CLÁSICOS DEL ROCK
ANÁLISIS DE LAS DISCOGRAFÍAS DE LOS ARTISTAS Y GRUPOS IMPORTANTES EN LA HISTORIA DE LA MÚSICA ROCK
THE BEACH BOYS
SURFIN' SAFARI
Año de publicación: 1962
Puntuación:
1) Surfin' Safari; 2) County Fair; 3) Ten Little Indians; 4) Chug-A-Lug;
5) Little Miss America; 6) 409; 7) Surfin'; 8) Heads You Win - Tails I Lose;
9) Summertime Blues; 10) Cuckoo Clock; 11) Moon Dawg; 12) The Shift.
Los inicios de este grupo están íntimamente ligados a la música tipo surf que surgió en la costa californiana. Los hermanos Wilson, su primo Mike Love y el amigo Al Jardine, sin saber tocar instrumentos ni nada, se juntaron, empezaron a ensayar, a comprobar el genuino e incomparable acoplamiento armónico de sus voces, y así decidieron dedicarse a hacer cancioncillas para el público juvenil. Bueno, en realidad Jardine solo participó en ‘Surfin'’ porque provisionalmente estuvo fuera de la banda y fue sustituido por David Marks, el más joven de todos. Es importante destacar que más de la mitad de los temas aquí son ya composiciones propias, con Brian Wilson de coautor de todas ellas. Y se puede decir que los primeros discos de los Beach Boys son conceptuales, pues nos hablan de surf, chicas y coches, pero no hay que buscar ninguna carga de profundidad lírica, todo letras sencillas y directas sin pretensiones.
Aquí el mayor éxito es obviamente la canción que le da título al álbum, que además es un grandísimo tema con ese inolvidable estribillo donde las voces van dándose el contrapunto hasta acabar cantando al unísono el “Let's go surfin' now”. Aparte de esto, yo también destacaría ‘Moon Dawg’, una versión de un tema instrumental que curiosamente no queda nada mal, con los coros acompañando las penetrantes líneas de bajo, una buena guitarra y unos gritos maníacos que le dan un toque desenfrenado.
Hay otros momentos que al menos no dejan mal sabor de boca, como ‘Ten Little Indians’, donde dan rienda suelta a esas buenas armonías que eran su punto fuerte y donde el solo de guitarra denota la falta de práctica que tenían todavía en la parte instrumental. Otros momentos pasables son ‘Heads You Win – Tails I Lose’, con un buen estribillo coral; la obvia elección como versión de ‘Summertime Blues’ de Eddie Cochran, aquí calcada al original excepto por perder energía en lo que gana de armonías; ‘409’ es su momento de hablar de coches, con adornos vocales marca de la casa y donde curiosamente cantan “idiot, idiot”; o ‘The Shift’, donde al menos el solo de guitarra queda aceptable.
Por desgracia, además de ser un disco de debut que demuestra su inicial carácter amateur, también se incluye demasiado relleno y canciones bastante malas o tontas, como ‘County Fair’ (con unos horribles gritos por medio), ‘Chug-A-Lug’ (que su instrumentación te provocará vergüenza ajena), ‘Little Miss America’, que debería estar cantada en italiano para otorgarle completamente la ingenuidad que destila, o la más vergonzosa todavía ‘Surfin'’.
La única buena noticia es que son canciones tan cortas –la máxima duración es de 2:20– que antes de que te haya dado tiempo a darle a la tecla de stop ya se habrá acabado el disco, pues dura veinticinco minutos. Pero no hay que olvidar que estamos en 1962, cuando los Beatles no eran conocidos fuera de su circuito de conciertos y donde Bob Dylan todavía era un cantante folk del montón, por lo que tampoco hay que ser excesivamente duros en la valoración de este disco de debut.
SURFIN' USA
Año de publicación: 1963
Puntuación:
1) Surfin' USA; 2) Farmer's Daughter; 3) Misirlou; 4) Stoked; 5) Lonely Sea;
6) Shut Down; 7) Noble Surfer; 8) Honky Tonk; 9) Lana; 10) Surf Jam;
11) Let's Go Trippin'; 12) Finders Keepers.
Segundo disco y más de lo mismo, también con Marks en sustitución de Jardine, aunque aumenta el número de composiciones originales y el nivel mejora ligeramente. No obstante no podemos contar como original la famosa canción que da título al LP, pues aunque ellos la acreditaron inicialmente como propia, la obviedad hizo que posteriormente pusieran como autor a Chuck Berry, pues se trata de una imitación de su conocida ‘Sweet Little Sixteen’ pero con diferente letra. También ‘Shut Down’ recuerda bastante en sus estrofas a ‘Johnny B. Goode’ de Berry. Y es que éste siempre fue una eminencia entre todos los artistas de alma rockera.
Por otro lado, aunque aquí no hay ninguna canción a la que se pueda denominar un clásico, hay algunos momentos muy buenos como ‘Farmer's Daughter’, donde hacen gala de sus perfectas armonías vocales; o también la versión del instrumental ‘Misirlou’, que hoy en día todos conocemos porque otra versión (no sé si es la original) formó parte de la banda sonora de Pulp Fiction, del aclamado Tarantino. Mala idea fue colocar a continuación otro instrumental compuesto por Brian Wilson (‘Stoked’), porque aunque no suena mal, parece un tema amateur comparado con el anterior.
Y cómo no destacar la que será la mejor de todas, ‘Lonely Sea’, donde las bellas armonías vocales y la tranquila instrumentación nos hacen relajarnos ante el sonido coral que nos envuelve como si fueran las propias olas del mar. Curiosamente ésta es la única composición de Gary Usher como coautor, en contraste con las cinco donde aparecía en Surfin' Safari.
El grave problema que presenta este LP es su segunda cara, pues pasamos de una bastante buena serie de canciones a una serie de composiciones mediocres que se van sucediendo hasta al final. No hay nada que no recuerde a repetición de algo ya escuchado, salvo quizá ‘Lana’, que al menos sí que tiene una melodía algo original por los contrapuntos corales a la voz principal en falsete. Incluso Carl Wilson se atreve a componer un mediocre instrumental –‘Surf Jam’– que no se diferencia en nada de cualquier tonada surfera del momento.
En definitiva, un disco que podría haber tenido una pasable calificación al no tener grandes temas ni tampoco ninguno horrible, queda lastrado por la mediocridad de su segunda parte. Pero bueno, al menos a pesar de ser una continuación de su disco de debut, significa un punto de evolución positiva por su mejora en las armonías y por el visible talento de Brian Wilson para explotarlas en buenas composiciones. Bueno, solo cuando acierta.
SURFER GIRL
Año de publicación: 1963
Puntuación:
1) Surfer Girl; 2) Catch A Wave; 3) The Surfer Moon; 4) South Bay Surfer;
5) The Rocking Surfer; 6) Little Deuce Coupe; 7) In My Room; 8) Hawaii;
9) Surfer's Rule; 10) Our Car Club; 11) Your Summer Dream; 12) Boogie Woodie.
Después de leer el tercer disco seguido con la palabra surf en su título, la verdad que cualquiera en la época podría prever una rápida desaparición del grupo en pocos años, pero no hay que olvidar que todavía estamos en 1963 y los Beatles no han popularizado la experimentación y la originalidad entre los artistas del momento. Aquí volvía Al Jardine para quedarse definitivamente como miembro de los Beach Boys, aunque en estos inicios no significaba ningún cambio en la producción musical.
‘Surfer Girl’ es otra de sus baladas armónicamente impecables aunque no deja de ser algo empalagosa, pero sin llegar a límites peligrosos, límite donde sí llegan e incluso traspasan ‘The Surfer Moon’ y ‘Your Summer Dream’, que no se salvan de la mediocridad más absoluta. Pero en cualquier caso parece que Brian Wilson está mejorando con las baladas principalmente, como comprobamos más adelante en ‘In My Room’, que tiene unas impresionantes armonías que se van modulando a lo largo de la canción de forma brillante, además de un memorable middle-eight.
‘Catch A Wave’ es algo más rockera, con el uso del teclado como instrumento principal, que hasta se marca un solo. Peor es la instrumental ‘The Rocking Surfer’, que queda como un intento fallido, pues la melodía de teclado que se presenta como principal parece haber sido compuesta por un chaval que le acaban de regalar un órgano. Y es que parece que el teclado es el gran descubrimiento de Brian, pues para el final del disco nos coloca un instrumental donde vuelve a darle rienda suelta al instrumento, aunque al menos aquí con algo de gracia y entretenimiento. Por suerte, en ‘Hawaii’ y ‘Surfer's Rule’ sí que logran concordar la intención rockera con lo que mejor saben hacer, esto es, unas armonías y coros que adornen convenientemente la canción.
El horror más grande lo encontramos en ‘South Bay Surfer’, que después de unos golpes de tambor nos lleva a una copia barata de la melodía de la canción tradicional inglesa ‘Greensleeves’ y luego a un patético desarrollo donde incluso se escucha a alguien gritar “Rock out!”. Y digo patético porque no me parece que se trate de una parodia.
La canción más conocida aquí es ‘Little Deuce Coupe’, que tampoco es que sea gran cosa, pero es algo pegadiza y sí que aciertan con los coros. Sobre coches (temática siempre importantísima para la juventud) también tenemos ‘Our Car Club’, que no está mal aunque tampoco tiene nada destacable aparte de ser un ejemplo de su estilo.
La buena señal en este disco es que vamos viendo mejoría como grupo en cada nuevo álbum, algo que no sucederá en el siguiente por la idea comercial que tuvo su discográfica, como veremos a continuación.
LITTLE DEUCE COUPE
Año de publicación: 1963
Puntuación:
1) Little Deuce Coupe; 2) Ballad Of Ole Betsy; 3) Be True To Your School;
4) Car Crazy Cutie; 5) Cherry Cherry Coupe; 6) 409; 7) Shut Down; 8) Spirit Of America; 9) Our Car Club; 10) No-Go Showboat; 11) A Young Man Is Gone; 12) Custom Machine.
Paso atrás del grupo por la mala idea de la discográfica, que quería un disco dedicado a canciones sobre los coches. De esa manera, se aprovechan 'Little Deuce Coupe', 'Shut Down', 'Our Car Club' y '409' de los discos anteriores y así pues no los volveré a comentar. Por otro lado, hay que destacar que todos los temas excepto uno llevan la firma de Brian Wilson, aunque desgraciadamente esto no signifique aquí ninguna mejora, pues es en general un sonido de lo más convencional que se puede encontrar en el catálogo del grupo y en la música del momento.
Así que tenemos un estilo bastante adherido a una fórmula ya demasiado vista en los anteriores discos: por un lado están los temas más pop del estilo californiano/surfero (sonido del que ellos se cuentan entre los pioneros) y por otro las baladas tipo finales de los 50; esta vez lo que ya no tenemos es algo tipo Chuck Berry, nada de rock'n'roll, ni siquiera copiado.
Empezando por el apartado de las baladas, tenemos ‘Ballad Of Ole Betsy’, ‘Spirit Of America’ y la plomiza y edulcorada ‘A Young Man Is Gone’, cantada esta última a cappella. Todas ellas interpretadas en un estilo muy adecuado para que lo pudieran escuchar perfectamente las jovencitas decentes junto a sus buenas madres conservadoras votantes del partido Republicano.
En el apartado de pop surfero incluimos ‘Be True To Your School’ (que se podría considerar un precedente del futuro éxito ‘I Get Around’); ‘Car Crazy Cutie’, otro instrumento para enseñar su maestría armónica; ‘Cherry Cherry Coupe’, que ya desde el título no deja lugar a ninguna sorpresa; ‘No-Go Showboat’, que es la más simplona del lote; y la final ‘Custom Machine’, que es también un buen ejemplo de perfecta y precisa utilización de sus armonías.
Así que al final tenemos lo que podría ser el primer disco conceptual de la historia (o más bien monotemático), eso sí, un irrisorio concepto sin otra motivación que la comercial. Así que para una temática tan mediocre no podemos obtener sino un acompañamiento musical del mismo tipo, porque aunque tampoco es que encontremos apenas nada ofensivo, tampoco hay apenas nada que pueda ser destacado aparte de su seña de identidad: las celestiales armonías.
