien no lo escuche. Tiene sus detalles diferenciadores, por supuesto, pero son casi imperceptibles para el oyente normal, por lo que un@ debería de haber escuchado varias veces el álbum original para sacarle partido a este remix.
ON AIR - LIVE AT THE BBC VOLUME 2
Año de publicación: 2013
Puntuación:
CD I: 1) And here we are again; 2) Words Of Love; 3) How about it, gorgeous?;
4) Do You Want To Know A Secret; 5) Lucille; 6) Hey, Paul…; 7) Anna (Go To Him);
8) Hello!; 9) Please Please Me; 10) Misery; 11) I'm Talking About You; 12) A Real Treat; 13) Boys; 14) Absolutely Fab; 15) Chains; 16) Ask Me Why; 17) Till There Was You;
18) Lend Me Your Comb; 19) Lower 5E; 20) Hippy Hippy Shake; 21) Roll Over Beethoven; 22) There's A Place; 23) Bumper Bundle; 24) P.S. I Love You;
25) Please Mister Postman; 26) Beautiful Dreamer; 27) Devil In Her Heart;
28) The 49 Weeks; 29) Sure To Fall (In Love With You); 30) Never mind, eh?;
31) Twist And Shout; 32) Bye, bye; 33) John – Pop Profile; 34) George – Pop Profile.
CD II: 1) I Saw Her Standing There; 2) Glad All Over; 3) Lift lid again; 4) I'll Get You;
5) She Loves You; 6) Memphis, Tennessee; 7) Happy Birthday Dear Saturday Club;
8) Now hush, hush; 9) From Me To You; 10) Money (That's What I Want);
11) I Want to Hold Your Hand; 12) Brian bathtubes; 13) This Boy;
14) If I wasn't in America; 15) I Got A Woman; 16) Long Tall Sally; 17) If I Fell;
18) A hard job writing them; 19) And I Love Her; 20) Oh, can't we? yes we can;
21) You Can't Do That; 22) Honey Don't; 23) I'll Follow the Sun;
24) Green with black shutters; 25) Kansas City/Hey-Hey-Hey-Hey!; 26) That's what we're here for; 27) I Feel Fine; 28) Paul – Pop Profile; 29) Ringo – Pop Profile.
El álbum publicado de grabaciones de la BBC era sólo una parte de lo que esta cadena tenía archivado en realidad, tal como atestigua este nuevo doble álbum en el que se recogen grabaciones de la misma época, de 1963 y 1964. La única diferencia apreciable respecto a lo que ya conocíamos con anterioridad es la mayor abundancia de diálogos intercalados entre canciones (¡veintitrés nos dicen en la contraportada!), que al menos son muy breves para no alterar demasiado la cadencia sonora. Por lo demás, es más de lo mismo y con poco margen para encontrar algo novedoso en las canciones conocidas (¡En ‘I Want to Hold Your Hand’ casi parece que han colocado la grabación original!), mientras que las versiones de otros artistas no presentan mayor interés que la curiosidad de escuchar cómo lo hacen The Beatles, si bien hay bastantes que se vuelven a repetir. De todas maneras, podemos intuir que en el primer Live At The BBC (1994) ya realizaron una criba de los archivos existentes para seleccionar lo mejor. Y puede hacerse un trasvase de lo que se comentó entonces a lo de ahora, no vale siquiera la pena detenerse en repasar una a una las versiones inéditas que se pueden encontrar porque son totalmente intrascendentes.
Lo único destacable son la mayoría de composiciones originales, sin apenas diferencias (salvo detalles nimios como la introducción con guitarra acústica de ‘If I Fell’) y las versiones siempre efectivas de ‘Twist And Shout’ y ‘Lend Me Your Comb’, esta última ya conocida por la todavía mejor interpretación que se puede encontrar en el Anthology 1. En otros momentos no acaban de dar la talla, como cuando en ‘Words Of Love’ suenan más a imitadores de Buddy Holly que a un grupo con personalidad propia. Demuestran también que el country no era lo suyo, pues en ‘Sure To Fall (In Love With You)’ ni siquiera saben hacer un solo de guitarra apropiado. Y es que quien más denota su amateurismo tocando su instrumento es George Harrison, el punto débil de bastantes de las interpretaciones. Sólo hay que fijarse, por ejemplo, en el solo de guitarra de ‘Lucille’ que chirría un poco.
Que la emoción de encontrar más material de The Beatles no le haga perder a nadie el sentido analítico y que piense antes de nada que lo más probable a estas alturas es que ya no encuentre absolutamente nada revelador, tal cual acontece aquí. Se queda con la misma puntuación que el primer Live At The BBC por ser más de lo mismo, aunque no están exactamente al mismo nivel. La presente publicación es algo inferior porque ninguna de las interpretaciones ofrecidas aquí es de primer nivel, aunque ya sabemos que en directo los Beatles no eran tampoco un prodigio. Demasiadas tonterías por medio también lastran el resultado, pero no estamos tampoco ante un mal álbum (cuatro estrellas para estos chicos significa una obra ordinaria) y puede escucharse con cierto interés, pero no dejará ganas de repetir.
CD II: 1-5) Strawberry Fields Forever; 6) When I'm Sixty-Four; 7-9) Penny Lane;
10-14) A Day In The Life; 15-16) Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band;
17-18) Good Morning Good Morning.
CD III: 1-2) Fixing A Hole; 3-4) Being For The Benefit Of Mr. Kite!; 5) Lovely Rita; 6-7) Lucy In The Sky With Diamonds; 8-9) Getting Better; 10-11) Within You Without You; 12-13) She's Leaving Home; 14) With A Little Help From My Friends;
15) Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band (reprise).
CD IV: …16) A Day In The Life; 17) Lucy In The Sky With Diamonds;
18) She's Leaving Home; 19) Penny Lane.
Puntuación:
Año de publicación: 2017
STG. PEPPER'S LONELY HEARTS CLUB BAND [SUPER DELUXE]
Era previsible que para el cincuenta aniversario de una obra artística definitoria de un período y un género musical como es el Sgt. Pepper's hubiera una edición especial. La Super Deluxe se compone de cuatro CD’s y un DVD, además de parafernalia variada y un libro muy completo en el que se habla no sólo de las grabaciones, sino también de los aspectos sociológicos relacionados con el álbum y su impacto en la escena musical, con curiosidades como la carta de la BBC advirtiendo del veto a ‘A Day In The Life’ por su verso “I'd love to turn you on”. Respecto al contenido musical, además de las versiones en estéreo y en mono de la obra original, se completa con una amplia selección de las sesiones de grabación de esos meses tan fascinantes en Abbey Road. En realidad, no es diferente a lo que ya habíamos escuchado en el Anthology 2, pero aquí obviamente está todo más desglosado y se incluyen tomas de grabaciones de todas las canciones, en mayor o menor cantidad.
