top of page

CREAM

FRESH CREAM

Año de publicación: 1966

Puntuación:

1) I Feel Free; 2) N.S.U.; 3) Sleepy Time Time; 4) Dreaming; 5) Sweet Wine;

6) Spoonful; 7) Cat's Squirrel; 8) Four Until Late; 9) Rollin' And Tumblin';

10) I'm So Glad; 11) Toad.

Disco de debut de lo que se suele considerar como el primer supergrupo de la historia, ya que este trío estaba conformado por tres grandes músicos que ya se habían granjeado una merecida fama cuando lo formaron. Eric Clapton provenía, entre otros, de los Yardbirds, el batería Ginger Baker de la Graham Bond Organization y el bajista Jack Bruce de los Bluesbreakers de John Mayall (donde había coincidido con Clapton), después de salir de la Graham Bond Organization por problemas con… ¡¡¡Ginger Baker!!! Hasta el mismo Clapton se sintió enormemente desconcertado cuando empezaron a tocar y vio que entre sus compañeros había mal rollo personal aunque respeto profesional.

 

El caso es que el predominio compositivo desde el inicio corresponde a Bruce, quien también canta la mayoría de canciones. El primer single de relativo éxito que tuvieron es el inicial ‘I Feel Free’, que aunque tiene un inicio desalentador con las palmas y el “Pom-pom-pom”, pronto se convierte en una gran canción rock de tintes psicodélicos acompañada de un gran ritmo y muy buenos coros, donde la guitarra de Eric deja afilados destellos.

 

En ‘N.S.U.’ brilla la batería de Ginger Baker, verdadero líder de este tema al marcar el tempo de la canción y protagonizar los brillantes cambios de ritmo. También es destacable la melodía de guitarra inicial de Clapton, así como el solo que se marca en su parte central. En ‘Sweet Wine’ volvemos a tener otro ejemplo de ese liderazgo de la batería, en este caso es obvio porque Baker es coautor del tema. Además, tiene un buen desarrollo instrumental con unos grandes solos de guitarra mediante notas alargadas por parte de Clapton.

 

‘Sleepy Time Time’, como su nombre indica, es un blues que induce al sueño por lo aburrido que es. Como veremos en su discografía, los mejores blues del grupo son los que versionan, como podemos comprobar por ejemplo en ‘Spoonful’ de Willie Dixon. En éste, aunque puede parecer algo repetitivo el ritmo, Clapton se encarga de darle ligereza con sus punteos tras cada frase de Bruce, y la sección instrumental que se marcan es de antología. Todo un ejemplo de lo que es una gran versión de blues-rock y, como curiosidad, destacar el uso de la armónica. Todos estos elementos (con algo menos de grandeza) los volvemos a encontrar en ‘Rollin' And Tumblin'’ de Muddy Waters, poseedor de un ritmo rapidísimo y una alocada parte instrumental, así como en ‘I'm So Glad’ de Skip James, una de las piezas favoritas del repertorio del grupo en directo, que tiene una peculiar guitarra inicial.

 

Con un sonido procedente del blues pero más enfocado hacia el rock está el tradicional ‘Cat's Squirrel’, transición entre géneros que se puede observar fácilmente justo después del breve canto de Bruce y que, por desgracia, al final se fastidia por el repetitivo final algo caótico e irritante. El sonido más pop llega con ‘Dreaming’, pero con Cream la palabra pop no posee connotaciones negativas al tratarse de otra canción perfectamente ejecutada, pero no obstante con más gancho melódico de lo habitual, en este caso adornado por unas voces que se van dando el contrapunto. Un experimento acertado, no como el primer single que publicaron como grupo, que fue la vomitiva ‘Wrapping Paper’.

 

También podemos encontrar country en la versión de Robert Johnson ‘Four Until Late’, estilo que vemos que no pega nada con el grupo y que es de lo peor del disco. Y hablando de malos tragos, para el final tenemos una aceptable melodía compuesta por Baker y aderezada por su propia batería, que da paso al que quizá sea el primer ejemplo de solo de batería en una canción, que en este caso se puede escuchar con algo de interés porque el maestro Baker lo hace ameno, pero pronto tendremos la sensación molesta de desear que acabe lo antes posible. Lástima que este ejemplo cundió entre toda clase de baterías del rock, dando lugar a momentos realmente tediosos y a una moda de hacer extensos solos que duraría muchos años durante la década de los setenta.