SHUT DOWN, VOL. 2
Año de publicación: 1964
Puntuación:
1) Fun, Fun, Fun; 2) Don't Worry Baby; 3) In The Parkin' Lot;
4) "Cassius" Love Vs. "Sonny" Wilson; 5) The Warmth Of The Sun; 6) This Car Of Mine; 7) Why Do Fools Fall In Love; 8) Pom, Pom Play Girl; 9) Keep An Eye On Summer;
10) Shut Down, Part II; 11) Louie Louie; 12) Denny's Drums.
Después de un LP de obligado cumplimiento hacia la discográfica, tenemos a continuación un LP… de obligado cumplimiento hacia la discográfica. Y es que el grupo (principalmente Brian Wilson) tenía la continua presión de ir editando discos para aprovechar el tirón juvenil y el gran éxito de ventas que estaban consiguiendo. Así que aquí observamos una ligera mejora en el estilo, pero con algunas canciones de relleno y otras de mal gusto, que lastran el resultado final.
En cualquier caso, el disco se inicia con uno de sus grandes éxitos, ‘Fun, Fun, Fun’, que es el retorno a ese sonido de guitarra devoto de Chuck Berry, aunque el solo instrumental le corresponde al teclado, además de su glorioso estribillo y su magnífico final donde los aullidos juveniles sirven de contrapunto a los coros principales.
Con ‘Don't Worry Baby’ vuelven a retomar las baladas de gran calidad compositiva, con una voz de falsete acompañada de los coros celestiales que la van adornando. Más buenos ejemplos de sus baladas armónicas son ‘In The Parkin' Lot’ (aunque el ritmo se acelera en la parte principal, con unos grandísimos coros aunque también un mediocre solo de guitarra), ‘The Warmth Of The Sun’ o ‘Keep An Eye On Summer’, todas realizadas con gusto y maestría vocal.
Hay algunos momentos demasiado flojos o lamentables, como la broma de ‘"Cassius" Love Vs. "Sonny" Wilson’, donde se les graba bromeando y haciendo el mono en el estudio, en un enfrentamiento entre Mike (Love) y Brian (Wilson) sobre quién canta mejor, donde se van escuchando breves extractos de canciones de su repertorio, algo a lo que no le veo nada de interés, y encima éste es el tema más largo del disco. Y para el final tenemos un solo de batería de Dennis, adecuadamente titulado ‘Denny's Drums’, que es un buen ejemplo de cómo suena la batería cuando la toca un aficionado. Este tipo de canciones inducen después al error de pensar que Ringo Starr era un gran batería.
Momentos moviditos también hay algunos, como ‘Pom, Pom Play Girl’ o también la canción que da título al disco, la cual comienza graciosamente con lo que parece un claxon de coche para dar paso a un ameno instrumental tipo Shadows. Y hablando de coches, ‘This Car Of Mine’ retoma directamente dicha temática, cantada en este caso por Dennis en un buen tema que suena bastante variado para el minuto y medio que dura.
También tenemos la prescindible versión de ‘Why Do Fools Fall In Love’, pues no mejoran nada lo que era ya un gran tema de contrapunto vocal, y la mala versión de ‘Louie Louie’, donde cambian la entonación del tema de forma que lo arruinan completamente.
Con este disco se observa que lo único que les falta para dar el salto a la primera línea artística es conseguir más consistencia compositiva y juntar más melodías memorables dentro del mismo álbum, algo que afortunadamente no tardarán en conseguir.
ALL SUMMER LONG
Año de publicación: 1964
Puntuación:
1) I Get Around; 2) All Summer Long; 3) Hushabye; 4) Little Honda; 5) We'll Run Away; 6) Wendy; 7) Do You Remember?; 8) Girls On The Beach; 9) Drive-In;
10) Don't Back Down; 11) Our Favourite Recording Sessions; 12) Carl's Big Chance.
Nuevo disco y seguimos en esencia con más de lo mismo, pero esta vez con un fenomenal envoltorio en forma de muchas brillantes composiciones, unas pocas más convencionales y algún que otro relleno, pero por fin podemos decir que tenemos un gran disco a la altura de la capacidad que había demostrado el grupo, anteriormente solo en pequeñas dosis. También ayudó mucho la participación más activa de algunos de los míticos músicos de sesión de los llamados The Wrecking Crew, quienes consiguieron aportarle a la instrumentación el toque de calidad necesario que los Beach Boys no podían proporcionar.
En la vertiente de rock'n'roll tipo Berry encontramos en primer lugar uno de los más grandes éxitos del grupo y una de sus más memorables composiciones vocales. Me refiero a ‘I Get Around’, que comienza precisamente con su magistral estribillo, donde el falsete de Brian adornado con los coros del resto transmite una sensación entre la alegría y la nostalgia, inalcanzable para casi nadie. La parte más rockera es la de las estrofas, que para darle un carácter más jovial acompañan el ritmo con las palmas. Uno de los himnos de la música surf.
El siguiente tema tipo Berry es otro gran éxito del grupo, ‘Little Honda’, en este caso con un esquema más clásico, pero que lleva a otra memorable melodía donde los coros cantando “faster, faster” entre otras cosas le aportan un dinamismo excepcional. Y en ‘Do You Remember’, aunque no suene muy original, precisamente le hacen un homenaje a Chuck Berry, así como a Jerry Lee Lewis y otros, haciendo referencia a ellos en la letra. ‘Drive-In’ (cómo no, coches) tiene un estilo más a lo Phil Spector, que le aporta mayor fuerza, además de su parada abrupta pasado el minuto.
Dentro de las canciones más entroncadas con el pop surfero, tenemos ‘All Summer Long’, otro gran tema coral, y en un estilo algo más lento ‘Wendy’, donde dan lo mejor de sí en las armonías, los coros y los contrapuntos, aunque el solo de teclado queda un poco amateur, pero suena muy extraño y no empaña el maravilloso tema que es. ‘Don't Back Down’ no se queda nada atrás, pues consiguen otro memorable estribillo donde se fusionan los falsetes con los coros para obtener otra inolvidable evocación de la juventud playera californiana (idealizada, obviamente).
Las baladas aquí también siguen ese estilo más sofisticado que la experiencia y el talento les permiten conseguir. La primera que encontramos es ‘Hushabye’, la única composición aquí que no es de ellos, pero que sin haber escuchado la original está claro que es una demostración de armonía y contrapunto vocal. ‘We'll Run Away’ suena algo más ñoña, quizá por esa letra desfasada sobre escapar lejos para casarse, pero no hay que negar su perfecta interpretación, y lo mismo podemos decir de ‘Girls On The Beach’.
Por desgracia, parece que han cogido la abominable costumbre de demostrarnos su particular humor en cada disco. Aquí tenemos ‘Our Favourite Recording Sessions’, que en este caso son solo extractos de diálogos y bromas entre ellos, sin interés ninguno si es que cabe decirlo. Y si en el anterior LP habían dado la opción de lucimiento de Dennis en la batería, aquí parece que le toca a Carl Wilson con la guitarra, en la final ‘Carl's Big Chance’, donde parece que la oportunidad está aprovechada pero únicamente para demostrar la discreta técnica que poseía con la guitarra. El chaval había mejorado pero no estaba para emular a Hank Marvin de los Shadows.
En cualquier caso, que este último párrafo no empañe lo que está considerado como su mejor disco de la inocente época surfera inicial del grupo, plagado de grandísimas canciones, memorables estribillos y un conjunto de voces insuperable.
CONCERT
Año de publicación: 1964
Puntuación:
1) Fun Fun Fun; 2) The Little Old Lady From Pasadena; 3) Little Deuce Coupe;
4) Long Tall Texan; 5) In My Room; 6) Monster Mash; 7) Let's Go Trippin';
8) Papa-Oom-Mow-Mow; 9) The Wanderer; 10) Hawaii; 11) Graduation Day;
12) I Get Around; 13) Johnny B. Goode.
Aunque instrumentalmente los Beach Boys no eran nada del otro mundo, siempre resulta curioso poder comprobar cómo el trabajo vocal del grupo se desenvolvía en un escenario. Quizá ese amateurismo sirva de motivo para justificar la ausencia de composiciones propias en favor de una buena cantidad de versiones (más de la mitad de las canciones). Por otro lado, este disco es el único en el que podemos escuchar a Brian Wilson en directo, puesto que más adelante ya no saldría de gira para quedarse componiendo y su puesto lo ocuparía Bruce Johnston. Vista la fecha del disco, es inevitable que el concierto esté sazonado con gritos y alaridos fanáticos de fondo, un ruido molesto equivalente a cuando uno estuviera escuchando unas lieder de Schubert mientras están construyendo un edificio al lado.
La poca técnica instrumental queda en evidencia en momentos contados, como las notas de guitarra que introducen la final ‘Johnny B. Goode’ de Chuck Berry, totalmente desfiguradas, aunque al menos después saben suplir la falta de técnica con entusiasmo y velocidad, lo cual compensa sobradamente la diferencia cualitativa de esta versión respecto al original. Algo similar podríamos decir en la instrumental ‘Let's Go Trippin'’. Lo que más abunda, evidentemente, son los alardes vocales y las ganas de pasarlo bien junto a un público totalmente entregado, de ahí que aparezcan versiones entretenidas como ‘Long Tall Texan’ o ‘Papa-Oom-Mow-Mow’. Incluso Dennis Wilson se apunta a la fiesta y desde su batería nos canta la aceptable versión de ‘The Wanderer’.
Ciertamente este disco está más destinado a los fans y a gente que aprecie mucho los alardes vocales en el escenario, pero con tanto griterío tampoco puede resultar del todo agradable escuchar clásicos del pop vocal como ‘I Get Around’ o como ‘Fun Fun Fun’. Al menos en ‘In My Room’ se callan a ratos y permiten disfrutarla un poco más. Pero en general son buenas interpretaciones lo que encontramos aquí, si exceptuamos el devaneo juvenil que resulta de la versión de ‘Monster Mash’, que queda perdonado si pensamos en que en la época de este concierto nos encontramos ante unos veinteañeros convertidos en ídolos de masas para quinceañeras; o las ganas de cachondeo que demuestran a mitad de ‘Graduation Day’, inofensiva canción para todas las públicos.
Como documento histórico tiene más valor que como documento musical, pero no está mal poder escuchar este concierto alguna vez para valorar el don que tenían para las melodías y armonías vocales. Eso sí, siendo positivos y sin pensar que estas canciones hubieran sido retocadas posteriormente en el estudio.
1) Do You Wanna Dance; 2) Good To My Baby; 3) Don't Hurt My Little Sister;
4) When I Grow Up (To Be A Man); 5) Help Me Rhonda; 6) Dance, Dance, Dance;
7) Please Let Me Wonder; 8) I'm So Young; 9) Kiss Me Baby;
10) She Knows Me Too Well; 11) In The Back Of My Mind;
12) Bull Session With "Big Daddy".
Puntuación:
Año de publicación: 1965
TODAY!
Gran continuación del LP anterior, en este caso con la madurez como abanderada, pues las letras de Brian Wilson empiezan a ser más serias en algunos casos y la producción de las canciones es todavía más elaborada, en algún caso recordando el estilo de Phil Spector en cuanto al muro de sonido y los precisos arreglos.
La madurez la encontramos por ejemplo en ‘Good To My Baby’, con un sonido menos alegre pero más solemne y con algo de decadencia, como si estuviéramos ya afrontando el final del verano californiano y el consecuente final de las fiestas playeras. De un tono similar pero con un grandioso estribillo tenemos ‘Don't Hurt My Little Sister’, canción muy bien desarrollada plagada de memorables melodías. Precisamente con el anterior tema se inicia una serie de grandes canciones seguidas donde primero encontramos ‘When I Grow Up (To Be A Man)’, que en su título ya nos vuelven a demostrar que Brian Wilson se iba haciendo mayor y empezaba a interesarse por otra temática más existencial y menos superficial. Todo ello en otra demostración de maestría armónica y melódica. A continuación llega uno de los temas más conocidos del grupo, ‘Help Me Rhonda’, que tiene uno de sus más pegadizos estribillos, y eso que solo consiste en la repetición del título. Y por si todo lo que llevamos pareciera poco, llega ‘Dance, Dance, Dance’, que actualiza todas esas memorables canciones de rock'n'roll bailable de principios de los 60.
