FRANK ZAPPA (2)
2020
THEM OR US
Año de publicación: 1984
Puntuación:
1) The Closer You Are; 2) In France; 3) Ya Hozna; 4) Sharleena; 5) Sinister Footwear II;
6) Truck Driver Divorce; 7) Stevie's Spanking; 8) Baby Take Your Teeth Out;
9) Marqueson's Chicken; 10) Planet Of My Dreams; 11) Be In My Video; 12) Them Or Us; 13) Frogs With Dirty Little Lips; 14) Whippin' Post.
2020
Originalmente un doble LP, en este álbum volvía Zappa a su vertiente rockera al estilo de lo que habíamos visto en sus últimas obras en este estilo. El interés cada vez mayor de Zappa por la música orquestal y el Synclavier provoca que pierda el interés por buscar una mayor originalidad en el rock, de ahí que este nuevo disco no suene en realidad tan nuevo, sino que recoge todo lo que ya habíamos visto con suficiente originalidad en You Are What You Is y luego cada vez de manera menos interesante hasta llegar al flojo The Man From Utopia. Buena parte del álbum está grabado en directo con adiciones posteriores en el estudio, apoyándose en los músicos habituales de los ochenta y contando todavía con Steve Vai, quien se muestra aquí como el impresionante guitarrista que pronto seguiría gozando de prestigio también en solitario.
Así pues, se retoman los aspectos ya conocidos de la carrera de Frank y en primer lugar encontramos lo que más le gustaba desde bien joven: el doo-wop; en este caso mediante la versión de un oscuro tema titulado ‘The Closer You Are’, interpretado con buen gusto y sin sorpresas. Más adelante encontraremos un poco de casi todo, sea jazz, rock duro, blues modernizado (‘In France’), musical de Broadway (los pegadizos coros de ‘Baby Take Your Teeth Out’), vodevil (‘Planet Of My Dreams’) o ritmos rápidos incluso bailables como en los setenta. ¿Y qué sería Frank Zappa sin las disonancias? Pero al menos que fueran con mesura y no con lo desproporcionado de ‘Truck Driver Divorce’, que son nueve minutos de padecimiento en ese sentido.
Teniendo a Vai en la banda, siempre hay lugar para introducir solos de guitarra desaforados, aunque se pasan de la raya en ‘Ya Hozna’, la cual produce más molestia que agrado. Pero los solos se hacen notar y con libertad total, así que quienes busquen al Zappa (o al Vai) más guitarrero, tienen aquí ‘Sinister Foowear II’, ‘Marqueson's Chicken’ y, quizá la mejor, ‘Them Or Us’. A veces se introduce algún solo de manera demasiado forzada, como en la nueva versión de ‘Sharleena’, que transcurre de manera dulce en un estilo similar al doo-wop y de repente introducen un estruendoso solo de guitarra por medio. Y hablando de Vai, la única canción para recordar de este álbum es la chocarrera ‘Stevie's Spanking’, puesto que posee un riff de guitarra reconocible y un solo verdaderamente a la altura de lo que se espera en un disco de Zappa.
‘Be In My Video’ es una broma hacia David Bowie, con referencias a la canción y vídeo musical de ‘Let's Dance’ (“Let's dance the blues”) e incluso a ‘China Girl’, pero musicalmente no es muy atractiva al enfatizar el tono jocoso. Para el final tenemos la sorpresa (sorpresa ahora, porque en los próximos años la volveremos a encontrar) de una interpretación de la famosa ‘Whippin' Post’ de los Allman Brothers, aquí de forma espectacular por unos músicos que lo dan todo, incluido un extenso intermedio instrumental donde demuestran su excelso nivel. Es una forma de dejar una buena sensación final para un disco algo irregular que simplemente incide en aspectos ya conocidos y mejor reflejados en álbumes anteriores. Aun así, sigue siendo un disco de Frank Zappa y eso, como casi siempre, es garantía de contener algunos momentos de interés.
FRANCESCO ZAPPA
Año de publicación: 1984
Puntuación:
[OPUS I:] 1) No. 1 First Movement: Andante; 2) No. 1 2nd Movement: Allegro con brio;
3) No. 2 1st Movement: Andantino; 4) No. 2 2nd Movement: Minuetto grazioso;
5) No. 3 1st Movement: Andantino; 6) No. 3 2nd Movement: Presto; 7) Opus I: No. 4 1st Movement: Andante; 8) Opus I: No. 4 2nd Movement: Allegro; 9) No. 5 2nd Movement: Minuetto grazioso; 10) No. 6 1st Movement: Largo; 11) No. 6 2nd Movement: Minuet; [OPUS IV:] 12) No. 1 1st Movement: Andantino; 13) No. 1 2nd Movement: Allegro assai; 14) No. 2 2nd Movement: Allegro assai; 15) No. 3 1st Movement: Andante; 16) No. 3 2nd Movement: Tempo di minuetto; 17) No. 4 1st Movement: Minuetto.
Hasta que llegó la era de la información gracias a la revolución de internet, la justificación de este álbum como un descubrimiento de Frank de que existía un antiguo compositor de música clásica llamado Francesco Zappa, parecía una de tantas bromas del cachondo de Frank. Pero resultó que era verdad, existió un Francesco Zappa en el siglo XVIII aunque no tuvo relevancia alguna en el devenir de la historia de la música. El caso es que se interesó por sus oscuras composiciones y, dado que estamos en la época de la locura por el Synclavier en detrimento de la guitarra, interpretó con él un buen muestrario de sus piezas hasta completar casi cuarenta minutos que conforman este disco. De esta manera, apareció por primera vez música grabada del citado desconocido compositor.
No sabemos si las obras que creó el Zappa dieciochesco eran expresamente de ágil tempo o si el Zappa contemporáneo eligió expresamente las que contienen movimientos animados, pero en los títulos apenas vemos un Largo, todo lo demás oscila entre el Andante y el Presto. Así que prácticamente todo lo que escucharemos será música juguetona y agradable, un divertimento para Frank y su Synclavier. Eso sí, no parece que se pierda ni una sola nota por el camino, todo un mérito de su técnica. La única objeción que puede hacerse a este álbum es que el sonido del Synclavier no parece todo lo serio que debería para la música clásica, si acaso pretende sonar accesible. En cuanto a la música, resulta innecesario analizar cada movimiento, ya que nos podemos hacer una perfecta idea si pensamos que se trata de un compositor de segunda/tercera fila en la época de, entre otros, los grandes Mozart y Haydn. Por tanto, esta música suena a lo mismo que estos últimos pero sin su genialidad, lo cual al menos sirve para que sea entretenido y agradable de escuchar, si bien no nos aportará nada relevante.
Se le podía permitir a Frank Zappa este entretenimiento al tratarse de su cuarto álbum en el mismo año, todo un logro para un prolífico músico como él e inalcanzable para casi todos los demás. En cualquier caso, lo único positivo que puede conseguir aquí es que haya gente que se interese por la música del siglo XVIII, y solo por eso ya está justificada su existencia.
THING-FISH
Año de publicación: 1984
Puntuación:
CD I: 1) Prologue; 2) The Mammy Nuns; 3) Harry & Rhonda; 4) Galoot Up-Date;
5) The 'Torchum' Never Stops; 6) That Evil Prince; 7) You Are What You Is; 8) Mudd Club; 9) The Meek Shall Inherit Nothing; 10) Clowns On Velvet; 11) Harry-As-A-Boy;
12) He's So Gay; 13) The Massive Improve'lence; 14) Artificial Rhonda.
CD II: 1) The Crab-Grass Baby; 2) The White Boy Troubles; 3) No Not Now; 4) Briefcase Boogie; 5) Brown Moses; 6) Wistful Wit A Fist-Full; 7) Drop Dead; 8) Won Ton On.
En primer lugar, hagamos un recuento rápido para poder situarnos bien: cinco álbumes de material nuevo (en su gran mayoría) en un periodo de dos años y además el presente un doble álbum, originalmente un triple LP, aunque todavía faltaría otro disco más para cerrar 1984. Y si miramos más hacia atrás, el recuento puede ser mareante; no existe un artista musical de la envergadura de Zappa que sea tan prolífico durante tantos años. En el presente caso, Thing-Fish, se aprovechan muchas composiciones anteriores porque nos encontramos ante un musical al estilo de Broadway. No sería hasta el siglo XXI que se lograría representar en un escenario con actores, así que en 1984 quedó como un proyecto inconcluso que, musicalmente hablando, dejó mucho que desear. No así la historia, que es en esencia otra crítica sardónica contra la pacata sociedad estadounidense dominante, aunque se enfunda en una excéntrica historia de experimentos con seres humanos y transformaciones varias que, sobre todo al principio, cuesta de asimilar.
Al tratarse de una obra de índole teatral, el apartado musical sufre en exceso, como si la música fuera lo de menos cuando debería ser al contrario. El acompañamiento instrumental es bastante rudimentario y repetitivo, repercutiendo considerablemente y de forma negativa en el interés que pueda suscitar. La mayor parte del tiempo estamos escuchando hablar a los personajes, así que el inicio del álbum ya es indicativo de lo que encontraremos en general. Por el comienzo de ‘Galoot Up-Date’ parece que vamos a encontrar la primera canción real, pero pronto se vuelve a convertir en un recitado con insustancial acompañamiento instrumental de fondo. De esta manera, la opción de aprovechar composiciones antiguas con una letra nueva adaptada a la historia parece que va a solucionar un poco el asunto, pero no es necesariamente así. ‘The Torture Never Stops’ reaparece con otra letra bajo el título de ‘The 'Torchum' Never Stops’ y eso nos permite disfrutar de algunos retales de fiera guitarra, pero la duración de diez minutos ya nos adelanta que en su mayor parte estará todo enfocado a la historia que se cuenta, así que se trata simplemente de un oasis musical dentro del desierto narrativo. ¿Existiría alguna diferencia si dejáramos ‘Harry-As-A-Boy’ sin nada de música, solo las voces? Esa pregunta podría aplicarse en muchos más casos, para que cualquiera se haga una idea.
De las composiciones nuevas poco se puede decir porque todo está enfilado hacia la historia, olvidando la mayor parte del tiempo que estamos ante una obra musical en primer lugar. Uno de los pocos temas que puede salvarse entre las novedades es ‘Artificial Rhonda’, a pesar de que su inicio nos engaña al proseguir el mismo tono general de narración. No es que sea gran cosa, pero a partir del primer minuto llega un dinámico intermedio instrumental que se agradece. También podría destacarse ‘Brown Moses’ porque suena hasta pegadiza, aunque la recta final se vuelve demasiado repetitiva. Como habrán acertado l@s más perspicaces, ‘Won Ton On’ es la escritura al revés de ‘No Not Now’, de tal manera que la segunda la podremos escuchar reproducida en sentido inverso junto con nuevas partes vocales. Un experimento gracioso para finalizar una obra que deja mucho que desear. Es decir, desde un punto de vista estrictamente musical, ya que para valorarla en su justa medida se debería ver la interpretación escénica. Sería como valorar una obra teatral por el texto del libro y no por la representación, pero en todo caso es una obra menor, muy menor, y fallida de Frank Zappa.
2021
FRANK ZAPPA MEETS THE MOTHERS OF PREVENTION
Año de publicación: 1985
Puntuación:
1) I Don't Even Care; 2) One Man, One Vote; 3) Little Beige Sambo;
4) Aerobics In Bondage; 5) We're Turning Again; 6) Alien Orifice; 7) Yo Cats;
8) What's New In Baltimore?; 9) Porn Wars; 10) H. R. 2911.
2021
Volvió aquí el Zappa más político con la finalidad de exponer públicamente la denigrante campaña promovida por un comité nacional estadounidense para censurar las letras que consideraban no apropiadas para el público. Cuatro madres (una de ellas la mujer de Al Gore, futuro candidato y casi presidente de los Estados Unidos) crearon una organización llamada PMRC que llevó al Senado su queja sobre unas canciones cuyas letras no querían que fueran escuchadas por sus hijos. Por allí desfilaron varios músicos para declarar, entre ellos Frank Zappa, quien aporta aquí su propio montaje de la declaración en forma de collage musical indigerible bajo el título que ya lo dice todo: ‘Porn Wars’. Mejor que intentar descifrar algunos de los diálogos simultáneos que se escuchan es leer directamente el capítulo sobre el asunto (el decimoquinto) que dedica Frank en sus imprescindibles y lúcidas memorias ya traducidas al castellano con el título de La verdadera historia de Frank Zappa. Los músicos que le acompañan son los habituales de estos años, incluyendo a Steve Vai, quien ya había iniciado su carrera en solitario y no tardaría mucho más en salir de la banda de Zappa.