 

En resumen, estamos ante un buen disco de debut que sirvió como una primera toma de contacto entre estos brillantes músicos, para calibrar sus capacidades y sinergias, y también para darse cuenta de las altas cotas a las que podían llegar aunando esfuerzos sin caer en rencillas personales. 

DISRAELI GEARS

Año de publicación: 1967

Puntuación:

1) Strange Brew; 2) Sunshine Of Your Love; 3) World Of Pain;

4) Dance The Night Away; 5) Blue Condition; 6) Tales Of Brave Ulysses; 7) SWLABR;

8) We're Going Wrong; 9) Outside Woman Blues; 10) Take It Back;

11) Mother's Lament.

Si alguna vez en tu vida has escuchado la etiqueta “Blues-rock Psicodélico”, lo cual será complicado, es porque tiene que estar referido al estilo musical de este disco, o en menor grado al estilo que tendrían los futuros Mountain, verdaderos discípulos y herederos de esa vertiente aunque con resultados menos relevantes. El magistral e inigualable sonido que consiguen aquí los Cream no será repetido ni siquiera por ellos.

 

Y como gran ejemplo de este novedoso sonido tenemos la primera canción (‘Strange Brew’), compuesta por Clapton, Gail Collins y su marido Felix Pappalardi, este último productor del disco y futuro bajista de la citada banda Mountain. La canción es en esencia un blues, pero los arreglos y sobre todo la guitarra de Clapton le confieren un aire psicodélico fenomenal. En ‘World Of Pain’ tenemos otro gran ejemplo de similares ingredientes, en este caso también con una distorsión especial de la guitarra, probablemente el famoso pedal wah-wah que pusieron de moda a la vez Clapton y Jimi Hendrix.

 

¿Y quién no ha escuchado alguna vez en su vida ‘Sunshine Of Your Love’? es uno de los mayores éxitos del grupo, con esa inolvidable y compleja melodía de bajo. Lo impresionante de la canción es cómo la intensidad del sonido va incrementándose gradualmente conforme avanza el tema, algo logrado únicamente por tres tipos, los tres grandes músicos de este grupo. Además, la parte vocal es muy buena, con la alternancia entre Bruce y Clapton. Un crescendo directo lo encontramos en ‘We're Going Wrong’, un gran ejemplo de canción casi mantraica que hay que escuchar con detenimiento para observar todos los pequeños detalles y el gradual aumento de tono que van montando el crescendo. Un efecto tal solo está al alcance de unos músicos virtuosos.

 

Una inolvidable guitarra de Clapton la encontramos sin duda en ‘Dance The Night Away’, poseedora de una melodía que la convierte en un clásico oculto del grupo, además de una memorable parte instrumental y un canto coral adecuado para la sensación de viaje nocturno que transmite. En cuanto a ‘Tales Of Brave Ulysses’, de Clapton, es su contribución a la presentación del pedal wah-wah en la sociedad rock, tiene un magistral uso de la guitarra y es un clásico del grupo. La siguiente no se queda muy atrás, ya que ‘SWLABR’ es algo más rápida y con infinidad de cambios de ritmo que no interfieren en todos los solos que va soltando Eric.

 

‘Blue Condition’ es un blues compuesto por Baker, algo mejor que al aburrido ‘Sleepy Time’ de Fresh Cream, pero que desentona en estilo y aspiraciones respecto al resto de del álbum. También hay más ejemplos que recuerdan al estilo del disco de debut, como otro blues pero más rock, ‘Outside Woman Blues’, una versión de Arthur Reynolds cantada por Clapton, y también ‘Take It Back’, donde añaden una armónica y un ritmo interesante en los estribillos, marcado por la guitarra rítmica.

 

El final ‘Mother's Lament’ no pasa de ser una broma, pues son los tres integrantes del grupo cantando al unísono una canción tradicional, acompañados de un piano. Una manera estrafalaria de finalizar esta obra imprescindible. Y es que podemos resumirlo todo de manera sencilla en que estamos ante un disco importantísimo en la historia del rock con un estilo único, que hay que escuchar al menos una vez en la vida. O mejor cien veces.

WHEELS OF FIRE

Año de publicación: 1968

Puntuación:

1) White Room; 2) Sitting On Top Of The World; 3) Passing The Time; 4) As You Said; 5) Pressed Rat And Warthog; 6) Politician; 7) Those Were The Days;

8) Born Under A Bad Sign; 9) Deserted Cities Of The Heart; 10) Crossroads;

11) Spoonful; 12) Traintime; 13) Toad.