Hay dos composiciones no originales, la inicial ‘Do You Wanna Dance’ donde adornan el tema muy bien con los coros haciéndolo suyo, incluido un buen solo de guitarra, y ‘I'm So Young’, que es otra de las típicas baladas que gustaban de cantar, pero que teniendo a continuación la composición de Brian y Mike ‘Kiss Me Baby’, que la supera sin dificultad, la verdad que queda como un tema de relleno.
El resto de temas también son muy buenos, aunque no llegan al altísimo nivel de las citadas anteriormente. Tal es el caso de ‘Please Let Me Wonder’, otro gran trabajo coral y con un solo de teclado que parece inspirado en la música barroca (ya sabemos que Bach sobrevoló por toda la música pop-rock innovadora). ‘She Knows Me Too Well’ tiene un breve inicio que suena ya diferente a todo lo que han hecho hasta ahora, con unos coros acompañados de unas notas sueltas de los instrumentos y una percusión de pandereta, aunque después se mete por caminos más conocidos. ‘In The Back Of My Mind’ es una introspectiva canción de Brian, efecto que se consigue evitando los coros y acompañando su canto con unos arreglos minimalistas y algo de orquesta. En su letra, Brian parece que era ya consciente de su diferente visión del mundo respecto a la gente normal y de su próximo descenso a la locura y la misantropía: “I know it's so hard to find / A girl who really understands your mind”.
Por desgracia, al final nos dejan la misma tontería de siempre, sus bromas en el estudio para que se rían únicamente sus fans más acérrimos, y para que los demás busquemos desesperadamente la tecla de stop.
SUMMER DAYS (AND SUMMER NIGHTS)
Año de publicación: 1965
Puntuación:
1) The Girl From New York City; 2) Amusement Parks USA; 3) Then I Kissed Her;
4) Salt Lake City; 5) Girl Don't Tell Me; 6) Help Me Rhonda; 7) California Girls;
8) Let Him Run Wild; 9) You're So Good To Me; 10) Summer Means New Love;
11) I'm Bugged At My Ol' Man; 12) And Your Dream Comes True.
Metidos ya en la senda del éxito comercial y artístico, algo que continuará hasta el colapso mental de Brian Wilson, el grupo vuelve a deleitarnos con otro disco de madurez aunque en este caso algo menos consistente que los últimos que habían facturado.
En ‘The Girl From New York City’ les marcan el estilo a seguir a The Mamas & The Papas, un año antes de que estos se formaran, con un rock suave y coral acompañado de una sección de metales, elemento que se repetirá en ‘Salt Lake City’ de forma más evidente, pues hasta se incluye un solo de saxofón.
Debido a la citada menor consistencia del disco, tenemos temas de relleno como ‘Amusement Parks USA’, que parece una reescritura menor de ‘Fun Fun Fun’. Y la versión de ‘Then I Kissed Her’ no aporta nada en especial, pero como punto positivo decir que quizá sea algo menos edulcorada que la original.
Por otro lado, ‘Girl Don't Tell Me’ podría ser uno de los mejores temas del disco si no hubiera momentos donde recuerda descaradamente a ‘Ticket To Ride’ de los Beatles, aunque no deja de ser por ello una buena canción.
Aquí se vuelve a repetir la genial ‘Help Me Rhonda’, pero mejorando la producción, pues en Today! durante el estribillo había un momento en que el volumen disminuía drásticamente para después incrementarse de momento otra vez, quién sabe si fue un error o fue deliberado ese efecto/defecto. Otro de sus temas más conocidos, ‘California Girls’, tiene un magistral comienzo orquestal precursor del maravilloso Pet Sounds, para después entregarnos otra joya de pop surfero con otro memorable estribillo repleto de armonías vocales.
Las grandes baladas del grupo se retoman en ‘Let Him Run Wild’, otro perfecto ejemplo de cuidadas armonías, elaborados arreglos y estructura compleja en poco más de dos minutos. Sorpresivamente, encontramos otra balada en forma instrumental (‘Summer Means New Love’), liderada por una guitarra que no brilla pero que tampoco deja un mal sabor de boca, un tema agradable sin más, pero con una precisión instrumental desconocida en años anteriores. Y para el final nos dejan otro canto romántico esta vez a cappella, ‘And Your Dreams Come True’, como si de unos monjes gregorianos surfistas se tratara.
‘You're So Good To Me’ curiosamente me recuerda a The Who con sus “la, la, la, la”, por el tipo de coros que estos solían hacer, aunque el tema en sí no tiene nada que ver con el espíritu rockero de ellos y tampoco tiene nada de especial en sí. Y la típica broma de todos los álbumes del grupo la encontramos aquí en ‘I'm Bugged At My Ol' Man’, que al menos se puede escuchar, pues se trata de Brian Wilson cantando acompañado de un entretenido piano y con los coros humorísticos del resto.
Como comentario a favor, hay que observar que es el tercer álbum con temas magistrales en un espacio de tiempo de un año, indicador claro de que aun teniendo una fuerte presión de la casa discográfica para grabar nuevos discos, Brian era capaz de seguir componiendo canciones magistrales.
PARTY!
Año de publicación: 1965
Puntuación:
1) Hully Gully; 2) I Should Have Known Better; 3) Tell Me Why;
4) Papa-Oom-Mow-Mow; 5) Mountain Of Love; 6) You've Got To Hide Your Love Away; 7) Devoted To You; 8) Alley Oop; 9) There's No Other (Like My Baby);
10) I Get Around/Little Deuce Coupe; 11) The Times They Are A-Changin';
12) Barbara Ann.
Nuevamente la casa discográfica forzó al grupo para grabar algo novedoso de cara al Mercado navideño, y como los esfuerzos de Brian Wilson estaban enfocados entonces hacia la creación de su obra maestra Pet Sounds, decidieron meterse en el estudio y grabar una serie de versiones que parecieran extraídas en directo de alguna fiesta informal en la que los Beach Boys espontáneamente hubieran empezado a cantar acompañados de los participantes de la fiesta, de ahí el título del disco. En cualquier caso, el ambiente festivo del disco me produce más rechazo que otra cosa, el equivalente a ver los entrenamientos de un equipo de fútbol, es decir, interés cero y provecho ninguno.
Eso sí, aprovechan para destrozar un par de tema de los Beatles (‘I Should Have Known Better’ y ‘You've Got To Hide Your Love Away’), que suenan igual a como lo haría si alguien de tus amistades cogiera una guitarra acústica, otros tocaran algo de percusión y el resto cantara al unísono. Especialmente doloroso es escuchar los “hey” de ‘You've Got To Hide Your Love Away’, que ya da sensación hasta de cachondeo. O sea, cachondeo hacia el que tiene que sufrir este despropósito, pues está claro que los que estuvieran presentes en la grabación lo pasarían muy bien. Sorprendentemente, la tercera canción de los Beatles aquí incluida (‘Tell Me Why’) suena de forma aceptable e incluso entretenida y bien ejecutada, no fallando ni siquiera la parte del falsete, algo probablemente complicado de cantar dentro del contexto de la canción.
Y puestos a destrozar, cómo no hacerlo con alguno de los temas de Dylan, para más regodeo eligiendo una canción protesta como ‘The Times They Are A-Changin'’, con más tonterías de los presentes aportando gritos y risas. Posiblemente para que no pareciera una burla hacia sus colegas de profesión, de sus propios temas realizan un medley lamentable comenzando con 'I Get Around' que no se puede disfrutar ni pensando que podría ser una demo. Es el cachondeo que sigue y sigue y que no parece tener término…
De lo poco que se puede salvar en este álbum descaradamente destinado a sacar dinero como sea, además de la ya citada versión de ‘Tell Me Why’, son dos canciones más. Una es la balada coral ‘Devoted To You’, que no es gran cosa pero por contraste con las atrocidades aquí contenidas no puede sino destacarse; la otra es una obra maestra de la interpretación vocal de varias voces, la conocida ‘Barbara Ann’, que incluso fue grabada por The Who y que es toda una demostración de poderío armónico, con una perfecta combinación y simbiosis de las voces de los Beach Boys. El resto del disco planea entre lo flojo y lo lamentable.
En resumen, es un álbum destinado únicamente a los fans, donde el único mérito está en la ya consabida habilidad vocal del grupo, aunque ésta la podemos disfrutar mucho mejor en otros discos y composiciones infinitamente superiores. Menos mal que a cambio de este mal trago nos proporcionarían a continuación la obra maestra del grupo y uno de los discos más influyentes y recordados de la década de los sesenta.
PET SOUNDS
Año de publicación: 1966
Puntuación:
1) Wouldn't It Be Nice; 2) You Still Believe In Me; 3) That's Not Me;
4) Don't Talk (Put Your Head On My Shoulder); 5) I'm Waiting For The Day;
6) Let's Go Away For Awhile; 7) Sloop John B; 8) God Only Knows;
9) I Know There's An Answer; 10) Here Today; 11) I Just Wasn't Made For These Times; 12) Pet Sounds; 13) Caroline No; [BONUS TRACKS:] 14) Hang On To Your Ego.
El mejor y más famoso disco de los Beach Boys fue en líneas generales el resultado de la competitividad surgida entre Brian Wilson y los Beatles, pues tras escuchar el primero lo que habían grabado los malditos ingleses en su Rubber Soul, se propuso superar cualitativamente el sonido de aquel LP (algo que tampoco consiguió aunque se acercó) con este Pet Sounds, disco ejemplar en cuanto a calidad y meticulosidad en sus arreglos. La respuesta musical de los Beatles sería Sgt. Pepper's (recordemos que Revolver se publicó más o menos al mismo tiempo que Pet Sounds y de todas maneras ya le superaba abrumadoramente), que provocaría el colapso mental de Brian Wilson al verse impotente para seguir compitiendo con los genios de Liverpool (o siendo más exactos, los tres genios de Liverpool y el chavalín de los tambores). Pero, en cualquier caso, lo que tenemos aquí es un conjunto de canciones con unas impresionantes letras que delatan la madurez de Brian Wilson y unos arreglos orquestales excepcionales e increíbles para alguien que poco tiempo antes componía música sencilla para satisfacer los gustos de jóvenes surfistas de California. Curiosamente, los componentes del grupo apenas tocan ningún instrumento, pues aparte de los orquestales el peso de la interpretación instrumental recae en músicos de sesión, quienes realizan un gran papel. Las canciones fueron compuestas en su totalidad por Brian Wilson junto al letrista Tony Asher, mientras el resto del grupo se embarcaba de gira por Japón con Bruce Johnston sustituyendo a Brian en las actuaciones en directo. De ahí el carácter personalísimo del conjunto del disco y su marcada diferencia respecto a lo que habían hecho hasta ese momento y lo que harían después. De hecho, la casa discográfica se mostró totalmente escéptica ante un disco sin singles potenciales ni enfoque juvenil.
‘Wouldn't It Be Nice’ es un gran comienzo para el álbum, pues ya presenta la cuidada y elaborada instrumentación junto con la maravillosa conjunción vocal en unas pegadizas melodías y un movido ritmo, además de regalarnos un memorable puente (la parte donde cantan “Maybe if we think and wish...”). En el lado contrario, ‘You Still Believe In Me’ sería una buena presentación de las canciones más lentas de este disco, donde se potencia el sonido orquestal y la percusión es ligera y pausada. Aunque en este caso lo mejor es su asombroso estribillo coral al más puro estilo clásico de canto. Y es que precisamente la parte vocal es lo que sigue marcando la diferencia de los Beach Boys respecto a los otros grupos de rock, de ahí que las piezas instrumentales (‘Let's Go Away For Awhile’ y la que da título al álbum), aun teniendo una trabajada estructura y unos arreglos de auténtico genio, no presentan melodías que enganchen o que eleven el nivel del resto del disco.