La pregunta que se podría hacer cualquiera es: “¿Era necesario todo esto?”. Desde el punto de vista de la mercadotecnia, es evidente que la necesidad de explotar cualquier producto aprovechando una excusa tan buena como el medio siglo de vida justifica esta edición. Para el oyente medio que haya llegado a escuchar las Antologías, poca falta le puede hacer indagar más cuando ya no hay mucho por descubrir, mientras que al neófito puede resultarle excesivo tanto material. Así pues, nos queda el/la fan incondicional, que por supuesto suplirá con su curiosidad la dudosa valía de buena parte de todo este contenido adicional. Esto es, entendiendo que ya se conocen con anterioridad las revelaciones ofrecidas en el Anthology 2.
La toma 26 de ‘Strawberry Fields Forever’ es de lo más sorprendente que se puede escuchar, puesto que la velocidad aparece sorprendentemente acelerada, nada que ver con todas las tomas previas que habíamos escuchado hasta este momento. Lo cierto es que deja una sensación dudosa, ya que se sobreentiende por el texto que fue interpretada de esa manera, aunque todo parece indicar que ha sido acelerado en la mesa de producción. Pero todavía más sorprendente resulta leer en el libreto que fue precisamente la toma 26 la que se unió a la séptima para conseguir la versión final, para lo cual la 26 fue ralentizada de tal manera que pudiera ensamblarse con la previa sin que se notara la unión. Por lo demás, tampoco es necesario extenderse cuando está todo tan bien explicado en la documentación que se adjunta en esta caja especial. Respecto a los temas que no se incluyeron en el Anthology 2, puede destacarse que ‘Fixing A Hole’ ya estaba muy bien perfilada desde la primera prueba, como también que las dos tomas instrumentales de ‘She's Leaving Home’ son prácticamente iguales y con una hubiera bastado. Pero suena magnífica sin las voces, al nivel de cualquier excelente grupo de música de cámara.
Entre lo peor que nos encontraremos aquí está sin duda la primera toma de ‘Good Morning Good Morning’, instrumental y muy breve pero bastante penosa. Y bueno, la toma de ‘A Day In The Life’ dedicada al último acorde (the last chord) es directamente una broma de mal gusto, porque el interés que puede tener escuchar el último aporreo de piano que cerraba el tema, una y otra vez, no es que tienda a cero sino que es exactamente nulo. Ni a Eric Idle se le hubiera ocurrido algo así en su parodia The Rutles. En cualquier caso, no se puede analizar de forma crítica un material de trabajo en curso que a priori no estaba destinado a ser publicado jamás. Se puede criticar en todo caso el criterio para algunas de las selecciones escogidas para esta edición.
En el DVD adjunto podemos encontrar, además de los vídeos promocionales de la época de ‘A Day In The Life’, ‘Strawberry Fields Forever’ y ‘Penny Lane’, el entonces valioso documental de 1992 The making of Sgt. Pepper, realizado para conmemorar el 25 aniversario del álbum y que revelaba grandes curiosidades cuando todavía no existían las antologías que serían publicadas pocos años después. En ella se puede ver hablar con bastante honestidad a George Martin y a los tres Beatles que seguían vivos y siempre se escucha alguna anécdota interesante. Eso sí, vale la pena verlo primero antes de leer el libro que se adjunta en esta edición Super Deluxe, ya que se transcriben algunos de los comentarios a lo largo de sus páginas.
THE BEATLES [SUPER DELUXE]
Año de publicación: 2018
Puntuación:
CD III: 1) Back In The USSR; 2) Dear Prudence; 3) Glass Onion; 4) Ob-La-Di Ob-La-Da;
5) The Continuing Story Of Bungalow Bill; 6) While My Guitar Gently Weeps;
7) Happiness Is A Warm Gun; 8) I'm So Tired; 9) Blackbird; 10) Piggies;
11) Rocky Raccoon; 12) Julia; 13) Yer Blues; 14) Mother Nature's Son;
15) Everybody's Got Something To Hide Except For Me And My Monkey;
16) Sexy Sadie; 17) Revolution; 18) Honey Pie; 19) Cry Baby Cry; 20) Sour Milk Sea;
21) Junk; 22); Child Of Nature; 23) Circles; 24) Mean Mr. Mustard; 25) Polythene Pam; 26) Not Guilty; 27) What's The New Mary Jane.
CD IV: 1) Revolution 1; 2) A Beginning; 3) Blackbird;
4) Everybody's Got Something To Hide Except For Me And My Monkey; 5) Good Night; 6) Good Night; 7) Good Night; 8) Ob-La-Di Ob-La-Da; 9) Revolution; 10) Revolution; 11) Cry Baby Cry; 12) Helter Skelter.
CD V: 1) Sexy Sadie; 2) While My Guitar Gently Weeps; 3) Hey Jude;
4) Saint Louis Blues; 5) Not Guilty; 6) Mother Nature's Son; 7) Yer Blues;
8) What's The New Mary Jane; 9) Rocky Raccoon; 10) Back In The USSR;
11) Dear Prudence; 12) Let It Be; 13) While My Guitar Gently Weeps;
14) (You're So Square) Baby I Don't Care; 15) Helter Skelter; 16) Glass Onion.
CD VI: 1) I Will; 2) Blue Moon; 3) I Will; 4) Step Inside Love; 5) Los Paranoias; 6) Can You Take Me Back?; 7) Birthday; 8) Piggies; 9) Happiness Is A Warm Gun; 10) Honey Pie; 11) Savoy Truffle; 12) Martha My Dear; 13) Long, Long, Long; 14) I'm So Tired; 15) I'm So Tired; 16) The Continuing Story Of Bungalow Bill; 17) Why Don't We Do It In the Road?; 18) Julia; 19) The Inner Light; 20) Lady Madonna; 21) Lady Madonna; 22); Across The Universe.
Para conmemorar que había cumplido medio siglo desde su aparición por primera vez en 1968, se editó esta versión super deluxe conformada por seis CD’s y un Blu-Ray para incluir, aparte del doble álbum original, una extensa colección de demos y tomas de grabación con la cual incentivar de nuevo el interés no sólo por la obra acabada sino también por su gestación. Nuevamente, se volvía a echar mano de la idea de las antologías para hacer caja.