Doble LP donde el primer volumen son canciones de estudio y el segundo está compuesto por cuatro canciones en directo, dos de ellas superando los quince minutos de duración. De alguna manera abandonan la vertiente psicodélica de Disraeli Gears, de la que todavía quedan restos, y vuelven a mirar hacia el blues-rock pero sin perder la vertiente artística, así como exacerbando las individualidades de cada miembro, motivo por el que Wheels Of Fire puede tomarse como un álbum sin orientación definida y como evidencia de que había objetivos contrapuestos, si bien trabajando en conjunto se volvían claramente imbatibles, aunque ellos no lo vieran así.

 

Sobre el volumen de estudio, qué se puede decir del gran clásico que es ‘White Room’, con su famoso y monumental inicio, su compás de 5/4, su guitarra distorsionada de Clapton y la poderosa interpretación vocal de Bruce. Tiene una memorable parte instrumental con ese efecto de wah-wah que le confiere a la guitarra ese sonido tan característico.

 

Tenemos dos composiciones no propias en el volumen de estudio. Una es ‘Sitting On Top Of The World’, de Chester Burnett, la cual resulta demasiado lenta y plomiza después del inicio de álbum demoledor que hemos citado, por mucha buena guitarra que inserte Clapton. La otra versión es ‘Born Under A Bad Sign’, con un acabado mucho mejor, en este caso creando un ritmo más agradable e intrigante, acompañado por los agudos fraseos de guitarra.

 

Ginger Baker aporta tres temas, uno de ellos ‘Passing The Time’, que tiene un inicio casi mantraico con el canto gregoriano de Bruce y el acompañamiento de la percusión. Es una canción rara, pues pronto llega un sonido de xilófono tranquilo que acompaña al canto tranquilo de Bruce, como si se tratara de una nana, y cuando llevamos dos minutos cambia completamente el panorama para entrar en una sección rockera y también casi mantraica inicialmente por su repetitividad, pero que acaba desembocando en una jam enérgica, para finalmente volver al xilófono y la nana anterior. Otro tema de Baker es ‘Pressed Rat And Warthog’, supongo que cantada (o mejor decir recitada) por él mismo, que a mí personalmente me gusta mucho por el aumento gradual del ritmo que él va creando con su maestría en la batería, además de tener una buena melodía de trompeta que va acompañando el tema y otro gran solo de Eric hacia el final. Y la mejor de las tres es ‘Those Were The Days’, con un gran ritmo rápido y unos curiosos sonidos como de cencerros y campanas que van apareciendo tras cada estrofa. El empleo de la batería es magistral, dando lo mejor de sí, por lo que salvo que alguien odie la forma de cantar de Baker, este tema seguro que será de la predilección de cualquiera.

 

‘As You Said’ es una deplorable canción acústica entre el folk y el rock, con un violoncelo sonando de acompañamiento pero que no compensa la ausencia de melodía y la –por momentos– disonancia que crean los instrumentos. ‘Politician’ tampoco me gusta nada, porque el ritmo me parece bastante horrendo, por mucha complejidad que tenga, solo se salva mínimamente por la guitarra de Clapton, como suele pasar, y porque la letra crítica con la clase política está muy bien.

 

Para el final del volumen de estudio tenemos otro magnífico tema, ‘Deserted Cities Of The Heart’, con un estilo propio del Disraeli Gears en su memorable estribillo donde el violoncelo de Pappalardi aporta un sabor como oriental. También impresiona el potente intermedio instrumental.

 

En el volumen de directo, las cuatro canciones provienen de diferentes conciertos en San Francisco, tres en el Winterland (en dos fechas diferentes, pero todas próximas) y ‘Toad’ en el Fillmore West. En primer lugar, encontramos una poderosa versión de ‘Crossroads’, de Robert Johnson, que siempre encontraría su lugar en el repertorio de Clapton en su carrera en solitario, de hecho la canta él mismo y con su maravillosa guitarra la hace propia. Es la canción más corta de las cuatro, pero toda una delicia. ‘Spoonful’ tampoco se queda muy atrás, con un diferente pero gran comienzo, y una magistral interacción entre los tres músicos, aunque quizá se alargue demasiado (¡más de quince minutos!), pero poquísimos artistas pueden presumir de no aburrir en improvisaciones de tan larga duración.