Para tener un propósito tan reivindicativo, este álbum está plagado de instrumentales, que desgraciadamente son bastante estériles debido a una complejidad a través de la cual discernir dónde están las melodías, como es el caso de la pieza de Synclavier ‘One Man, One Vote’. Si nos fijamos en ‘Little Beige Sambo’, suena a último Zappa, el ultracomplejo al que ya se debe analizar desde un punto de vista técnico porque ya no se dirige al público normal sino al conocedor del lenguaje musical. Respecto a ‘Aerobics In Bondage’, se trata de una experimentación disonante que juega con el tempo; cuesta asimilarla, aunque todavía resulta más indigesta la similar ‘H. R. 2911’. Frank decide hacer de crooner para cantar/recitar ‘Yo Cats’, que musicalmente es lamentable aunque posee una letra bastante cruda sobre el mundo de la música, pues a partir de los ochenta es cuando verdaderamente resultó complicado para los grupos basados en guitarras.
En ‘We're Turning Again’ realiza un repaso humorístico de los últimos años sesenta con múltiples referencias, sobre todo a músicos fallecidos con los que no escatiman en bromas. No falta humor macabro con el rumor de que Mama Cass murió atragantada comiendo un sándwich. Contiene algunos detalles musicales interesantes, como el estribillo que se muestra nada más comenzar o algunas florituras de los músicos, pero no se trata de una composición indispensable. El problema que presenta ‘I Don't Even Care’ es que se acaba repitiendo todo el tiempo una misma estructura (y casi podríamos decir la letra), de tal manera que superar los cuatro minutos con lo mismo deviene en excesivo. Como ya se ha visto, más de la mitad del disco es instrumental y entre esas piezas cabe destacar dos que sobresalen sobre el resto. De lo mejor del álbum es la improvisación de guitarra de ‘Alien Orifice’, aunque luego le toma el testigo un frenético xilófono que es más que nada una demostración de técnica. También se ha de destacar ‘What's New In Baltimore?’, con suficientes melodías y variaciones graduales como para que se pueda escuchar con gusto.
En conjunto, lo que vemos es un álbum publicado con intención de denunciar lo surrealista de esa propuesta de coartar la libertad artística por parte de unas madres escandalizadas, que nunca hubieran logrado relevancia de no haber tenido unos maridos con poder político. Esto significa que el contenido musical es menos relevante y además se mezclan varios Zappas (el de los collages, el del Synclavier, el del jazz-rock…), pero ninguno de ellos en su nivel más alto. Por tanto, se trata de un disco que no contentará a nadie. Y para poder reírnos (aunque en realidad es muy triste que algo tan retrógrado pudiera llevarse a cabo) ya están las transcripciones de las comparecencias, donde vuelve a repetirse ese esfuerzo histórico de mentalidades pacatas por censurar todo lo que no se amolda a una impostada realidad tradicional.
DOES HUMOR BELONG IN MUSIC?
Año de publicación: 1986
Puntuación:
1) Zoot Allures; 2) Tinsel-Town Rebellion; 3) Trouble Every Day; 4) Penguin In Bondage;
5) Hot-Plate Heaven At The Green Hotel; 6) What's New In Baltimore?;
7) Cock-Suckers' Ball; 8) WPLJ; 9) Let's Move To Cleveland; 10) Whippin' Post.
Aunque tiene el mismo título que el vídeo de un concierto de Frank Zappa de la misma época, este álbum es una selección de actuaciones de finales de 1984, un año en el que vimos que en el estudio su mente estaba alejada del rock, enfrascado como estaba en nuevos proyectos de dudoso resultado. No así en directo, pues aquí vuelve el Zappa tradicional de la fusión de estilos bajo el tamiz del rock y el humor grotesco. El personal que acompaña a Zappa es el habitual de esos años, aunque no está Steve Vai como guitarrista. Quien sí aparece como guitarrista novel en ‘Whippin' Post’ es el hijo de Zappa, Dweezil, quien continuaría con el legado musical en directo tras el fallecimiento de su padre.
El sonido es el habitual del Zappa de los ochenta, esto es, con la misma complejidad y virtuosismo de siempre pero con algo más de sintetizadores de lo habitual y la batería electrónica, sin que tampoco suponga ningún problema. Fijarse en cómo cambian de ritmo y estilo continuamente en ‘Tinsel-Town Rebellion’ es la demostración más clara de que Zappa y sus músicos eran unos intérpretes descomunales, aunque Frank estaba más tiempo cantando y dirigiendo que tocando la guitarra. De todas maneras, ya sabemos que encontraremos competentes instrumentales donde no faltan espectaculares solos de guitarra (‘Zoot Allures’); aunque el solo más extenso, para quien sea un fan del estilo de Frank, lo encontraremos en ‘Hot-Plate Heaven At The Green Hotel’. Encontraremos también algunas pequeñas bromas, como escuchar la sintonía de los dibujos antiguos de la Warner en ‘Penguin In Bondage’, y sobre todo grandes bromas como dedicar “a todos los republicanos entre el público” el desvergonzado ‘Cock-Sucker's Ball’, cuyo título es solo un adelanto del lenguaje soez empleado. Es bastante breve y está cantada al estilo de los grupos vocales de la pubertad de Zappa, igual que ‘WPLJ’.
La interpretación de la citada ‘Whippin' Post’ es como siempre espectacular, acelerando un poco el brutal riff de entrada. El solo de guitarra queda un tanto autoindulgente (debe ser el hijo de Zappa) en algunos momentos y en la recta final el vocalista aprovecha para interactuar con el público, de tal manera que el tema no llega al nivel de brillantez que se podía escuchar en Them Or Us. En directo ya comprobamos en Roxy & Elsewhere que ‘Trouble Every Day’ se ralentizaba siempre respecto a la original de Freak Out!, dándole aquí incluso un toque de sonido Filadelfia. Ya que hemos citado esta ciudad, encontraremos dos títulos novedosos que curiosamente hacen referencia a otras dos ciudades de Estados Unidos. Por un lado, ‘Let's Move To Cleveland’ es un extenso instrumental de quince minutos de poderoso comienzo donde se van sucediendo diferentes solos de los músicos, sin que falte el del baterista. Mucho mejor resulta la interpretación de ‘What's New In Baltimore?’, tanto por el estupendo inicio liderado por el teclado como por el deslumbrante solo de guitarra de casi dos minutos que podemos disfrutar, bien acompañado por vientos.
Todo ello sirve para conformar un álbum relativamente variado porque contiene varias de las vertientes musicales desarrolladas por Frank durante su carrera: los temas de coros vocales, el humor chocarrero, el guitar-hero, las estructuras imprevisibles, el virtuosismo, la teatralización… Es por tanto un recomendable álbum que nos muestra que Zappa y sus acólitos seguían siendo una sensación en el escenario, ofreciendo una música que aunaba entretenimiento y calidad a partes iguales. Un acierto asegurado.
JAZZ FROM HELL
Año de publicación: 1986
Puntuación:
1) Night School; 2) The Beltway Bandits; 3) While You Were Art II; 4) Jazz From Hell;
5) G-Spot Tornado; 6) Damp Ankles; 7) St. Etienne; 8) Massaggio Galore.
Este álbum se recuerda más por dos motivos ajenos a la música propiamente dicha: por un lado fue galardonado con el premio Grammy como mejor instrumental de rock, que solía entregarse por una canción concreta pero aquí tomaron el álbum en conjunto. Por otro lado, se recuerda también porque al disco físico le añadieron la etiqueta de “Parental Advisory” cuando se trataba de una obra instrumental. Si lo único que podría ofender son algunos títulos y estos se pueden leer sin problema, ¿para qué añadirle esa etiqueta? En fin, cosas de la mentalidad estadounidense y quizá también una manera de vengarse de Frank por su cruzada contra quienes promovieron este tipo de distintivos. En cuanto al contenido musical, no vamos a encontrar un jazz al uso, en primer lugar porque prácticamente todo está interpretado por Zappa con el synclavier y algún teclado adicional. Quienes busquen al Zappa improvisador de guitarra, deben dirigirse directamente a ‘St. Etienne’, única excepción a los ingredientes del resto del contenido.
Al principio puede resultar desconcertante el peculiar sonido que sale de ese sintetizador tan especial, sobre todo si estamos pensando en música jazz más tradicional, pues no es normal escuchar jazz a través de un synclavier. Aunque el ritmo esté programado en ‘Night School’, que es una de las mejores composiciones que encontraremos aquí, Frank va añadiendo un buen puñado de pasajes suficientemente melódicos como para que el interés no decaiga en ningún momento. En cambio, ‘Jazz From Hell’ abruma por la ingente cantidad de notas que escuchamos en tan solo tres minutos, entendiendo así lo que decía Frank sobre el synclavier, esto es, que podían interpretarse composiciones imposibles de ejecutar por una persona. En los temas en que acaba divagando demasiado (‘The Beltway Bandits’, ‘Damp Ankles’) puede resultar un tanto aburrido, no por la innumerable cantidad de notas diversas que pueden escucharse, sino porque dan la sensación de seguir un camino sin rumbo. Es cuando puede apreciarse una estructura en el desarrollo de una composición que al menos puede escucharse con agrado, aunque sean complejas como ‘While You Were Art II’.
‘G-Spot Tornado’ es el tema más conocido porque formará parte del último álbum publicado por Zappa en vida, The Yellow Shark, demostrando por un lado el cariño que le tenía a esta composición y por otro el espíritu aventurero de Frank, pues se trata de una pieza muy compleja que será ejecutada por una orquesta en el citado álbum. Aquí se puede permitir realizar todo tipo de florituras con el synclavier aunque el sonido queda bastante robótico. La pieza final, ‘Massaggio Galore’, puede tomarse como una variación menor del mismo tema. El único tema en el que está acompañado por otros músicos es el citado ‘St. Etienne’ al tratarse en realidad de un fragmento extraído de la interpretación en directo de ‘Drowning Witch’ que bien podría haber formado parte del futuro álbum Guitar, pues podemos escuchar una de esas improvisaciones aventuradas de guitarra que tanto engrandecieron la reputación de Frank como excelso intérprete. El título del tema está referido a que pertenece a un concierto acaecido en dicha ciudad francesa.
Se trata por tanto de una obra que solo puede enamorar al devoto de la música compleja de Zappa, de sus estructuras imprevisibles y del sonido moderno. Todo ello al mismo tiempo. Curiosamente es el último álbum de estudio que publicará antes de su fallecimiento, dedicándose a partir de ahora a grabar en directo con orquestas o a indagar en su enorme archivo de música grabada en conciertos. Del Grammy que ganó no cabe señalar nada, pues este premio suele estar contaminado por la comercialidad y tanto da si alguna vez se ciñen a criterios más artísticos, si bien la categoría por la que fue premiado ha sido normalmente destinada a nombres ilustres dentro de la música. En cualquier caso, este disco tiene su interés como casi cualquier obra de Zappa.
LONDON SYMPHONY ORCHESTRA, VOL. II
Año de publicación: 1987
Puntuación:
1) Bogus Pomp; 2) Bob In Dacron: First Movement; 3) Bob In Dacron: Second Movement; 4) Strictly Genteel.
De las mismas sesiones de grabación de 1983 que dieron lugar al primer volumen de esta música interpretada por la London Symphony Orchestra y dirigida por el renombrado Kent Nagano apareció este segundo volumen. Da la impresión que lo mejor se lo reservaron para esta ocasión, aunque quizá fuera debido a que la primera y la última pieza ya eran conocidas con antelación por el seguidor activo de Zappa, concretamente las versiones contenidas en Orchestral Favorites.