Los dos primeros discos contienen la obra original, por lo que hay hasta cuatro discos de “novedades”. El tercero del total de ellos recoge las demos grabadas en la casa de Esher propiedad de George Harrison a finales de mayo de 1968 (un mes muy turbulento en parte de Europa) tras la vuelta del viaje a la India, algunas de las cuales ya las habíamos podido escuchar en el Anthology 3, que son aquellas sombreadas en gris en el listado de arriba. Son en su gran mayoría demos acústicas, con las voces dobladas o con efecto de eco en algunos casos, incluso algo de guitarra eléctrica también en ‘Not Guilty’. Como es de esperar, las canciones que ya eran acústicas de por sí (‘Blackbird’, ‘Julia’, ‘Mother Nature's Son’) suenan redundantes. Bueno, en realidad ‘Mother Nature's Son’ incluso suena más espontánea y con más brío que en el equivalente del Álbum Blanco, aunque la producción casera no le permite llegar a la excelencia. En ‘Happiness Is A Warm Gun’ se escucha la voz doblada, a diferencia de lo que podíamos escuchar en el Anthology, además de un final diferente. ¿No obstante, qué podemos esperar de una demo acústica, por ejemplo de ‘Yer Blues’? pues eso mismo, que suene como un blues acústico. También suena más blues ‘Everybody's Got Something To Hide Except For Me And My Monkey’ aunque el resultado aquí sea más flojo. Pero denota por donde iba el instinto musical de Lennon en esa época. Hay algunos temas que avivan el interés por conocer cómo suenan en formato acústico o si su propósito inicial era diferente. ‘Revolution’ es uno de ellos y aquí suena más a celebración que a revolución (la falta de electricidad y batería se nota), por lo que la famosa frase se queda en “you can count me out” sin el “in” que añadiría después en una de las versiones finales.
Afortunadamente, hay lugar todavía para algunas pequeñas sorpresas. De Lennon encontramos ‘Child Of Nature’, una demo primeriza con guitarra acústica nada menos que de ‘Jealous Guy’, donde la guitarra llega a sonar como una mandolina, algo nada habitual en los Beatles. ‘What's The New Mary Jane’ ya la habíamos conocido por el tercer volumen del Anthology, por lo que su versión en maqueta desprovista de efectos especiales sirve para constatar lo flojas que son sus melodías vocales. La composición de Harrison ‘Sour Milk Sea’ sería donada después para promocionar a uno de los artistas de Apple, Jackie Lomax, en una enérgica versión final donde puede reconocerse la mano de Harrison en el solo de guitarra eléctrica. Aquí, en versión acústica, nos queda el consuelo de disfrutar de las pegadizas melodías vocales. Mucho más sorprendente resulta encontrarnos con ‘Circles’, pues no sería retomada por George hasta su disco de 1982 Gone Troppo y aquí tampoco es gran cosa, parecería más indicada para haber completado algo de tiempo en Wonderwall Music.
Los restantes tres discos recogen una selección de tomas de las sesiones de grabación, de calidad y gusto bien dispar. Obviamente, a un material de trabajo que en ningún caso estaba destinado a ser publicado, nos debemos acercar con precaución. Distensión, risas, pruebas, defectos, tomas directas sin adiciones posteriores (‘Martha My Dear’, ‘Across The Universe’)… En realidad, tras la colección de antologías, que se supone que era lo mejor de todos los archivos, no podemos esperar encontrar muchas novedades más. Sólo la curiosidad exacerbada lleva a querer escuchar este material que en ocasiones raya lo grotesco: la primera toma que nos encontramos de ‘Revolution 1’ (la decimoctava) supera los diez minutos de duración para que nos hayamos de tragar unos siete minutos de Lennon cantando “alright” y emitiendo sonidos varios. Un poco vergonzoso que hayan incluido algo así.
La segunda toma de ‘Helter Skelter’ la habíamos podido escuchar de forma editada en el Anthology 3 y ciertamente no aporta nada escuchar los casi trece minutos que conforman la toma completa. Igualmente, encontramos otras canciones en la misma toma que conocíamos previamente pero sin editar y cuyo contenido adicional es superfluo. Por ejemplo, en ‘Not Guilty’ se limitan a ampliar la improvisación instrumental de la coda, algo que podrían haberse ahorrado. Tampoco tienen interés alguno las versiones breves de otros temas (‘Saint Louis Blues’, ‘(You're So Square) Baby I Don't Care’, ‘Blue Moon’) que tocaban para calentar en el estudio antes de lanzarse a las grabaciones serias. Los más conocedores de la obra de los de Liverpool reconocerán inmediatamente en el título de ‘Can You Take Me Back?’ la inquietante adición que aparecía al final de ‘Cry Baby Cry’. Por otro lado, resulta curioso cómo suena la segunda toma de ‘While My Guitar Gently Weeps’ con guitarra acústica y órgano eclesiástico. También comprobamos que es en la toma número 27 cuando puede escucharse el piano eléctrico y la guitarra eléctrica de manera ya similar a la forma final.
Lo que quizá llame más la atención en estas sesiones de grabación son los temas que se empezaron a gestar por esa época pero que luego no entrarían en el White Album. Escuchar la versión primeriza de ‘Let It Be’ es todo un shock por el carácter más rockero que tenía en sus inicios, nada que ver con su sensibilidad característica. Pero es muy breve y denota que todavía no iba más allá de un bosquejo melódico con necesidad de elaborarse mucho más, como también ‘Hey Jude’ suena todavía escasa de recursos y como un diamante en bruto que debía pulirse mucho más. La inclusión de la versión instrumental de ‘The Inner Light’ tampoco resuelve ninguna duda, si acaso fijarnos en la dulce flauta que suena durante la parte cantada y que en la versión final pasaba desapercibida. Curiosamente, el más perfeccionista de los Beatles parece George Harrison, si nos atenemos a que de ‘Not Guilty’ se incluye la toma 102 y de ‘Long, Long, Long’ la 44.
Muy poca utilidad práctica tiene esta superedición para el oyente medio. Enfocada a satisfacer la curiosidad incombustible de l@s fans más enfervorizad@s con todo lo que provenga de los Beatles, tampoco supondrá conocer mucho más de lo que se sabía o lo que podía intuirse. En cualquier caso, la conclusión a la que se llega es la misma de siempre: ¿de cuántos grupos o artistas podría publicarse algo como esto y salir airosos? Al final, la melodía es la clave para encumbrar la música.
