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JOHN LENNON

LIVE PEACE IN TORONTO 1969

Año de publicación: 1969

Puntuación:

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1) Blue Suede Shoes; 2) Money; 3) Dizzy Miss Lizzie; 4) Yer Blues; 5) Cold Turkey;

6) Give Peace A Chance; 7) Don't Worry Kyoko; 8) John John (Let's Hope For Peace).

Con la discografía de Lennon empezaré en primer lugar por este disco y obviaré los tres que publicó previamente junto a Yoko Ono (Two Virgins, en 1968, y Life With The Lions y Wedding Album, en 1969), por tratarse de collages musicales sin otro propósito que el de plasmar en vinilo las extravagantes ideas que tuviera cada uno, seguramente más de Yoko que de John, y porque me niego rotundamente a volver a escucharlos para tener que escribir de mala gana ante semejantes atrocidades sonoras.

 

Así que empezaré por este festival de Toronto, llamado Toronto Rock and Roll Revival y que juntó a grandes nombres clásicos como Chuck Berry, Jerry Lee Lewis o Little Richard (que pueden ser vistos en el vídeo del festival), y al que Lennon fue invitado a participar, a lo cual accedió para después formar apresuradamente –al inicio de su actuación reconoce al público que no han tocado nunca antes– una gran banda formada por: Eric Clapton (guitarra), Klaus Voormann (bajo, y el que diseñó la portada del disco Revolver de los Beatles) y Alan White (batería), que Lennon conocía por haber sido el batería que tocó en una de las versiones conocidas del tema ‘Love Me Do’.

 

Así que lo primero que hace este improvisado grupo es tocar tres versiones de rock'n'roll clásico, como son ‘Blue Suede Shoes’, ‘Money’ y ‘Dizzy Miss Lizzie’, todas ellas parece que con un ritmo algo más lento del habitual, probablemente por la falta de práctica y asimismo como herramienta de ensayo y calentamiento in-situ, y que en cualquier caso no aportan nada salvo el entretenimiento para los que lo vieran en directo, o incluso en vídeo. En la tercera de las tres hasta se puede escuchar algo del irritante chillido de Yoko.

 

Lo único reseñable y recomendable de este álbum lo tenemos en su parte central. En primer lugar, una potente interpretación de ‘Yer Blues’, del White Album de los Beatles, que parece que era su canción favorita pues también la interpretó en su actuación del Rock'n'Roll Circus de los Rolling Stones. Aquí no se mejora la versión de estudio, pero se palpa la fiereza y desasosiego que transmite John en su canto, además de una gran guitarra de Clapton. Pero el mejor tema es sin duda ‘Cold Turkey’, magnífico single de Lennon sobre la adicción a las drogas, con un ritmo rápido y opresivo gracias a las líneas de bajo, además de su perfecta progresión hasta el final de estrofa “Cold turkey has got me on the run”, con una guitarra esquizoide y unos gritos de Yoko Ono que aquí hasta quedan bien, por la temática y la atmósfera de la canción. A continuación, encontramos una pasable versión rockera de ‘Give Peace A Chance’, que es más un intento de interacción con el público para que cante a coro que otra cosa.

 

Y tras esta parte central llegamos a lo más lamentable del disco, que es ¡la llegada del show de Yoko Ono! Al menos el primer intento, ‘Don't Worry Kyoko’, tiene una buena melodía de guitarra, robada del ‘Wake Up Little Susie’ de los Everly Brothers, pero que los repugnantes gritos de Yoko dejan en un segundo plano, además de que la citada melodía al final queda como una simple repetición continuada sin variaciones. Y bueno, ‘John, John’ es todavía más irritante, pues ya no hay apenas instrumentación y lo único que se escucha son ruidos para que Yoko sea directamente la estrella con sus chillidos, más propios de alguien a quien le estuvieran amputando un brazo sin anestesia.

 

Definitivamente, éste es un disco totalmente prescindible y con el único interés histórico de escuchar a Lennon en directo junto a Eric Clapton. Eso sí, nadie se debe perder ‘Cold Turkey’, incluso yo prefiero la versión aquí a la más seca y cortante de estudio, pero bueno, eso ya es cuestión de gustos…

JOHN LENNON / PLASTIC ONO BAND

Año de publicación: 1970 

Puntuación:

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1) Mother; 2) Hold On; 3) I Found Out; 4) Working Class Hero; 5) Isolation;

6) Remember; 7) Love; 8) Well Well Well; 9) Look At Me; 10) God;

11) My Mummy's Dead.

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Impresionante, aunque poco impactante a primera vista, primer disco de Lennon tras la ruptura de los Beatles. Y digo a primera vista porque se trata de un trío básico de rock formado por la guitarra de Lennon, el bajo de Klaus Voormann (que ya le había acompañado en Toronto) y la batería de Ringo, con alguna adición de piano dependiendo del tema. Después de haber pasado por una terapia psicológica de grito primal (primal scream) para inhumar y superar frustraciones de la infancia, John emplea también un estilo de rock primario y directo para transmitir con fuerza y crudeza todo el sufrimiento y la rabia contenida que había ido acumulando en los frenéticos años con los Beatles. El productor del disco es Phil Spector, pero nadie lo diría tras acabar de escucharlo, pues el estrambótico de Phil quedó siempre asociado a ese muro de sonido que era su sello personal.

 

Uno de los mejores ejemplos lo encontramos ya en la primera canción, ‘Mother’, un desgarrador y sentido lamento por la trágica pérdida de su madre Julia cuando era un adolescente (su padre los abandonó cuando era un niño, aunque luego Lennon viviría con él algún tiempo), precisamente cuando había vuelto a pasar más tiempo con ella tras haberlo dejado viviendo durante muchos años en casa de su tía Mimi. Pone la piel de gallina escuchar su parte final con Lennon implorando –literalmente– “Momma don't go / Daddy come home”, donde cada vez el tono de la imploración va creciendo hasta límites catárticos.

 

‘Hold On’ es una de las típicas canciones dedicadas a Yoko y a su relación con ella, de tono tranquilo y placentero. Aunque la canción más tranquila y directamente amorosa es la obvia ‘Love’, que a mí al principio no me impresionaba y más bien me aburría, pero que el tiempo me ha hecho valorar algo más su delicada melodía. Mejor es ‘Look At Me’, con una línea de guitarra acústica decadente devota de ‘Dear Prudence’ de los Beatles y con frases de introspección existencial como “Look at me / What am I supposed to be?”.

 

También encontramos fieros temas como ‘I Found Out’, donde la agresiva voz de John y el frenético bajo le aportan de un gran dinamismo, además de las punzantes notas de guitarra que va soltando Lennon de vez en cuando. ‘Well Well Well’ es otra demostración de energía que acaba de forma desquiciada con los alaridos que se van incrementando conforme avanza la canción, hasta completar su duración de seis minutos.

 

En tono folk, acompañado únicamente de una guitarra acústica, llega el canto reivindicativo hacia las condiciones del proletariado respecto de las clases poderosas, ‘Working Class Hero’, con frases fuertes como “As soon as you're born, they make you feel small” (“Tan pronto como naces, te hacen sentir inferior”) o “They hate you if you're clever” (“Te odian si eres inteligente”). Aunque para reivindicaciones tenemos ‘God’, tema que si eres católico practicante no deberías escuchar (aunque si lo eres, dudo mucho que pierdas el tiempo escuchando a Lennon), que tiene un buen ritmo de batería, bajo y piano para lanzar sus categóricos mensajes sobre la religión (“God is a concept by which we measure our pain” --> “Dios es un concepto mediante el que medimos nuestro dolor”) y en contra de todo lo idealizado y divinizado por la sociedad en función de la fama, incluido lo que él ha representado (“I don't believe in Beatles”), para decirnos que en quien debemos confiar es únicamente en nosotros mismos. Bueno, él nos dice que también cree en Yoko, pero no le vamos a criticar por estar perdidamente enamorado.

 

Con unas notas de piano empieza ‘Isolation’, que tiene un tono calmado hasta que llega su parte más cruda, con la voz de John que alcanza otra vez su registro más agresivo. Quizá el único tema agradable en cuanto a mensaje positivo sea ‘Remember’, que sin embargo empieza con un inquietante ritmo comandado por el piano y una letra algo desengañada, pero más adelante llega su gran estribillo para intentar subirnos la moral (“Don't you worry / 'Bout what you've done / Don't feel sorry / 'Bout the way it's gone”), aunque al final John acabe gritando como en otros temas.

 

La última canción, ‘My Mummy's Dead’, es una breve y simple grabación casera de John con su guitarra lamentándose de forma más calmada por la pérdida de su madre.

 

Como curiosidad final, comentar que Yoko Ono publicó simultáneamente otro disco de idéntico título y con casi idéntica portada, donde la única diferencia es el intercambio de posturas entre John y ella. Yo nunca lo he visto físicamente, pero ¡oh lector/a! fíjate bien cuando vayas a la tienda de discos, no sea que compres el equivocado…

IMAGINE

Año de publicación: 1971

Puntuación:

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1) Imagine; 2) Crippled Inside; 3) Jealous Guy; 4) It's So Hard;

5) I Don't Wanna Be A Soldier Mama I Don't Wanna Die; 6) Give Me Some Truth;

7) Oh My Love; 8) How Do You Sleep?; 9) How?; 10) Oh Yoko!.

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Para este famoso disco, en el apartado musical se pueden observar tres novedades principales respecto al anterior disco: unos arreglos más elaborados, un uso mayoritario del piano (por parte de Lennon o de Nicky Hopkins, según el tema), y unas letras menos introspectivas y más reivindicativas en general. El productor sigue siendo el gran Phil Spector, pero su muro de sonido característico apenas se deja ver salvo en el tema ‘I Don't Wanna Be A Soldier Mama I Don't Wanna Die’, donde se utiliza con buen efecto debido a la cruda temática antibelicista de su letra (“I don't wannna be a soldier / I don't wanna die”). También se amplia un poco más el plantel de músicos que intervienen, destacando George Harrison, el grupo Badfinger, el ya citado Nicky Hopkins, Jim Keltner en la batería, el habitual Klaus Voormann con el bajo e incluso John Tout, de los futuros Renaissance, o Mike Pinder de los Moody Blues, quien en vez de tocar el mellotron se pasa sorprendentemente a la pandereta.