 

En cuanto a ‘Traintime’, es una fallida blues-jam marcada por la armónica y los desvaríos de Bruce, que la verdad que para escucharlo prefiero irme antes a cualquier clásico del blues, que lo hará igual o mejor, y seguro que más auténtico. ‘Toad’ sigue siendo el vehículo de lucimiento de Baker, aunque más bien debería decir autolucimiento, porque un solo de batería de más de diez minutos no deja de ser algo infumable, aunque aquí se trate de uno de los mejores baterías de la historia, lo que quiere decir que al menos lo que escuchamos es a un maestro de su instrumento.

 

Durante la grabación de este disco ya hubo grandes tensiones entre Baker, Bruce y Clapton, que unido a la depresión de este último tras unas fuertes críticas de la revista Rolling Stone y también por su profunda impresión tras escuchar el primer disco de The Band (Music From Big Pink), provocó que el siguiente disco se ensamblara con lo que habían grabado hasta que explotó la tensión contenida, más otras actuaciones en directo.

En este disco repiten el esquema anterior pero en versión más pobre, ya no se trata de un volumen estudio y otro de directo, sino de medio disco en directo y medio en estudio, ya que su idea era repetir el esquema anterior de dos volúmenes, pero la escasez de composiciones originales y las ganas de partir cada uno por su lado les llevó a dejarlo tal cual lo encontramos. Por tanto, el título no es engañoso, se trataba de su despedida, además de que el trío ya estaba disuelto antes de su publicación.

 

El disco se inicia con las tres actuaciones en directo, todas del mismo concierto en Los Angeles, de octubre de 1968, y lo que se aprecia es una producción no del todo buena, pues hay momentos que la sección rítmica poco pulida suena. En ‘I'm So Glad’, de Skip James, Clapton a partir de los dos minutos empieza con un magnífico solo improvisado durante casi toda la duración del tema, que eleva su nivel por encima de su versión de estudio. De ‘Politician’ poco puedo decir, puesto que tiene la misma valoración que la versión de estudio, es decir, un horroroso ritmo complejo con un canto algo desafinado y que únicamente se salva por el gran solo de guitarra. De manera análoga, ‘Sitting On Top Of The World’ ya presentaba el problema de su tedioso ritmo, vuelta a ser salvada por la guitarra de Clapton, aquí todavía mejor que en el estudio.

 

En la parte de estudio cada miembro aporta un tema, siendo el mejor el compuesto por Eric, el famosísimo ‘Badge’, donde George Harrison le devuelve el favor sin aparecer acreditado en el disco para evitar batallas contractuales entre discográficas, y aporta su guitarra rítmica para que Clapton pueda cantar tranquilamente las preciosas melodías que conforman la canción, acompañadas de unas grandes líneas de piano, además del memorable puente donde Clapton entra con un maravilloso sonido de guitarra pasado por un amplificador Leslie y, por supuesto, su solo de guitarra en la épica parte final. Con mayor sensación épica y con un gran ritmo potente tenemos ‘What A Bringdown’ de Baker, donde cada sección instrumental que aparece tras repetir su título transmite una gran fuerza, pues la percusión aquí es la estrella, además de deleitarnos con una guitarra distorsionada por lo que parece el wah-wah. Además, esta canción es precursora en estilo a la que compondrá en Blind Faith, ‘Do What You Like’. ‘Doing That Scrapyard Thing’, de Bruce, es la menor de las tres composiciones de estudio, sobre todo lastrada por esa forma de cantar infantil acorde con la letra también pueril, aunque no deja de tener una parte muy pegadiza en sus finales de estrofa y una buena ejecución instrumental.

 

En fin, una lástima que el grupo se disolviera, pero por desgracia volvió a ocurrir lo mismo de siempre, que los egos de tres grandísimos músicos chocaron entre sí hasta el punto de que se volvió imposible continuar hacia delante. Al menos aparecerían todavía un par de discos agrupando temas en directo para seguir deleitándonos un poco más.

1) I'm So Glad; 2) Politician; 3) Sitting On Top Of The World; 4) Badge;

5) Doing That Scrapyard Thing; 6) What A Bringdown.

Puntuación:

Año de publicación: 1969

GOODBYE

1) N.S.U.; 2) Sleepy Time Time; 3) Sweet Wine; 4) Rollin' And Tumblin';

5) Lawdy Mama.