ABBEY ROAD [SUPER DELUXE]
Año de publicación: 2019
Puntuación:
CD II: 1) I Want You (She's So Heavy); 2) Goodbye; 3) Something; 4) The Ballad Of John And Yoko; 5) Old Brown Shoe; 6) Oh! Darling; 7) Octopus's Garden; 8) You Never Give Me Your Money; 9) Her Majesty; 10) Golden Slumbers/Carry That Weight;
11) Here Comes The Sun; 12) Maxwell's Silver Hammer.
CD III: 1) Come Together; 2) The End; 3) Come And Get It; 4) Sun King;
5) Mean Mr. Mustard; 6) Polythene Pam;
7) She Came In Through The Bathroom Window; 8) Because; 9) The Long One;
10) Something; 11) Golden Slumbers/Carry That Weight.
Seguían las reediciones por el cincuenta aniversario y le tocaba el turno al canto de cisne de Abbey Road, también con una edición Super Deluxe que incluye dos discos con tomas alternativas y rarezas, donde por suerte no hay apenas solapamientos con el Anthology 3. Igual que en las anteriores reediciones especiales, se les puede escuchar hablar en diversos momentos durante las sesiones de grabación. Pero si esas reediciones habían resultado ser una decepción mayúscula (o más bien una previsible decepción por querer rascar más de donde ya no era posible), en esta ocasión saldremos más o menos satisfechos. Las diferencias con las versiones finales son apreciables en muchos casos aunque sean muy parecidas, de tal manera que deja una sensación especial, como si de verdad estuviéramos redescubriendo las canciones desde otra perspectiva.
Para dejarnos una inmejorable impresión inicial, nada más empezar podemos deleitarnos con la toma alternativa de ‘I Want You (She's So Heavy)’, cuya coda resulta tan impresionante como en la versión definitiva, incluso aquí podemos disfrutar de un órgano más prominente y diverso. Ni siquiera falta anteriormente el grito desgarrador de Lennon, así que supone una acertadísima inclusión en esta edición deluxe. Es además la única grabación que hicieron en los estudios Trident, donde habían grabado parte del White Album pero ya no volverían a pisar más. A partir de ahí, volveremos a deleitarnos en varias ocasiones más, salvo momentos concretos que quedan muy flojos en comparación con buena parte del material incluido. Esto incluye, como es obvio, a ‘Octopus's Garden’, donde afortunadamente un error en obliga a su interrupción. También sobra el exceso de tonterías por parte de Paul al cantar ‘Maxwell's Silver Hammer’. Por otra parte, la lentitud deliberada al cantar ‘Mean Mr. Mustard’ acaba vulgarizando un poco la canción, lo cual demuestra lo acertada que fue la genial decisión de acabar acelerándola, pues se trata de la vigésima toma. En cambio, ‘Polythene Pam’ es prácticamente igual pero nos sirve para deleitarnos con el solo de guitarra, además de transmitir un sonido más cercano y real, sin procesamientos de producción.
Se incluye también las grabaciones de algunos singles de la misma época del álbum. Escrita por McCartney, ‘Goodbye’ fue una canción ligera donada a la cantante Mary Hopkin, quien lograría un gran éxito de ventas en el Reino Unido con ella. Nunca sería grabada por Paul y queda aquí como una agradable rareza en forma de demo donde sólo escuchamos su voz mientras toca la guitarra acústica, como si fuera un cantautor de folk. La segunda toma de ‘Old Brown Shoe’ denota que Harrison lo tenía todo bien claro desde el principio, pues aparte del solo de guitarra (que se echa de menos), lo demás suena tan emocionante como en la versión definitiva. Lo más curioso es el solo de piano honky tonk que se escucha en el tramo final.
También podemos escuchar a un Lennon que suena más irritado en la toma quinta de ‘Come Together’. Lo curioso de ‘Her Majesty’ es que parecía una mera demo improvisada, pero escuchar hasta tres tomas diferentes aquí parece decirnos que Paul se la tomaba bien en serio, aunque todas ellas suenan exactamente igual porque tampoco había lugar para variaciones. Lo más notable de la toma novena de ‘Here Comes The Sun’ es el protagonismo que adquiere el bajo de McCartney. Precisamente de Harrison podemos escuchar dos versiones de ‘Something’, si bien la primera es la misma demo que podemos encontrar en el Anthology 3. La otra es una versión instrumental orquestal que lleva el sello inconfundible de George Martin como arreglista. A continuación y como final de disco están los análogos arreglos orquestales para ‘Golden Slumbers’ y ‘Carry That Weight’, los cuales tampoco serían empleados en su completitud en la versión final.
El título de ‘The Long One’ no es más que la unión dentro de un mismo corte de todo lo que va desde ‘You Never Give Me Your Money’ hasta ‘Her Majesty’ en una nueva mezcla donde se añaden algunos detalles nuevos (como esa especie de cencerro que suena durante el solo de guitarra de ‘Polythene Pam’, o un ‘Carry That Weight’ sin vientos). En realidad, muy escasas diferencias encontraremos respecto a la versión final, pero las suficientes para disfrutar de nuevo de este prodigio musical. Lo que no se entiende es que ‘Her Majesty’ la cuelen justo después de ‘Mean Mr. Mustard’, pues encaja todavía menos de esa manera que ubicada como improvisado final.
En definitiva, no vamos a descubrir nada esclarecedor ni realmente novedoso en este material, pero al menos ha sido bien ideado en el sentido de que pueden disfrutarse de nuevo sus maravillosas composiciones. Se nota, y mucho, que estos cuatro amigos se volvieron a juntar para dar lo mejor de sí y elaborar un último álbum a la altura de su leyenda, de tal manera que se palpa ese entusiasmo y convicción de que estaban haciendo algo grande. No es una reedición imprescindible, pero sí recomendable. Por fin.
RECOPILATORIOS
1962-1966
Año de publicación: 1973
También conocido como el “recopilatorio rojo” y reeditado continuamente durante las siguientes décadas, es un disco doble que recoge grandes canciones desde el Please Please Me hasta Revolver, incluidos algunos singles. Cualquier recopilación de los Beatles es ya de por sí un acierto, pero siempre dejará fuera una infinidad de canciones imprescindibles, sólo hay que fijarse en que de Revolver se incluyen únicamente dos temas. Sirve de introducción al grupo, pero poco más.