Así pues, ‘Bogus Pomp’ ya es una vieja conocida: música clásica contemporánea, repleta de cambios súbitos y estridencias varias que no desentonaría en alguna banda sonora de película de intriga. Precisamente el mismo Zappa nos cuenta en el libreto que se trata de una parodia de los clichés de las bandas sonoras. Lo más sorprendente llega con la entrada de percusión casi llegando a los catorce minutos, en un pasaje de gran fuerza, pero también se podrían haber ahorrado el solo de violín que llega a los dieciséis minutos. Entre los dos movimientos de ‘Bob In Dacron’ apostamos por la contención e imprevisibilidad del segundo, cuyos cambios de ritmo lo hacen más reconocible respecto al estilo general de Zappa. El empleo de la percusión en el último tercio consigue también que el sonido sea todavía más contemporáneo.
‘Strictly Genteel’ ya nos había deleitado también en la versión de Orchestral Favorites y aquí no iba a ser menos, pues un director como Nagano sabe extraer todo el lirismo y la grandeza de cada uno de sus fragmentos. Es quizá el mayor momento de gloria del Zappa compositor clásico, pues se aúna con la ejecución de una prestigiosa orquesta y la guía de un director que ya ha dejado su nombre en la historia. El final en fade-out donde podemos escuchar la bella melodía principal mientras se va apagando es otro momento de magia especial.
Al tratarse de música clásica que requeriría un análisis técnico, esta reseña acaba aquí y se emplaza a escuchar este álbum a quienes tengan aprecio por este tipo de música, pues para tratarse de música clásica contemporánea (siempre tan propensa a las estructuras complejas y las disonancias), lo cierto es que puede escucharse con agrado y no supone una barrera infranqueable el desconocimiento del lenguaje musical. Aunque se grabaran en las mismas sesiones, este segundo volumen es como si hubieran querido hacer la versión accesible del primero.
GUITAR
Año de publicación: 1988
Puntuación:
CD I: 1) Sexual Harassment In The Workplace; 2) Which One Is It?; 3) Republicans;
4) Do Not Pass Go; 5) Chalk Pie; 6) In-A-Gadda-Stravinsky; 7) That's Not Really Reggae;
8) When No One Was No One; 9) Once Again, Without The Net; 10) Outside Now (Original Solo); 11) Jim & Tammy's Upper Room; 12) Were We Ever Really Safe In San Antonio?;
13) That Ol' G Minor Thing Again; 14) Hotel Atlanta Incidentals;
15) That's Not Really A Shuffle; 16) Move It Or Park It; 17) Sunrise Redeemer.
CD II: 1) Variations On Sinister #3; 2) Orrin Hatch On Skis; 3) But Who Was Fulcanelli?; 4) For Duane; 5) GOA; 6) Winos Do Not March; 7) Swans? What Swans?; 8) Too Ugly For Show Business; 9) Systems Of Edges; 10) Do Not Try This At Home; 11) Things That Look Like Meat; 12) Watermelon In Easter Hay; 13) Canadian Customs; 14) Is That All There Is?; 15) It Ain't Necessarily The Saint James Infirmary.
Este doble álbum es la continuación de aquel tríptico titulado Shut Up 'N' Play Yer Guitar que Frank Zappa publicó en 1981. Así pues, de una infinidad de conciertos se extraen los fragmentos instrumentales donde Frank se deleita (y nos deleita) con sus solos de guitarra. Esto quiere decir que son fragmentos de temas conocidos (aunque hay un par de casos en que se trata de composiciones originales), pero se vuelven a emplear títulos jocosos para cada pieza para así compensar la falta de letras. No cabe añadir mucho a lo que ya se comentó en su momento en el álbum citado al principio, ya sabemos lo que nos vamos a encontrar. Resulta complicado de escuchar de manera seguida porque, aun siendo variados los estados de ánimo que transmite con la guitarra, así como el acompañamiento instrumental, se trata de un solo detrás de otro. Y eso es mejor tomarlo en dosis moderadas.
Sin embargo, se comienza de manera excepcional mediante ‘Sexual Harassment In The Workplace’ en clave de blues-rock, demostrando de entrada la gran versatilidad que tenía Zappa con la guitarra, aparte de la depurada técnica. Cabe destacar que este tema no forma parte de ningún otro y es una composición en sí misma. En general, el álbum fluye con viveza y se deja escuchar con agrado. Cuando los músicos se muestran disonantes de entrada, cuesta cogerle el punto a temas como ‘Canadian Customs’, aunque si conseguimos adaptarnos a ese juego podemos tomarle el punto a los devaneos de Frank. Pero ese tipo de temas quedan entre lo más discreto del doble álbum. Quién sabe si el título de ‘Republicans’ está precisamente asociado a que por momentos desliza la guitarra hacia las atonalidades.
El título de ‘In-A-Gadda-Stravinsky’ ya nos ilustra sobre lo que vamos a escuchar, aunque del famoso tema de Iron Butterfly tan solo escuchamos que está siguiendo su ritmo el bajista, el resto ya se lanza a la improvisación pura. Sería curioso conocer la conexión exacta con Stravinsky, pues parece ser que Zappa se inspira en La consagración de la primavera, título que por otra parte quizá surgiera del subconsciente de Stravinsky como manera de sepultar/asesinar el nombre de la obra más conocida de Vivaldi, en una manera de replicar psicológicamente el hipotético asesinato de Mozart por Salieri. Hasta momentos de cierto lirismo encontraremos en este álbum, como en el inicio de ‘Systems Of Edges’, aunque todo depende siempre del estado de ánimo en que se encuentre Frank en el momento. Tal es la expresividad que consigue con la guitarra. Mediante el título de ‘That's Not Really Reggae’ ya nos avisa de que el ritmo reggae es tan solo una excusa para desarrollar otro laborioso solo, un ritmo arquetípico que reproducen también en ‘Things That Look Like Meat’.
El título de ‘For Duane’ parece sugerir que se trata de Duane Allman y, por ende, que el solo pudiera pertenecer a una interpretación de ‘Whippin' Post’, aunque el ritmo de blues nos dirija más bien hacia alguna versión de Muddy Waters, que es lo que Duane hubiera tocado también con mucho agrado. Podríamos entretenernos aquí y repasar también cada título escogido para los temas, que el humor de Frank Zappa siempre tiene un motivo, pero dejémoslo aquí (pues este disco requeriría una análisis estrictamente técnico) y recomendemos este álbum únicamente a quienes adoren la técnica de guitarra de Zappa, que motivos también hay para ello. Para el resto, pues se anima también a que lo prueben ligeramente y luego que decidan si continuar.
YOU CAN'T DO THAT ON STAGE ANYMORE, VOL. 1
Año de publicación: 1988
Puntuación:
CD I: 1) The Florida Airport Tape; 2) Once Upon A Time; 3) Sofa #1;
4) The Mammy Anthem; 5) You Didn't Try To Call Me; 6) Diseases Of The Band;
7) Tryin' To Grow A Chin; 8) Let's Make The Water Turn Black/Harry, You're A Beast/The Orange County Lumber Truck; 9) The Groupie Routine; 10) Ruthie-Ruthie; 11) Babbette; 12) I'm The Slime; 13) Big Swifty; 14) Don't Eat The Yellow Snow/Nanook Rubs It/St. Alphonzo's Pancake Breakfast/Father O'Blivion/Rollo.
CD II: 1) Plastic People; 2) The Torture Never Stops; 3) Fine Girl; 4) Zomby Woof;
5) Sweet Leilani; 6) Oh No; 7) Be In My Video; 8) The Deathless Horsie;
9) The Dangerous Kitchen; 10) Dumb All Over; 11) Heavenly Bank Account;
12) Suicide Chump; 13) Tell Me You Love Me; 14) Sofa #2.
Comienza aquí una serie de álbumes que recogen selecciones de actuaciones en directo de toda la carrera de Frank Zappa. Este primer volumen está entre los mejores de esta colección y contiene una variedad notable para comprobar nuevamente la versatilidad de este excepcional músico. Muchas de las vertientes que hemos descubierto a lo largo de su vasta discografía tienen aquí su reflejo, de una manera u otra. Las actuaciones abarcan desde el año 1969 a 1984, ambos incluidos, pero no se sigue un orden cronológico. Y la cantidad de álbumes representados en el repertorio es enorme, nos podemos encontrar temas de cualquiera de ellos, hasta algunos que ya se habían interpretado en directo únicamente. Las que pertenecen a un mismo concierto (en grupos de dos o tres como mucho) se suceden consecutivamente, pero no está claro si en realidad aparecían de esa manera en el concierto original, pues por ejemplo en ‘Fine Girl’ y la estupenda ‘Zomby Woof’ (con unos brutales solos de guitarra), que pertenecen a un mismo concierto de 1982, aparecen enlazadas pero el corte que se aprecia entre una y otra no deja nada claro si fue así en la realidad.
Encontraremos unas cuantas novedades, que son en general bromas o parodias que respondían a la motivación de los músicos en ese momento, esa mezcla de profesionalidad y humor que distinguía las actuaciones en directo de Zappa y sus acólitos. Por ejemplo, ‘Once Upon A Time’ es una historia humorística de introducción cuyo interés dependerá de lo que atraiga a cada persona el peculiar sentido del humor de Frank y sus compañeros. Es como si nos encontráramos en un cabaret en vez de en un concierto de rock. Llegan a las cacofonías en ‘Sweet Leilani’, de 1969, mientras que el instrumental ‘The Mammy Anthem’ bien podría haberse incluido en alguno de los álbumes “de guitarra” de Zappa, pues nos muestra nuevamente su impecable técnica. ‘Ruthie-Ruthie’ y ‘Babbette’ son ambas de 1974, la primera la versión humorística del conocido éxito ‘Louie Louie’ con una nueva letra, mientras que ‘Babbette’ es otra de esas parodias de doo-wop sin mayor repercusión. Que por cierto, ‘Louie Louie’ aparece por partida doble porque es su música la empleada para ‘Plastic People’, pero manteniendo la letra de esta última. Curiosamente, no está completa y se acaba de repente. Y como reza su título, ‘Diseases Of The Band’ es un repaso hablado de Frank a las diversas enfermedades que padece cada miembro de la banda.
Perteneciente a Freak Out escuchamos una versión ralentizada y más doo-wop de ‘You Didn't Try To Call Me’, ya en 1980, que dentro de la imprevisibilidad de estos músicos se acaba tornando momentáneamente en un reggae. Por variedad no va a ser, puesto que incluso encontramos un tema de Waka/Jawaka, una versión reducida a la mitad de ‘Big Swifty’ que cobra interés transcurridos los tres primeros minutos, pues se acelera el ritmo y nos encontramos con un vibrante solo de guitarra que nos deleita hasta el final. En los casi dieciséis minutos de ‘The Torture Never Stops’ se incluye también un extenso solo dirigido a los fans del Zappa guitarrista, que serán la mayoría. Tenemos también la oportunidad de escuchar casi la mitad del álbum Apostrophe en el final del primer disco, pues durante sus veinte minutos se desgranan los cuatro primeros temas de aquel, aunque de manera teatralizada y por eso no será del agrado de todo el mundo. Es curioso cómo ‘Suicide Chump’ (de You Are What You Is) en directo, al estar interpretada como en modo big-band, suena casi exactamente igual en las estrofas a como interpretaba Bob Dylan en directo ‘A Hard Rain's A-Gonna Fall’ durante la gira del Rolling Thunder Revue.
Dentro de las sorpresas agradables incluimos una sensacional interpretación instrumental de ‘Let's Make The Water Turn Black’ y ‘ Harry, You're A Beast’, ambas pertenecientes a We're Only In It For The Money y aquí enlazadas e interpretadas, podemos decir, al estilo de ‘Peaches In Regalia’, pues proviene de un concierto de 1969, que es cuando apareció esa magistral composición. Luego la conectan con ‘The Orange County Lumber Truck’ para completar tres minutos y medio de gran emoción. Una lástima que a continuación rompan por completo la ambientación de ensueño para meter otro pequeño show de humor de mal gusto mediante ‘The Groupie Routine’. O sea, de mal gusto porque se trata en clave de humor una temática no apropiada cuando puede haber menores delante. Está mucho mejor cuando encuentran frases humorísticas sutiles como la que suelta Frank por medio de ‘Heavenly Bank Account’, donde nos dice que “hay una gran diferencia entre arrodillarse e inclinarse”.
No pueden faltar piezas instrumentales devotas completamente del virtuosismo, como ‘Oh No’ o la pieza ‘The Deathless Horsie’, la cual ya conocíamos de Shut Up 'N' Play Yer Guitar. Todo ello nos forma una pintura bastante completa de la música de Frank Zappa, donde solo faltaría, por razones obvias, su vertiente orquestal. No defraudará a nadie y supone un perfecto acercamiento a la diversidad estilística en los conciertos de este insigne músico.