 

La mítica canción que da título al disco ha quedado como himno universal y alegato pacifista en la memoria colectiva. Es también el arquetipo de canción utópica, un llamamiento a eliminar las barreras virtuales infranqueables que los seres humanos nos hemos creado de forma artificial y que únicamente provocan enfrentamientos, básicamente la política y la religión, las cuales en casos más extremos son empleadas como justificación para repudiar a los que son ajenos o diferentes a la percepción personal de uno mismo. Más grave resulta el caso de la religión, pues precisamente una característica supongo que general a cada una de las religiones es creer que son las poseedoras de la Verdad Absoluta, con lo cual anulan cualquier tipo de entendimiento con otras. En cualquier caso, aparte de la letra, ‘Imagine’ es también una perfecta balada liderada por una emotiva melodía de piano, de forma análoga a lo que podríamos decir de otra de las magníficas canciones de este álbum, ‘Jealous Guy’, historia de arrepentimiento de un tipo demasiado celoso y con otra tanda de memorables melodías. Bryan Ferry grabaría una exitosa versión en los años 80, no muy diferente a la original. ‘Oh My Love’ es directamente una balada amorosa de piano, pero muy emotiva gracias a las grandes melodías que encontramos en los versos principales y el estribillo. Y hablando de piano y amor, al final del disco tenemos ‘Oh Yoko!’, la primera de lo que serán algunas composiciones de declamación amorosa directa hacia Yoko Ono, aquí en un estilo equidistante entre el boogie y el pop.

 

De la misma forma que Lennon se acerca a un estilo tradicional como el boogie, en ‘Crippled Inside’ sin embargo se acerca más al country, tanto por la entonación como gracias al empleo del dobro por parte de Harrison. En cambio, en ‘It's So Hard’ se decanta por un blues electrificado ayudado por un incisivo saxofón.

 

Pero también hay cabida en el disco para la fuerza y la agresividad, como en la ya citada ‘I Don't Wanna Be A Soldier Mama I Don't Wanna Die’, con una gran guitarra slide de Harrison, o en ‘Give Me Some Truth’, gran diatriba contra la demagogia y la hipocresía de la mayoría de personajes públicos, con una letra genuina de Lennon donde se acumulan sustantivos y adjetivos peyorativos en muy pocas líneas, todo aderezado por unas magníficas líneas de guitarra, cómo no de Harrison.

 

También hay que destacar que en esa época la relación personal de Lennon y McCartney estaba en uno de sus puntos más bajos, de ahí que como burla hacia la portada del disco Ram de aquél, John incluyera aquí una foto cogiendo un cerdo en la misma posición que el disco del otro. Y para echar más leña al fuego, ‘How Do You Sleep?’ es un ofensivo ataque a Paul McCartney, con una letra directa que no deja lugar a conjeturas: “So Sgt. Pepper's took you by surprise” o “The only thing you've done was ‘Yesterday’”. Pero aun conteniendo toda esa inquina, es un gran tema que incluye un magnífico trabajo a la guitarra por parte de George Harrison, que en las imágenes que se pueden ver de la grabación en la película Gimme Some Truth, tampoco parece demasiado molesto por los mensajes lanzados hacia su excompañero, aunque en algún libro leí que los músicos que intervinieron en la grabación estaban algo afligidos por participar en una canción tan ofensiva. El batería Alan White, que es quien toca en ella, contó en una entrevista que Lennon les dio primero las letras a cada músico para preguntarles si querían participar, pero a ver quién se iba a negar tratándose de Lennon, una oportunidad histórica.

 

Por último, también hay que destacar ‘How?’, otro gran tema en el estilo de ‘Imagine’ por su medio tempo y sus grandes melodías, donde John al menos nos anima a ser fuertes y seguir adelante aunque en la vida muchas veces nos encontremos ante situaciones de indecisión o incertidumbre hacia el futuro.

 

En definitiva, otra obra maestra de Lennon con algunas de sus canciones más conocidas y universales, demostrando que seguía en primera línea musical tras la disolución de los Beatles y compitiendo a buen nivel con la calidad compositiva de sus excompañeros (excluyendo al que tocaba el tambor).

SOME TIME IN NEW YORK CITY

Año de publicación: 1972

Puntuación:

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CD I: 1) Woman Is The Nigger Of The World; 2) Sisters O Sisters; 3) Attica State;

4) Born In A Prison; 5) New York City; 6) Sunday Bloody Sunday;

7) The Luck Of The Irish; 8) John Sinclair; 9) Angela; 10) We're All Water.

CD II: 1) Cold Turkey; 2) Don't Worry Kyoko; 3) Well (Baby Please Don't Go); 4) Jamrag; 5) Scumbag; 6) .

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El disco abiertamente político de Lennon adolece de haber querido trasvasar sus ideas sobre determinados sucesos o personas en canciones, lo cual suele dar mal resultado porque ya no se trata tanto de buscar la musicalidad de las palabras utilizadas, ni siquiera que necesariamente la instrumentación que acompaña la letra destaque sobre aquélla, sino más bien de transmitir el mensaje deseado de la manera más clarificadora posible, quedando la música en una posición secundaria. Es un doble disco puesto que el segundo volumen está dedicado a varios temas en directo de dos actuaciones diferentes, los dos primeros correspondientes a un concierto en Londres a favor de UNICEF, en 1969, y los otros cuatro temas a –¡sorpresa!– un concierto en Nueva York de 1971 junto a Frank Zappa y el grupo de este.

 

Podemos empezar a comentar las canciones como un repaso a lo que critica en cada una. ‘Woman Is The Nigger Of The World’ es el canto feminista y provocador de Lennon, con la controversia añadida de utilizar la palabra “nigger” (negro, de forma peyorativa), aunque a estas alturas nadie pudiera dudar de que John estaba totalmente en contra del racismo, incluso en este mismo disco encontramos la canción dedicada a la activista radical afroamericana Angela Davis. Musicalmente es un tema que está muy bien, en un estilo donde se nota la mano nuevamente de Phil Spector en la producción y donde Lennon interpreta una buena parte vocal.

 

‘Attica State’ es la denuncia de la famosa y trágica rebelión en la cárcel de Attica, donde los presos exigían mejores condiciones, que fue sofocada llevándose a más de veinte muertos por delante. Quien haya visto la película del gran Sydney Lumet Tarde de perros (Dog Day Afternoon, 1975) puede recordar al personaje de Al Pacino nombrando el incidente de Attica en más de una ocasión. En este tema aparecen dos guitarras muy reconocibles, la rítmica parece que imitando la canción ‘Old Brown Shoe’ de los Beatles (compuesta por George Harrison) y la otra un reconocible riff inicial al más puro estilo rock'n'roll pero del que no logro descubrir su título original. De ahí hacia delante es toda una descarga de energía, incluido un poderoso estribillo. No menos enérgica es la autobiográfica ‘New York City’, muy al estilo de Chuck Berry hasta que llega ese toque especial propio de John con el final de estrofa “¿Qué pasa New York?”.

 

Lennon también se atreve a tratar el problema irlandés, denunciando por un lado la matanza cometida por los ingleses en el llamado “Domingo sangriento” (‘Sunday Bloody Sunday’), donde Yoko participa en los potentes coros del estribillo y encontramos unas incisivas líneas de guitarra además de una peculiar percusión. De otro lado tenemos ‘The Luck Of The Irish’, en un tono más convencional de folk-rock y alternándose John y Yoko en la parte vocal. Y no podían faltar las denuncias por arrestos interpretados como injustos por Lennon, como son ‘John Sinclair’, donde pide la liberación de éste tras ser detenido por posesión de drogas, todo en un estilo blues pero más agresivo y con un sonido de guitarra tipo “cuello de botella”; y otra denuncia por la prisión de la activista afroamericana Angela Davis (‘Angela’), en este caso con una música poco inspirada, donde el saxofón y la voz a dúo de la pareja se introduce de lleno en la mediocridad.

 

Los temas compuestos por Yoko Ono demuestran que lo suyo no era la música precisamente, y menos cuando pretende crear melodías como en el caso de la deplorable ‘Sisters O Sisters’, donde parece que estemos escuchando a una monja cantando canciones de alegría en una convención de un monasterio de clausura. ‘Born In A Prison’ mejora algo pero tampoco mucho más, puesto que el tema nos lo introduce un genérico saxofón (que también se marcará un mediocre solo), pero al menos las melodías vocales se pueden escuchar. En ‘We're All Water’ vuelve a pecar de deplorable voz para cantar, aunque al menos lo adorna con un entretenido ritmo alegre, sin embargo a mitad del tema se le empieza a ir la olla y le entran las ganas de berrear de esa manera tan irritante que ya conocemos, por lo que dándole a la tecla de stop antes de tiempo nos podemos dar por satisfechos.

 

En el volumen en directo también tiene la japonesa sus momentos de gloria, como es el caso de la insoportables cacofonías de ‘Don't Worry Kyoko’ y ‘Aü’. ‘Jamrag’ no es que no sea horrorosa, pero al menos llega un momento donde entran Frank Zappa y su banda para añadir un buen transfondo instrumental que al menos no te induce al vómito, algo que hacia el final vuelve a intentar la buena de Yoko mediante sus berreos. Del resto de temas en directo podemos quedarnos satisfechos. La versión en directo de ‘Cold Turkey’ es demasiado larga y se hace pesada (seguramente mal asesorado por su mujer, porque los berridos de Lennon en la sección final son de delito), pero la parte principal no está mal, menos fiera que la escuchada en el concierto de Toronto pero siempre efectiva. También cantan la versión de un tema anunciado por John como uno de los que cantaba en Liverpool en la época del Cavern, ‘Well (Baby Please Don't Go)’, en el que consiguen un sonido y un ritmo inquietantes, además de tener un gran solo de Zappa. Y ‘Scumbag’ se corresponde con el tema ‘King Kong’ de Frank, pero no deja de ser una jam para que la pareja de enamorados se dedique a pasárselo bien con el acompañamiento de una excepcional y sólida banda. Precisamente hay un momento de humor cuando Zappa pide al público que acompañe cantando porque la letra es bastante fácil de seguir. Y la ya nombrada ‘Aü’ es la coda desbocada al final de ‘Scumbag’, que mejor vale no escuchar.