1967-1970
Año de publicación: 1973
Ídem a lo comentado anteriormente, este “recopilatorio azul” recoge el período que abarca desde el Sgt. Pepper's hasta su disolución como banda. Fue mi primera adquisición de los Beatles cuando lo reeditaron en los noventa y es una música que nunca olvidaré. Pero obviamente es preferible escuchar toda su discografía.
1
Año de publicación: 2000
Con la excusa de juntar todos los números 1 de los Beatles en singles, fueran de las listas británicas o estadounidenses, este recopilatorio juntó hasta veintisiete canciones del grupo. Sobran los calificativos para todos estos temas, pero lo único destacable realmente de esta recopilación es el libreto que incluye imágenes de las portadas de los singles en diferentes países, con la singularidad de comprobar cómo en España se les llamaba “Los Beatles” y se imprimían los títulos traducidos, con espantosas traducciones como ‘Sally La Lunga’ (‘Long Tall Sally’) o ‘Vacación De Un Día’ (‘Day Tripper’), además de eliminar cualquier tipo de fotografía del grupo en muchas de ellas. Parece que no era bien visto por la dictadura que se conocieran otras formas de moda que no fueran las oficiales.
LOVE
Año de publicación: 2006
Este disco no es en realidad una recopilación propiamente dicha, sino un arduo trabajo de montaje de George Martin y su hijo Giles para un espectáculo del Circo del Sol basado en la música de The Beatles. Todas las canciones originales han sido remezcladas y mezcladas entre ellas, en algunos casos fusionándose o simplemente añadiendo elementos de un tema en otro, sin excluir para tal fin las tomas alternativas que podíamos escuchar en los Anthology. Uno de los mejores momentos es cuando ensamblan tomas diferentes de ‘Strawberry Fields Forever’ para que gradualmente vaya transformándose en la toma conocida, añadiendo instrumentos de forma paulatina y otros elementos externos. Pero es mejor no contar nada y quienes tengan ganas de pasar un rato agradable que lo escuchen y se entretengan desgranando de dónde ha salido todo. Realmente es como un juego de acertar a qué canción pertenece cada cosa.
VÍDEOS
A HARD DAY'S NIGHT
Año de publicación: 1964
Influenciado por el Cinema Verité tan en boga en la época, el director Richard Lester creó una comedia en formato de falso documental sobre la vida de los Beatles como estrellas musicales. El trepidante inicio en el que se les puede ver escapando de las histéricas fans con ‘A Hard Day's Night’ sonando de fondo, es una secuencia para recordar. Después, el humor inglés se esparce por toda la película, con algunos momentos más logrados que otros. Curiosamente, Harrison conoció en la grabación a la que sería su mujer, Pattie Boyd, quien aparece como extra en una escena. Por descontado, la banda sonora es buenísima.
HELP!
Año de publicación: 1965
En este segunda película a mayor gloria de la turba de fans de la banda, también dirigida por Richard Lester, el nivel cualitativo se rebaja todavía más porque en esta ocasión se inventan una historia fantasiosa de aventuras. Una secta peligrosa quiere recuperar a toda costa un anillo que Ringo ha encontrado casualmente y se ha quedado. A partir de ahí se suceden los sketches absurdos con más o –sobre todo– menos gracia. Lo único bueno del film es poder escuchar su gran banda sonora y poder ver a los Beatles cantando en playback a todo color.
MAGICAL MYSTERY TOUR
Año de publicación: 1967
Originalmente ideado como una comedia de capítulos para la televisión británica BBC en la que los propios Beatles hacían de actores, directores y productores, el fracaso fue total. No sólo porque en la BBC apareció en blanco y negro cuando se había grabado en color, sino también porque el humor absurdo que aparece en general no provoca nada de gracia. Si no fuera porque la serie Monty Python's Flying Circus no comenzaría hasta 1969, podría tomarse esta película como un fracasado intento de hacer lo mismo. Lo único que vale la pena ver es el vídeo de ‘I Am The Walrus’ (aunque sea en playback, es emocionante verlos tocar) y el comienzo de ‘Your Mother Should Know’, cuando van descendiendo por las escaleras al ritmo de la música, una especie de homenaje a su manera de los musicales.
YELLOW SUBMARINE
Año de publicación: 1968
A partir de un puñado de canciones existentes de los Beatles se ideó una historia infantil que quedó plasmada en forma de film de animación, empleando para ello unas técnicas gráficas novedosas para ese momento. Los miembros de la banda no se implicaron apenas en este proyecto y únicamente compusieron algunas canciones extra, tal como vimos en el análisis de la banda sonora. Como ya se ha dicho, la película en sí es infantil, aunque la creatividad plasmada en el aspecto gráfico puede entretener también a los adultos. No ha envejecido tan bien como debería, pero no deja de ser un referente en la evolución histórica de las películas de animación.
LET IT BE
Año de publicación: 1970
Como ya se comentó en el análisis del disco correspondiente, esta película es un documento histórico donde queda reflejada la tensión existente entre los miembros del grupo, con discusiones incluidas, que desembocó en su ruptura. Cabe recordar que tanto la película como el disco fueron reservados tras su grabación al no quedar satisfechos con el resultado y no verían la luz sino hasta después de publicarse el que fue en realidad su último álbum grabado: Abbey Road. Que el ambiente físico de las grabaciones no era el adecuado es palpable sólo con ver los semblantes de los Beatles, pues incluso McCartney, que era el más ilusionado con el proyecto, a veces parece cansado. Lo mejor de toda la película es la filmación del legendario concierto en la azotea, que no finalizó hasta que la policía les obligó mediante aviso. Hubiera quedado más cinematográfico que no hubieran hecho caso y que la policía hubiera actuado, pero los Beatles siempre fueron buenos chicos en el fondo.
MIGHTY GOOD: THE BEATLES
Año de publicación: 1977
Este documental de menos de una hora es en realidad un capítulo de una serie, pero eso no sirve de disculpa para justificar el sinsentido de su estructura y contenido. Tan poco tiempo evidentemente no da para nada más que algo superficial sobre los Beatles, pero es que por medio aparecen otros músicos hablando (Roger McGuinn, Donovan, un par de los Beach Boys) que ni siquiera hacen referencia a ellos. El documental se acaba cuando muere Brian Epstein, así que no puede quedar más ininteligible el sentido que pueda tener cuando ya estamos en 1977. Pero si nos fijamos al final que el guionista del documental es Derek Taylor, quien fuera publicista de los Beatles, pues igual lo entendemos mejor. En cualquier caso, parece todo un copia-pega de las imágenes de archivo que encontraron por los cajones. Y bueno, la canción que más tiempo suena parece que es ‘All I Really Want To Do’ de The Byrds (o sea, su versión de la canción de Bob Dylan).