YOU CAN'T DO THAT ON STAGE ANYMORE, VOL. 2
Año de publicación: 1988
Puntuación:
CD I: 1) Tush Tush Tush (A Token Of My Extreme); 2) Stinkfoot; 3) Inca Roads; 4) RDNZL; 5) Village Of The Sun; 6) Echidna's Arf (Of You); 7) Don't You Ever Wash That Thing?;
8) Pygmy Twylyte; 9) Room Service; 10) The Idiot Bastard Son; 11) Cheepnis.
CD II: 1) Approximate; 2) Dupree's Paradise; 3) Satumaa (Finnish Tango);
4) T'Mershi Duween; 5) The Dog Breath Variations; 6) Uncle Meat; 7) Building A Girl;
8) Montana (Whipping Floss); 9) Big Swifty.
Si en el primer volumen de esta serie encontrábamos una selección de actuaciones de diferentes conciertos y períodos, aquí se corresponde todo con unos conciertos consecutivos en Helsinki, en septiembre de 1974. De esta manera, a la etiqueta de la portada que dice The Helsinki Concert le faltaría una letra s al final. El año de los conciertos significa que estamos en la época de Apostrophe y del álbum en directo publicado en esa fecha, Roxy & Elsewhere. Y a este último debemos tomarlo como referencia al haber varios temas que se comparten, al tratarse del mismo año y de los mismos músicos, si bien en Roxy & Elsewhere había algunos más de viento. Pero no se trata de un calco precisamente, pues Zappa tenía ya un amplio repertorio y muchos recursos para no resultar repetitivo.
Como cortesía con el público finlandés, en vez de ejecutar alguna pieza de Jean Sibelius se lanzan a tocar un tango de ese país titulado ‘Satumaa’ e incluso parece que intentan cantarlo en finés macarrónico. Si buscamos otros títulos inéditos hasta ese momento, ‘Building A Girl’ son simplemente atonalidades, todo lo contrario que ‘T'Mershi Duween’, que para durar tan solo un minuto y medio es pura energía y emoción, con todos los músicos tocando a gran velocidad. Una buena muestra de lo que debe ser una combinación de improvisación instrumental con estructura, brío y alguna que otra melodía interesante, más el sketch de humor de los músicos, es la inédita ‘Room Service’, donde incluyen un diálogo de humor surrealista. En cambio, en ‘Approximate’ debemos tener paciencia porque el componente musical comienza realmente cuando estamos casi a la mitad de su duración, pues previamente es una experimentación instrumental y vocal poco atractiva. El título de ‘Stinkfoot’ no es ninguna novedad aunque aquí esté escrito todo junto y es el aviso de que Frank se pondrá a hablar al público sobre un problema particular de olores.
Los casi once minutos de ‘Inca Roads’ dan para divagar en diversos momentos, pero el solo de guitarra acaba tomando fuerza y llega a momentos de gran poderío musical, pero no deberían haber puesto a continuación otra pieza similar como ‘RDNZL’, aunque nos siguen deleitando igualmente. Pero sorprende que se incluya una pieza originalmente orquestal como es ‘Dupree's Paradise’, de más de veinte minutos porque incluye algunas bromas más de Frank por medio (se acuerda hasta del pobre Mussorgsky). Pero se basa sobre todo en atonalidades y detalles instrumentales sueltos, de tal manera que es una pieza muy teatralizada que solo cobraría sentido en forma audiovisual. Eso sí, los pasajes instrumentales son de un virtuosismo asombroso, incluido un solo de batería de casi diez minutos en su tramo final, todo acorde a la calidad técnica de los músicos que siempre rodeaban a Frank Zappa. Otra cosa es que uno disfrute de piezas improvisadas de este tipo.
Es una alegría que todavía se acordaran de We're Only In It For The Money e incluyan aquí una interpretación de ‘The Idiot Bastard Son’ donde ponen más énfasis en la parte vocal. El subtítulo de ‘Montana’ es debido a que antes de empezar alguien del público le solicita a Frank que toquen ‘Whipping Post’ de The Allman Brothers Band, de tal manera que la solución salomónica es interpretar la música de la primera y cantar en ella la letra de la segunda, pero siguiendo la línea melódica de ‘Montana’. Lo mejor llega cuando se olvidan de bromas y se lanzan a improvisar con la misma inspiración que han mostrado hasta ese momento, sobre todo Zappa con su guitarra. Lo que encontramos como joya en este segundo volumen de You Can't Do Than On Stage Anymore es una interpretación espectacular de ‘Pygmy Twylyte’, puede que la mejor que haya de Zappa, aunque eso es difícil de afirmar cuando tiene un catálogo de grabaciones tan vasto. Pero los dos últimos minutos son impresionantes y sirven para convencer a cualquier persona escéptica ante un artista tan diverso e imprevisible.
2022
BROADWAY THE HARD WAY
Año de publicación: 1988
Puntuación:
1) Elvis Has Just Left The Building; 2) Planet Of The Baritone Women;
3) Any Kind Of Pain; 4) Dickie's Such An Asshole; 5) When The Lie's So Big;
6) Rhymin' Man; 7) Promiscuous; 8) The Untouchables; 9) Why Don't You Like Me?;
10) Bacon Fat; 11) Stolen Moments; 12) Murder By Numbers; 13) Jezebel Boy;
14) Outside Now; 15) Hot Plate Heaven And The Green Hotel; 16) What Kind Of Girl?;
17) Jesus Thinks You're A Jerk.
2022
Nuevamente empleó Frank Zappa la idea de interpretar sus nuevas composiciones en sus giras y seleccionar entre las grabaciones el material suficiente para publicar un nuevo álbum. Como Frank era un artesano del copy-paste, igual que en anteriores ocasiones bastantes de los temas están conformados por la unión de grabaciones de diferentes conciertos. Tal era la habilidad innata de este singular músico. La música que nos presenta se mantiene en los parámetros ya conocidos de los años ochenta: pop, rock, jazz, teatralización… Los músicos son también viejos conocidos, pues encontramos por ejemplo a habituales como Ike Willis o Bobby Martin. Lo que llama la atención muy pronto es la multitud de referencias tanto en las letras como en la música, en la cual toman prestados fragmentos de piezas ajenas cuando menos se espera. En las letras se hacen referencias muy explícitas, citando nombres de personajes bien conocidos (aunque para algunos habría que conocer muy bien el sistema político-económico de Estados Unidos), que se extiende hasta artistas musicales, aunque esto tampoco era una novedad.
El comienzo no puede ser mejor porque unas memorables y pegadizas melodías envuelven el homenaje de ‘Elvis Has Just Left The Building’, con unos arreglos instrumentales que nos recuerdan las grandes glorias musicales alcanzadas por Zappa a lo largo de su carrera. Los homenajes siguen aunque sean de forma velada, pues esos “Ah-ha-ha-ha-haaaa!” de finales de estrofa en la caótica ‘Planet Of The Baritone Women’ parecen dirigirnos a aquella canción chapurreada que cantaba improvisadamente Chaplin en Tiempos modernos, si bien allí eran los instrumentos de viento los que finiquitaban cada final de estrofa. De esta manera, se ha de tomar como un juego a ‘Rhymin' Man’, pero un juego entretenido por la cantidad de breves melodías prestadas que introducen a lo largo del tema, donde se incluyen por ejemplo la música de Misión imposible o de ‘My Sharona’, de The Knack.
En la intrépida ‘Hot Plate Heaven And The Green Hotel’ ya nos deja caer, en cierta manera, que aun existiendo evidentes diferencias entre el Partido Republicano y el Demócrata, hay muchas coincidencias de intereses que provocan un estancamiento del progreso del bienestar que acaba volviéndose endémico al no existir alternativa al bipartidismo. En lo musical, este tema se basa en un extenso desarrollo instrumental que resulta interesante a pesar de no contener melodías apreciables. El título de ‘Dickie's Such An Asshole’ se refiere a Richard Nixon tal como lo delatan versos como “Can't have no private conversation / Nowhere / In the USA”. Que todavía se hable de Nixon es porque, aun estando en 1988, en You Can't Do Than On Stage Anymore, Vol. 3 descubriremos que este tema databa en realidad de 1973 y se trata de un blues más lento que es recomendable tragárselo con su letra humorística para que no resulte aburrido. La solemne introducción de ‘The Untouchables’ deja luego paso a un monólogo de Ike Willis sobre la gente fuerte del gobierno de Ronald Reagan, quien por aquel entonces estaba cerca de acabar su segundo mandato como presidente de EEUU.
La breve ‘Bacon Fat’ es como si hubieran aprovechado la manera que tenían de tocar ‘Trouble Every Day’ en directo en los ochenta y así tener una canción nueva que luego enlazan con el solo de trompeta de ‘Stolen Moments’, versión de una pieza de jazz. También se echa un poco la mirada atrás en ‘Any Kind Of Pain’, pues rememora esas parodias de típicas baladas que solían tocar sobre todo en los primeros años de The Mothers Of Invention, aquí con un excepcional intermedio instrumental y con versos bien cachondos como “Since you haven't got a brain, let me just explain”. Por el contrario, ‘When The Lie's So Big’ es una balada fallida que luego aceleran de forma súbita sin conseguir arreglar nada de esa manera. Pero cuando meten la pata hasta el fondo es en el rap de ‘Promiscuous’, de cuya letra no hace falta dar más detalles.
El artista de moda en 1988 era, obviamente, Michael Jackson y por ello se lleva su cuota de parodia mordaz en ‘Why Don't You Like Me?’, pues en esa época Jackson todavía parecía una persona íntegra y que tomaba sus decisiones racionalmente. Con el transcurso de los años descubrimos consternados que sufría unos graves problemas psicológicos y eso le llevó a una vida excéntrica y aberrante. Pero por entonces, su operación estética de nariz y el incipiente blanqueamiento de su piel (que hasta su muerte no se supo que era por una enfermedad) parecían los caprichos de una estrella musical que quería borrar sus orígenes raciales y por ello aquí cantan cosas como “He's oxygenated / His nose is deflated / And he thinks he looks good to you”. Y hablando de estrellas musicales de finales de los ochenta, no puede haber mayor sorpresa que la aparición de Sting para interpretar ‘Murder By Numbers’, uno de los temas oscuros pero geniales de The Police que aquí presenta una perfecta ejecución dentro de los parámetros de jazz originales pero dejando una sensación diferente a como sonaba en el estudio al acelerar aquí el tempo, de tal manera que parece una canción nueva pero igual de exquisita.
La duración de casi ocho minutos de ‘Outside Now’, el tema más largo de todo el álbum, es debido a que podemos disfrutar de un extenso solo de guitarra. La parte principal es una acertada balada de emotivo estribillo que nos devuelve al Zappa más melódico. El solo de guitarra no suena muy inspirado al principio y parece que solo se centre en destacar la distorsión aplicada a su timbre, pero si tenemos fe en Frank (si es él quien está tocando) observaremos cómo acaba cogiendo forma y regalándonos algunos estupendos pasajes. En cambio, demasiado infantil se nos muestra la teatralizada ‘Jesus Thinks You're A Jerk’, que es la pieza más larga del álbum porque transita por varios pasajes de diversa índole y le sirve para lanzar pullas hacia símbolos de la ultraderecha estadounidense como el Ku-Klux-Klan, la Asociación Nacional del Rifle o la guerra sucia en América Latina. Esta pieza mejora mucho en su último tercio, donde incluso vuelven a colarnos como broma otra conocida canción, en este caso ‘Louie Louie’. Presenta un buen comienzo ‘Jezebel Boy’ gracias a su prominente ritmo, aunque luego se desliza hacia ese estilo narrativo de siempre que hace primar la broma sobre la música. En modo también teatralizado y de big-band se desenvuelve ‘What Kind Of Girl?’, donde añaden como broma algunos versos de ‘Strawberry Fields Forever’ de The Beatles.
Al tratarse de un álbum de larga duración, superando en total los setenta minutos de duración, podemos encontrar una cierta diversidad estilística que juega a nuestro favor, pues se compensan fácilmente los momentos menos atractivos. Pero contiene suficientes detalles de la genialidad de Frank Zappa para recomendarlo como el último álbum de material nuevo verdaderamente plausible que publicará en vida, grabado todo durante la gira de 1988, la última que realizará.