Puntuación:

Año de publicación: 1970

LIVE CREAM

Uno de los dos discos de actuaciones en directo que editaron tras su disolución, donde también aparece un tema no publicado de estudio, ‘Lawdy Mama’. Las canciones en directo pertenecen a varios conciertos realizados en marzo del 68 en San Francisco, tres de ellos de dos actuaciones en el Winterland y ‘Rollin' And Tumblin'’ en el Fillmore West. Lo curioso es que en el repertorio elegido no hay ninguno de sus grandes éxitos, de hecho todos los temas pertenecen al disco de debut Fresh Cream.

 

La nombrada ‘Lawdy Mama’ es simplemente una versión inicial de la gran ‘Strange Brew’ pero con diferente letra y una forma de cantar totalmente blues que la aparta un poco del tono psicodélico que le imprimieron después y la vuelve algo más genérica. Pero es también una muestra de la creatividad y grandeza del grupo, transformar un estilo genérico en un sonido único.

 

Y viendo la escasa cantidad de temas en directo, solo cuatro, nos podemos hacer una idea de que se trata de temas con improvisaciones largas realizadas en su parte central, tal como podemos comprobar ya en el primer caso, ‘N.S.U.’. Como no, las extensas improvisaciones van comandadas por la magistral guitarra de Clapton, que con su amplio abanico de recursos consigue que en ningún momento nos aburramos, además de tener un perfecto acompañamiento rítmico en sus compañeros, que van acomodando el ritmo según el camino que va tomando Eric. ‘Sleepy Time Time’ mejora muchísimo respecto a su plomiza versión de estudio, pues aunque no deja de ser un blues estándar, en este caso gracias a su gran parte instrumental donde se vuelve a lucir Clapton, consiguen transmitir una fiereza de la que carecía la original. ‘Rollin' And Tumblin'’ es la más floja aquí pues, igual como les pasó anteriormente con ‘Traintime’, se centran más en el sonido de la armónica que no dominan en detrimento de lo que ya habíamos escuchado que saben hacer mejor, y eso es dejar a Clapton que lleve el mando de la improvisación. Pero tampoco se puede decir que sea una mala interpretación.

 

En ‘Sweet Wine’ el desarrollo instrumental no está a la altura de los dos primeros temas, no hay apenas momentos brillantes y la guitarra de Clapton no aporta grandes solos, por lo que esta vez sí que puede inducirnos al aburrimiento pues en total el tema tiene una duración de quince minutos. Aparte de esto, la parte inicial original tampoco transmite mucha convicción, además de que está interpretada en un ritmo más lento.

 

Así que en total tenemos dos buenas versiones en directo, otros dos olvidables y una innecesaria versión inicial de ‘Strange Brew’ que no tiene nada de interesante salvo la curiosidad. Poco bagaje para el material que se podría esperar de este trío.

Como complemento y continuación del disco en directo anterior, aquí sí que tenemos por fin bastantes de sus temas legendarios. Siguen habiendo tres temas de marzo del 68 en el Winterland (‘Tales Of Brave Ulysses’, ‘Sunshine Of Your Love’ y ‘Steppin' Out’), así como otros tres temas del 4 de octubre en Oakland, que paradójicamente vienen en primer lugar. Como pasa con los directos de Cream, lo que salvará a una canción de tenerla en consideración o no, dependerá de la inspiración de Clapton con su guitarra en sus momentos de lucimiento.

 

Empezando por estos temas de Oakland, en ‘Deserted Cities Of The Heart’ consiguen un gran acabado equivalente al de Wheels Of Fire, aunque en este caso el violín de los breaks instrumentales vienen sustituidos por la guitarra, lo cual le resta colorido al tema, pero en cualquier caso se trata de una gran interpretación que contiene una aguerrida sección instrumental que supera en fuerza a la de estudio. En ‘White Room’ consiguen mantener ese efecto majestuoso de su inicio, con la percusión introductoria y los coros que la acompañan. Después realizan una interpretación que sigue siendo acorde a la versión de estudio, sin apenas ningún cambio, y el solo de Clapton brilla mucho menos que el que ya conocíamos, incluso recordando hacia el final a ‘Tales Of Brave Ulysses’. ‘Politician’ ya la habíamos escuchado en directo en Goodbye, aunque aquí suena algo mejor la parte instrumental y Clapton vuelve a acertar con su solo, pero el canto de Bruce sigue siendo un tanto asonante.