SGT. PEPPER'S LONELY HEARTS CLUB BAND
Año de publicación: 1978
Treinta años antes del film Across The Universe, alguien tuvo la misma idea de crear una película musical a base de empalmar canciones de los Beatles sin conexión alguna en su letra. Porque sí, Sgt. Pepper's era un álbum conceptual, pero no narrativo, por lo cual resulta harto difícil pensar en qué tipo de historia puede salir de ahí. Tampoco se ciñe la música a este álbum, puesto que recorre la discografía del grupo desde Rubber Soul, haciendo hincapié sobre todo en Abbey Road. Pero pasemos al apartado interpretativo, que la cosa tiene su miga. Los protagonistas son los Bee Gees (con una mala interpretación, pero con un mínimo de interés) y Peter Frampton, quien podría quedar galardonado como peor actor de la historia del cine. O sea, teniendo en cuenta que ninguno de ellos debe realizar ningún diálogo, sólo gesticular y cantar en playback. La banda sonora no mejora precisamente el panorama. Las versiones, en su mayor parte, son ñoñas o infectadas de sintetizadores y voces robóticas; un despropósito total. Las pocas que pueden aceptarse son las que no se diferencian apenas de las versiones originales, donde las armonías de los Bee Gees son siempre un seguro de vida. Pero los cameos de otros artistas son para olvidar. La interpretación de ‘Because’ por Alice Cooper es lamentable, ya que se limita a recitar con voz malvada, mientras que Earth, Wind & Fire le dan la vuelta al ritmo de ‘Got To Get You Into My Life’ para convertirla en una vulgaridad. Y ese intento de apoteosis final con decenas de artistas invitados cantando, como imitando la portada del famoso álbum, queda bastante ridícula. Lo único que se salva de la película es Aerosmith realizando una portentosa interpretación de ‘Come Together’, haciendo suyo el tema. En definitiva, un guion penoso y pueril, imágenes pretendidamente modernas pero ya muy anticuadas (a su lado, Tommy de The Who es una obra de arte), junto a unas interpretaciones lamentables, convierten este film en una pérdida de tiempo total. No sorprende para nada que en su momento fuera considerada también como un fiasco y que haya caído justamente en el olvido más absoluto.
BACKBEAT
Año de publicación: 1994
Esta amena película de ficción se sitúa en la etapa de Hamburgo, cuando eran un quinteto, centrándose principalmente en la figura del que era entonces el bajista de la banda, Stuart Sutcliffe. Nos sirve para darle forma a esa época crucial, no sólo porque Sutcliffe no volvería a Inglaterra con sus compañeros para quedarse a vivir con la fotógrafa Astrid Kirchherr (la autora de buena parte de las fotos que se conservan de los Beatles en esos años), sino también porque se refleja la vida sórdida que llevaban y el aprendizaje vital que por consiguiente se llevaron de allí. La música se limita a las versiones de rock'n'roll que tocaban entonces, grabadas en el estudio por un supergrupo formado para la ocasión con destacados representantes del rock alternativo estadounidense. Atención a algunos de los nombres: Mike Mills (R.E.M.), Dave Grohl (entonces intentando hacerse valer como compositor con su proyecto Foo Fighters), Thurston Moore (Sonic Youth) o Greg Dulli (Afghan Whigs). Una lástima que se limitaran a interpretar canciones tan conocidas y con poco margen de creatividad.
ANTHOLOGY
Año de publicación: 1995
Extensa serie documental que recorre durante más de diez horas la carrera del grupo más importante de la música pop-rock con profusión de imágenes y vídeos más la narración de su historia a partir de entrevistas a todos ellos. Sobre todo a los entonces tres supervivientes (McCartney, Harrison y Starr) en entrevistas más recientes. Aunque a veces no se ponen de acuerdo en lo que dicen o no acaban de acordarse bien (curioso el momento en que nadie parece recordar si ‘All You Need Is Love’ fue compuesta expresamente para la emisión mundial por satélite). La música inédita que aparece la podemos encontrar en su mayoría en los tres volúmenes musicales de este Anthology, aunque hay alguna pequeña sorpresa, como escuchar un extracto de la demo de ‘While My Guitar Gently Weeps’ a la que se añade un teclado. Aunque no resulte ser un relato imprescindible al estar contado desde el punto de vista de los participantes, lo cual resalta su visión diplomática, lo cierto es que hay muchas curiosidades que vale la pena escuchar de su propia voz, como por ejemplo:
- Cuando conocieron a Bob Dylan.
- Cuando visitaron a Elvis Presley en su mansión de Graceland.
- El miedo que pasaron en Filipinas tras rechazar una “invitación” de Imelda Marcos (mujer del entonces presidente y futuro dictador Ferdinand Marcos, y famosa por su vasta colección de calzado mientras había hambruna en su país), lo que provocó que hubieran de salir corriendo de Filipinas mientras sufrían un comportamiento agresivo.
La única pega que se le puede poner es que, de ocho capítulos que componen esta serie documental, poco más de uno de ellos se dedique a los dos últimos años que abarcan desde el White Album al Abbey Road.
ACROSS THE UNIVERSE
Año de publicación: 2007
Siguiendo el ejemplo de Yellow Submarine, esto es, escribir un guion a partir de encajar canciones de los Beatles para que el conjunto tenga significado, la directora Julie Taymor (la misma que dirigió el notable biopic Frida) realizó este musical que sólo puede destacarse por la curiosidad de escuchar reinterpretaciones del repertorio de los Beatles. El guion queda penoso, los hechos y personajes que se van sucediendo están metidos con calzador para intentar que todo encaje un mínimo y, obviamente, las versiones no se pueden comparar con los temas originales. Se estrenó en una época en la que triunfaban en los cines engendros púberes como la saga Underworld, así que Across The Universe también tendrá su público, entre el que yo no me encuentro.