YOU CAN'T DO THAT ON STAGE ANYMORE, VOL. 3
Año de publicación: 1989
Puntuación:
CD I: 1) Sharleena; 2) Bamboozled By Love; 3) Lucille Has Messed My Mind Up;
4) Advance Romance; 5) Bobby Brown Goes Down; 6) Keep It Greasey;
7) Honey, Don't You Want A Man Like Me?; 8) In France; 9) Drowning Witch;
10) Ride My Face To Chicago; 11) Carol, You Fool; 12) Chana In De Bushwop;
13) Joe's Garage; 14) Why Does It Hurt When I Pee?.
CD II: 1) Dickie's Such An Asshole; 2) Hands With A Hammer; 3) Zoot Allures;
4) Society Pages; 5) I'm A Beautiful Guy; 6) Beauty Knows No Pain;
7) Charlie's Enormous Mouth; 8) Cocaine Decisions; 9) Nig Biz; 10) King Kong;
11) Cosmik Debris.
En este tercer volumen, compuesto nuevamente por dos discos, nos trasladamos en el primero de ellos al año 1984 en un recorrido por diferentes conciertos. En el segundo disco encontraremos también una larga selección de la primera mitad de los ochenta, salvo las primeras interpretaciones que son de los setenta. Nos encontraremos por tanto a los distinguidos nombres que acompañaban a Frank Zappa en esos años y un nuevo repaso a los temas que interpretaban habitualmente, donde encontraremos algunos que todavía no se conocían en directo e incluso algunas novedades, que los conciertos de Zappa daban para mucho. En cualquier caso, el conocedor de la obra de este músico no encontrará nada revelador aquí.
La mastodóntica interpretación de más de veinte minutos de ‘King Kong’, que en realidad ya constaba originalmente de diversas partes, está conformada a partir de fragmentos de cuatro conciertos diferentes, dentro de ese trabajo de orfebrería que realizaba Frank con sus grabaciones, hilvanando segmentos de manera tan sutil que casi ni se aprecian. Como es de esperar, alterna momentos interesantes con otros más aburridos o de complejidad difícil de asimilar. Y con una duración tan larga no pueden faltar pequeñas bromas como la inclusión de la obertura de Guillermo Tell de Rossini, ni tampoco el momento de lucimiento de Frank con un espléndido solo de guitarra, a partir de los dieciocho minutos. ‘Cocaine Decisions’ pertenece al famoso concierto de Palermo de 1982 que dio lugar a la portada de The Man From Utopia y aquí podemos entender algo de lo ocurrido, aunque no mucho. Eso sí, se entiende perfectamente al italiano que avisa al público para que mantenga la calma aunque no sabe lo que está sucediendo. Luego se escucha como un disparo y a continuación Zappa vuelve a pedir calma mientras se escucha al italiano de antes de fondo, frenético y diciendo algo de la policía.
Respecto a las novedades que nos ofrece este álbum, la más obvia es ‘Hands With A Hammer’ al tratarse de un solo de batería bastante entretenido para lo que suele ser una pieza de esta clase. Puede destacarse la jovial ‘Ride My Face To Chicago’ de frenético teclado que parece un clavicordio, donde acaban insertando un destacado solo de guitarra bajo un ritmo reggae, que no parecía tampoco la mejor de las opciones. Ese mismo ritmo de reggae lo aprovechan también para el olvidable doo-wop de ‘Carol, You Fool’. No deja muy buena impresión de entrada ‘Chana In De Bushwop’ por su desproporcionada repetición del título, pero el intermedio instrumental es muy interesante y el canto en scat todo un prodigio, mientras que la irrelevante ‘Nig Biz’ se sitúa entre el estilo de canto coral típico de Frank y el desarrollo de blues.
Dentro de las sorpresas inesperadas, comprobamos cómo ‘Bamboozled By Love’ se acaba transformando en ‘Owner Of A Lonely Heart’ de Yes, una canción de 1983 que representa el único éxito de este grupo en los ochenta. Para ‘Sharleena’ nos presenta a su hijo Dweezil y nos dice que este tocará el solo de guitarra de la canción, el cual se prolonga por unos cinco minutos y suena igual que si hubiera sido su padre el ejecutor. En cualquier caso, no es la mejor versión de esta canción. En cuanto al orden de las interpretaciones, desde ‘Society Pages’ hasta ‘Charlie's Enormous Mouth’ (todas de un mismo concierto de 1981) observamos que siguen la misma secuencia que en You Are What You Is, de tal manera que podríamos entenderlo como una especie de segunda cara de Abbey Road de los Beatles, donde se enlazaban las composiciones de una manera original, aunque Zappa en este caso no puede ni acercarse a la brillantez de aquellos.
No hay que perderse la memorable interpretación de esa oda a las enfermedades venéreas (humorísticamente hablando) que es ‘Why Does It Hurt When I Pee?’, donde las primeras palabras de Zappa son para dedicar la canción “a los dos miembros del grupo que fueron hoy al médico”. Cachondeo en estado puro y una ejecución magistral, dos ingredientes muy difíciles de conjuntar, que aparte escuchamos que es el último tema interpretado en ese concierto. En cambio, también nos encontraremos momentos menos atrayentes como por ejemplo cuando acaba resultando demasiado repetitivo en ‘Keep It Greasey’, aunque esto ya sabemos que son efectos colaterales de sus álbumes en directo. Tampoco faltan extensas improvisaciones de todos los músicos (‘Drowning Witch’) o, para los amantes de la guitarra de Zappa, cosas como ‘Zoot Allures’, aunque en esta ocasión no se sitúe entre sus improvisaciones más inspiradas. En definitiva, podemos considerar este tercer volumen de la serie como el típico directo de Frank Zappa de los ochenta (con las salvedades indicadas), con sus virtudes y sus defectos.
THE BEST BAND YOU NEVER HEARD IN YOUR LIFE
Año de publicación: 1991
Puntuación:
CD I: 1) Heavy Duty Judy; 2) Ring Of Fire; 3) Cosmik Debris; 4) Find Her Finer;
5) Who Needs The Peace Corps?; 6) I Left My Heart In San Francisco; 7) Zomby Woof;
8) Bolero; 9) Zoot Allures; 10) Mr. Green Genes; 11) Florentine Pogen; 12) Andy;
13) Inca Roads; 14) Sofa #1.
CD II: 1) Purple Haze; 2) Sunshine Of Your Love; 3) Let's Move To Cleveland;
4) When Irish Eyes Are Smiling; 5) Godfather Part II Theme;
6) A Few Moments With Brother A. West; 7) The Torture Never Stops Part One;
8) Theme From Bonanza; 9) Lonesome Cowboy Burt (Swaggart Version);
10) The Torture Never Stops Part Two; 11) More Trouble Every Day (Swaggart Version); 12) Penguin In Bondage (Swaggart Version); 13) The Eric Dolphy Memorial Barbecue;
14) Stairway To Heaven.
Con tanta recopilación de actuaciones en directo de todas las épocas, no se olvidó Frank Zappa de su gira de 1988 porque había sido la última y no habría ninguna más, puesto que para 1991 ya le habían diagnosticado el cáncer terminal que acabará con su vida a finales de 1993. Broadway The Hard Way había surgido de la misma gira pero contenía composiciones nuevas, mientras que aquí se alternan otras ya conocidas con anterioridad junto a versiones de otros artistas, a veces sorprendentes, aunque ya conocemos bien que la imprevisibilidad era una de las características de los conciertos de Zappa. Eso sí, con la publicación de tantos álbumes en directo es irremediable que se repitan algunos temas, pero siempre es un acontecimiento escuchar a unos excelentes músicos en el escenario. Eso sí, la percepción que transmite este doble álbum es que cobran protagonismo los instrumentos de viento, más de lo deseable en algunos casos. Pero bueno, hay aquí material para contentar a una gran diversidad de seguidores del de Baltimore.
Sorprende de entrada la riqueza instrumental de ‘Heavy Duty Judy’, donde probablemente toquen todos o casi todos los músicos participantes, que aparte contiene un notorio solo de guitarra y por ello ese fragmento (aunque quizá de otro concierto) aparecía en uno de los álbumes de solos de guitarra de Zappa. Antes de acabar podemos escucharle hacer una de sus bromas cuando anuncia que Johnny Cash va a salir con ellos a cantar una versión reggae de ‘Ring Of Fire’ pero al final no va a ser posible. El caso es que acaban tocándola, en versión más lenta y por ende más floja, y uno de los músicos la canta imitando la voz de Cash. Esa misma voz la escucharemos en la parte final de ‘Who Needs The Peace Corps?’, la canción que abría We're Only In It For The Money (‘Are You Hung Up?’ no puede considerarse como tal) y que en directo nunca habíamos escuchado, aunque no queda tan brillante como en aquel fascinante álbum. Temas ya clásicos en los conciertos como ‘Cosmik Debris’ son un acierto seguro al conjuntar melodía, técnica e improvisación, aunque lo mejor es una sensacional versión de ‘Son Of Mr. Green Genes’ (de Hot Rats) titulada ‘Mr. Green Genes’ en la cual existe un apartado vocal aunque lo mejor siguen siendo las imbatibles melodías que se sitúan entre los mejores logros de Zappa.
Una de las mayores sorpresas es encontrar la interpretación del Bolero de Maurice Ravel, cuya traslación al formato de big-band de esta gira pues tampoco es que resulte reveladora y tan solo se sostiene por la grandeza de la composición. Eso sí, donde consiguen transmitir una gran carga emocional es en el tramo final, que es precisamente el clímax de la composición original, una composición imperecedera que ha quedado como el crescendo más famoso de la historia de la música. También tocan otra pieza perteneciente al mundo de los instrumentos clásicos, aunque sea de forma breve, que es la música de El Padrino II, una película tan sensacional como la primera parte y mejor que la tercera y última (que sigue siendo un clásico igualmente), la cual llegaría quince años después. Lo que no convence para nada es la versión de ‘Purple Haze’ de Jimi Hendrix y mucho menos cuando de entrada escuchamos las trompetas tocando a trompicones el maravilloso riff de guitarra que introducía la versión original. Y bueno, la manera de cantarla en modo recitado y gruñón es otra mala decisión que luego siguen empleando para enlazar el tema de Hendrix con ‘Sunshine Of Your Love’ de Cream. En cualquier caso hay que tomarlas como la broma que son, pues incluso volvemos a escuchar por ahí al imitador de Johnny Cash. La versión reggae de ‘Stairway To Heaven’, pues de esa manera es como empieza y como se desarrolla durante buena parte de su tiempo, tampoco es que deje muy buena impresión. Pero cuando la guitarra eléctrica cobra protagonismo y la sección rítmica se despega de ese reggae, es cuando los excelentes músicos que hay sobre el escenario demuestran su grandeza.
Encontraremos un poco de todo en el doble álbum. Para quien guste de los instrumentales complejos, tiene ‘Zoot Allures’; el Zappa cambiante a velocidad punta lo encontraremos en ‘Florentine Pogen’ o la segunda mitad de ‘The Torture Never Stops Part One’; y para quienes busquen la guitarra deslumbrante de Frank, pues podría dirigirse a ‘Andy’ o ‘Inca Roads’. Por otra parte y tal como anuncia su título, ‘A Few Moments With Brother A. West’ no es música, sino el monólogo de un comediante con ese nombre. Y lo que podemos escuchar en algunos temas como Swaggart Version está referido a que las letras han sido adaptadas para satirizar el escándalo del telepredicador evangelista Jimmy Swaggart, quien por entonces había sido pillado con una prostituta. Es decir, había fotografías que lo acreditaban, pues de otra manera lo que hubiera hecho Swaggart sería negarlo todo y denunciar un delito contra el honor. O bueno, como hace la gente con poder, usar su influencia para que se anulen pruebas o cualquier tipo de apaño para que todo quede en nada. Pero aquí, o no tenía suficiente poder o pecó de ingenuo por una vez en su vida. El caso es que Frank y sus acólitos se burlan de la hipocresía y falsedad de este telepredicador a partir de varios de sus temas.