 

Tras escuchar este disco, la idea que se le puede quedar a uno es que la implicación intensiva de Lennon en denuncias sociales le dejaba menos tiempo para poder componer una elaborada parte musical con la que acompañar sus incisivas letras. Y por otro lado, Yoko Ono no es la mejor ayuda a la que se puede optar para complementar la falta de ideas propias, además de que la gran ocasión de tocar junto a Frank Zappa tampoco fue aprovechada para lograr algo excepcional, puesto que probablemente no fuera esa la idea inicial. En cualquier caso, no es un mal disco pero sí con unos cuantos momentos malos.

MIND GAMES

Año de publicación: 1973

Puntuación:

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1) Mind Games; 2) Tight As; 3) Aisumasen (I'm Sorry); 4) One Day (At A Time);

5) Bring On The Lucie (Freeda People); 6) Nutopian International Anthem; 7) Intuition; 8) Out The Blue; 9) Only People; 10) I Know (I Know); 11) You Are Here; 12) Meat City.

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Este quizá sea el disco más infravalorado de la discografía de John Lennon, de hecho en los recopilatorios que han publicado de él a lo largo de los años no suele aparecer ningún tema de aquí salvo el que da título al álbum. Ciertamente no llega al soberbio nivel de sus mejores discos, pero sigue siendo un gran disco con un puñado de canciones inolvidables. Por otra parte, la parida artística que aquí se inventa la pareja es el anuncio de la creación de un país conceptual (Nutopia) con sus propias reglas y leyes, del que se declaran los embajadores. De hecho, podemos encontrar en el disco el himno del país, que consta de unos cuantos segundos de silencio, por lo que parece que eran conocedores de la obra del compositor John Cage para tomarle prestada su idea.

 

El disco se inicia precisamente con el que parece el único tema salvado para la posteridad, ‘Mind Games’, que musicalmente en primer término recuerda vagamente a ‘Mother’ del John Lennon/Plastic Ono Band, también en las estrofas principales, pero donde cualquier acusación de copia se desvanece en llegar su memorable estribillo: “Love is the answer / And you know that, for sure”.

 

Hay momentos para el intimismo más profundo, como es el caso de ‘Aisumasen’, muy devota de la parte final de la clásica ‘God’, sobre todo en los momentos donde canta “All I have to do is call your name”, y con un buen solo de guitarra final. Y lo llamo intimismo porque nombra a Yoko directamente, de igual manera que de forma indirecta se alude a la misma en ‘You Are Here’ (“From Liverpool to Tokio”), canción donde lo único destacable es la parte donde canta “Wherever you are / You are here”, pues representa un breve respiro agradable respecto al resto del tema, que resulta muy poco inspirado. Pero como modélicas expresiones de sentimiento amoroso tenemos las magníficas ‘One Day (At A Time)’ y ‘Out The Blue’, la primera un relajado tema con un sonido tipo jazz-pop y la delicada parte vocal de John cantada en falsete, haciendo comparaciones a veces un tanto simples (“You are the honey and I’m the bee”) pero que no desgastan la autenticidad transmitida en el mensaje, además de presentar un acertado uso del saxofón. En ‘Out The Blue’ tanto la melodía principal como el estribillo son de lo mejor que podía ofrecer John, modulando su voz a la perfección desde las tranquilas estrofas principales hasta la subida de tono del estribillo.

 

Tampoco podía faltar el lado más rockero en temas como ‘Tight As’, con un sonido próximo al rock'n'roll más clásico, por otra parte muy del gusto de Lennon aunque para los demás no resulte nada novedoso. En cambio, ‘Intuition’ sí que tiene un ritmo ágil y un particular sonido de guitarra que mejoran lo presente, por lo que si no fuera por su poco elaborado estribillo, hubiera sido uno de los temas destacados de este disco, algo que sí consigue la final ‘Meat City’, una aguerrida y fiera canción algo inspirada en ‘New York City’ del disco anterior e incluso quizá también en ‘Everybody's Got Something To Hide…’ de los Beatles, pero que aquí transmite energía desde su frenético y súbito inicio hasta su fade-out final con los gritos desaforados de Lennon. También presenta una letra muy típica del John más retorcido, al juntar gran cantidad de palabras en una sola línea como en “Finger lickin' chicken pickin', Meat City shook down U.S.A.”.

 

Lo único flojo que encuentro en este disco es la canción ‘Bring On The Lucie (Freeda People)’, debido a que tiene un estribillo demasiado simplón y que se repite demasiado, tanto que hasta resulta molesto. Y lo que nos queda por comentar son otros dos buenos temas pop, como son el alegre himno ‘Only People’, que posee un pegadizo estribillo del estilo de aquel ‘I'd Like To Teach The World To Sing’ de los New Seekers, y ‘I Know (I Know)’, también de tono alegre y con otro memorable estribillo cantado en falsete (“Today I love you more than yesterday”).

 

Después de todo lo dicho, si alguna vez has leído algo despectivo sobre este disco o alguna valoración mediocre de su contenido, te conmino a desechar toda esa información y descubrir todo lo bueno que contiene este álbum, que es bastante. Muy aconsejable y todavía más para los que sientan interés por la discografía de este singular músico.

WALLS AND BRIDGES

Año de publicación: 1974

Puntuación:

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1) Going Down On Love; 2) Whatever Gets You Thru The Night; 3) Old Dirt Road;

4) What You Got; 5) Bless You; 6) Scared; 7) #9 Dream; 8) Surprise Surprise;

9) Steel And Glass; 10) Beef Jerky;

11) Nobody Loves You (When You're Down And Out); 12) Ya Ya;

[BONUS TRACKS:] 13) Whatever Gets You Thru The Night;

14) Nobody Loves You (When You're Down and Out); 15) John interview.

Este disco se grabó tras un paréntesis en la relación de pareja de Lennon y Yoko Ono, en lo que se llamó el lost weekend (aunque duró más de un año) puesto que John se largó a la costa oeste con una asistente asiática que le propuso Yoko y se dedicó a pasarlo bien con infinidad de amistades, entre ellos Paul McCartney. Quizá esa recuperada influencia de su ex-compañero de composiciones fue uno de los motivos de que el sonido general de este disco sea más pop comparado con sus antecesores.

 

Así, el lado comercial que tenía McCartney aquí parece aflorar también en temas como la explosión de alegría liderada por el saxofón de ‘Whatever Gets You Thru The Night’, de la que podemos encontrar en los bonus tracks una actuación en directo junto a Elton John, o ‘Surprise Surprise’, bien adornado por los instrumentos de viento y donde en su final se escucha cantar “beep, beep, yeah” en lo que parece un homenaje a ‘Drive My Car’ de los Beatles y otro guiño a su renacida amistad con el citado McCartney. Peor es cuando se pone en plan casero a cantar con su hijo Julian dando golpes en la final ‘Ya Ya’, que al menos es lo suficientemente breve para no llegar a molestar.

 

Y siguiendo con la nostalgia Beatle, en ‘Old Dirt Road’ parecen resonar al principio los ecos de la guitarra slide de George Harrison, aunque éste no participara en la grabación del disco, en una canción de las típicas más suaves que solía componer Lennon, en este caso junto a Harry Nilsson. Aunque dentro de ese estilo más suave encontramos después la mucho mejor ‘Bless You’, que crea una cuidada atmósfera introspectiva al estilo de ‘Riders On The Storm’ de The Doors, gracias sobre todo a su florido piano. El mejor momento de la canción es la parte central donde canta “Some people say it's over”, donde denota el origen autobiográfico de la letra al parecer dirigida a Yoko Ono tras la separación temporal que tuvieron. Sin embargo, la medalla de “grandiosa balada” debemos otorgársela a la majestuosa “Nobody Loves You (When You're Down And Out)”, en un estilo que recuerda al de la solemnidad de All Things Must Pass de George Harrison, y cuando uno escucha en la letra nombrar “cloud nine” (que daría nombre a un futuro disco de Harrison), no se puede dejar de estar intrigado por tanta coincidencia. Y bueno, que nadie se pierda disfrutar de la cuidada instrumentación que acompaña la canción, además de la toma acústica que nos regalan en los bonus tracks.

 

Lo que apenas encontraremos será nada que nos recuerde al Lennon más rockero, salvo quizá en ‘What You Got’, donde se deja la voz en una desenfrenada interpretación enfundada en un ritmo entre el funky y el rock, y puede que algo también en la instrumental y olvidable ‘Beef Jerky’. Mejor resultado sin ser tan pretendidamente rockera es la canción que abre el disco, pues el ritmo funky del bajo que acompaña el inicio de ‘Going Down On Love’ le aporta cierta fuerza, además de poseer un gran estribillo donde se vuelve a retomar esa épica que posee Lennon, cuando aparece cantando el título de la canción y los instrumentos de viento refuerzan la carga emotiva del tema. Por otro lado, ‘#9 Dream’ es una demasiado convencional balada que queda algo rayana con lo empalagoso, por mucho que su parte vocal principal tenga tintes psicodélicos, y donde su simplón estribillo de “awawakawa bose bose” (o lo que sea) puede resultarle irritante a más de un@. No obstante, la maestría de Lennon surge sobre todo en dos apabullantes temas que podrían servir de banda sonora de películas de asesinatos y suspense tipo Hitckcock. Por un lado, nada más pavoroso que escuchar los aullidos que introducen ‘Scared’, además de su inquietante ritmo y la interpretación vocal de John, que transmite toda la carga descorazonadora de su desesperada letra. La otra canción excepcional e igual de acongojante es ‘Steel And Glass’, donde el gran poderío vocal de Lennon viene acompañado de una impresionante instrumentación orquestal y otros elementos de gran nivel como el especial sonido de guitarra. Cabe señalar que la parte orquestal también recuerda algo a ‘How Do You Sleep?’ de Imagine.