THE BEATLES ON RECORD
Año de publicación: 2010
Este documental de apenas una hora de duración realizado para la BBC Four recorre los siete años de grabaciones de los Beatles desde su debut, así que resulta evidente que ese recorrido es muy superficial porque una hora no daría ni para comentar cualquiera de sus grandes obras. En cualquier caso, el resultado es bien loable porque el curso narrativo se hace fluido e interesante a través de los comentarios de los propios Beatles y de George Martin, aparte de que las imágenes relacionadas con ellos suelen tener su encanto, si bien pocas de ellas serán inéditas. Como introducción a la obra del grupo no está mal, pero para los conocedores es un documental superfluo.
GOOD OL' FREDA
Año de publicación: 2013
Sólo de los Beatles podría haber hasta un documental sobre la secretaria que tuvieron para su club de fans. Es mucho más entretenido de lo que parece a simple vista, aunque sólo podrá resultar realmente interesante a quienes ya conozcan de todo sobre la banda, ya que se habla sobre aspectos familiares y personales de ellos, así como de Brian Epstein (al que llama Eppy), aunque sin perder nunca el necesario tono respetuoso. Lo más loable sobre la secretaria es que nunca intentó ganar dinero a base de explotar todo lo que sabía sobre el cuarteto; tras la disolución de los Beatles, siguió trabajando de secretaria en otras empresas. De hecho, no se cuenta ninguna confidencia secreta y sólo deja caer, en teoría en un desliz, que algún lío tuvo con alguno, pero sin dar más detalles. Por cierto, ni McCartney ni Ringo aparecen en las entrevistas, aunque de este último aparece un mensaje final grabado para la ocasión.
1+
Año de publicación: 2015
Este recomendable doble DVD recoge los vídeos musicales que grabaron durante su carrera, incluidas algunas actuaciones en directo (memorable la actuación que hicieron ante la Reina de Inglaterra donde Lennon dijo aquello de: “el público de los asientos baratos que haga palmas, el resto que mueva sus joyas”) y grabaciones para la televisión. En el segundo DVD se recogen algunos vídeos alternativos, algunos innecesarios como el de ‘Hello, Goodbye’, donde en determinados momentos demuestran el cachondeo que les entraba a veces durante la grabación, escapándose algunas risas durante los playbacks. Es curioso comprobar cómo de ‘Hey Jude’ se hicieron al menos dos grabaciones, que parecen demostrar que la música estaba grabada de antemano y lo único que se escucha en directo es la voz de McCartney. Ciertamente los vídeos tampoco son gran cosa en general, pero el carisma del grupo y la música hace el resto. Lo que sí debe considerarse un delito es el vídeo musical animado de ‘Come Together’, una verdadera ofensa al buen gusto.
Año de publicación: 2016
THE BEATLES: EIGHT DAYS A WEEK - THE TOURING YEARS
El famoso director comercial de Hollywood Ron Howard dirigió este documental que abarca la carrera de The Beatles pero centrándose sobre todo en los años de gira (1963-1966) y, en especial, en su repercusión en los Estados Unidos. Para quien ya conoce de sobra su vida y obra, apenas ofrece nada de interés porque es la misma historia de siempre, ya que en Estados Unidos son muy conocidos dos de sus históricos sucesos: 1) El rechazo de los Beatles a tocar ante público segregado por raza en los estados sureños; 2) El revuelo que provocó la frase de Lennon sacada de contexto sobre que eran más famosos que Jesucristo. Por lo demás, un documental como cualquier otro (con imágenes y extractos inéditos de actuaciones y grabaciones) donde las entrevistas a gente como Sigourney Weaver o Whoopi Goldberg no aportan nada. De lo más novedoso está la grabación del estadio de Anfield (Liverpool) completamente lleno para ver un partido de fútbol pero con el público cantando al unísono ‘She Loves You’.
IT WAS FIFTY YEARS AGO TODAY!
Año de publicación: 2017
Subtitulado como The Beatles: Sgt Pepper & Beyond, este documental debería ser en teoría un análisis de este álbum y su trascendencia para la posteridad, pero en la práctica no es más que otro repetitivo repaso de la carrera de los Beatles y algunos de los conocidos sucesos que marcaron su devenir. De hecho, hubiera quedado ridículo hablar sobre el álbum porque no hay música original donde sustentarlo. Lo mejor es que se recogen bastantes entrevistas de los Beatles en los sesenta, complementadas con otras entrevistas actuales mucho menos interesantes a gente de su entorno, pero ninguna a McCartney o Ringo, los todavía supervivientes del grupo. En definitiva, un innecesario documental que quizá ahonde un poco más en la figura de Brian Epstein que el resto.
HOW THE BEATLES CHANGED THE WORLD
Año de publicación: 2017
Otro documental más sobre los Beatles cuyo título crea unas expectativas diferentes a lo que finalmente vemos, que es otro repaso cronológico a las bondades y virtudes del grupo, con cierto tono hagiográfico que no le hace ninguna falta. Al menos puede escucharse un poco de música original, aunque no cuenta nada que no sepa quien conozca su trayectoria. Solo apto para quienes se adentren por primera vez en la vida de los Beatles, aunque la falta de una mayor cantidad de canciones originales no permite valorar adecuadamente lo que nos están contando.
GET BACK
Año de publicación: 2021
Enero de 1969 fue un mes frenético para los Beatles porque la nueva idea fue hacer una película sobre el proceso de grabación de un álbum (el futuro Let It Be) y también filmar un concierto en directo, donde incluso se barajaron localizaciones en el extranjero. De estas grabaciones saldría la película igualmente titulada Let It Be, la cual mostraba a unos compañeros cansados del trabajo conjunto y con una calidad de imagen mejorable. Pero eso sólo representaba una pequeña porción de las horas y horas de rodaje que se grabaron durante ese mes. Así que hubo de ser el valeroso director neozelandés Peter Jackson el encargado de recoger todo ese material grabado, seleccionar lo más importante (con varias sorpresas, porque incluso se hicieron grabaciones con micrófono oculto en otras habitaciones fuera del estudio) y mejorar digitalmente la calidad de las imágenes. De esta manera asistimos a una fascinante incursión en el día a día del trabajo de la banda, pero de una manera más completa y razonable que la película Let It Be, durante unas 8 horas que se han de ir tomando en dosis adecuadas.