Como vemos, hay un poco de todo en este doble disco, para lo bueno y para lo malo, pero el mayor atractivo de siempre es lo imprevisible de cualquier tema, que puede mutar en cualquier momento. De ahí que escucharemos melodías conocidas en el momento más insospechado, como por ejemplo de la mítica ‘Louie, Louie’ o del tema de Misión Imposible. También del propio Zappa, pues en ‘Let's Move To Cleveland’ escuchamos algún fragmento de ‘Peaches En Regalia’, aunque ralentizado. Todo en conjunto nos deja otra recomendable obra en directo que vale la pena conocer.
MAKE A JAZZ NOISE HERE
Año de publicación: 1991
Puntuación:
CD I: 1) Stinkfoot; 2) When Yuppies Go To Hell; 3) Fire And Chains;
4) Let's Make The Water Turn Black; 5) Harry, You're A Beast;
6) The Orange County Lumber Truck; 7) Oh No; 8) Theme From Lumpy Gravy;
9) Eat That Question; 10) Black Napkins; 11) Big Swifty; 12) King Kong;
13) Star Wars Won't Work.
CD II: 1) The Black Page (new age version); 2) T'Mershi Duween; 3) Dupree's Paradise;
4) City Of Tiny Lights; 5) Royal March From L'Histoire du Soldat;
6) Theme From The Bartok Piano Concerto #3; 7) Sinister Footwear 2nd mvt.;
8) Stevie's Spanking; 9) Alien Orifice; 10) Cruisin' For Burgers; 11) Advance Romance;
12) Strictly Genteel.
Otro nuevo álbum en directo de la gira de 1988 que complementa a los anteriores (Broadway The Hard Way y The Best Band You Never Heard In Your Life) porque no contiene ningún tema que se repita entre ellos. La banda de acompañamiento de Frank Zappa sigue siendo la misma, pero nunca la trompeta había tenido tanto protagonismo en sus conciertos, de ahí que el repertorio se centre básicamente en temas instrumentales y retomando álbumes de estudio más devotos de los vientos como The Grand Wazoo. Tan solo unos pocos temas como ‘City Of Tiny Lights’ (que acaba convertida en otro vehículo para la depurada técnica de guitarra de Frank), ‘Stinkfoot’ o ‘Advance Romance’ tendrán una parte cantada, aunque en muchos casos resulta breve. Aunque el álbum posee un liderazgo de los vientos nada visto hasta ahora, los fans de la guitarra de Zappa también tienen motivos varios para deleitarse igualmente con piezas como ‘Cruisin' For Burgers’ o ‘Advance Romance’, así que nadie cometa el error de rehuir este álbum pensando que va a sonar únicamente a big-band porque el espíritu musical de Zappa sigue estando ahí y es el mismo.
La depurada técnica de los músicos provoca que las piezas largas se pierdan en divagaciones innecesarias, esto es, muy necesarias para los músicos para disfrutar de su instrumento pero no para el público menos entusiasmado por el jazz. Así, escuchar piezas como ‘Dupree's Paradise’ resultan desconcertantes por incluir extensos solos de trompeta que anulan la buena impresión que transmiten las melodías originales de la composición. O ‘Sinister Footwear 2nd mvt.’, que acaba resultando algo repetitiva a pesar de poseer una enérgica parte central. En este álbum es la primera vez que podremos disfrutar de una interpretación de ‘Eat That Question’, esa interesante pieza de The Grand Wazoo. Algo rara de encontrar resulta también ‘The Black Page’, pues únicamente la podíamos encontrar en Zappa In New York (de 1978) y aquí aparece en una versión reducida e incluso mejorada.
En el primer disco enlazan varias interpretaciones instrumentales y breves de piezas conocidas como es el caso de ‘Let's Make The Water Turn Black’, ‘Harry, You're A Beast’ y ‘The Orange County Lumber Truck’, aunque eso ya lo habíamos disfrutado previamente en el primer volumen de You Can't Do That On Stage Anymore. En el segundo disco les escuchamos enlazar una pieza de Stravinsky con otra de Bartók, lo cual añade dinamismo a las actuaciones y también ese punto de imprevisibilidad que hay siempre en la obra de Zappa. Pero lo que no podíamos esperar es que recuperara algo de Lumpy Gravy, aunque sea en la breve y pegadiza ‘Theme From Lumpy Gravy’, un tema ideal para cualquier comedia costumbrista de ritmo frenético al estilo de las que hacía Emir Kusturika, si bien su comienzo de bajo parece apropiado para algo estilo James Bond. También encontraremos las típicas bromas musicales como cuando introducen la famosa habanera de la ópera Carmen en ‘Big Swifty’, una pieza que luego se excede en improvisaciones jazzísticas, sobre todo del trompetista.
Encontraremos también algunos temas inéditos que en realidad se corresponden con piezas improvisadas que dependen directamente de la inspiración del momento. Así, ‘When Yuppies Go To Hell’ es una improvisación de casi quince minutos que incluye atonalidades varias y se hace eterna, mientras que ‘Fire And Chains’ es otra improvisación pero al estilo de las contenidas en los álbumes tipo Guitar porque la guitarra brilla dentro de un entramado instrumental bien consistente. A pesar de su título, no se aprecia conexión de la titulada como ‘Star Wars Won't Work’ con la saga fílmica correspondiente, así que queda como otra broma más en la que Frank no se olvida de dar su opinión sobre la saga: “It's a piece of shit”. Esta opinión probablemente sea debida a que en esos años Frank vería el entretenimiento como una manera de mantener a la gente entretenida y sin preocuparse por los problemas gravísimos que estaba trayendo el nuevo capitalismo encabezado por la administración Reagan y que traerá sus nefastas consecuencias económicas a nivel mundial en las décadas posteriores. Pero bueno, quedémonos con lo positivo, que es otro álbum en directo de Frank Zappa enfocado a un sonido un poco diferente a lo habitual.
2023
YOU CAN'T DO THAT ON STAGE ANYMORE, VOL. 4
Año de publicación: 1991
Puntuación:
CD I: 1) Little Rubber Girl; 2) Stick Together; 3) My Guitar Wants To Kill Your Mama;
4) Willie The Pimp; 5) Montana; 6) Brown Moses; 7) The Evil Prince; 8) Approximate;
9) Love Of My Life; 10) Let's Move To Cleveland – Solos (1984); 11) You Call That Music?; 12) Pound For A Brown – Solos (1978); 13) The Black Page (1984);
14) Take Me Out To The Ball Game; 15) Filthy Habits;
16) The Torture Never Stops (Original Version).
CD II: 1) Church Chat; 2) Stevie's Spanking; 3) Outside Now; 4) Disco Boy;
5) Teen-Age Wind; 6) Truck Driver Divorce; 7) Florentine Pogen; 8) Tiny Sick Tears;
9) Smell My Beard; 10) The Booger Man; 11) Carolina Hard-Core Ecstasy;
12) Are You Upset?; 13) Little Girl Of Mine; 14) The Closer You Are; 15) Johnny Darling;
16) No, No Cherry; 17) The Man From Utopia; 18) Mary Lou.
2023
Este nuevo volumen de la colección nos vuelve a ofrecer una recopilación de actuaciones de diferentes conciertos en diferentes épocas, si bien más o menos la mitad del contenido es de 1984 y más de una tercera parte del segundo disco es de 1982. Incluso algo de finales de los sesenta encontraremos, pero serán más bien bromas o ejercicios cacofónicos desechables como ‘Are You Upset?’. Como siempre, en el libreto encontramos información detallada del lugar y fecha del concierto, así como de los músicos participantes en cada tema.
Encontraremos un buen puñado de títulos inéditos, aunque en realidad no vamos a descubrir nada relevante. Nada más empezar tenemos uno de ellos, que es una parodia de doo-wop al estilo de lo que hacía al principio con The Mothers Of Invention, con el título ‘Little Rubber Girl’ y que contiene la introducción de ‘Go Cry On Somebody Else's Shoulder’, otra canción similar del álbum de debut. De hecho, aquí tocan también ‘Love Of My Life’ y con una seriedad que denota que ese estilo no era simplemente una excusa para bromear. De 1969 es la guasa de ‘Tiny Sick Tears’, donde narran un ejemplo demasiado chocarrero del Complejo de Edipo y al menos contiene música de acompañamiento, no como la campana irritante de ‘Smell My Beard’ que luego unen al atascado funk de ‘The Booger Man’. En realidad ‘The Evil Prince’ no es el corte narrativo de Thing-Fish, sino una interpretación de ‘The Torchum Never Stops’ donde acaba insertando un desquiciado solo de guitarra, que siempre serán más deseables que las atonalidades del apropiadamente titulado de manera jocosa ‘You Call That Music?’.
Las que son directamente una broma son ‘Church Chat’ (una diatriba contra la iglesia y lo que considera pecado) y ‘Take Me Out To The Ball Game’, que es la versión de una antigua canción y curiosamente pertenece a un concierto de mayo de 1988 en Bilbao/Bilbo. Resulta curioso que los seis últimos temas del segundo disco sean todo versiones de canciones antiguas que no tienen relevancia alguna y simplemente les permite a los músicos tocar y cantar relajadamente, si bien cabe destacar la final ‘Mary Lou’ por sus arreglos más rockeros y atrayentes. Lo que nadie podría esperar es que ‘The Man From Utopia’ estuviera acreditada a unos compositores ajenos, que es al menos lo que se indica en el libreto.
Los amantes del Zappa guitarrero siguen teniendo buenas excusas para disfrutar de este doble álbum y no solo por composiciones evidentes como ‘My Guitar Wants To Kill Your Mama’ o ‘Willie The Pimp’, sino que descubrirá otros atrayentes solos en piezas como ‘Outside Now’. Sin embargo, ‘The Black Page’ no está entre los solos más atrayentes que haya conseguido y en ‘Filthy Habits’ se decanta por las disonancias extremas de un modo que resulta muy molesto. El título de ‘Let's Move To Cleveland’ ya resulta familiar al conocedor de la obra de Zappa, pero aquí se destina en buena parte a un solo de saxofón que solo podrá satisfacer a los amantes de ese instrumento, mientras que luego entra un virtuoso teclado que deja igualmente indiferente.
Piezas como ‘Florentine Pogen’ son un acierto asegurado porque condensan las mejores virtudes de la música de Zappa en unos minutos. Por otra parte, ‘The Torture Never Stops’ pertenece a un concierto de 1975 y como esa es la época en la cual Captain Beefheart acompañó a Frank Zappa, le podemos escuchar cantándola en su estilo peculiar y de paso apropiándose como si fuera suyo al tratarse de un blues-rock poco convencional. Del mismo álbum, Zoot Allures, encontraremos otra canción poco habitual, ‘Disco Boy’, que parece una buena elección para animar al público en un concierto. Todavía más emocionante es poder disfrutar de ‘Carolina Hard-Core Ecstasy’, una de sus grandes composiciones de los setenta y que todavía no habíamos escuchado fuera del álbum donde se encontraba originalmente, Bongo Fury. Así pues, volvemos a tener otra colección de interpretaciones de diversa índole para contentar a una gran variedad de aficionados a Zappa: desde el enamorado de la guitarra al del humor grosero, del aficionado a las parodias musicales al de los desarrollos jazzísticos, etc.
YOU CAN'T DO THAT ON STAGE ANYMORE, VOL. 5
Año de publicación: 1992
Puntuación:
CD I: 1) The Downtown Talent Scout; 2) Charles Ives; 3) Heres Lies Love;
4) Piano/Drum Duet; 5) Mozart Ballet; 6) Chocolate Halvah;
7) JCB & Kansas On The Bus #1; 8) Run Home Slow: Main Title Theme; 9) The Little March; 10) Right There; 11) Where Is Johnny Velvet?; 12) Return Of The Hunch-Back Duke;
13) Trouble Every Day; 14) Proto-Minimalism; 15) JCB & Kansas On The Bus #2;
16) My Head?; 17) Meow; 18) Baked-Bean Boogie; 19) Where's Our Equipment?;
20) FZ/JCB Drum Duet; 21) No Waiting For The Peanuts To Dissolve;
22) A Game Of Cards; 23) Underground Freak-Out Music; 24) German Lunch;
25) My Guitar Wants To Kill Your Mama.
CD II: 1) Easy Meat; 2) The Dead Girls Of London; 3) Shall We Take Ourselves Seriously?;
4) What's New In Baltimore?; 5) Moggio; 6) Dancin' Fool; 7) RDNZL; 8) Advance Romance; 9) City Of Tiny Lites; 10) A Pound For A Brown On The Bus; 11) Doreen;
12) Black Page, No. 2; 13) Geneva Farewell.