 

Pasando al resto de temas, en ‘Tales Of Brave Ulysses’ podemos encontrar ese gran efecto de distorsión de wah-wah igual que en el disco de estudio, aunque el ritmo es algo más lento, sobre todo al inicio porque para cuando llega la parte final y Clapton se embarca en un impresionante solo distorsionado, ya nos olvidamos de cualquier grado de lentitud. ‘Sunshine Of Your Love’ está interpretada de igual manera a la versión de estudio, pero es que poco se puede añadir a un tema que ya es uno de los himnos del rock, volviendo a crear aquí un vendaval arrollador de sonido, y además en la guitarra sí que añaden variaciones en la parte central con el pertinente solo. Quizá le sobre el demasiado alargado final caótico.

 

La final ‘Stepping Out’, de un tal James Bracken, es el tema de desarrollo largo de este disco, en este caso totalmente instrumental. Es, cómo no, un blues-rock, interesante por la maníaca guitarra de Eric que lidera el tema a lo largo de sus casi quince minutos, sin llegar a aburrir en ningún momento (quizá algo en la parte final) y aportando un vendaval de sonido junto a sus compañeros que, por supuesto, hay que estar mentalizado para escuchar, pues no es precisamente un tema para ponerlo todos los días.

 

Con este disco en directo se cerró durante muchos años el catálogo oficial de Cream, hasta que ya en el siglo XXI se volvieron a juntar para sus lucrativos conciertos en el Royal Albert Hall.

1) Deserted Cities Of The Heart; 2) White Room; 3) Politician;

4) Tales Of Brave Ulysses; 5) Sunshine Of Your Love; 6) Steppin' Out.

Puntuación:

Año de publicación: 1972

LIVE CREAM VOLUME II

RECOPILATORIOS

THE VERY BEST OF CREAM

Año de publicación: 1995

Esta fue mi primera adquisición de Cream, un recopilatorio más o menos recomendable que abarca cronológicamente veinte temas de toda su trayectoria, aunque empieza con su lamentable primer single ‘Wrapping Paper’, que ya comentaré en el análisis del Boxset que viene a continuación. Por otra parte, tiene un libreto muy bien documentado donde explica la historia del grupo y sus componentes. No obstante, dado lo exiguo de su carrera, vale la pena adquirir toda su discografía por su importancia en la historia de la música, por tratarse de tres grandes músicos y por supuesto también por la gran calidad de muchas de sus composiciones, pues obviamente algunas de ellas se quedan fuera de la presente recopilación.

THOSE WHERE THE DAYS

Año de publicación: 1997

Boxset compuesto por cuatro CD’s que abarca todo lo que publicaron en sus tres años de vida como grupo, tanto discos como singles, además de los dos discos en directo que editaron posteriormente y algunas demos y rarezas. Solo falta la versión en directo de ‘Politician’ perteneciente al disco Goodbye, que probablemente no incluyeron porque ya tenemos otra versión en Live Cream Volume II, y tratándose de esa canción nos podemos dar por satisfechos.

 

Para empezar esta vasta compilación tenemos el primer single que publicaron a finales de 1966, el ya citado ‘Wrapping Paper’ de Jack Bruce, que es todo lo contrario a lo que podríamos esperar de una gente que se presentaba como el conjunto de tres músicos virtuosos. Es más bien un tema de music-hall con un ritmo tedioso, unas melodías aburridas y nada de guitarra ni ningún elemento que pueda destacarse. En 1968 quisieron hacer otro tema aparentemente igual de inofensivo e inútil, pero consiguiendo en este caso un efecto más placentero. Me refiero a ‘Anyone For Tennis’, una composición de Clapton totalmente atípica de su estilo en ese momento –aunque en su carrera en solitario sí que se dejaría llevar por caminos así–  de tal manera que hasta el final no se escuchan unas breves notas de guitarra que no aportan nada. Es un tema tranquilo con unas agradables melodías que al menos se deja escuchar.