 

Después de otro derroche creativo y de ingenio como éste, Lennon empezará a pensar en una retirada de la vida musical activa, por lo que únicamente grabaría otro disco más de versiones antes de su retirada para un descanso dorado en el que dedicarse a su familia y nada más. Que nadie se pierda al menos las tres canciones destacadas de este disco.

ROCK'N'ROLL

Año de publicación: 1975

Puntuación:

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1) Be-Bop-A-Lula; 2) Stand By Me; 3) Rip It Up/Ready Teddy; 4) You Can't Catch Me;

5) Ain't That A Shame; 6) Do You Want To Dance; 7) Sweet Little Sixteen;

8) Slippin' And Slidin'; 9) Peggy Sue; 10) Bring It On Home To Me/Send Me Lovin';

11) Bony Moronie; 12) Ya Ya; 13) Just Because.

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Cuando un artista graba un disco completo de versiones suele ser señal de que está falto de ideas y necesita seguir ganando dinero como sea. En el caso de Lennon, viendo el parón de cinco años que seguiría hasta la publicación de su disco de retorno Double Fantasy, lo que podría pensar cualquiera es que con estas versiones quiso asegurarse unos ingresos fáciles para poder dedicarse plácidamente a la vida familiar. De hecho, el inicio de estas grabaciones junto a Phil Spector datan de finales de 1973. Todo lo que podemos escuchar aquí tiene ese sabor de contemplar a un músico pasándolo bien al interpretar lo que probablemente sean canciones con las que creció y soñó alcanzar un éxito parecido cuando era un desconocido. El problema de esto es que musicalmente tampoco suena muy diferente a lo que esperaríamos de cualquier grupo revival con músicos competentes.

 

Lennon se adentra pues en la música rock de los años cincuenta, con algunas concesiones a temas más calmados como ‘Stand By Me’, incomprensible éxito de este disco ya que queda muy por debajo del nivel de la grabación original de Ben E. King, por mucho que suene más auténtica al interpretarla de un modo más rockero; o también otro momento calmado como la balada final ‘Just Because’, que ciertamente suena horrible aunque esté producida con un sonido muy de los años cincuenta. Aunque lo peor llega cuando realiza cambios radicales en los arreglos como en ‘Do You Want To Dance’, una especie de pastiche entre el reggae, el rock y el calipso que hace recordar con agrado la versión que hicieron los Beach Boys, o la interpretación tipo big-band de la mítica ‘Sweet Little Sixteen’ de Chuck Berry, que pierde así toda su razón de ser. Tampoco me acaba de convencer el medley ‘Bring It On Home To Me/Send Me Lovin'’, puesto que el ritmo apenas cambia y parece que estemos todo el tiempo con la misma monótona canción.

 

Por otro lado, ‘You Can't Catch Me’ presenta la curiosidad de sonar por momentos muy parecida a ‘Come Together’ de los Beatles en sus estrofas principales, pero eso es debido a que originalmente esa canción de Chuck Berry sirvió de inspiración a Lennon para componer la suya. Y como si fuera un tributo a Tony Sheridan, artista rock al que acompañaron los Beatles en sus inicios, Lennon interpreta una de las canciones que grabó el primero llamada ‘Ya Ya’, que no es gran cosa por otra parte.

 

En cualquier caso, casi las únicas canciones que podrían destacarse son ‘Slippin' And Slidin'’, por su ágil ritmo y carácter desenfadado pero potente, y el recuerdo a Buddy Holly en la gran ‘Peggy Sue’, donde se potencia la percusión para aportarle fuerza adicional. Pero en general este disco solo puede agradar a los fans de Lennon, por el interés de escucharle interpretar canciones antiguas y comprobar su profesionalidad. Para el resto de los mortales, lo que buscamos en John no es solo escuchar su voz, sino que nos sorprenda con su creatividad para componer canciones emotivas, sobrecogedoras y musicalmente interesantes. En todo caso, compradlo para enmarcar su chula portada con la imagen rocker de Lennon en su juventud.

DOUBLE FANTASY

Año de publicación: 1980

Puntuación:

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1) (Just Like) Startin' Over; 2) Kiss Kiss Kiss; 3) Cleanup Time; 4) Give Me Something; 5) I'm Losing You; 6) I'm Moving On; 7) Beautiful Boy (Darling Boy);

8) Watching The Wheels; 9) Yes, I'm Your Angel; 10) Woman; 11) Beautiful Boys;

12) Dear Yoko; 13) Every Man Has A Woman Who Loves Him;

14) Hard Times Are Over.

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El esperado retorno de Lennon al panorama musical después de cinco años de silencio resultó ser un retorno a medias, pues lo que podemos leer en la portada nos da a entender la realidad, que este disco fue publicado por John Lennon & Yoko Ono, compositores por separado y a partes iguales de todas las canciones aquí encontradas. Siendo justos, se ha de reconocer que Yoko grabó mucha música como una vertiente más de su expresión artística, pero al menos lo que hizo junto a Lennon fueron en general collages musicales sin sustento melódico, lo cual hace pensar que siete composiciones de ella en un mismo disco puede resultar un plato un tanto indigesto. Por suerte, no es para tanto, pero ciertamente representa un problema que no puede negarse. En cualquier caso, de lo que ambos demuestran encontrarse imbuidos es del sonido New Wave que había explotado en los últimos setenta, como Talking Heads o Blondie, adaptando ese sonido a su estilo propio. De hecho, el propio Lennon comentaría en una entrevista que la exitosa ‘Rock Lobster’ de los B-52’s (de su gran álbum de debut de 1979) era muy similar a lo que Yoko Ono había hecho años antes. También cabe destacar que el afamado bajista Tony Levin (King Crimson, Peter Gabriel o David Bowie son algunos para los que ha trabajado) participa en la grabación de este disco.

 

La manera en que se inicia este deseado retorno no parece muy adecuada, pues ‘(Just Like) Startin' Over’ no es precisamente uno de mis temas preferidos y tampoco entiendo la fama que le precede. Probablemente la avidez de los fans de entonces hizo que alcanzara un éxito como single de presentación del que, en otras circunstancias, hubiera carecido, pues se trata de una canción pop melódica que podría haber cantado algún crooner, sin nada que destacar. Al menos ‘Cleanup Time’ tiene algo más de fuerza y un sonido propio de los ochenta, pero tampoco es que sea demasiado sorprendente.

 

Por suerte, podemos volver a encontrar trazas del mejor John Lennon que podíamos recordar. Como es el caso de la intrigante ‘I'm Losing You’, donde vuelve esa voz combativa y amarga pero igualmente emocionante por todo lo que transmite. Curiosamente, justo a continuación llega la composición de Yoko ‘I'm Moving On’, que parece imitar ese mismo estilo pero con resultado más discreto porque su voz no transmite fuerza, más bien irrita al final cuando parece imitar a un papagayo. En ‘Watching The Wheels’ vuelve el Lennon acertado en la contemplación del ritmo de vida actual empleando para ello una agradable melodía. En un disco plagado de amor conyugal como casi siempre, no podía faltar una canción dedicada a Sean, el hijo de ambos, llamada ‘Beautiful Boy (Darling Boy)’, con frases de las que dice un padre a un hijo como “Life is what happens to you while you're busy making other plans”. Quién sabe si ‘Beautiful Boys’ es la correspondencia edulcorada y tediosa de la madre. Lo que tampoco podía faltar es una nueva cantata amorosa aquí llamada ‘Dear Yoko’, que al menos tiene una entretenida melodía. Y cómo no mencionar tampoco una de sus más conocidas canciones de este retorno, ‘Woman’, donde se retoma la maestría de John en las baladas dominadas por el piano.

 

Las canciones de Yoko Ono son de carácter bastante dispar. Cuando imita el estilo de Lennon como en ‘I'm Moving On’ o ‘Hard Times Are Over’ resulta aceptable, como si hubiera aprendido algo de un gran maestro. Del resto de canciones que no se hayan citado anteriormente, si por un lado tenemos ritmos bailables e incluso pegadizos en el más puro estilo de los Talking Heads (‘Kiss Kiss Kiss’, ‘Every Man Has A Woman Who Loves Him’), por otro lado ese estilo New Wave se puede volver irritante (‘Give Me Something’) o, peor todavía, a Yoko le puede dar por enfundarse en el music-hall para ofrecernos un despropósito total como ‘Yes, I'm Your Angel’.

 

Por desgracia, Lennon sería asesinado unas semanas después de publicarse este disco que, como podremos comprobar con las ediciones póstumas de nuevo material, pudo haberse completado con más composiciones del propio Lennon y haber servido de verdadero retorno por la puerta grande. Resulta complicado evaluar un disco donde la mitad de las canciones son de Yoko, pero en cualquier caso vale la pena escuchar nuevo material más contemporáneo de una de las leyendas de la música popular del siglo XX.

MILK AND HONEY

Año de publicación: 1984

Puntuación:

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1) I'm Steppin' Out; 2) Sleepless Night; 3) I Don't Wanna Face It; 4) Don't Be Scared; 5) Nobody Told Me; 6) O'Sanity; 7) Borrowed Time; 8) Your Hands;

9) (Forgive Me) My Little Flower Princess; 10) Let Me Count The Ways;

11) Grow Old With Me; 12) You're The One.