Nos dirigimos ahora a dos períodos bien diferentes. En este doble álbum el primer disco está dedicado a grabaciones en directo entre 1966 y 1969, básicamente de este último año, mientras que el segundo disco se centra en conciertos varios por Europa durante 1982. Esto quiere decir que en el primer disco disfrutaremos de The Mothers Of Invention, quienes por entonces eran famosos por sus shows repletos de improvisaciones y bromas, si bien el apartado estrictamente musical quedaba relagado muchas veces a un segundo plano. De 1982 poco cabe decir porque es un período suficientemente conocido a estas alturas, pero Frank vuelve a emplear la idea de conformar piezas a partir de extractos de diferentes interpretaciones, esa clase de collage que tan bien le sale.
En el primer disco, el de los sesenta, encontraremos muchos títulos inéditos que, como es obvio, están referidos a la gran cantidad de improvisaciones existentes. Incluso encontraremos la interpretación de música de Mozart (‘Mozart Ballet’) con las risas de fondo del público y los gritos de los músicos, así que es una lástima no disponer de imágenes que nos mostraran el momento de humor del grupo arriba del escenario. En estos inicios de The Mothers Of Invention parece que la guitarra no era tan importante, pero aun así somos afortunados de poder disfrutar de la técnica de Zappa en ‘Baked-Bean Boogie’, la fiera ‘Underground Freak-Out Music’ o en ‘No Waiting For The Peanuts To Dissolve’, aunque en esta última le toma el relevo el saxofón y ya se pierde un poco el interés. De lo más curioso lo encontramos en la primera pieza incluida, que es también la más temprana (de 1966), porque ‘The Downtown Talent Scout’ es como una primera versión de ‘Trouble Every Day’, tal como la tocarían en Freak Out!. Y resulta también curioso que la propia ‘Trouble Every Day’ suene aquí todavía más moderna que en el citado álbum.
Los instrumentales ‘Run Home Slow: Main Title Theme’ y ‘The Little March’ preludian las futuras incursions de Zappa en el mundo de las big-band, como también parece que se toman bien en serio su versión de un tema titulado ‘Here Lies Love’, sobrio y emotivo bajo un manto de blues. En cambio, encontramos una improvisación de trompeta y voz caricaturizada titulada ‘Charles Ives’ que acaba resultando muy irritante al extenderse durante más de cuatro minutos. No falta el escándalo y por ello escucharemos emulaciones del acto sexual (‘Right There’) y unos cuantos cortes de voces y diálogos: ‘JCB & Kansas On The Bus’, ‘My Head?’, ‘A Game Of Cards’ (grabada en el camerino) o esa parodia de las costumbres alemanas bajo el título de ‘German Lunch’, la cual está grabada en el estudio, igual que la versión alternativa de ‘My Guitar Wants To Kill Your Mama’. Es lo único que encontraremos que no es en directo. En el título citado, JCB hace referencia al mítico baterista Jimmy Carl Black (el que se presentaba como “the indian of the group” en We're Only In It For The Money) y por ello queda claro también quienes son los participantes en ‘FZ/JCB Drum Duet’. Por otra parte, es imposible que se pueda sentir aprecio por una pieza como ‘Chocolate Halvah’, que es una parodia de la música de Oriente Medio y otras que se cuelan en cualquier momento. Pero esto sin imágenes no puede disfrutarse porque los músicos se lo están pasando bien y nosotros solo podemos escuchar sus exageraciones.
El repertorio incluido en el segundo disco es bien conocido porque el Zappa de los ochenta no tenía ya secretos encima del escenario, puesto que a estas alturas ya había sido publicado mucho material de esos años. Aunque hay muchos temas extensos, la mayoría se escuchan con agrado porque nos sirven para constatar una vez más la alta categoría de los músicos participantes. Los títulos inéditos tampoco aportan nada y encontraremos cosas tan olvidables olvidables como ‘The Dead Girls Of London’ y ‘Shall We Take Ourselves Seriously?’. Respecto a ‘Moggio’, no se queda atrás y es una discreta improvisación instrumental donde se deja lugar para el lucimiento de diversos músicos, aunque un lucimiento muy técnico y poco melódico. Por último, como su título indica, ‘Geneva Farewell’ no es más que la despedida hacia el público de Ginebra (Suiza), por lo que escucharemos también a alguien hablando en francés. Una casi despedida de esta colección porque quedará únicamente por publicar el sexto y último volumen.
YOU CAN'T DO THAT ON STAGE ANYMORE, VOL. 6
Año de publicación: 1992
Puntuación:
CD I: 1) The M.O.I. Anti-Smut Loyalty Oath; 2) The Poodle Lecture; 3) Dirty Love;
4) Magic Fingers; 5) The Madison Panty-Sniffing Festival;
6) Honey, Don't You Want A Man Like Me?; 7) Father O'Blivion;
8) Is That Guy Kidding Or What?; 9) I'm So Cute; 10) White Person;
11) Lonely Person Devices; 12) Ms. Pinky; 13) Shove It Right In;
14) Wind Up Workin' In A Gas Station; 15) Make A Sex Noise; 16) Tracy Is A Snob;
17) I Have Been In You; 18) Emperor Of Ohio; 19) Dinah-Moe Humm; 20) He's So Gay;
21) Camarillo Brillo; 22) Muffin Man.
CD II: 1) NYC Halloween Audience; 2) The Illinois Enema Bandit; 3) Thirteen;
4) Lobster Girl; 5) Black Napkins; 6) We're Turning Again; 7) Alien Orifice; 8) Catholic Girls; 9) Crew Slut; 10) Tryin' To Grow A Chin; 11) Take Your Clothes Off When You Dance;
12) Lisa's Life Story; 13) Lonesome Cowboy Nando; 14) 200 Motels Finale;
15) Strictly Genteel.
En este último volumen de la colección de recopilaciones en directo se recoge material de conciertos de los setenta y los ochenta, pero sin centrarse en años concretos. Parece que el criterio para editar el contenido fue más bien lírico que musical. En el siglo XXI se habla de álbumes conceptuales con una frivolidad insultante, pero este álbum sí que podría catalogarse como conceptual porque el tema del sexo sobrevuela buena parte de su contenido (principalmente en el primero de los discos). Lo malo de esta noticia es que cuando prima la letra sobre la música, esta última suele resentirse y aquí no es excepción, pues hablar de sexo significa para los músicos dirigirse a la comedia y la teatralización, dejando la música muchas veces como acompañamiento para los diálogos. Como siempre, muchos títulos esconden momentos de bromas escasamente musicales: ‘The Madison Panty-Sniffing Festival’, ‘Is That Guy Kidding Or What?’ (sobre tomarse en serio las letras de la música de moda) o ‘Lonely Person Devices’.
Una cantante invitada con voz de soprano cuenta su paródica historia en primera persona en ‘Lisa's Life Story’, pero eso está enfocado a la comedia, no a la música, como también los juegos con el público de ‘Make A Sex Noise’. Sin embargo, experimentos sonoros como ‘White Person’ o ‘Emperor Of Ohio’ quedan bastante irritantes para ser escuchados. Pero no olvidemos cómo empieza este álbum, pues ‘The M.O.I. Anti-Smut Loyalty Oath’ es el jocoso juramento de la banda hacia el público de que no mostrarán el pene durante la actuación, pues tal como se explica en el libreto se trata de un concierto en Florida en 1970, poco después de que arrestaran a Jim Morrison por supuestamente hacer eso mismo en un concierto de The Doors también en Florida. También nos encontraremos relatos típicos de Frank e incluso antes de ‘Dirty Love’ nos presentan la historia del caniche como introducción mediante ‘The Poodle Lecture’, que curiosamente no es del mismo concierto.
Quitando todos los títulos que en realidad no son canciones, tampoco es que quede mucho material inédito por descubrir. ‘Lonesome Cowboy Nando’ es su adaptación al público italiano (pertenece a un concierto en Génova de 1988) de su parodia del estadounidense paleto de ‘Lonesome Cowboy Burt’, mientras que ‘Tracy Is A Snob’ es una improvisación rockera algo atonal con una voz femenina orgásmica. Nos ayudan a seguir un ritmo complejo antes de sumergirse en la improvisación instrumental de ‘Thirteen’ liderada por un frenético violín, que puede resultar aburrida al oído. En cambio, el bajista y el baterista se apañan a solas para realizar en ‘Lobster Girl’ un notable ejercicio de improvisación. Mejor sensación deja la caótica ‘200 Motels Finale’ porque nos recuerda varias ideas geniales de aquel disco.
En otro orden de cosas, en Lumpy Gravy ya pudimos observar la predilección de Frank por ‘Take Your Clothes Off When You Dance’ y aquí podemos disfrutarla por primera vez en directo. Es también un placer encontrarnos ‘Magic Fingers’, anteriormente disponible únicamente en la banda sonora de 200 Motels, como también la sensacional ‘Shove It Right In’ del mismo álbum, la cual es de lo mejor que podemos encontrar aquí. Algunas interpretaciones son brillantes y otras no llegan a la excelencia por poco, puesto que a ‘Muffin Man’ solo se le puede objetar que en el solo de guitarra final se deje llevar un poco por el alarde técnico sin emoción, pero la oportunidad de poder disfrutar de otra interpretación de la genial ‘Strictly Genteel’ es el motivo ideal para buscar este álbum, el último de la serie de You Can't Do That On Stage Anymore.
PLAYGROUND PSYCHOTICS
Año de publicación: 1992
Puntuación:
CD I: 1) Here Comes The Gear, Lads; 2) The Living Garbage Truck;
3) A Typical Sound Check; 4) This Is Neat; 5) The Motel Lobby; 6) Getting Stewed;
7) The Motel Room; 8) Don't Take Me Down; 9) The Dressing Room; 10) Learning "Penis Dimension"; 11) You There, With The Hard On!; 12) Zanti Serenade; 13) Divan; 14) Sleeping In A Jar; 15) Don't Eat There; 16) Brixton Still Life; 17) Super Grease; 18) Wonderful Wino; 19) Sharleena; 20) Cruisin' For Burgers; 21) Diphtheria Blues; 22) Well; 23) Say Please; 24) Aaawk; 25) Scumbag; 26) A Small Eternity With Yoko Ono.
CD II: 1) Beer Shampoo; 2) Champagne Lecture; 3) Childish Perversions;
4) Playground Psychotics; 5) The Mudshark Interview; 6) There's No Lust In Jazz;
7) Botulism On The Hoof; 8) You Got Your Armies; 9) The Spew King; 10) I'm Doomed;
11) Status Back Baby; 12) The London Cab Tape; 13) Concentration Moon, Part One;
14) The Sanzini Brothers; 15) It's A Good Thing We Get Paid To Do This;
16) Concentration Moon, Part Two; 17) Mom & Dad; 18) Intro To Music For Low Budget Orchestra; 19) Billy The Mountain; 20) He's Watching Us; 21) If You're Not A Professional Actor; 22) He's Right; 23) Going For The Money; 24) Jeff Quits;
25) A Bunch Of Adventures; 26) Martin Lickert's Story; 27) A Great Guy; 28) Bad Acting; 29) The Worst Reviews; 30) A Version Of Himself; 31) I Could Be A Star Now.
Acabada ya la serie de volúmenes de You Can't Do That On Stage Anymore, Frank Zappa prosiguió con la escarbadura de sus archivos musicales. Los motivos de fondo para proseguir con todo ello era que durante este tiempo se había centrado en su vertiente clásica y, sobre todo, que le habían diagnosticado un cáncer terminal que acabaría con su vida en diciembre de 1993. Este álbum se centra en grabaciones (con muchísimos diálogos) registradas entre 1970 y 1971, una etapa muy caótica (aunque cuál no lo ha sido) dentro de su carrera. De manera análoga, el mismo caos que transmiten la portada y la contraportada, donde resulta mareante buscar un título, es lo que percibiremos a lo largo del contenido de este doble álbum.