 

Encontramos en este disco demos y versiones primerizas de otros temas, como es el caso de ‘Lawdy Mama’, antesala de la futura ‘Strange Brew’, que aparece en dos versiones, la primera donde no se atisba nada de su mutación futura, pues se trata de un blues-rock más o menos convencional. La segunda versión es la misma que aparecía y que ya he comentado en Live Cream. Escuchando la demo de ‘We're Going Wrong’ nos damos cuenta de nuevo de la grandeza de este trío, pues lo que era inicialmente una gran balada de blues-rock, al final consiguieron transformarla en su versión final en un virtuoso crescendo. Aquí al menos podemos deleitarnos con la guitarra de Clapton en primer plano. Sin embargo, en ‘SWLABR’ se pierde buena parte de la fuerza de la versión final.

 

Hablando ahora de los temas descartados o no publicados en su momento, ‘The Coffee Song’ es una buena canción psicodélica no compuesta por ellos, de potente ritmo y unas grandes líneas de guitarra, que data de 1966 y quizá no fuera incluida en Fresh Cream por ser diferente al sonido general que tenía ese álbum. Aquí tiene un sonido poco pulido, pero aún así es una agradable sorpresa. La discreta ‘You Make Me Feel’, de Bruce, seguramente fue descartada por poseer un sonido de guitarra muy bueno pero análogo al utilizado para ‘I'm So Glad’. En cambio, ‘Hey Now Princess’ de Bruce quizá no sería publicada por ser demasiado caótica, es como una especie de ‘Politician’ pero con un sonido extremadamente acelerado aunque poco melódico que entroncaría más con los Velvet Underground o con el sonido punk de una década después. ‘Weird Of Hermiston’ de Bruce es otro intento de música pop con un buen resultado, que quizá hubiera quedado bien en su último disco Goodbye. Y ‘The Clearout’ es un potente instrumental que con una letra adecuada seguro que no hubiera quedado descartado.

 

Por último, destacar que hay una interpretación no publicada antes de ‘Sunshine Of Your Love’ perteneciente a un show en Los Angeles, en una ejecución ligeramente más lenta de lo habitual pero que sirve al menos para que Clapton nos deleite preocupándose menos de quedarse descolgado del ritmo continuado que posee este tema. Y bueno, también se nos avisa que ‘N.S.U.’ de Live Cream y ‘Toad’ de Wheels Of Fire están aquí en su versión completa, sin cortes.

 

Ah, y no hay que olvidar el anuncio comercial de cerveza incluido, curiosamente interpretado y cantado con mucho sentimiento para ser simple publicidad.

 

En resumen, vale la pena comprar esta caja recopilatoria con todo lo que publicó Cream y olvidarse de comprar discos sueltos. Con esta opción te saldrá más barato y además tendrás un buen libreto explicativo de la trayectoria del grupo.

VÍDEOS

FAREWELL CONCERT

Año de publicación: 1968

Correspondiente al último concierto que realizaron en el Royal Albert Hall de Londres antes de su pronta disolución, se editó en vídeo esta actuación, ampliándose todavía más en la reedición de 2001. La calidad de sonido no es especialmente buena aunque aceptable, más tratándose de este grupo, pero lo realmente lamentable de este vídeo es la incapacidad que demuestra el director para reflejar lo que debería ser un concierto de rock. Además de los inevitables efectos visuales totalmente desfasados (zooms continuados para dar un efecto de terremoto, coloreados psicodélicos añadidos...), vemos cómo las cámaras se centran en primeros planos de las caras innecesarios y bochornosos por no permitir ver al mismo tiempo cómo tocan los instrumentos cada miembro del grupo. ¿Para qué quiere un@ verle el careto a Ginger Baker si apenas se ve cómo golpea su batería? Aparecen breves entrevistas intercaladas de los miembros del trío, donde lo mejor es observar la clase magistral de Baker con sus variados ritmos, cómo parte de un ritmo básico y lo descompone por sus diferentes tambores y platillos para conseguir un efecto totalmente diferente. En resumen, lo único que viene a demostrar este vídeo es que en 1968 los medios de comunicación poderosos todavía veían el rock como una moda juvenil y sin seriedad ni contenido, donde no apreciaban ningún interés en la calidad real de las piezas interpretadas ni en la técnica instrumental de sus intérpretes. Es mejor escuchar algunos de sus discos en directo.