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Siguiendo las directrices marcadas en Double Fantasy, lo que iba a ser su continuación también estaría formada por composiciones de Lennon y Ono a partes iguales, y por lo que puede comprobarse el matrimonio llevaba bastante camino avanzado cuando acaeció el asesinato de John. En este período de tiempo desde 1980 Yoko tomaría las riendas del proyecto para que se publicara de forma póstuma el nuevo material que ya tenían grabado.

 

Si un@ pudiera suponer que las composiciones de Yoko podrían tener un nivel aceptable al ser la responsable de su publicación y al haber dispuesto de tiempo para pulirlas y mejorarlas, pronto comprenderá que se ha equivocado de lleno, pues al escuchar la primera de ella (‘Sleepless Night’), lo que apetece más es pasar de canción rápidamente. Es como si lo mejor ya lo hubiera incluido en el anterior disco (digo “lo mejor” por intentar diferenciarlo de alguna manera) y en éste simplemente deje patente su falta de ideas o al menos lo deseable que hubiera sido que volviera a intentar imitar el estilo de John con mayor acierto, porque cuando lo intenta como en ‘O'Sanity’ no consigue nada positivo y en ‘Your Hands’ se queda a medias al intentar hacer una especie de himno al estilo de ‘Mind Games’ y similares, cayendo en el ridículo más absoluto. Y para qué hablar de la canción de novato al piano que es ‘Let Me Count The Ways’. La única canción que podría dar el pego es la final ‘You're The One’ al recrear una atmósfera electrónica típica del movimiento techno de los ochenta. Pero tampoco se merecería aparecer asociada al nombre de John Lennon.

 

Por suerte, las composiciones de éste son en general de un gran nivel, donde solo se puede objetar algo obvio: que también denotan la falta de haber dedicado más tiempo para haber desarrollado algunas partes y mejorado otras, aunque por ejemplo ‘Grow Old With Me’ suena directamente como una demo de baja calidad sonora. Así, ya en la primera canción, ‘I'm Steppin' Out’, se observa una estructura acabada y una buena melodía, pero al mismo tiempo la parte vocal de John es bastante mejorable, como si estuviera cantando para dejar una guía hecha (de hecho, en la parte instrumental final se le escucha decir “one more!” antes de volver a repetir el breve estribillo), además de que la instrumentación también denota falta de mayor elaboración. En cambio, ‘Borrowed Time’ parece más acabada hasta que llega el trozo final donde queda un hueco vacío que rellena John con cualquier tipo de sonido. En ‘(Forgive Me) My Little Flower Princess’ se queda trazado un inquietante ritmo algo funky rememorando el estilo de ‘Steel And Glass’.

 

Todo ello no quita que podamos disfrutar con el ultrapegadizo ritmo que contiene ‘I Don't Wanna Face It’, todo un alarde de New Wave con pasajes guitarreros a lo King Crimson; o con ‘Nobody Told Me’, donde la falta de mayor elaboración se detecta rápidamente en la frase del estribillo (“Nobody told me there'd be days like these”), que queda un tanto forzada y le falta esa musicalidad que solía conseguir John sin problemas desde sus tiempos en los Beatles, aunque eso no es óbice para reconocer la brillantez de las melodías y el estribillo, que nos devuelven al mejor Lennon.

 

En definitiva, una disco que valdría la pena que se hubiera publicado como EP sin las canciones de Yoko, pues ésta podría explotar su carrera musical en solitario sin necesidad de “contaminar” el legado de John, que nada tiene que ver con ella desde un punto de vista artístico. Sin ánimo de ofender, pero vaya daño que hiciste, Yoko Ono.

LIVE IN NEW YORK CITY

Año de publicación: 1986

Puntuación:

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1) New York City; 2) It's So Hard; 3) Woman Is The Nigger Of The World;

4) Well Well Well; 5) Instant Karma; 6) Mother; 7) Come Together; 8) Imagine;

9) Cold Turkey; 10) Hound Dog; 11) Give Peace A Chance.

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De 1972 se recupera este concierto benéfico grabado en el famoso Madison Square Garden de Nueva York, ciudad que sería su lugar de residencia casi desde el inicio de su carrera en solitario hasta el miserable asesinato que la truncó en 1980. Concretamente fueron dos conciertos, uno por la tarde (presentado aquí) y otro por la noche, y son los únicos propiamente dichos que daría Lennon en toda su vida después de la ruptura de los Beatles. El resto fueron apariciones esporádicas en programas o en actuaciones de otros compañeros de profesión y amigos.

 

Cómo no, la primera canción del repertorio para la ocasión es la rockera ‘New York City’, no sin antes escuchar como la audiencia corea “Power to the people!”. Precisamente el rock más académico y por consiguiente más previsible es lo que inicia este disco, pues ‘It's So Hard’ tampoco sería una opción que probablemente marcara nadie que hubiera de elegir once canciones de Lennon para interpretar en directo. El rock que todos deseamos escuchar de John es algo como ‘Well Well Well’, donde las afiladas guitarras complementan el gradual ascenso de la voz hasta el histrionismo final; o un tema como ‘Instant Karma!’, que nunca puede fallar gracias a su maravilloso estribillo. Para el final del disco también vuelve el deseo complaciente de pasarlo bien sin complicaciones, como denota la selección de una versión inofensiva de ‘Hound Dog’, idea que ampliaría años después en el mediocre disco Rock'n'Roll.

 

Tampoco sorprende ‘Imagine’ por lo previsible y por lo poco efusivamente interpretada, con la única curiosidad del añadido en la letra cuando canta “A brotherhood and sisterhood of man”. Así, lo único que puede considerarse malo en este disco es la cacofonía final de ‘Give Peace A Chance’, donde parece cantar Yoko pero que suena fatal igualmente. Al menos es muy breve.

 

Pero por suerte hay grandísimas interpretaciones entre algunas menores como ‘Woman Is The Nigger Of The World’ (donde la voz de Lennon parece por momentos que se vaya a ir, además de tener un excesivo protagonismo el saxofón). Al menos en ‘Mother’ no se pierde la fuerza original que transmite ante tal desgarro emocional. El único guiño a su etapa Beatle llega en la recreación de ‘Come Together’, donde se dota a la guitarra de mayor protagonismo, lo cual es todo un acierto aunque el solo de guitarra no puede competir con el original de Harrison. Y bueno, la fuerza que transmite ‘Cold Turkey’ en directo es excepcional, donde el canto desesperado en el que se relatan los crudos efectos de la heroína en un consumidor se complemente con una poderosa sección instrumental donde los punteos de guitarra son igual de estremecedores que los alaridos de John.

 

En fin, no estamos ante un concierto perfecto pero estamos ante “el concierto”, puesto que es la única oportunidad (probablemente) que tendremos en nuestra vida de escuchar o incluso ver un concierto de Lennon en su etapa post-Beatle.

MENLOVE AVE.

Año de publicación: 1986

Puntuación:

1) Here We Go Again; 2) Rock And Roll People; 3) Angel Baby;

4) Since My Baby Left Me; 5) To Know Her Is To Love Her; 6) Steel And Glass;

7) Scared; 8) Old Dirt Road; 9) Nobody Loves You (When You're Down And Out);

10) Bless You.

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Disco de descartes de las grabaciones de los discos Walls And Bridges y Rock'n'Roll (de éste último referido a las primeras grabaciones de finales de 1973, con Phil Spector), con la salvedad de ‘Rock And Roll People’, la cual puede engañar por su título pero proviene de la época de grabación del Mind Games. Esta canción sigue en un estilo a ‘New York City’, un rock clásico pero en este caso sin apenas nada que destacar, donde le sobra la mitad de su duración al repetirse demasiado.

 

El resto de canciones pertenecientes a las primerizas grabaciones del Rock'n'Roll son más de lo mismo respecto a lo que ofrecía aquel LP, con la sorpresiva salvedad de ‘Here We Go Again’, que parece una reescritura mejorada de ‘Going Down On Love’ del Walls And Bridges, pues si este último únicamente fallaba en sus estrofas principales en cuanto a su melodía poco inspirada, ‘Here We Go Again’ en cambio engancha desde su inicio. En lo que se parecen ambas es en la parte instrumental de su estribillo, rezumando épica por todos los lados. Aunque lo paradójico es que ‘Going Down On Love’ fue escrita con posterioridad a aquélla. Y bueno, por la parte negativa hay que señalar el engendro grabado por Lennon de una composición del Phil Spector primerizo, ‘To Know Her Is To Love Her’, que aquí no llega ni a la denominación de demo, no se sabe en qué estarían pensando ambos o qué estarían tramando.

 

En cambio, dos de las joyas de Walls And Bridges como eran ‘Steel And Glass’ y ‘Scared’ no pierden nada de su poderío aunque aparezcan sin florituras de producción, puesto que el sonido directo de los instrumentos básicos transmite la misma fuerza e inquietud que en el original, igual que la parte vocal de John. No ocurre lo mismo con ‘Nobody Loves You (When You're Down And Out)’ y ‘Bless You’, que suenan poco elaboradas todavía, aunque la primera ya demuestra parte de su potencial. ‘Old Dirt Road’, su composición junto a Nilsson, suena hasta floja, como si no se supiera en qué dirección ir.

 

Previsiblemente este disco peca de irregularidad debido al repertorio que lo compone, destinado de manera directa a los fans y completistas de la obra de Lennon. Para el resto, vale la pena escuchar las tres canciones destacadas y el resto obviarlo por innecesario. También cabe destacar la portada, un dibujo de Andy Warhol.

ANTHOLOGY

Año de publicación: 1998

Puntuación:

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CD I [Ascot]: 1) Working Class Hero; 2) God; 3) I Found Out; 4) Hold On; 5) Isolation;

6) Love; 7) Mother; 8) Remember; 9) Imagine (take 1); 10) "Fortunately";

11) Baby Please Don't Go; 12) Oh My Love; 13) Jealous Guy; 14) Maggie Mae;

15) How Do You Sleep; 16) God Save Oz; 17) Do The Oz; 18) I Don't Want To Be A Soldier; 19) Give Peace A Chance; 20) Look At Me; 21) Long Lost John.