Del primer disco puede decirse que más o menos la primera mitad está dedicada a diálogos (bajo el subtítulo de A typical day in the road, Part 1) y la segunda a actuaciones musicales, aunque esta delimitación no es demasiado exacta. Las últimas cinco canciones son la remezcla de la actuación que hicieron junto a John Lennon en 1971 y que este incluyó en Sometime In New York City, aquí con algunos títulos cambiados: ‘Aü’ es aquí apropiadamente titulado ‘A Small Eternity With Yoko Ono’, pues recordemos que la japonesa se dedicaba a chillar de manera irritante, mientras que ‘Jamrag’ se divide aquí en ‘Say Please’ y ‘Aaawk’. A lo largo del álbum encontraremos decenas de diálogos que arriba no se han colocado en color anaranjado porque habría que ponerlo casi todo así al no poseer contenido musical y ser todo de un humor muy particular. Aparte, se ha de tener un excelente nivel de inglés para poder entenderlo y seguir las conversaciones. Aparte, cuando nos toca escuchar de fondo el martilleo de una máquina de escribir, como en ‘The Motel Lobby’, pues resulta bastante molesto.
En el segundo disco los diez primeros títulos son diálogos y se agrupan bajo el subtítulo de A typical day in the road, Part 2, aunque luego se seguirán intercalando actuaciones y nuevos diálogos. De manera análoga, los últimos doce títulos están agrupados bajo el título de The true story of 200 Motels. Precisamente 200 Motels es el álbum del cual deriva una buena parte del contenido de Playground Psychotics, con ejemplos nada recomendables como los berridos de ‘Learning "Penis Dimension"’, donde se nos dice que es un ensayo del monólogo destinado a interpretar ese tema de 200 Motels. En el caso de ‘Divan’, se trata de una broma en forma musical vocal, pero es que no podían faltar aquí los experimentos atonales sin sentido como ‘Zanti Serenade’, a pesar de que también encontraremos atonalidades con algo más de sentido (pero no mucho más) como las de ‘Don't Eat There’. Pero como siempre, nos encontraremos alguna sorpresa que otra, aunque sean muy escasas. Por ejemplo, para ser la “típica” prueba de sonido, la verdad es que suena genial el breve rock que interpretan en ‘A Typical Sound Check’.
Lo que más puede atraer al oyente casual es poder encontrar canciones que no habíamos escuchado nunca en directo, como ‘Status Back Baby’ de Absolutely Free, que alegra volver a encontrar como uno se alegra cuando se vuelve a cruzar con un antiguo amigo, igual que ‘Mom & Dad’ y ‘Concentration Moon’ de We're Only In It For The Money, esta última por partida doble porque por medio introducen una de sus bromas habituales, esta vez de estilo circense. Encontramos una sensacional versión instrumental de ‘Sleeping In A Jar’, que en Uncle Meat sonaba menos vistosa al centrarse en el apartado vocal pero aquí brilla tanto por sus juguetonas melodías como por sus diferentes secciones y sus magistrales partes de guitarra, todo en un mágico minuto y medio. Es también la primera vez que podemos disfrutar de ‘Wonderful Wino’ (perteneciente a Zoot Allures) en directo, lo cual es una buena excusa para disfrutar de un gran solo de guitarra.
Otra vieja conocida, de Just Another Band From L.A., es la interminable ‘Billy The Mountain’, de media hora de duración para solaz de los más fanáticos de las historietas de Zappa, pues el apartado musical ya sabemos que es (muy) secundario aquí. Por medio introducen también bromas musicales, como el himno de Estados Unidos, pero es a partir de los veinte minutos (y hasta los veintiséis) cuando por fin nos ofrecen una sección instrumental interesante, con todos los músicos tocando ya en serio. Más interesante resulta la breve ‘Intro To Music For Low Budget Orchestra’ que antecede al mamotreto de ‘Billy The Mountain’. Podían haberse esforzado algo más en ‘Cruisin' For Burgers’ porque queda demasiado caótica, como tampoco resulta buena idea acelerar el ritmo de ‘Sharleena’ (de Chunga's Revenge), ya que se acaban disolviendo las melodías con tanta velocidad, aparte de que la coda frenética se alarga demasiado.
Como novedades, aparte de algunas ya citadas anteriormente y quitando la extensa retahíla de diálogos, no queda apenas nada más. El instrumental ‘Brixton Still Life’ toma como base ‘Purple Haze’ de Jimi Hendrix y a partir de ahí realizan su propia improvisación con la guitarra en primer plano. En cambio, la lamentable ‘Diphtheria Blues’ se compone de percusión y gritos porque se trata de una improvisación que les salió tras comprobar que habían salido indemnes de una epidemia de difteria en San Antonio. Conociendo este incidente, pues se puede entender mejor la intención de este tema. Y en realidad, hay que conocer todo el contexto de la banda para entender la mayor parte de este álbum, lo cual significa que está destinado exclusivamente a fans, que son los únicos que lo entenderán y soportarán.
AHEAD OF THEIR TIME
Año de publicación: 1993
Puntuación:
1) Prologue; 2) Progress?; 3) Like It Or Not; 4) The Jimmy Carl Black Philosophy Lesson;
5) Holding The Group Back; 6) Holiday In Berlin;
7) The Rejected Mexican Pope Leaves The Stage; 8) Undaunted, The Band Plays On;
9) Agency Man; 10) Epilogue; 11) King Kong; 12) Help, I'm A Rock;
13) Transylvania Boogie; 14) Pound For A Brown; 15) Sleeping In A Jar;
16) Let's Make The Water Turn Black; 17) Harry, You're A Beast; 18) The Orange County Lumber Truck (Part I); 19) Oh No; 20) The Orange County Lumber Truck (Part II).
En esta ocasión nos dirigimos a un único concierto de The Mothers of Invention acaecido el 25 de octubre de 1968 en Londres, en un país donde no tuvieron demasiado éxito porque el humor británico choca muchas veces con el humor chocarrero de Frank Zappa y sus acólitos. Pero para el oyente actual, un concierto de estos chicos sin imágenes nos hace perder una parte importante del encanto original, sobre todo porque la primera mitad del concierto está dedicada a una representación teatral y eso es para verlo filmado. Sin esa parte visual, el humor no llega igual y muchas veces no se entiende, como tampoco la supuesta historia narrada.
Entre un prólogo y un epílogo (justamente titulados ‘Prologue’ y ‘Epilogue’), realizan una interpretación teatral humorística con música intercalada que en general podría clasificarse como música incidental de película, sin mucho sentido desprovistas de imágenes que la acompañen. La inclasificable ‘Prologue’ transita entre la música clásica y el jazz característico de Zappa, sin que se les olvide añadir alguna que otra disonancia. Esto es mucho mejor que el pastiche de disonancias, serenata, himno marcial y todo tipo de parodia de ‘Agency Man’, donde tanto cambio no puede entenderse sin unas imágenes que nos expliquen lo que está ocurriendo. Menos mal que en la segunda mitad del concierto encontramos ya contenido que puede denominarse como musical, con temas instrumentales que nunca fallan (‘King Kong’, ‘Sleeping In A Jar’) y otros que sabemos de antemano que van a fallar (‘Help, I'm A Rock’).
Nuevamente ‘Let's Make The Water Turn Black’ y ‘Harry, You're A Beast’ son interpretadas como instrumentales y eso ciertamente les viene bien sobre el escenario, pero ya llevamos varios álbumes donde han seguido la misma secuencia, llegando a continuación a ‘The Orange County Lumber Truck’. Pero claro, es que estamos acostumbrados a que casi cualquier álbum en directo de Frank Zappa nos sorprenda con algo cuando es evidente que también repetirían sus repertorios o ideas en diferentes ocasiones, de ahí ese trabajo de orfebrería musical de Frank cuando enlazaba fragmentos de diferentes actuaciones para publicar sus directos. Y bueno, lo mejor nos lo reservan para el final con esos diez minutos de la segunda parte de ‘The Orange County Lumber Truck’, toda una demostración de maestría instrumental, energía rockera, estructura y cohesión entre los músicos. Una interpretación por la que vale de verdad la pena buscar este álbum. Por lo demás, la curiosidad de escuchar a The Mothers of Invention es siempre un aliciente por la singularidad de su propuesta.
YELLOW SHARK
Año de publicación: 1993
Puntuación:
1) Intro; 2) Dog Breath Variations; 3) Uncle Meat; 4) Outrage At Valdez; 5) Times Beach II; 6) III Revisited; 7) The Girl In The Magnesium Dress; 8) Be-Bop Tango; 9) Ruth Is Sleeping; 10) None Of The Above; 11) Pentagon Afternoon; 12) Questi Cazzi Di Piccione;
13) Times Beach III; 14) Food Gathering In Post-Industrial America;
15) Welcome To The United States; 16) Pound For A Brown; 17) Exercise #4;
18) Get Whitey; 19) G-Spot Tornado.
Antes de fallecer a causa del cáncer y aun padeciendo un estado de salud que le obligó a abandonar la vida activa de músico, Frank Zappa recibió la fantástica noticia de que una orquesta alemana se había interesado por su obra (clásica) para realizar un concierto en un festival en Frankfurt. Ante tal honor, que hacía justicia a su ejemplar producción musical, Zappa invitó a los músicos alemanes a Los Ángeles para ensayar lo que sería The Yellow Shark. Esta obra no será algo totalmente nuevo, pues ya sabemos cómo trabajaba el estadounidense y cómo solía reciclar ideas o retomarlas bajo diferentes arreglos o formatos, de ahí que muchos títulos le resulten familiares al conocedor de su trayectoria. El presente álbum no contiene un concierto íntegro (eso ya no es una sorpresa), sino una selección de los que hubo durante 1992, donde se supone que están las mejores interpretaciones de cada pieza, conformando así la obra completa tal como había sido ideada. Y bueno, que nadie espere escuchar una guitarra eléctrica o una batería, esto es música clásica. Y vanguardista.
Tras unas palabras de Frank Zappa a los espectadores, puesto que él estuvo presente en algunos de los conciertos, los primeros temas que escucharemos muestran el propósito de Frank de agradar al público, puesto que ‘Dog Breath Variations’ y ‘Uncle Meat’ poseen un fuerte potencial melódico que deja una buena primera impresión. Pero una vez acabado ‘Outrage At Valdez’, entramos en terrenos más técnicos y menos melódicos donde no faltan algunas atonalidades y pasajes abstractos (¡‘III Revisited’ podría pasar por ser una afinación de los violines!), por lo cual se ha de ser amante de este tipo de música o muy fan de Zappa para no distraer la atención con cualquier cosa que no sea la música. Aun así, por ejemplo ‘Be-Bop Tango’ y ‘None Of The Above’ poseen algo de estructura y melodía, mientras que ‘Ruth Is Sleeping’ es una virtuosa pieza de piano solo que agradará a quienes profesen predilección por este instrumento. No hay apartado vocal en el álbum, pero sí escucharemos a una música de la orquesta realizar una recitación hilarante en ‘Food Gathering In Post-Industrial America’ y luego a otros músicos alemanes (con un marcado acento) en ‘Welcome To The United States’ ironizando con el trato a los extranjeros cuando llegan a Estados Unidos y colando algún acorde conocido como el de ‘Louie Louie’, una gamberrada musical típica de Frank. Estos dos temas citados no son en realidad musicales y se ha de tener ganas de bromas para que no se vuelvan cansinos tras la primera escucha.
La recta final del álbum a partir del título ya conocido de ‘Pound For A Brown’ es también agradable de escuchar, como ocurría al principio, si bien ‘Get Whitey’ queda algo difusa. Pero es la idea general de dejar lo más complicado de digerir en la parte intermedia de la obra y así dejar una primera y última impresión más agradable. Lo mejor es ‘G-Spot Tornado’, que si nos acordamos pertenecía a Jazz From Hell, de 1986, pero entonces no le podía extraer toda la grandeza como aquí, gracias a la interpretación de la orquesta. Es la mejor manera de finalizar la obra y sus últimos dos minutos no son música, sino los aplausos entusiastas de un público agradecido por asistir a una experiencia tan emocionante. En alguno de los conciertos tuvieron la gentileza de permitirle dirigir alguna pieza, toda una experiencia que emocionaría a un Frank Zappa que entonces ya sabía que estaba en la recta final de su vida. The Yellow Shark saldría publicado un mes antes de su muerte, demasiado pronto para un músico que había trascendido fronteras artísticas y que se enfrentó con inteligencia y lucidez contra los poderes fácticos. Gente como él es necesaria en este mundo que tiende cíclicamente al extremismo.