Más o menos en la tercera y cuarta canción se sigue el camino marcado en las dos primeras (esto es, un tema más movido y otro más lento), pero con menor brillantez como puede comprobarse en ‘That's Not Me’ y ‘Don't Talk (Put Your Head On My Shoulder)’. Son buenas canciones igualmente, pues tampoco estoy aseverando lo contrario, pero ‘Don't Talk’ solo puede agradar de verdad a los entusiastas de las baladas orquestales tipo años cuarenta; y me atrevería a decir lo mismo de ‘Caroline No’, aunque hay que reconocer que en este caso su letra amorosa pesimista sobre el paso del tiempo y cómo cambian las personas le aporta un extra que justifica su fama. Del mismo estilo pero con otro elaborado estribillo y armonías por doquier podemos disfrutar de ‘I Just Wasn't Made For These Times’.
En un punto intermedio podemos encontrar ‘I'm Waiting For The Day’, la cual aunaría ambos estilos en una misma canción, pues a una parte principal tranquila se le añade después un gran estribillo coral y de ritmo más ágil. Este recurso puede escucharse con mayor gloria todavía en ‘Here Today’, pues tan brillante resulta la melodía de las estrofas principales como su estribillo de notas alargadas, además de poseer un intermedio instrumental de los mejores del disco.
Una de las canciones más conocidas es la magnífica versión del tema tradicional ‘Sloop John B’, que en manos de los Beach Boys adquiere un carácter particular y un resultado inolvidable al volver a asombrarnos con otra excepcional parte vocal y unos arreglos que acompasan a la perfección y que crean unas brillantes transiciones entre estrofa y estribillo. Aunque si tenemos que señalar algún tema como inolvidable, ese sería ‘God Only Knows’, que podría definirse como la perfección hecha canción, pues su letra emotiva, la interpretación vocal de Carl Wilson (impresionante el intermedio vocal que se marcan) y una instrumentación que toma vida propia, forman en conjunto toda una experiencia sonora que alcanza el cénit en su coda instrumental, donde van cantando “God only knows what I'd be without you”.
En ‘I Know There's An Answer’ el toque genial llega con esa percusión que acompaña el estribillo y que permite así que la magnífica melodía de éste se nos quede grabada en la memoria para siempre junto a esas palabras que dicen: “I know there's an answer / I know but I have to find it by myself”. En los bonus tracks podemos escuchar una versión alternativa con diferente letra llamada ‘Hang On To Your Ego’, que no pasa de ser una curiosidad.
En la edición en CD que poseo yo, además de un libreto con amplia información sobre detalles de la grabación, se añade un DVD donde, además de poder deleitarse con la versión en 5.1 del Pet Sounds, se incluyen diferentes e interesantísimos extractos de documentales de cómo fue la realización de tan magnífica obra, además de una demasiado breve charla entre Brian Wilson y el legendario productor de los Beatles, George Martin. Quizá lo peor sean los horrendos y desfasados vídeos musicales que acompañaron a la promoción del disco y de algunas canciones. En 1997 se publicaría un boxset de cuatro CD’s llamado The Pet Sounds Sessions donde se destripan todas las grabaciones, solo apto para fans acérrimos del álbum.
En definitiva, un disco imprescindible y único, tanto en el catálogo de los Beach Boys como en la historia de la música popular y el rock. Un disco difícil de ubicar puesto que trasciende los límites entre la música clásica y el pop, además de poseer una espiritualidad y un carácter introspectivo e íntimo. A partir de aquí, quedaría confirmado que Brian Wilson fue un genio.
SMILEY SMILE
Año de publicación: 1967
Puntuación:
1) Heroes And Villains; 2) Vegetables; 3) Fall Breaks And Back To Winter;
4) She's Goin' Bald; 5) Little Pad; 6) Good Vibrations; 7) With Me Tonight;
8) Wind Chimes; 9) Gettin' Hungry; 10) Wonderful; 11) Whistle In.
Otro ejemplo de proyecto musical “concebido no nacido” es el que resultó del colapso mental que sufrió Brian Wilson al intentar grabar una obra monumental que se llamaría Smile pero que acabó sucumbiendo y sufriendo modificaciones por parte del resto de la banda, hasta acabar en esta versión bastarda llamada Smiley Smile que no hace méritos a lo que hubo de haber sido, tal como comprobaríamos tres décadas después. Recordemos que Pet Sounds fue una obra ideada originalmente por Brian sin la colaboración de sus compañeros de banda, donde contrató músicos de estudio que consiguieran interpretar todo lo que pasaba por su cabeza. El resto de Beach Boys solo tenía que cantar. Así pues, la sensación que deja este disco es la de una obra acabada abruptamente dejando las cosas a medias.
Por otro lado, ciertamente no se entiende nada bien el propósito del álbum, pues por momentos parece destinado a un público infantil, como si se hubiera hecho la banda sonora de una serie infantil de terror. Por muchas armonías de gran nivel que introducen, junto a ellas podemos escuchar risas (‘Little Pad’), ambientaciones musicales (el instrumental ‘Fall Breaks And Back To Winter’ o la plomiza y casi navideña ‘Wind Chimes’), recitaciones y efectos sonoros infantiloides (‘She's Goin' Bald’), que dejan una mala sensación en el oyente. Eliminando todos los elementos superficiales y aprovechando mejor las melodías y armonías existentes, sin lugar a duda estas canciones hubieran mejorado muchísimo y este disco tendría una valoración mayor. De hecho, hay otros temas agradables pero que tienen una instrumentación tan escasa que parecen demos, como es el caso de ‘With Me Tonight’, donde suena un escaso órgano junto a las voces, o de la brevísima ‘Whistle In’ que cierra el álbum, donde todo parece por desarrollar.
Las dos grandes canciones que encontramos aquí son ‘Heroes And Villains’ y la inolvidable ‘Good Vibrations’, una obra maestra del siglo XX. ‘Heroes And Villains’ sigue incluso sonando algo infantil (sería empleada en la banda sonora de Fantástico Sr. Fox, adaptación del cuento de Roal Dahl por parte del director Wes Anderson), pero tiene una magistral interacción entre melodía y armonías, además de tener una coda magistral donde las voces efectúan una simbiosis perfecta. Ese final coral es una de las características de este álbum, pues hay otras canciones que apenas tienen otra cosa destacable que esas partes corales (‘Wonderful’), como si se hubieran quedado a medias hasta haber desarrollado más otras partes. La multiparte ‘Good Vibrations’ sí que merecería por sí sola un extenso ensayo referente a su estructura y grabación, además de que desentona completamente en el resultado mediocre de este álbum. Desde su delicado inicio donde los instrumentos van entrando a la vez que escuchamos la cálida voz de Carl Wilson y luego la parte cantada por Brian acompañado del impactante sonido del theremin hasta que llegamos al estribillo coral donde vuelven a regalarnos unas armonías fabulosas, estamos ante la equivalencia de entrar en el Jardín del Edén musical. Después de otro magnífico puente con nuevas melodías y del preludio a la repetición del estribillo, llegamos a lo que será una coda repleta de coros celestiales y un fade out que nos deja con ganas de escuchar esta minisinfonía pop una y otra vez.
También pueden destacarse ‘Vegetables’, donde participó Paul McCartney en los efectos sonoros mordiendo zanahorias, y la animada ‘Gettin' Hungry’, de las pocas canciones que presentan algo novedoso instrumentalmente, que no es otra cosa que un pegadizo ritmo de órgano, único instrumento que aporta algo tímidamente en todo el álbum, con excepción de ‘Good Vibrations’. Solo por esta última sería obligatorio poseer este álbum, pero como la canción se puede escuchar en infinidad de recopilatorios, Smiley Smile queda en buena parte como un fiasco que como mucho llega a curiosidad. Ni siquiera se le puede colocar la etiqueta de psicodelia, que es lo que parece anunciar la portada.
WILD HONEY
Año de publicación: 1967
Puntuación:
1) Wild Honey; 2) Aren't You Glad; 3) I Was Made To Love Her; 4) Country Air;
5) A Thing Or Two; 6) Darlin'; 7) I'd Love Just Once To See You;
8) Here Comes The Night; 9) Let The Wind Blow; 10) How She Boogalooed It;
11) Mama Says.
El colapso mental de Brian Wilson tras el aborto del proyecto de Smile le dejó exhausto, pero todavía le quedaron fuerzas para seguir componiendo, aunque en este caso con la ayuda de Mike Love, quien ya sabemos que poseía un ego infinito y que además intentaba darle una forma más comercial a las ideas brillantes de Brian. Parece como si Smiley Smile fuera un paréntesis dentro de la evolución musical del grupo, puesto que aquí encontramos un sonido soul más derivado del Pet Sounds, como si se hubiera querido añadir mayor ritmo a esa tipología de composiciones para hacerlas más animadas, pero añadiendo más variedad por el camino. Un buen ejemplo de esa evolución respecto a Pet Sounds sería ‘Aren't You Glad’, repleta de bellas melodías sobre todo en su memorable estribillo (“Aren't you glad now darling there's me and you”) adornado con grandísimas armonías, aparte de un ritmo pausado pero continuo y muy pegadizo. Además, la canción que da título al disco parece rememorar ‘Good Vibrations’ con ese inicio fulgurante de theremin, aunque luego es más pausada pero con un brillante estribillo.
El nivel general del álbum es muy bueno, propio de un grupo que ha madurado muy bien y que sabe cómo sacar partido de sus habilidades, aun cuando Brian Wilson estuviera descolocado. Incluso las canciones más contemplativas como ‘Country Air’ o ‘I'd Love Just Once To See You’ (esta última cantada por Brian Wilson) presentan buenas melodías y el siempre impresionante trabajo vocal de unos maestros de la armonía. En ‘Let The Wind Blow’ impresiona además cómo puede desarrollarse toda una canción con unas simples notas repetitivas de piano.
Por otro lado, la explosión de soul y la instrumentación de ‘Darlin'’ parecen haber servido de inspiración para George Harrison cuando compuso ‘What Is Life’ tres años después. También encontramos algo de rock'n'roll en ‘A Thing Or Two’, pero de una extraña manera al no haber batería. No es el único momento de ritmo más o menos dinámico, pues en ‘Here Comes The Night’ vuelven a deleitarnos con uno que es hasta bailable (de hecho, la regrabarían en 1979 en un estilo más disco, muy de moda en esos años), condimentado con un estribillo compuesto por otro perfecto trabajo vocal. Esa asombrosa capacidad de la banda para ensamblar sus voces cual magnificente coro de canto gregoriano no es obviamente infalible, puesto que requiere estar a disposición de alguna buena melodía o armonía. Es por ello que la final ‘Mama Says’ es un simple relleno, agradable pero relleno.
En todo el álbum solo encontraremos dos canciones sin participación compositiva de Brian Wilson: con el apropiado título de ‘How She Boogalooed It’ (compuesta por todos menos Brian y Dennis) tenemos una especie de rockabilly actualizado con una percusión y un gracioso organillo que aparece a mitad del tema; y también la conseguida versión del tema de Stevie Wonder ‘I Was Made To Love Her’, cantada por Carl de una manera bastante próxima a la de Stevie, por entonces toda una promesa con tan solo diecisiete años.
Así pues, estamos ante el mejor disco post-Pet Sounds de los Beach Boys, con melodías de primer nivel salidas de la mente creativa de Brian Wilson (yo no le daría demasiado mérito a su primo Mike Love), en un asombroso estilo soul y que posee un atractivo suficientemente alto su escasa duración de 24 minutos, duración ciertamente ridícula para un año en que el LP se había afianzado como obra con valor artístico propio independiente de los singles.
FRIENDS
Año de publicación: 1968
Puntuación:
1) Meant For You; 2) Friends; 3) Wake The World; 4) Be Here In The Morning;
5) When A Man Needs A Woman; 6) Passing By; 7) Anna Lee, The Healer;
8) Little Bird; 9) Be Still; 10) Busy Doin' Nothin'; 11) Diamond Head; 12) Transcendental Meditation.