ROYAL ALBERT HALL MAY 2-3-5-6, 2005

Año de publicación: 2005

Una reunión de este tipo, cuatro décadas después de haberse separado de manera no muy amistosa y sin haber vuelto a tocar juntos desde entonces (descontando lo de Blind Faith), está bien claro que se trata por motivos económicos. Siendo justos, Jack Bruce había superado un par de años antes un grave problema de cáncer y puede que fuera también una manera de que estos tres antiguos compañeros pudieran despedirse de una manera digna, no como ocurrió a finales de los sesenta. Del trío, Eric Clapton es quien demuestra estar más en forma, sobre todo porque apenas tocan nada de Disraeli Gears y no se ve obligado a buscar efectos raros de guitarra, llevándolo todo a su terreno. Bruce sigue tocando el bajo magistralmente, como no podía ser de otra manera, aunque en la voz ha perdido nivel, si bien consigue mantenerse dignamente y se le nota muy emocionado en algunos momentos. El peor parado es obviamente Ginger Baker porque, además de ser el mayor de los tres e ir ya encaminado hacia los setenta años, la batería requiere un esfuerzo físico muy alto. Esto no quiere decir que no haga un loable trabajo, pero se nota que ya no tiene la misma agilidad, lo cual no quita que incluyan en el repertorio ‘Toad’ y se marque un extenso solo de batería para demostrar que todavía está por encima del resto.

 

En cualquier caso, cuando empieza a sonar ‘I'm So Glad’ ligeramente ralentizada como carta de presentación, ya nos están avisando de que la edad no perdona. Como ya se ha dicho, es una lástima que apenas haya nada de Disraeli Gears (solo dos temas) y por tanto la selección dista mucho de la que cualquier fan hubiera deseado, pero eso nos lleva a alguna pequeña sorpresa como cuando estamos maldiciéndolos por haber incluido en el repertorio una canción tan aburrida como ‘Sleepy Time Time’ y resulta que tiene uno de los mejores solos de guitarra de todo el vídeo. Evidentemente, no pueden faltar momentos muy emocionantes como escuchar la descomunal introducción de ‘White Room’ o la excepcional parte instrumental en ‘We're Going Wrong’, entre otros, por lo que este concierto es muy satisfactorio no solo por su carga emocional y nostálgica. Como curiosidad, podemos ver unos segundos a Brian May entre el público, con una cara de entusiasmo que lo dice todo.

CREAM

Para haber sido un supergrupo tan importante, las carreras posteriores de cada uno de sus miembros no han sido nada espectaculares. Eric Clapton sí consiguió triunfar y posee una irregular pero interesante carrera que viene analizada en esta web.

 

La mayor decepción viene sin duda de Jack Bruce. El que fuera compositor destacado en el trío y habiendo demostrado que como cantante era también muy competente (como bajista sobran los halagos), su carrera comenzó justo en el punto donde lo había dejado en Cream, es decir, con un álbum muy irregular y dirigido hacia el pop (Songs For A Tailor, 1969) donde daba signos de estancamiento aunque dejara dos gemas como ‘Theme From An Imaginary Western’ y ‘Tickets To The Water Falls’. Peor decisión fue publicar el año siguiente un disco de jazz puro (Things We Like), que acabaría de espantar a sus fans. La vuelta a un estilo entre el rock, el jazz y el blues en Harmony Row (1971) acabó de ahondar en una alarmante falta de originalidad y creatividad en la composición. A partir de ahí ha sido todo un “quiero y no puedo”, ya que ha hecho un poco de todo pero sin conseguir apenas nada importante, donde únicamente puede destacarse su excepcional técnica al bajo. Ni siquiera su reunión en los noventa junto a Ginger Baker y el guitarrista Gary Moore tuvo mayor relevancia aparte de su simbolismo.

 

Y hablando de Ginger Baker, lo mejor que se puede hacer para conocer su carrera es ver el recomendable documental Beware of Mr. Baker (2012) ya que, aparte de enterarnos de los diferentes grupos por los que estuvo y sus diversas crisis, podemos entender por qué fracasó siempre. Su fuerte adicción a las drogas y el alcohol le prohibió una participación duradera con grandes músicos. En Blind Faith cayó casi por sorpresa y el proyecto de Air Force tampoco cuajó. Y cuando parecía que tendría una carrera respetable con los hermanos Gurvitz en la banda Baker Gurvitz Army, tampoco pudo tener continuidad más allá de tres álbumes, los dos primeros muy interesantes. En el citado documental podemos ver cómo Ginger se cae al suelo tras acabar de tocar con esta banda en un programa de televisión, de lo borracho que va, un hecho significativo del estado en el que se encontraba. Una lástima que todos esos problemas hayan impedido que disfrutemos más de uno de los mejores bateristas del siglo XX.

bottom of page