Comprobamos cómo hay muchas canciones gestadas en esta época y que aparecerían en el posterior Abbey Road o incluso en los álbumes en solitario tras la disolución de los Beatles, con sorpresas como por ejemplo Jealous Guy de Lennon (con una letra completamente diferente) o ‘The Back Seat Of My Car’ de McCartney. ¿Pero escuchar ‘Gimme Some Truth’ tocada por los Beatles? ¡Eso sí que es una novedad! También emociona escuchar ‘All Things Must Pass’ de George Harrison, los cuatro compañeros juntos. Es prodigiosa la cantidad de ideas y composiciones que aportan en el día a día, sobre todo McCartney porque es quien más tira del carro. Como muchas veces perderían la consciencia de que estaban siendo grabados, a Lennon y McCartney se les escucha alguna que otra broma o comentario mordaz sobre Ringo (recordemos que la mayor utilidad de éste era servir de punching ball a sus compañeros) o de varias personas sobre Yoko Ono. Incluso alguien pregunta si está en marcha la grabación cuando Harrison está comentando cosas personales sobre su salida de los Beatles. Por otra parte, la actitud de los tres compañeros cuando Ringo les presenta ‘Octopus's Garden’ habla por sí misma y es evidente la condescendencia que debían mostrar ante las infantilidades del chico de los tambores. Pero es que nos tocará escuchar alguna atrocidad compuesta por Ringo que afortunadamente quedó luego en el olvido
Si recordamos que ‘One After 909’ era un descarte de sus inicios, aquí descubriremos de dónde viene la idea, pues Lennon y McCartney echan mano de canciones que grabaron juntos antes del debut con Please Please Me (un centenar, dice Paul) para intentar encontrar algo que funcione, pero suenan muy flojos todos los extractos de canciones que aparecen, todas en los estilos habituales de esos primeros sesenta. También aparecen numerosas versiones en extractos brevísimos, de segundos de duración, donde interpretan canciones de Bob Dylan, The Band, Chuck Berry… En cualquier caso, las improvisaciones o intentos de nuevas composiciones con la inspiración del momento en general son bastante malas. Comprobamos también que los gritos que iniciaban el álbum Let It Be fueron de uno de esos momentos de distensión de Lennon, nada programado. Tampoco eran ajenos al mundo exterior y los escuchamos comentar noticias de periódicos o documentales de televisión. De hecho, sirviendo como inspiración las diatribas xenófobas de un diputado ultraconservador de la época, improvisan una letra de integración social para los ensayos de la canción ‘Get Back’ de McCartney
Al finalizar la primera parte (Part One) del documental, justamente cuando se habla de cómo George Harrison se fue del estudio de grabación con la intención de no volver jamás (nos muestran incluso el extracto de su diario donde dejó clara esa postura), podemos escuchar de fondo la demo de ‘Isn't It A Pity’. Si esto significara que Harrison escribió la canción en esos momentos, la carga emocional es bien potente. Sobre esa salida, que era tomada bien en serio por el resto (no como lo ocurrido con Ringo durante la grabación del White Album, que no fue tan grave), hablan de alternativas y escuchamos a Lennon sugerir la opción de Eric Clapton como sustituto, algo lógico si recordamos que ese mismo año, por el mes de septiembre, Clapton irá como guitarrista de Lennon en el improvisado concierto del Festival de Toronto, aparte de que a finales de 1968 ya habían tocado juntos ‘Yer Blues’ en The Rolling Stones Rock and Roll Circus.
Podemos comprobar allí la fortuna que acompañó a Billy Preston, pues pasaba por allí a saludar y se quedó porque casualmente los Beatles estaban hablando de incluir un pianista para fortalecer el sonido, barajando nombres como los de los excelentes Ian Stewart y Nicky Hopkins. El concierto en la azotea no estuvo claro hasta el final. En el documental sugieren que estuvieron montando las cámaras y el equipo de sonido sin saber si finalmente habría un concierto. Porque las dudas de los miembros sobre actuar en directo son recurrentes a lo largo del documental y no sólo por la localización. Para quien no conozca suficiente sobre los Beatles y la situación de la banda en esa época, habrá momentos de indiferencia a lo largo del documental. Para los fanes de la banda, pues se trata de un documento excepcional con momentos reveladores, pero para ir descubriendo con mesura. La mayor decepción quizá sea que aparece Peter Sellers y no se produce nada memorable, aparte de que se echan en falta más bromas inteligentes de Lennon durante las grabaciones. Pero nada más que objetar para un documental que muestra a la perfección aquello para lo que fue destinado.
THE BEATLES
Tanto John Lennon como Paul McCartney y George Harrison tienen una carrera en solitario imprescindible, que vienen analizadas en esta web. Nos quedaría el afortunado de Ringo Starr, cuya carrera en solitario sólo puede interesar a quien sea fanátic@ total de todo lo que tenga que ver con el cuarteto de Liverpool. Sólo se le recuerda por dos de sus canciones exitosas: la magnífica y ultrapegadiza ‘It Don't Come Easy’ (que incluso fue utilizada en un capítulo de las primeras temporadas de Los Simpsons donde el propio Ringo aparecía) y la mucho más ordinaria ‘Photograph’, compuesta junto a George Harrison.
Sobra decir que la amplia mayoría de su discografía es pura basura que oscila entre lo mediocre (con suerte) y lo horripilante, puesto que además suele depender de composiciones ajenas. Pero hay un detalle muy significativo para quienes no conozcan absolutamente nada de la carrera de Ringo en solitario: sus excompañeros de The Beatles le donaron o escribieron expresamente para él un buen puñado de canciones que pueden ir encontrándose en sus diferentes álbumes, que obviamente no son lo mejor de sus respectivos autores pero poseen su clara impronta. Así, tiene su emoción descubrir composiciones nuevas de Lennon (‘I'm The Greatest’, ‘Cookin'’), McCartney (‘Six O'Clock’, ‘Private Property’) y Harrison (‘I'll Still Love You’, la contagiosa ‘Wrack My Brain’), que además, por si alguien tenía alguna duda, son de lo mejor de la discografía de Ringo. También hay que ser justo y reconocer que el chico de los tambores alguna vez acertó componiendo, como en la ya citada ‘It Don't Come Easy’ o en ‘Back Off Boogaloo’, la cual seguro que tomaron los Franz Ferdinand como inspiración para escribir la segunda sección de su éxito ‘Take Me Out’.
Su mejor álbum es Ringo (1973) que, para hacernos una idea de su nivel, se le podría igualar con el debut de su exbanda, es decir, el Please Please Me. Aparte del citado álbum, pueden escucharse también con cierto agrado Choose Love (¡de 2005!) y Stop And Smell The Roses (1981), cuya extravagante portada puede ahuyentar a más de un@ antes de siquiera escuchar algo.