Resulta sorprendente la diversidad estilística que demostraron los Beach Boys tras el Pet Sounds, donde pasaban de un estilo a otro sin despeinarse y con el nexo común de sus habilidades vocales. Tras haber escuchado demos, psicodelia, soul..., en esta ocasión parecen apostar por un ambiente más bucólico, como si el color verde predominante en la portada significara su inspiración en un ambiente natural y alejado de las grandes urbes. También hay que comentar que en la época de la grabación del álbum, Mike Love participó en el famoso viaje a la India para recibir las enseñanzas trascendentales del Maharishi Yogi. Parece que el único aprendizaje que trajo de su estancia en la India con los Beatles y Donovan fue la idea de grabar una aberración psicodélica, ‘Trascendental Meditation’, la cual queda como ejemplo de exceso hippie en la discografía de los Beach Boys. Por otro lado, el disco dura solamente veinticinco minutos, algo positivo si atendemos a que las canciones se acaban en su justo momento cuando lo han dicho todo y bien, sin caer en repeticiones superfluas (‘Wake The World’).
El genio de Brian Wilson sigue ahí (hay cosas que nunca se pierden) e incluso destaca una pieza instrumental como ‘Passing By’, donde un intrigante y psicodélico órgano toma el protagonismo ayudado por unos coros de fondo que dotan de cierta atmósfera apacible a esta composición. Se incluye otro instrumental de ritmos latinos llamado ‘Diamond Head’, que no pasa de ser una curiosidad sin mayor trascendencia. Pero por suerte su genialidad se deja traslucir en todo el álbum, baste señalar simplemente el primer corte, donde tras una delicada introducción de piano y voz (‘Meant For You’) llega la agradable balada que le da título al disco, toda una demostración de poderío vocal.
Hay que destacar también que en Friends encontramos las primeras composiciones significativas de Dennis Wilson sin sus compañeros (aunque como coautor): primero, ‘Little Bird’ parece iniciarse in media res, como si hubiéramos abierto la puerta del estudio y nos encontráramos a los Beach Boys interpretándola. El estribillo tarareado es una maravilla de armonías envolventes, además de que los arreglos de violoncelo de su parte central son todo un acierto. Suena tan variada en sus dos minutos que asombra. Justo a continuación llega su otra composición, ‘Be Still’, que es una discreta canción tranquila con su voz únicamente acompañada por el órgano, pero donde comprobamos que como cantante solista no está a la altura de sus compañeros/familiares.
El soul de primer nivel lo encontramos aquí con la magnífica ‘Anna Lee, The Healer’, poseedora de una impresionante variedad melódica que asombra desde su inicio a cappella. El falsete también está en su apogeo, tal como comprobamos en ‘Be Here In The Morning’, pues cuando las melodías son tan brillantes no hay peligro de fallar. Lástima que al final lo fastidien un poco con esa parte donde cantan “Be here in the morning / Be here in the evening”, que queda bastante forzado. Las canciones menos vistosas al menos son agradables y entretenidas (‘When A Man Needs A Woman’, ‘Busy Doin' Nothin'’, ‘Be Still’), pero dejan sensación de relleno y por eso este álbum no puede colocarse en el mismo nivel que el anterior Wild Honey. Pero aún así es un gran disco, de los imprescindibles para cualquier amante de las melodías y armonías vocales.
STACK-O-TRACKS
Año de publicación: 1968
Puntuación:
1) Darlin'; 2) Salt Lake City; 3) Sloop John B.; 4) In My Room; 5) Catch A Wave;
6) Wild Honey; 7) Little Saint Nick; 8) Do It Again; 9) Wouldn't It Be Nice;
10) God Only Knows; 11) Surfer Girl; 12) Little Honda; 13) Here Today;
14) You're So Good To Me; 15) Let Him Run Wild;
[BONUS TRACKS:] 16) Help Me Rhonda; 17) California Girls; 18) Our Car Club.
“¡¡¡PASTA, PASTA!!!” es lo que resuena en los oídos de cualquiera que llegue a conocer la existencia de este álbum. Estamos ante nada menos que un disco compuesto por las partes instrumentales de canciones de los Beach Boys, como un recopilatorio al que le hubieran quitado todas las voces. Siendo positivos, un@ puede pensar que estamos ante unos ejecutivos discográficos visionarios, que ya pensaban en las posibilidades del karaoke antes de que existiera y por ello decidieron editar un disco de estas características. Pero lo cierto es que era simplemente otro movimiento comercial para exprimir al máximo la imagen del grupo, tal como hicieran previamente con discos navideños e incluso con el infame Party!. De hecho, a estas alturas ya se habían editado tres volúmenes de recopilaciones del grupo, toda una barbaridad consumista.
Lo único novedoso en este álbum es ‘Do It Again’, que formaría parte del siguiente 20/20, pero está aquí incluida porque ya había sido publicada como single poco antes de la idea de este innecesario disco. La única razón para incluirla parece ser la novedad de su reciente publicación, puesto que instrumentalmente no tiene nada destacado y suena más bien floja, como podría serlo también una de sus primeras baladas de éxito, ‘Surfer Girl’.
Entre lo más interesante están obviamente las canciones pertenecientes al Pet Sounds, el cual ya tendría su tratamiento particular en la edición de 1997 llamada The Pet Sounds Sessions formada por cuatro CD’s, donde no solo se incluían las tomas instrumentales, sino también las tomas de las voces por separado, a cappella. Obviamente, nada interesante aporta un disco como Stack-O-Tracks, por muy agradable que pueda resultar la música de fondo. Se puede escuchar una sola vez por curiosidad, pero nadie podrá preferir las versiones instrumentales a las que poseen el sello distintivo de los Beach Boys, que son sus voces. ¿Alguien se imagina la publicación de un disco de Jimi Hendrix sin guitarras o de John Coltrane sin saxofón?.
20/20
Año de publicación: 1969
Puntuación:
1) Do It Again; 2) I Can Hear Music; 3) Bluebirds Over The Mountain; 4) Be With Me;
5) All I Want To Do; 6) The Nearest Faraway Place; 7) Cotton Fields;
8) I Went To Sleep; 9) Time To Get Alone; 10) Never Learn Not To Love;
11) Our Prayer; 12) Cabinessence;
[BONUS TRACKS:] 13) Breakaway; 14) Celebrate The News; 15) Old Folks At Home.
Lo primero que captará el observador agudo en este nuevo LP es que en la portada aparecen los Beach Boys sin Brian Wilson. Y ello no significa que su aportación sea nula o mínima, puesto que la mitad de las composiciones llevan su firma, si tenemos en cuenta los bonus tracks. Su hermano Dennis demuestra que es una apuesta ganadora en su desarrollo compositivo, pero no obstante el ganador sigue siendo Brian, puesto que su conocimiento y maestría en cuanto a arreglos, paletas sonoras y encajes vocales no tenía parangón. Aunque no afecte a la parte musical, recordemos que 1969 es el año en que el por entonces amigo peligroso de Dennis, Charles Manson, cometió los viles asesinatos en la casa del productor Terry Melcher, en una venganza desviada hacia los inocentes que en ese momento vivían en ella, entre quienes estaba la por entonces mujer de Roman Polanski, Sharon Tate.
Pero dejemos aparte tan macabro suceso y centrémonos en lo que interesa, que es la música. Dennis Wilson continúa con su despliegue creativo y aporta aquí nada menos que tres canciones de buen nivel, cada una en un estilo bien diferenciado, demostrando una versatilidad sorprendente para lo que había sido su discreta evolución personal: ‘Be With Me’ es una solemne balada orquestal; ‘All I Want To Do’ un rock clásico que le sirve para lucirse también un poco con su batería; y ‘Never Learn Not To Love’ oscila entre un ritmo de vals y el country.
Posiblemente debido a la menor aportación de Brian, podemos encontrar unas cuantas versiones, que siempre sacan de un apuro. La versión de la agradable ‘I Can Hear Music’ de Phil Spector (interpretada originalmente por las Ronettes, trío femenino donde una de sus componentes estaba casada entonces con Spector) la canta aquí Carl Wilson con una voz que por momentos parece que vaya a desgañitarse pero que le da un toque desenfadado. Lo que no pega demasiado con el grupo es el solo de guitarra rayano en el rock duro de la versión de ‘Bluebirds Over The Mountain’, que cuando menos es sorprendente. También realizan su propia interpretación de ‘Cotton Fields’ de Leadbelly (curiosamente, el mismo año en que lo hicieran también los Creedence Clearwater Revival), que no pasa de lo aceptable.
La miga llega en la recta final del álbum, que es donde se concentra lo mejor que compuso Brian para la ocasión. Podemos disfrutar de delicadas composiciones como ‘I Went To Sleep’, acompañada por una instrumentación sencilla pero reminiscente de las grandes bandas sonoras de Nino Rota. La grandeza de los arreglos vocales e instrumentales, marca de la casa, lo encontramos sin problema en ‘Time To Get Alone’, aunque alcanza su cénit en la orgía coral de ‘Cabinessence’. Por otro lado, el Brian Wilson espiritual asoma en la obvia pero magnífica ‘Our Prayer’, que podría parecer destinada para ser cantada entre intermedio e intermedio de una misa cristiana, mientras algún voluntario accede al estrado para leer la Carta a los Corintios. Tiene una inspiración directa en las grandes obras vocales del Renacimiento, probablemente no de forma consciente.
Algo que no he entendido nunca es el éxito de ‘Do It Again’, número uno en las listas de singles del Reino Unido, pues aunque no deja de tener cierto gancho, el ambiente festivo en el que está interpretado le resta una necesaria seriedad que al menos sí posee el delicado middle-eight. Por otro lado, dada la escasez de duración de los LP’s de la banda, había hasta hueco para que Bruce Johnston se animara a componer. Así, tenemos un olvidable y apacible instrumental llamado ‘The Nearest Faraway Place’, que no suena mal pero que tampoco pasará a la historia.
Los bonus tracks están muy bien, pues encontramos una nueva composición con participación de Brian, que es la jovial ‘Breakaway’ (con armonías que recuerdan sus mejores momentos), además de la más compleja y brillante ‘Celebrate The News’, compuesta por Dennis (increíble su demostración de genialidad en este álbum) y que aúna cambios de ritmo inesperados junto a excepcionales melodías y armonías que acaban en una dinámica coda. Por último, ‘Old Folks At Home’ no es otra cosa que una versión del tradicional ‘Ol' Man River’, pero pasado por el tamiz de unos Beach Boys todavía en plena forma, tal como dejan demostrado a lo largo y ancho de este recomendable álbum todavía devoto de la genialidad de Brian Wilson. No lo entendieron así en su tierra, donde el disco quedó en un pobre puesto 68º en las listas de ventas, no así en el Reino Unido, donde llegaron al tercer puesto, reflejando una vez más esa rara tendencia en la cual artistas británicos triunfan únicamente en Estados Unidos y viceversa.
LIVE IN LONDON
Año de publicación: 1970
Puntuación:
1) Darlin'; 2) Wouldn't It Be Nice; 3) Sloop John B.; 4) California Girls; 5) Do It Again;
6) Wake The World; 7) Aren't You Glad; 8) Bluebirds Over The Mountains;
9) Their Hearts Were Full Of Spring; 10) Good Vibrations; 11) God Only Knows;
12) Barbara Ann.
Como premio a la buenísima acogida que los discos de los Beach Boys estaban teniendo en el Reino Unido, nada que ver con su progresiva caída en ventas en los Estados Unidos, se publicó en 1970 este concierto del 8 de diciembre de 1968, grabado en el entonces Astoria Theatre (hoy día Rainbow Theatre) de Londres. En su país natal no sería publicado hasta 1976. No se entiende bien el criterio para tal decisión, pues aunque no se trata de un álbum esencial, sí que es un documento del estado de forma de la banda en ese momento.
En general lo que se observa es la total desaparición de ese entusiasmo que irradiaban unos años atrás, demostrando las ganas de triunfar y de demostrar que eran el mejor grupo de armonías del momento, con permiso de los Hollies. Aquí suplen esa carencia con la experiencia y profesionalidad acumulados después de tantos discos y giras, por lo que tampoco saldremos decepcionados después de escuchar este disco. En la foto de la portada parecen querer transmitir eso, que se trata de un conjunto de hippies supervivientes del verano del amor que todavía quieren expresar su ideal fantasioso al mundo aun a sabiendas de la falta de fondo sustancial que demostró poseer aquel movimiento. Pero para unas canciones que presentan una evidente complejidad a la hora de trasvasar al directo las partes vocales, no resulta precisamente problemático el enfoque hacia la vertiente más profesional. El único momento en que realmente emocionan es gracias a la interpretación de Carl Wilson en la emotiva ‘God Only Knows’, que parece contagiar esa expresividad al resto y por ende es la mejor canción del álbum.