 

CD II [New York City]: 1) New York City; 2) Attica State (live); 3) Imagine (live);

4) Bring On The Lucie; 5) Woman Is The Nigger Of The World; 6) Geraldo Rivera - One To One Concert; 7) Woman Is The Nigger Of The World (live); 8) It's So Hard (live);

9) Come Together (live); 10) Happy Xmas; 11) Luck Of The Irish (live); 12) John Sinclair (live); 13) The David Frost Show; 14) Mind Games (I Promise); 15) Mind Games (Make Love Not War); 16) One Day At A Time; 17) I Know; 18) I'm The Greatest;

19) Goodnight Vienna; 20) Jerry Lewis Telethon; 21) "A Kiss Is Just A Kiss";

22) Real Love; 23) You Are Here.

 

CD III [The Lost Weekend]: 1) What You Got; 2) Nobody Loves You (When You're Down And Out); 3) Whatever Gets You Through The Night (home); 4) Whatever Gets You Through The Night (studio); 5) Yesterday (parody); 6) Be Bop A Lula;

7) Rip It Up/Ready Teddy; 8) Scared; 9) Steel And Glass; 10) Surprise, Surprise (Sweet Bird Of Paradox); 11) Bless You; 12) Going Down On Love; 13) Move Over Ms. L;

14) Ain't She Sweet; 15) Slippin' And Slidin'; 16) Peggy Sue; 17) Bring It On Home To Me/Send Me Some Lovin'; 18) Phil And John 1; 19) Phil And John 2; 20) Phil And John 3; 21) "When In Doubt, Fuck It"; 22) Be My Baby; 23) Stranger's Room;

24) Old Dirt Road.

 

CD IV [Dakota]: 1) I'm Losing You; 2) Sean's "Little Help"; 3) Serve Yourself; 4) My Life; 5) Nobody Told Me; 6) Life Begins At 40; 7) I Don't Wanna Face It; 8) Woman;

9) Dear Yoko; 10) Watching The Wheels; 11) I'm Stepping Out; 12) Borrowed Time; 13) The Rishi Kesh Song; 14) Sean's "Loud"; 15) Beautiful Boy; 16) Mr. Hyde's Gone (Don't Be Afraid); 17) Only You; 18) Grow Old With Me; 19) Dear John;

[SOMETHING MORE:] 20) The Great Wok; 21) Mucho Mungo; 22) Satire 1;

23) Satire 2; 24) Satire 3; 25) Sean's "In The Sky"; 26) It's Real.

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Para acabar de exprimir el legado de Lennon y probablemente también después de comprobar como las Antologías de los Beatles tenían unas ventas aceptables, salió esta caja de cuatro CD’s divididos cronológicamente y abarcando la década de Lennon como artista en solitario con tomas alternativas, demos, rarezas y momentos de diversión variados.

 

Así, el primer CD (llamado Ascot por la blanca mansión en la que vivía y grababa entonces) se corresponde con la época de grabación de sus dos primeros discos. De su disco de debut no se pueden extraer muchas conclusiones, puesto que siendo la instrumentación bastante sobria, las diferencias son escasas. Pero el disco Imagine da más juego, además de incluir algunas canciones inéditas. De las conocidas, además de poder escuchar la primera toma de la canción que daba título al álbum, puede destacarse que ‘Oh My Love’ tiene un piano más destacado y continuado, mejorando en ese sentido la versión final. Las canciones inéditas no son nada del otro mundo: ‘God Save The Oz’ tiene ese sabor clásico de rock del que gustaba Lennon pero sin una especial inspiración; ‘Do The Oz’ posee un riff pesado, aderezado por los aullidos de Yoko, que devuelven a la mente aquellos momentos tormentosos y vergonzantes del Live Peace in Toronto; Y ‘Long Lost John’ es totalmente olvidable por su convencional ritmo acústico. Lo que sí puede decirse claramente que sobra es la versión reggae de ‘I Don't Want To Be A Soldier’.

 

El segundo CD, llamado New York City, comprende hasta el disco Mind Games e incluye tres canciones de uno de los conciertos que hizo en dicha ciudad: ‘Woman Is The Nigger Of The World’, ‘It's So Hard’ y ‘Come Together’, siendo la mejor de ellas la última, como ya habíamos comprobado en el concierto que se publicó en disco, pues la prominencia de la guitarra eléctrica la dota de incluso mayor fiereza. Dos canciones pertenecen a una breve actuación acústica en el Teatro Apolo, donde mediante una presentación emocionante se da paso a la entrada de John y Yoko para desgranar la apasionante ‘Attica State’ sobre la matanza real de prisioneros en una cárcel tras un motín, que recibe aplausos del público por su valentía. En cambio, ‘Imagine’ cantada con acompañamiento de guitarra acústica no parece una buena opción tal como podemos comprobar. Finalmente, la tercera actuación en directo también es acústica y tuvo lugar en Ann Arbor con mayor carga política si cabe, pues fue como respuesta al arresto del escritor y activista John Sinclair, y las canciones escogidas fueron ‘Luck Of The Irish’ y la obvia ‘John Sinclair’, esta última con un buen sonido de cuello de botella.

 

Las canciones inéditas de este segundo volumen tampoco son nada especial. Encontramos dos donaciones que hiciera a su amigo Ringo Starr para que pudiera darle caché a sus discos: la gran ‘I'm The Greatest’ y ‘Goodnight Viena’, ambas en un estado demasiado embrionario para poder ser disfrutadas completamente. Mejor sensación produce encontrar la demo de ‘Real Love’, con una voz más agradable que la reprocesada para el Anthology de los Beatles y donde Lennon se acompaña únicamente del piano.

 

El tercer CD se denomina The Lost Weekend y llega hasta el parón que se tomaría Lennon durante unos años. Las tres grandes canciones de Walls And Bridges aquí siguen manteniendo el mismo epíteto, pues aunque sean tomas alternativas, lo cierto es que tanto ‘Nobody Loves You (When You're Down And Out)’ como ‘Scared’ y ‘Steel And Glass’ transmiten la misma fuerza que las versiones finales, además de ofrecer algunos (aunque mínimos) detalles diferentes. Las grabaciones correspondientes al Rock'n'Roll siguen en la misma senda que ya pudiéramos comprobar/padecer en Menlove Ave., aquí con la desagradable sorpresa de encontrar una flojísima versión de la conocida ‘Be My Baby’ que popularizaran las Ronettes (parece que los intentos de hacer aparecer a Spector en los créditos de composición fueron desastrosos). Como curiosidad encontramos extractos de los diálogos entre Phil y John. En la misma línea que los volúmenes anteriores, tampoco pueden destacarse las canciones inéditas, pues ‘Stranger's Room’ da la impresión de ser una demo inicial de la futura ‘I'm Losing You’; y ‘Move Over Ms. L’ es un convencional rock’n’roll que pasa sin más pena que gloria.

 

El cuarto volumen (llamado Dakota por el edificio de Nueva York donde vivía y donde fuera asesinado) se corresponde a sus dos últimos años creativos (1979 y 1980) y muestra al mismo tiempo el lado más bromista y casero de Lennon, pues está plagado de grabaciones caseras. El resto son grabaciones del Double Fantasy y del posterior proyecto truncado, la gran mayoría ya escuchadas en tomas diferentes en los discos póstumos ya comentados anteriormente, con las únicas novedades de la olvidable versión de una tal ‘Only You’, la floja balada (o al menos subdesarrollada) ‘Grow Old With Me’, la sub-demo ‘Dear John’ (porque ni la música ni la letra pasan de puros bocetos), el olvidable country de ‘Life Begins At 40’, algo de music-hall en la demo ‘Mr. Hyde's Gone (Don't Be Afraid)’, y la lástima de intuir las buenas canciones que pudieron haber sido ‘My Life’ y ‘The Rishi Kesh Song’ de haberles podido dedicar más tiempo. Las demos caseras son totalmente olvidables, solo para fans, o ni siquiera eso, pues escuchar al hijo pequeño de John cantando no suscita ningún interés. En cambio, cuando son demos del propio John pero cortas como ‘It's Real’ o ‘Mucho Mungo’, pueden hasta resultar interesantes. En el caso de ‘Serve Yourself’ parece situarse entre la parodia y la respuesta del por entonces famoso ‘Gotta Serve Somebody’ de Bob Dylan, famoso por pertenecer al primer disco que grabara tras su conversión al cristianismo más fanático. De ahí que Lennon cante que uno “tiene que servirse a sí mismo”. Aunque también encontramos en este volumen sátiras dirigidas directamente a Dylan, donde imita su voz nasal (las denominadas como ‘Satire’).

 

Al mismo tiempo que esta antología se publicaría también Wonsaponatime, una selección de las canciones más destacadas de estos cuatro discos pero que, igual que éstos, no deja de estar destinado únicamente a los fans más acérrimos de Lennon. El resto podríamos quedarnos simplemente con algunas de las tomas alternativas de sus mejores discos y poco más.

JOHN LENNON / PLASTIC ONO BAND - THE ULTIMATE COLLECTION

Año de publicación: 2021

Puntuación:

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CD I-V: 1) Mother; 2) Hold On; 3) I Found Out; 4) Working Class Hero; 5) Isolation;

6) Remember; 7) Love; 8) Well Well Well; 9) Look At Me; 10) God;

11) My Mummy's Dead; 12) Give Peace A Chance; 13) Cold Turkey;

14) Instant Karma! (We All Shine On).