Por otro lado, otro aspecto que queda claro definitivamente es el liderazgo de Mike Love dentro de la banda, departiendo con el público cuando lo cree conveniente y presentando las canciones. Por algo es quien tiene la barba más larga. Curiosamente, la presentación de ‘Bluebirds Over The Mountains’ la hace en castellano, lo cual queda en una línea intermedia entre la broma y la pedantería. Peor todavía es cuando quiere hacerse el gracioso en mitad de ‘Good Vibrations’, destacando el “different tempo” mientras la gente mantiene su acompañamiento en forma de palmas en el inicio de la parte más lenta del tema. Son daños colaterales que hay que soportar.
Al menos consiguen corregir algunos pequeños errores, uno bien claro en ‘Bluebirds Over The Mountains’, donde la guitarra no suena tan prominente y el resultado es más agradable. La banda en general suena segura y confiada, con una instrumentación competente para lo que podríamos esperar, aunque donde más seguridad demuestran es obviamente en la parte vocal, que es precisamente lo que se espera de ellos. Incluso se embarcan en una canción a capella llamada ‘Their Hearts Were Full Of Spring’, bastante aburrida por cierto.
El concierto finaliza con la interpretación de ‘Barbara Ann’, una manera amistosa de acabar pasándolo bien con el público, aunque cuando un@ ha escuchado a The Who interpretándola en directo, las diferencias quedan patentes. En cualquier caso, este álbum no deja de tener su interés y es la demostración de que los Beach Boys podían salir igualmente airosos sin Brian Wilson en el escenario.
SUNFLOWER
Año de publicación: 1970
Puntuación:
1) Slip On Through; 2) This Whole World; 3) Add Some Music To Your Day;
4) Got To Know The Woman; 5) Deirdre; 6) It's About Time; 7) Tears In The Morning; 8) All I Wanna Do; 9) Forever; 10) Our Sweet Love; 11) At My Window;
12) Cool Cool Water.
¡Por fin dejan volver a Brian Wilson a la portada! Este quizá sería el titular destacado de un disco que vuelve a dejar un sabor agradable pero que tampoco muestra apenas nada novedoso a lo ya conocido. Siguen los mismos parámetros en cuanto a la implicación de Brian, sin embargo el nivel cualitativo de Dennis no compensa esta vez el resto del álbum, aunque por suerte las aportaciones del resto de miembros es aceptable y se consigue salvar el nombre.
Las composiciones de Brian Wilson se mantienen en su estilo de agradable polifonía vocal con delicados arreglos instrumentales que mantengan un ambiente cordial. Aunque para esta ocasión, las originalidad en las melodías parece haberse apagado un poco y canciones como ‘This Whole World’ o ‘Add Some Music To Your Day’ suenan bien pero se olvidan pronto. Lo mejor es sin duda la magistral demostración de dominio vocal y coral que queda reflejada en la final ‘Cool Cool Water’, donde acompañados una instrumentación muy simple, casi inaudible por momentos, donde destaca un rítmico piano, la banda echa el resto en un alarde técnico inalcanzable para muchos. También cabe destacar la rockera ‘It's About Time’, con una enérgica parte final (muy buena guitarra) poco habitual en la música de los Beach Boys, pero que aporta fortaleza al conjunto del disco.
Bruce Johnston vuelve a probar fortuna con la composición y sale vencedor en el intento, puesto que ‘Tears In The Morning’ es una sencilla balada con muy buenas melodías que en el estribillo se hace acompañar perfectamente por las armonías vocales y una percusión bastante expresiva que enfatiza las subidas tonales en el momento de mayor clímax, pasados los 2:30. Su otra canción, ‘Deirdre’, está compuesta junto a Brian y es mucho más inofensiva, agradable sin más. Incluso Al Jardine se atreve a componer, aunque en colaboración con otros hermanos Wilson, lo cual da como resultado una convencional pieza de pop llamada ‘Our Sweet Love’ y una pieza experimental algo fallida en la que se mezclan efectos de sonido con partes recitadas y otras de mayor empaque vocal, que tampoco dejan un mal resultado.
Sorprendentemente, lo peor en esta ocasión no corresponde a Johnston, sino a Dennis Wilson, puesto que ‘Got To Know The Woman’ queda como un vulgar boogie impropio del grupo, donde lo único destacable es el juego vocal con el que repite el título de la canción. Sus otras composiciones dejan mejor sabor de boca, pues aunque ‘Slip On Through’ suena a convencional soul, la balada ‘Forever’ está compuesta en un estilo orquestal muy similar al de su hermano Brian y tiene un aire de grandeza y solemnidad que se echaría de menos si no fuera por Dennis.
En cualquier caso, este disco se hundió irremisiblemente en las listas de ventas, no tanto en el Reino Unido como era ya habitual, pero sí que sería una decepción para los miembros del grupo. Tampoco es que sea merecedor de tan mala prensa, pues realmente se puede escuchar con agrado y no hay apenas momentos malos. Por tanto, sin necesidad de recomendar Sunflower de forma expresa, al menos vale la pena conocerlo.
SURF'S UP
Año de publicación: 1971
Puntuación:
1) Don't Go Near The Water; 2) Long Promised Road; 3) Take A Load Off Your Feet; 4) Disney Girls (1957); 5) Student Demonstration Time; 6) Feel Flows;
7) Lookin' At Tomorrow (A Welfare Song); 8) A Day In The Life Of A Tree; 9) 'Til I Die; 10) Surf's Up.
Parece que la contratación de un nuevo manager por parte de la banda, Jack Reiley, no solo les abrió los ojos para saber cómo seguir manteniendo su estatus y algo de su leyenda, sino que éste también se llegó a implicar en la producción musical, incluso cantando en alguna ocasión. Pero el factor determinante fue la aparición a última hora del genio Brian Wilson (quién iba a ser) para completar el disco con tres canciones definitivas para el prestigio, tal vez excesivo, de este nuevo álbum de los Beach Boys.
Con Brian en horas bajas a nivel productivo, hasta su hermano Carl Wilson se siente obligado a componer para compensar ese vacío, e igual que el otro hermano Dennis, su debut es inmejorable, pues aporta dos canciones que se encuentran entre lo mejor del álbum. Por un lado, está la tranquila y melódica ‘Long Promised Road’, donde únicamente faltaría haber rematado mejor el estribillo, pues posee una agradable oscilación entre momentos más calmados y algo más rítmicos, además de una sorpresiva guitarra esquizoide que suena a partir de los 2:30. Su otra composición, ‘Feel Flows’, sí que es brillante desde el inicio, pues su inusual percusión y las etéreas voces que de entrada crean un ambiente entre onírico y bucólico que la convierten en toda una oda psicodélica (¡aunque estamos ya en 1971!) junto al extraño pasaje instrumental central a base de flautas y guitarreos distorsionados alternos. Justo al contrario de lo que nos ofrece Al Jardine, muy envalentonado él con todo esto de la composición y dirigiéndose también hacia la psicodelia. En ‘Don't Go Near The Water’, Jardine y Love retoman la vertiente psicodélica mostrada en Smiley Smile, como queriendo demostrarle a Brian que ellos podían hacer lo mismo sin su ayuda. Aunque ciertamente se nota la diferencia entre una composición de uno y de los otros. Algo más floja incluso suena ‘Take A Load Off Your Feet’, donde Jardine está ayudado por Brian, y seguramente por ello se presenta en una vena psicodélica más infantil, al estilo británico. Así, la mejor aportación de Jardine es la inquietante ‘Looking At Tomorrow’, también devota del sonido de Smiley Smile pero interpretada con seriedad.
Lo peor con diferencia es la vampirización que realiza Mike Love (‘Student Demonstration Time’) de un tema de los cincuenta de los brillantes compositores de rock Leiber y Stoller para denunciar diferentes sucesos sociales en Estados Unidos que atentaban contra la libertad de expresión y el ideal social-cristiano de igualdad entre todas las personas. La intención es muy buena pero el resultado es pésimo, musicalmente hablando, pues suena a imitación barata de rock'n'roll. Johnston tampoco ayuda demasiado con su balada nostálgica ‘Disney Girls (1957)’, de las que podrían cantar a decenas en esa época Burt Bacharach o Tom Jones.
La espiritualidad de Brian Wilson apenas aparece hasta la recta final del álbum, de manera testimonial si se quiere entender así. Primero en la solemne y de clarificador título ‘A Day In The Life Of A Tree’, acompañada de un sencillo teclado y cantada por el manager Jack Rieley y el colaborador de Brian, Van Dyke Parks, toda una sorpresa que los elegidos sean ellos, como si no hubiera dónde escoger. Otra canción llega justo a continuación, ‘'Til I Die’, una nueva joya vocal que empieza a funcionar a partir de la mitad de su duración, cuando se convierte en una amalgama vocal en el mejor estilo de Brian. Y ‘Surf's Up’ sería esto mismo pero desde el primer minuto, con una más cuidada elaboración, una estructura más compleja y repleta de bellas melodías y armonías que sorprenden en algunos casos por su dificultad.
Así pues, tenemos una discreta primera parte del álbum y una gran segunda parte, lo que sirve todavía para incluir este disco entre los destacados de la carrera de los Beach Boys y para recomendarlo igualmente.
CARL AND THE PASSIONS / SO TOUGH
Año de publicación: 1972
Puntuación:
1) You Need A Mess Of Help To Stand Alone; 2) Here She Comes; 3) He Come Down; 4) Marcella; 5) Hold On Dear Brother; 6) Make It Good; 7) All This Is That;
8) Cuddle Up.
Este nuevo álbum fue el producto de una etapa convulsa dentro de la banda. Por un lado, Johnston fue invitado a marcharse, y por otro lado entraron dos nuevos miembros, un guitarrista y un batería, este último por necesidad real puesto que Dennis Wilson se había herido la mano por accidente y eso le impediría tocar durante un par de años. Estos nuevos miembros serían Blondie Chaplin (quien llegaría a tocar en una de las últimas giras de The Rolling Stones) y Rick Fataar, el cual alcanzaría notoriedad por aparecer como uno de los Rutles en la brillante parodia fílmica de los Beatles, All you need is cash. Precisamente dos de las mejores canciones de este LP están compuestas por los nuevos miembros de la banda, aunque no obstante desentonan completamente con lo que entendemos como sonido de los Beach Boys, aunque hayamos visto su eclecticismo de los últimos años. Así, ‘Here She Comes’ es un potente rock y ‘Hold On Dear Brother’ similar y algo más reposada, pero ambas están interpretadas en un estilo de lo que podrían hacer gente como George Harrison, The Band o Eric Clapton.
Al tener unos compañeros tan rockeros y poder desentenderse de sus labores percusionistas, Dennis Wilson se lanza a la canción ligera y aporta dos composiciones de base orquestal (‘Make It Good’ y ‘Cuddle Up’) en las cuales desliza su cálida voz a través de los instrumentos que fluyen y aumentan el tono de manera imperceptible hasta alcanzar un clímax sonoro, bastante evidente sobre todo en ‘Cuddle Up’, donde se pasa de un sencillo piano a una acumulación de vientos pasada la primera mitad del tema.
Brian Wilson sigue sin participar demasiado y sus composiciones aquí son de suerte dispar. La primera de ellas abre también el álbum y la pega que presenta ‘You Need A Mess Of Help To Stand Alone’ es que suena igual a lo de siempre pero sin frescura. En cambio, ‘Marcella’ recupera los elaborados juegos vocales con profusión de armonías que son marca de la casa. Pero lo que no podíamos esperar de los Beach Boys es que se rebajaran a cantar un vulgar gospel (‘He Come Down’) a imitación de lo que se canta en cualquier congregación evangelista del sur de Estados Unidos. Así que esta composición de Brian junto a Jardine y Love, probablemente fuera más idea de estos dos últimos.
Por otro lado, Carl también se inspira en tiempos pasados para la armónica y agradable ‘All This Is That’. Y es que al final, esa mezcla entre los recuerdos pasados y el gran contraste con la mentalidad de los nuevos miembros, deja un resultado eficaz pero no demasiado brillante.
HOLLAND
Año de publicación: 1973
Puntuación:
1) Sail On Sailor; 2) Steamboat; 3) California Saga/Big Sur;
4) California Saga/The Beaks Of Eagles; 5) California Saga/California; 6) The Trader;
7) Leaving This Town; 8) Only With You; 9) Funky Pretty;
[BONUS TRACKS:] 10) Mt Vernon And Fairway (A Fairytale).
El título del nuevo disco de los Beach Boys hacía referencia a que había sido grabado en buena parte durante una estancia en Holanda, a donde fueron todos con sus familias para registrar los resultados mediante un estudio móvil. Tampoco se entiende bien el sentido de todo ello, porque no hay nada europeo que denote el emplazamiento de la grabación, pues la música continúa en ese eclecticismo a veces desconcertante donde podemos esperar cualquier cosa de estos chicos.
Si hablamos de variedad, en el comienzo ya comprobamos que ‘Sail On Sailor’ tiene un regusto soul, reforzado por la voz principal de Chaplin. Y a continuación, ‘Steamboat’ de Dennis parece indagar en la psicodelia de Smiley Smile, pero añadiendo una fenomenal progresión armónica. Hacia la mitad aparece una sorprendente sección instrumental con guitarras distorsionadas y demás efectos que acrecientan su carácter lisérgico. El otro tema de Dennis, compuesto junto a Mike Love, es ‘Only With You’, una convencional balada que suena bien y poco más.
Encontramos una trilogía llamada California Saga que comprende tres canciones de inspiración en la música de raíces norteamericanas y que dejan buena impresión. En ‘Big Sur’ afluyen las armónicas y las guitarras slide, y en ‘California’ vuelven los ecos de excelencia vocal de la banda, que hacen recordar los mejores momentos de la época pre Pet Sounds de los Beach Boys. Por medio está lo más flojo de la trilogía, puesto que no resulta muy atractivo escuchar a Mike Love recitar una historia (salvo un breve momento en que sí cantan), aunque el fondo instrumental no está mal como acompañamiento. Y es que cuando recuperan ese espíritu jovial pero armónico y altamente pegadizo, es cuando la banda consigue deleitarnos, como en la contienda armónica de ‘Funky Pretty’, donde las voces vuelven a fundirse, alternarse, enlazarse, solazarse y de paso solazarnos a nosotros.
La composición de Carl Wilson ‘The Trader’ presenta dos partes bien diferenciadas: la primera es una campechana canción que recupera el estilo soul de Wild Honey, mientras que la segunda mitad tiene un ritmo de bajo más pronunciado y mayor dinamismo, en una especie de calma diferenciada respecto a su primera mitad, pero que resulta más original. En cuanto a los recientes miembros (Chaplin y Fataar) solo participan en la composición de un tema: ‘Leaving This Town’. Éste deja más bien indiferente y el solo de teclado central es flojo aunque suene diferente.
Como bonus track tenemos el EP que en principio, según la idea original de Brian Wilson, debía ser la parte central de este nuevo álbum. Se trata de un relato infantil creado por Brian llamado Mount Vernon and Fairway (A Fairy Tale), en el que se alternan breves partes musicales con otras recitadas por el manager Jack Rieley, que en conjunto no tiene nada de interés. Una chiquillada de la mente infantiloide de Brian Wilson. En cualquier caso, el presente disco se le puede dar al grado de aceptable aunque haya algunos momentos demasiado convencionales para poder englobarlo dentro de los recomendables de los Beach Boys.
IN CONCERT
Año de publicación: 1973
Puntuación:
1) Sail On Sailor; 2) Sloop John B.; 3) The Trader; 4) You Still Believe In Me;
5) California Girls; 6) Darlin'; 7) Marcella; 8) Caroline No; 9) Leaving This Town;
10) Heroes And Villains; 11) Funky Pretty; 12) Let The Wind Blow;
13) Help Me, Rhonda; 14) Surfer Girl; 15) Wouldn't It Be Nice; 16) We Got Love;
17) Don't Worry Baby; 18) Surfin' USA; 19) Good Vibrations; 20) Fun Fun Fun.
Qué necesidad podía haber de escuchar un nuevo disco en directo después de tres años desde que se publicó el anterior, con algunas canciones repetidas, es algo difícil de explicar. Bueno, como siempre la explicación no tiene que ver con la música sino con las finanzas, puesto que el anterior Live In London no sería publicado en Estados Unidos hasta 1976 y parece que los sondeos consumistas indicaban que un disco en directo sería bien acogido por los conciudadanos. En cualquier caso, originalmente era un doble LP que recogía una selección de temas de toda su carrera, con un despliegue de músicos inédito hasta ese momento, pues a las incorporaciones conocidas del guitarrista Chaplin y el batería Fataar, hay que añadir aquí hasta a cinco músicos más que ejecutan la parte instrumental. Por supuesto, Brian Wilson ni está ni se le espera.
Hay bastantes canciones del último disco, pero eso tampoco es necesariamente una buena noticia cuando una de ellas es la vulgar ‘Leaving This Town’, alargada hasta los siete minutos sin que hubiera necesidad para ello. También decepciona un poco comprobar cómo la parte multivocal de ‘Funky Pretty’ no está tan bien conseguida como en la versión de estudio. Por otro lado, ‘We Got Love’ es una composición de Chaplin y Fataar (con ayuda de Love) que quedó descartada de Holland, probablemente por no tener nada que ver con el estilo de los Beach Boys, pues nuevamente se acercan más a los Allman Brothers Band que un sonido reconocible y asociado con la banda. Aunque la canción tampoco es un clásico perdido precisamente.
Los clásicos propiamente dichos están interpretados de la manera que ya esperamos escuchar en una actuación de la banda, con el siempre efectivo juego de voces como elemento distintivo. Como curiosidad, cabe señalar la versión más rockera de ‘Help Me, Rhonda’, con un efecto de muro de sonido bien conseguido por la gran cantidad de músicos en escena. En cambio, ‘Wouldn't It Be Nice’ sufre del problema que tienen a veces los clásicos, esto es, que está interpretada como si fuera (o realmente había sido) la enésima vez y la banda estuviera hasta aburrida de cantarla.
En realidad tampoco encontramos demasiadas sorpresas agradables, sino más bien lo que esperamos encontrar. No hay mucho que destacar, si acaso una gran interpretación de ‘Sail On Sailor’, donde la fuerza del directo y de la instrumentación le da una consistencia que rivaliza con la versión de estudio; o una bien conseguida parte vocal por parte de Al Jardine y Carl Wilson en la balada ‘Don't Worry Baby’ de 1964. Por tanto, este disco no deja de ser un simple documento sonoro del grado de profesionalidad que habían adquirido los Beach Boys en directo, en detrimento de la espontaneidad y frescura de sus años anteriores.
1) Rock And Roll Music; 2) It's OK; 3) Had To Phone Ya; 4) Chapel Of Love; 5) Everyone's In Love With You; 6) Talk To Me; 7) That Same Song; 8) TM Song;
9) Palisades Park; 10) Susie Cincinnati; 11) A Casual Look; 12) Blueberry Hill;
13) Back Home; 14) In The Still Of The Night; 15) Just Once In My Life.
Puntuación:
Año de publicación: 1976
15 BIG ONES
¿Cómo es esto? ¿Tres años sin grabar nada y nos salen con un disco plagado de versiones? Ciertamente, no da una buena impresión tal presentación. Si atendemos a que en estos tres años se habían publicado varios recopilatorios de la banda con gran éxito de ventas y que parecen querer aprovechar ese tirón comercial aquí con el grandilocuente título de 15 Big Ones, ya podemos hacernos una idea general de las bajas expectativas con las que debemos afrontar este nuevo álbum. Aunque haya tantas versiones que hacen pensar en un bajo momento de creatividad como motivo principal, resulta que las mejores canciones son las composiciones originales. Y el peso a la hora de aportar temas nuevos lo lleva Brian Wilson, como si sus familiares y resto de amigos le hubieran buscado para exprimir al máximo cualquier cosa que tuviera escrita y que fuera de utilidad. Cuando además toma el liderazgo vocal como en ‘Back Home’, se le nota inmediatamente que no estaba en un estado de forma adecuado, al menos para cantar. Pero Carl y Dennis parecen más ausentes que nunca, como si hubieran de participar para poder utilizar el nombre de Beach Boys. Ya no están ni Chaplin ni Fataar para suplir la apatía de aquéllos. Por cierto, a Fataar ya le faltaba poco para actuar interpretando al alter ego paródico de George Harrison en All you need is cash.
De entre la gran cantidad que podemos encontrar, la única versión que se puede catalogar como aceptable es ‘Chapel Of Love’, al adaptarse bien al estilo vocal de estos chicos. Pero una versión ralentizada de ‘Rock And Roll Music’ de Chuck Berry es una mala decisión porque suenan peor que una banda de aficionados. De nada sirve que intenten meter con calzador sus juegos de voces porque además aquí suenan artificiales. Que la eligieran como single de presentación no se puede entender sino como un suicidio comercial que debería haber alejado a muchos compradores potenciales.
Pero no vale la pena perder el tiempo en el resto de inútiles y flojas versiones que para nada justifican su existencia. Seguiremos pues con las composiciones originales, que salvan el disco de ser un completo desastre. Entre ellas sí encontramos algunos momentos que por fin nos recuerdan a la leyenda de este conjunto. Uno de ellos llega cuando escuchamos el maravilloso estribillo coral de ‘It's OK’, que es Brian Wilson en estado puro. Recuerda bastante a ‘Do It Again’, pero esta última carecía de un glorioso estribillo al nivel esperado en el grupo. Y tiene que ser Al Jardine quien recupere algo del estilo más clásico de la primera etapa de los Beach Boys mediante la entretenida ‘Susie Cincinnati’. En cambio, Mike Love ya empezaba a dar muestras de que él podía ir por el camino fácil y lanzar baladas amorosas comerciales y con poco contenido, por lo que ‘Everyone's In Love With You’ se olvida tan pronto como finaliza.
Así pues, tiene que ser Brian el que tire del carro aunque no parezca lo más indicado, si bien actúa hasta de productor. De entre sus composiciones, ‘Had To Phone Ya’ es un gracioso tema que, aunque tenga formato de balada, juega con el concepto de llamada telefónica de una manera que solo podríamos esperar de él. Por otro lado, ‘That Same Song’ y ‘TM Song’ podrían parecer extraídas directamente de Smiley Smile, aunque suenan demasiado normales para ello y les hubiera faltado una instrumentación más psicodélica. Eso sí, los gritos que introducen ‘TM Song’ representan ese punto de locura propio de Brian.
En cualquier caso, el engañoso título de este álbum no puede esconder el descarado carácter comercial y consumista con el que está ideado. A Brian se le puede perdonar por su debilidad mental que no le permitiría ser consciente de la relevancia o no de su producción musical, pero el resto parece que se sentían bien si la cuenta corriente aumentaba. El destino no se veía muy halagüeño, aunque todavía nos sorprenderían con una última demostración de (relativa) grandeza.
LOVE YOU
Año de publicación: 1977
Puntuación:
1) Let Us Go On This Way; 2) Roller Skating Child; 3) Mona; 4) Johnny Carson;
5) Good Time; 6) Honkin' Down The Highway; 7) Ding Dang; 8) Solar System;
9) The Night Was So Young; 10) I'll Bet He's Nice; 11) Let's Put Our Hearts Together; 12) I Wanna Pick You Up; 13) Airplane; 14) Love Is A Woman.