CD VI: 1) Johnny B. Goode; 2) Ain't That A Shame; 3) Hold On (1); 4) Hold On (2);

5) Glad All Over; 6) Be Faithful To Me; 7) Send Me Some Lovin'; 8) Get Back;

9) Lost John (1); 10) Goodnight Irene; 11) You'll Never Walk Alone (Parody);

12) I Don't Want To Be A Soldier Mama I Don't Wanna Die (1); 13) It'll Be Me;

14) Honey Don't; 15) Elvis Parody (Don't Be Cruel/Hound Dog/When I'm Over You); 16) Matchbox; 17) I've Got A Feeling; 18) Mystery Train; 19) You're So Square;

20) I Don't Want To A Soldier Mama I Don't Wanna Die (2); 21) Lost John (2);

22) Don't Worry Kyoko (Mummy's Only Looking For A Hand In The Snow); …

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La moda de aprovechar el archivo musical de cualquier artista con nombre nos lleva aquí a asistir a la génesis y desarrollo del debut propiamente dicho de John Lennon en solitario. Como suele ocurrir, existen varias ediciones y aquí repasaremos la versión Deluxe porque es la que presenta mayor contenido, repartido en seis CD y dos Blu-Ray. En la web oficial de John Lennon se explica muy bien cómo se ha dividido el material incluido que, si nos fijamos, observamos pronto que el listado de canciones es exactamente el mismo en todos los discos excepto el último, el cual es un batiburrillo de temas variados de los que emplean los músicos para practicar y mejorar la compenetración entre ellos. Así pues, quien sea un verdadero forofo de este álbum puede sumergirse por completo en diferentes fases de su evolución, comprobando cómo era John en el estudio y que no había variado su afán perfeccionista y su propensión a la broma.

 

Como es obvio, el primero de los discos recoge el álbum original con una nueva mezcla, que en realidad tampoco varía nada destacable salvo una mayor pureza en el sonido. Observamos también que se añaden los singles de la época: ‘Give Peace A Chance’ ‘Cold Turkey’ y ‘Instant Karma! (We All Shine On)’, de tal manera que podremos escuchar su evolución también, aunque el primero de ellos muy poca evolución tiene más allá de la letra. El resto de discos se nutre principalmente de diferentes tomas de grabación, si bien el álbum original tenía un sonido tan crudo y directo que nos podemos imaginar lo inútil que resulta el ejercicio de escuchar diferentes tomas de lo mismo una y otra vez, pues desde la primera toma observamos que estaba ya todo bien definido, como cabía esperar. Encontraremos versos nuevos en algunos casos, pero en general ahí se acaban las diferencias esenciales respecto a las versiones finales, aparte de que parece una broma tener que escuchar diferentes tomas de algo tan casero como ‘My Mummy's Dead’. De igual manera, detalles como el de la primera toma de ‘I Found Out’, donde escucharemos a John decir el nombre de Yoko numerosas veces en la letra, no parecen de mucho interés. Que exista una toma 61 de ‘Mother’ puede hacer pensar en algo muy elaborado, pero por el contrario suena más vacía y “en curso” de lo que cabría esperar.

 

En el disco llamado The Elements Mixes, se supone que nos presentan detalles que quedaron ocultos en la versión final, pero obviamente no podemos esperar escuchar ninguna melodía perdida. Casi se dobla la duración ‘I Found Out’, lo que incluye nueva letra adicional, pero es que ‘Remember’ llega casi hasta los nueve minutos escuchando solamente la voz y la batería, de tal manera que se vuelve bastante tediosa, mucho peor cuando la segunda mitad es la repetición del mismo piano con la batería, variando ligeramente el tempo en algún momento pero aburriendo hasta la extenuación. También escuchamos una versión a cappella de ‘Mother’ donde los gritos finales son difíciles de soportar sin inmutarse, pues se aprecia todo el dolor sin ningún acompañamiento instrumental. Fue una terapia intensiva, sin duda. El disco de The Raw Studio Mixes se centra en mostrarnos las canciones sin efectos añadidos, tal cual fue grabada en el estudio en el momento por cada músico participante, lo cual no quiere decir que todo estuviera simultáneamente sonando allí (que para eso están las pistas de grabación, claro). Este disco sí que vale la pena escucharlo alguna vez cuando no se tenga muy reciente en la mente la versión final, pues sí que aporta una perspectiva diferente y un sonido más directo como si estuviéramos escuchando a los músicos sobre un escenario tocando estas piezas. Nuevamente no tiene mucho sentido escuchar diferentes tomas de ‘Love’, ‘Working Class Hero’ o ‘My Mummy's Dead’, pero la organización de este box set así lo determina.

 

En realidad se podría haber resumido todo este box set con el disco subtitulado The Evolution Mixes, pues son fragmentos unidos de diferentes fases de la grabación de cada canción. O sea, no es que se trate de lo más interesante, sino que ofrece un acercamiento más real a lo que fue la gestación de la obra, sin extenderse con ninguna toma en concreto. Con lo cachondo que era John, es previsible escucharle hacer alguna broma con los versos de “I don't believe in…” de ‘God’. Precisamente en ‘God’, igual que en ‘Isolation’, incluso le escuchamos preguntarle a Yoko qué le parece, a lo cual la mujer contesta con soltura como si se hubiera dedicado toda la vida a la música. Otra curiosidad más interesante es que podemos escuchar ‘Love’ con sección rítmica. Lo que produce escalofríos es comprobar cómo una de las ideas que tuvo John para cantar en ‘Cold Turkey’ fue la de imitar el desagradable y molesto vibrato que realizaba Yoko Ono al cantar (o digamos más bien chillar). Menos mal que no siguió por ese camino, pues ya tuvimos bastante con aquel primer concierto en Toronto.

 

El sexto y último disco es el único cuyo contenido es diferente al resto, salvo al final porque recoge demos caseras y algunas en el estudio que no dejan de ser bosquejos sin interés alguno, cuya finalidad era marcar una guía para los músicos y empezar a trabajar con ello. Pero en las demos caseras es todo tan rudimentario que seguro que el propio Lennon se habrá revuelto en su tumba por haber sido publicadas. Lo raro sería poder encontrar algo como la demo de ‘Strawberry Fields Forever’ que encontrábamos en el Anthology 2 de los Beatles, quizá la única vez en la historia en que una demo podía escucharse con el mismo agrado e interés que la versión final, o incluso más. La única versión decente de estas demos es la de ‘Instant Karma!’, que aparte se asemeja ya mucho a la versión final, puesto que el resto del material fluctúa entre lo inútil y lo bochornoso. Respecto al contenido novedoso, sin contar las versiones, tampoco encontraremos nada realmente relevante. Aunque el título de ‘Get Back’ provoque una sonrisa maliciosa, nada tiene que ver con ese mítico tema de McCartney que los Beatles interpretaron en la azotea del estudio de grabación, como tampoco tiene nada que ver al breve corte titulado ‘I've Got A Feeling’. Encontramos trazas de otras canciones, pues ‘It'll Be Me’ es la precursora de ‘Remember’ y el estribillo de ‘Lost John’ (de la primera versión, no de la segunda en clave de blues) es precursor directo de la futura ‘Oh Yoko!’. También comprobamos que originalmente la música de ‘I Don't Want To Be A Soldier Mama I Don't Wanna Die’ parecía inspirada en ‘Suspicious Minds’, la canción que había popularizado un resurgente Elvis Presley en 1969.

 

Como podemos observar, este box set está dirigido exclusivamente a fans acérrimos/as del de Liverpool. El Anthology ya nos dejó claro que la fantasía creativa que envolvía a los Beatles no era la misma que la de Lennon en solitario, en primer lugar porque no es lo mismo tener a tres genios dentro de un estudio de grabación que solo haber uno. El mundo no necesita estos archivos, sino más bien alguien que los analice detalladamente y extraiga conclusiones de provecho en forma de libro o documental. Pero todo sirva para hacer caja del legado de este músico icono del siglo XX.

RECOPILATORIOS

SHAVED FISH

Año de publicación: 1975

Si cuando hablábamos sobre el disco Rock'n'Roll ya se dejaba caer la posible idea de Lennon de recaudar fácilmente algo de dinero para su retiro musical de cinco años, que unos meses después se publicara este recopilatorio parece querer refrendarla. Aquí podemos escuchar hasta cinco canciones que aparecieron solo en single hasta ese momento: un breve extracto del himno ‘Give Peace A Chance’; la poderosa ‘Cold Turkey’ y su penetrante guitarra, imprescindible canción que hay que escuchar al menos una vez en la vida igual que la grandísima ‘Instant Karma’, que es lo que hubiera matado Elvis Presley por grabar y que corona a Lennon indiscutiblemente como rey del rock (¡toma aseveración!); luego tenemos ‘Power To The People’, que pierde musicalidad en favor de su mensaje, y la canción de Navidad ‘Happy Xmas (War Is Over)’, con Yoko haciéndole parte de los coros y donde curiosamente al final se escucha un reprise rockero del ‘Give Peace A Chance’. Cabe señalar que la melodía de 'Happy Xmas' está copiada directamente de 'Stewball' de los Hollies. En resumen, un recopilatorio recomendable para completistas, o al menos para quien no quiera perderse dos megaéxitos como ‘Cold Turkey’ e ‘Instant Karma’.

VÍDEOS

SWEET TORONTO

Año de publicación: 1971

El afamado D. A. Pennebaker fue el encargado de dirigir la filmación asociada al festival revival de Toronto de 1969, aunque se centra básicamente en la actuación completa de John, Yoko y la improvisada Plastic Ono Band. Previamente, como aperitivo, se añade una canción de cuatro leyendas musicales como Bo Diddley, Chuck Berry, Jerry Lee Lewis y Little Richard, quienes demuestran que saben cómo entretener al público con un carisma especial. A Jerry Lee Lewis le sale natural lo de colocar un talón sobre el piano. Cuando les toca el turno a Lennon y compañía y comienzan a tocar, queda claro lo rápido que fue todo para conjuntar la banda, la cual constaba de Eric Clapton en la guitarra, Klaus Voormann en el bajo y Alan White en la batería. El repertorio ya se comentó en el apartado correspondiente al disco, por lo que aquí solo nos queda verificar lo fácilmente que John olvida las letras y el extravagante show de Yoko Ono, que no encaja para nada en un concierto de rock. En los dos últimos temas cantados (¿cantados?) por ella, la cara de Clapton es un poema. De hecho, en ‘John John (Let's Hope For Peace)’ lo único que hacen los músicos es producir los sonidos más extraños y cacofónicos posibles como acompañamiento para los alaridos de Yoko, por lo que hay un momento en el que parece que Clapton esté aprovechando para limpiar su guitarra aunque esté enchufada, porque ¿quién lo iba a notar? Más gracioso resulta ver cómo Lennon acaba llevándose al resto de músicos a un rincón, como diciendo "bueno, esta tía ya acabará de chillar cuando le apetezca...". Lo que hace el amor.

IMAGINE

Año de publicación: 1988

Esta película documental está realizada a base de seleccionar imágenes y fragmentos de entrevistas de tal manera que se recorre la vida de Lennon desde su dura infancia (a los cuatro años se separaron sus padres y acabó viviendo con su tía), su más dura adolescencia (cuando retomó el contacto con su madre y empezó a disfrutar de su compañía, moriría atropellada por un coche) y, por supuesto, su próspera trayectoria musical primero como una de las fuerzas motoras de los Beatles y luego en su igualmente interesante carrera en solitario. En la película podemos ver las bondadosas pero –a veces– simplistas ideas con las que John y Yoko querían cambiar el mundo y dar notoriedad a la paz (esas ruedas de prensa desde la cama de un hotel), pero cuando Lennon entra en enfrentamiento dialéctico con un humorista canadiense de ideología conservadora, no parece salir muy bien parado. Cuando uno ha visto la película, ciertamente se echa de menos algo más de incisión en las aristas más peliagudas de la personalidad de Lennon, pero aparte de las luces se ven las suficientes sombras para comprender que ante todo fue una persona como cualquier otra, con sus virtudes y defectos. Musicalmente hablando, todo lo relacionado con la grabación del disco Imagine lo podemos encontrar más ampliado en el otro documental citado aquí, Gimme Some Truth, y del resto lo más destacable sea la inclusión al inicio y en las letras de crédito de la entonces inédita ‘Real Love’, que años después sería retomada por sus ex-compañeros de los Beatles para el segundo volumen del Anthology.

THE HOURS AND TIMES

Año de publicación: 1991

Si alguien realiza el ejercicio mental de pensar cómo podría ser una película de Godard (del primer Godard) sobre unas minivacaciones en Barcelona de Lennon con Brian Epstein en 1963, tiene aquí esta película de un tal Christopher Münch para satisfacer esa curiosidad. Desde el principio se nos avisa de que se trata de una invención, hipotetizando sobre la relación más cercana entre ellos, ya que se rumoreaba la atracción sexual que sentía Epstein por Lennon. Es este último quien fuerza algunas situaciones entre ellos, unas veces por curiosidad y otras por cruel diversión. No hay música de los Beatles, ni siquiera del emergente rock de la época, pero a cambio podemos escuchar bonita música de guitarra clásica. En cualquier caso, dura tan solo una hora y tampoco aporta nada interesante a lo que puede imaginarse sobre la situación.

GIMME SOME TRUTH

Año de publicación: 2000

Vídeo donde se muestra parte del proceso de grabación del disco Imagine en la mansión de Lennon, en la que aparece toda la pléyade de músicos que le acompañaron y principalmente extractos de diálogos dentro y fuera del estudio de grabación, así como John al micrófono intentando grabar la parte vocal sobre la instrumental en bastantes canciones. Se puede ver a Lennon tocando ‘How Do You Sleep?’ (el agrio ataque a McCartney) en el piano para mostrársela a Harrison, quien parece incluso interesado. Y no hay que perderse el diálogo que mantiene con un atontado joven que se ha colado en la mansión y que intenta que Lennon ilumine su vida con alguna frase o explicación, mientras éste le razona que es solo un tipo normal que escribe canciones sobre las cosas que le ocurren, sin pretender ser el gurú de nadie. También es curioso comprobar cómo Yoko daba su opinión en la producción de las grabaciones, donde a veces parece que le dan la razón pero para que se calle. Las escenas de la vida cotidiana de la pareja son más bien aburridas, pero al menos son breves y esta película puede verse con interés además de disfrutar de la magnífica música que formaba parte del citado disco.

THE U.S. VS. JOHN LENNON

Año de publicación: 2006

Como sabemos, Lennon se fue a principios de los setenta a vivir a Nueva York junto a Yoko Ono, en una etapa de gran activismo a favor de la paz y los derechos civiles, entablando relaciones con el mundo activista y los líderes de aquellos años, muchos de ellos vilipendiados como peligrosos extremistas de izquierda por el gobierno de Estados Unidos, entonces con el tenebroso y republicano (valga la redundancia) Nixon como presidente, lo cual equivalía entonces, en plena época de la guerra de Vietnam, a estar situado en el punto de mira para emplear cualquier procedimiento con apariencia legal contra ellos. De todo ello trata este documental, puesto que la solución empleada por el gobierno de Nixon para deshacerse de Lennon fue forzar burocráticamente su expulsión del país, lo cual derivó en varios años de pleitos judiciales que afortunadamente acabaron dando la razón a John. Lo tenebroso del asunto es comprobar cómo el poder de un estado es empleado políticamente para anular a todo aquel que se atreve a desafiar públicamente las decisiones políticas destinadas a disminuir los derechos sociales y humanos. Por otro lado, como este documental tuvo la bendición de Yoko, podemos escuchar una gran cantidad de canciones de Lennon, lo cual hace más llevadero un metraje en el que se repiten demasiado algunos conceptos.

EL ASESINATO DE JOHN LENNON

Año de publicación: 2007

En esta película (título original: Chapter 27) se representa al asesino de John Lennon durante los tres días en que llegó a Nueva York y lo acabó matando. El propósito del film es absurdo, porque ya sabemos lo que ocurrió y que el asesino era un perturbado mental, así que tenemos aquí ochenta minutos sin nada novedoso que ofrecer. Un análisis psicológico del personaje hubiera podido tener algo de interés, pero aquí queda todo superficial, previsible y manido. Para quienes hayan leído El guardián entre el centeno de J. D. Salinger, novela por la que el asesino estaba obsesionado, quizá encuentren rebuscado que en la película se reproduzca alguno de sus diálogos, además de que el título original haga referencia a que la novela tenía veintiséis capítulos. Pero ciertamente no hay nada de interés en este inservible film.

NOWHERE BOY

Año de publicación: 2009

Ya que con la anterior reseña se entró en el mundo de los biopics de manera un tanto morbosa, lo compensaremos ahora con esta otra película centrada en la adolescencia de Lennon. En ella podemos ver su vida insulsa en casa de su tía Mimi, hasta que la música cambió por completo su pesimista visión. Se entiende mejor lo que significó la pérdida de su madre en un atropello, puesto que en una de las secuencias la vemos enseñando a John a tocar el banjo (donde interpretan la tradicional ‘Maggie Mae’, un guiño a los Beatles porque estos la incluyeron también en Let It Be) y cuando volvían a pasar más tiempos juntos ocurrió la tragedia. Como película no tiene relevancia alguna, pero sirve para ver cómo se conocieron los Beatles y entender la importancia psicológica de este período en la vida posterior de Lennon.

LOVE IS ALL YOU NEED

Año de publicación: 2010

Documental que indaga sobre todo en el apartado personal de Lennon, intentando ir más allá de su proyección como figura artística, basándose en abundante material de archivo y recogiendo muchas opiniones de Cynthia, la primera mujer de John, quien habla de manera muy respetuosa y razonable (así que quienes busquen morbo, mejor que se dirijan a otro tipo de programas). Para el conocedor de la vida de Lennon, el único interés que presenta este documental es escucharle hablar en fragmentos de entrevistas que raramente se pueden haber visto en otro lugar. Y que nadie busque música porque no escucharemos ni una sola canción. Otra curiosidad es que escucharemos hablar un poco a McCartney, Harrison e incluso a George Martin (todo de imágenes de archivo), pero Ringo no habla en ningún momento.

KYOKO

Año de publicación: 2018

Cortometraje documental de veinte minutos que narra, a partir de los testimonios de los españoles que acabaron involucrados de alguna manera, un episodio de 1971 nada conocido en la vida de John Lennon: cuando fueron acusados en Mallorca de secuestro al llevarse sin aviso de una escuela de verano a la hija de Yoko Ono, cuyo exmarido la tenía en custodia. Tampoco tiene mayor interés en cuanto a la obra de Lennon, pues el verdadero dolor lo llevaría la madre y todo fue muy rápido, pero se agradece que en el documental esté todo tratado de una manera informativa y sin dramatismos (porque para vender se suele preferir justamente lo opuesto), reservando como final un bonito detalle emocional, que es también lo único que diferencia a este cortometraje de un mero ejercicio periodístico.

ABOVE US ONLY SKY

Año de publicación: 2019

En principio, parece que este documental va a ser otro nuevo repaso (aunque con muchos aspectos repetidos) de la grabación del álbum Imagine, empleando como novedad algo de material audiovisual inédito y entrevistas a algunos de los participantes que todavía siguen vivos, como Klaus Voormann o el baterista Alan White. Si nos enteramos que este documental ha sido autorizado por Yoko Ono, podemos intuir también la intención final de este proyecto, pues en varios momentos se da a entender que la canción ‘Imagine’ partió de una idea original de la japonesa. No puede ser más intencionada la manera de contarlo, puesto que es casi al final cuando se incluye el audio de una entrevista radiofónica en la cual Lennon reconoce que se inspiró en un poema de Yoko publicado en los años sesenta para componer su famosa canción. En cualquier caso, sugerir indirectamente que por ello Yoko podría o debería ser coautora de ‘Imagine’ sería como colocar a Timothy Leary de coautor de ‘Tomorrow Never Knows’. En definitiva, quienes conozcan el documental Gimme Some Truth no necesitan ver este, salvo que sean personas ávidas de cualquier novedad sobre Lennon, por pequeña que sea.

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