Buenas noticias llegan cuando echamos un vistazo a los créditos de composición y vemos que absolutamente todos los temas son composiciones originales de Brian Wilson, con escasa coautoría de terceros pues tan solo en tres temas se ayuda de alguien más. Es al mismo tiempo sorprendente, puesto que nadie podría haber sospechado entonces que el siempre delicado estado mental de Brian le hubiera permitido liderar un disco completo. La explicación radica en que el miserable doctor Landy ya había comenzado su especial tratamiento psicológico sobre Brian, que para beneficio de todos incluía la vuelta activa al mundo de la música, aunque todavía habrían de pasar unos años para que dominara la mente de Wilson a su antojo. En principio iba a representar su debut en solitario, de ahí el prominente uso de teclados y sintetizadores, pero finalmente se juntó con sus compañeros de siempre para publicarlo bajo el nombre de The Beach Boys.
Esas grandes melodías vocales que Brian conseguía componer con cierta facilidad y en muchas ocasiones con grandeza y genialidad, tienen su reflejo en la mayor parte del álbum. Obviamente, no se puede llegar a las elevadas cotas de Pet Sounds, pero se acerca bastante gracias a delicadas y/o sutiles melodías como las que encontramos por ejemplo en ‘Solar System’ y ‘I'll Bet He's Nice’. Donde se puede decir con propiedad que sí alcanzan las mayores cotas de excelencia es paradójicamente en la minimalista ‘Johnny Carson’, pues tanto las melodías vocales como las del teclado abruman por su genialidad, no importa si la letra es infantil. Y es que a veces las composiciones pueden volverse un tanto infantiles en su despliegue musical o lírico, pero no hay que asustarse porque se trata simplemente del mundo de Brian y además la calidad melódica nos hace sobreponernos a ello, por lo que temas como ‘Airplane’, la breve ‘Ding Dang’ compuesta junto a Roger McGuinn (The Byrds), ‘I Wanna Pick You Up’ o la final ‘Love Is A Woman’ pueden disfrutarse tanto por las melodías vocales como por los arreglos, aunque podrían formar parte de la banda sonora de alguna película de Disney. Todavía hay lugar para los guiños a la primera época de la banda, que sería el caso de la jovial ‘Honkin' Down The Highway’. En cambio, ‘Roller Skating Child’ y ‘The Night Was So Young’ parecen extraídas directamente de la época de Wild Honey y Friends, por su sonido más cercano al soul.
Que por fin regresara el gran Brian que estábamos esperando no significa que no pueda haber alguna metedura de pata. ‘Mona’ es la más evidente, pues ni aunque hubiera sido una referencia a la pícara compañera sentimental del no menos pícaro Henry Miller (o incluso a la alocada chica de El lamento de Portnoy, obra primeriza y menor de Philip Roth), que no lo es, eso no desviaría la atención de su estructura compuesta tan solo por una simplona melodía repetida hasta la saciedad. En ‘Let's Put Our Hearts Together’ a Brian se le ocurre la idea de cantar a dúo con la que era entonces su mujer (el matrimonio del que nacieron dos de las componentes del futuro trío vocal Wilson Phillips, de vocación comercial), donde la voz entonces rasposa de Brian suena mucho peor en contraste con la de su mujer, cantante de profesión.
Así pues, sabiendo que esto es prácticamente un disco en solitario del mayor de los Wilson y que ya no volvería a implicarse de esa manera en un álbum de los Beach Boys hasta bien entrado el siglo XXI, cualquiera puede hacerse una idea de lo que vendrá a continuación, durante las décadas siguientes. Todo un ejemplo de cómo ir arruinando la reputación de una banda hasta convertirla en un esperpento de sí misma, cayendo a niveles ínfimos y llegando a grabar el que probablemente sea el peor disco de la historia grabado por un grupo/artista de alto nivel. Pero eso ya llegará en su momento. Por desgracia.
M.I.U. ALBUM
Año de publicación: 1978
Puntuación:
1) She's Got Rhythm; 2) Come Go With Me; 3) Hey Little Tomboy; 4) Kona Coast;
5) Peggy Sue; 6) Wontcha Come Out Tonight?; 7) Sweet Sunday; 8) Belles Of Paris;
9) Pitter Patter; 10) My Diane; 11) Match Point Of Our Love; 12) Winds Of Change.
Tanto exprimir a Brian Wilson resultó contraproducente a la larga y su participación fue mucho menos activa en esta ocasión. Poco duró su rehabilitación musical y volvió a sumergirse en su mundo interior de fantasía, donde las drogas tenían un papel importante. Sus hermanos Carl y Dennis tampoco participaron mucho en la grabación, el segundo porque venía de grabar su debut en solitario y no estaba motivado para continuar con el resto de Beach Boys. Así estaban las cosas y por ello Love y Jardine tomaron las riendas del conjunto. Jardine incluso se colocó de coproductor, algo que no parecía una buena idea, aunque el flojo nivel de las composiciones tampoco hubiera mejorado mucho de haber contado con productores más experimentados.
Solo tres canciones hacen honor a la leyenda de los Beach Boys y, cómo no, las tres están escritas por Brian. ‘She's Got Rhythm’ inicia el álbum de una manera que nos hace pensar que se mantienen al mismo buen nivel demostrado en Love You. Presenta un gran contraste entre las partes más animadas y otras breves más tranquilas, transmitiendo toda su alegría. En ‘Hey Little Tomboy’ logran juntar unas agradables estrofas con un estribillo melódico bien rematado por las voces de acompañamiento, aunque lo mejor llega a partir de los 1:30, donde nos recuerda ese estilo desenfadado de lo mejor de Smiley Smile. Por último, en ‘Pitter Patter’ asombran los pasajes que llegan tras los estribillos, de excelentes armonías vocales, aunque que el resto del tema puede dejar un tanto indiferente. Indiferencia es precisamente la palabra más precisa para catalogar este álbum en general y en particular canciones como ‘Match Point Of Our Love’, la balada ‘My Diane’ o la algo infantil ‘Wontcha Come Out Tonight?’.
En temas como ‘Come Go With Me’ parece que estemos escuchando a una banda tributo, pero de las mediocres. Tampoco resulta nada satisfactorio escucharlos cantar canciones repletas de banales melodías y música orquestal que parecen dedicadas a la tercera edad, como ocurre con ‘Belles Of Paris’ y ‘Sweet Sunday’. El nuevo productor Altbach, viendo el nivel que había, no quiso dejar pasar la ocasión y nos cuela su penosa composición ‘Winds Of Change’, la cual comienza con una aceptable introducción de piano que ya no pasa de ahí, puesto que se trata de una edulcorada y lacrimosa balada para olvidar.
Por otro lado, ‘Kona Coast’ dejaba claro que, ni uniendo fuerzas, Jardine y Love podían componer nada a la altura de Brian. Un claro indicativo de lo que nos esperaría en los siguientes años, en ‘Kona Coast’ ya nos introducen en Hawaii y su terminología particular, preludio de futuras atrocidades tipo ‘Kokomo’. Y luego, la versión de ‘Peggy Sue’ de Buddy Holly es previsiblemente un tema de relleno que avergonzaría a sus autores y recuerda a los peores momentos de 15 Big Ones.
La dependencia de Brian era absoluta y éste ya no recuperaría su nivel hasta comenzar su carrera en solitario, ya a finales de los ochenta. Así pues, bienvenidos al primer ejemplo de lo que son unos Beach Boys talluditos sin la participación de su alma máter. Y ojo, que esto es lo mejor que podían ofrecer. Quien no quiera decepcionarse, casi mejor que no siga, o cuando menos que se detenga en el siguiente disco.
1) Good Timin'; 2) Lady Lynda; 3) Full Sail; 4) Angel Come Home;
5) Love Surrounds Me; 6) Sumahama; 7) Here Comes The Night; 8) Baby Blue;
9) Goin' South; 10) Shortenin' Bread.
Puntuación:
Año de publicación: 1979
L.A. (LIGHT ALBUM)
Como si fuera la historia de nunca acabar, Brian seguía prácticamente ausente y se volvió llamar al antiguo compañero (y sustituto de Brian) Bruce Johnston para participar no solo como cantante, sino también como arreglista y productor. Johnston ese año estaba como una moto, puesto que también participaría poniendo su voz a los coros de The Wall de Pink Floyd. Como ya podemos intuir, la escasa participación del hermano mayor de los Wilson es un indicativo –no siempre fiable– del nivel cualitativo de cada álbum del grupo.
La mejor esencia de los Beach Boys llega en la majestuosa balada coral ‘Good Timin'’, donde las melodías y armonías vocales van confluyendo y armonizándose de manera asombrosa. En solo 2:12 minutos Brian Wilson (que no otro es el compositor) nos transporta por un paseo celestial. Su otra aportación son los arreglos tipo Phil Spector de la vieja canción tradicional ‘Shortenin' Bread’, que suena más como una broma que como algo realmente serio.
Emplear una melodía de Bach (concretamente de la cantata Herz und Mund und Tat und Leben, BWV 147) como elemento principal no salva a ‘Lady Lynda’ de ser una empalagosa canción más propia de un producto musical que de una banda con solera. Para lo poco que componía a estas alturas Jardine, ya podría haberse esmerado más. Tampoco mejora mucho el panorama Carl Wilson con su ‘Full Sail’, muy aburrida. La predilección de Mike Love por las palabras exóticas le lleva a lanzarse peligrosamente a escribir una canción de tintes japoneses (‘Sumahama’) que queda como una sensiblería destinada a ligar más en los viajes a Japón.
Las dos composiciones de Dennis son también discretas, pero al menos pueden escucharse con agrado comparado con el nivel de este álbum hasta son de lo más destacado. Tanto ‘Love Surrounds Me’ como ‘Baby Blue’ son dos piezas calmadas y envolventes, casi ambientales, en las que algo más de elaboración las hubiera convertido en grandes temas. Fueron rescatadas del fallido segundo álbum de Dennis, quien al final dejaría su carrera en solitario con un único pero grandísimo LP: Pacific Ocean Blue, que fue publicado en 1977 y mejoraba todos los discos de los Beach Boys de los setenta. En ‘Angel Come Home’ su voz suena más rasposa que nunca, pero es una composición de Carl en la que parece dirigirse hacia el góspel y la única en la que participa Brian en la grabación.
Si se repartieran galardones a la peor idea musical, los Beach Boys estarían como mínimo nominados por la atrocidad de grabar una versión disco de más de diez minutos de su vieja canción ‘Here Comes The Night’, originalmente de Wild Honey. Todos los clichés del estilo se nos aparecen en esta horrible versión que supone una tortura si se escucha en su totalidad. Será mejor no saber de quién partió tan reprobable idea. Aunque en global el nivel del disco es tan malo que casi nos da igual, puesto que la dejadez por parte de todos era más que evidente. Y ya les quedaba claro que convertirse en los nuevos Bee Gees no era viable, así que el futuro comenzaba a verse muy, pero que muy, negro.
KEEPIN' THE SUMMER ALIVE
Año de publicación: 1980
Puntuación:
1) Keepin' The Summer Alive; 2) Oh Darling; 3) Some Of Your Love;
4) Livin' With A Heartache; 5) School Day (Ring! Ring! Goes The Bell); 6) Goin' On;
7) Sunshine; 8) When Girls Get Together; 9) Santa Ana Winds; 10) Endless Harmony.
La situación seguía empeorando a pasos agigantados. Más de la mitad de las canciones llevan la firma de Brian Wilson, pero en casi todas ellas con Mike Love como coautor, lo que lleva a pensar, una vez escuchado el álbum, si Love no le obligó a garabatear algunas composiciones para luego completarlas él de alguna manera. Sería una justificación al lamentable nivel demostrado. Bruce Johnston es ya el único productor, como si les hubiera comido la cabeza al resto diciéndoles que Roger Waters lo llamó para pedirle consejo en vez de para simplemente cantar algunos coros en The Wall. Por si fuera poco, Dennis Wilson no quiso saber nada de la grabación y únicamente participa tocando la batería en ‘Endless Harmony’, por lo que retorna Fataar para sustituirle en ese instrumento. Dennis ya no volverá a grabar más con el grupo porque en 1983 morirá ahogado, tras vivir una larga etapa de depresiones y adicciones.
En canciones como la que inicia el disco, ‘Keepin' The Summer Alive’, parecen una parodia de sí mismos o como si hubieran envejecido veinte años más y solo pudieran repetirse sin credibilidad alguna. El ritmo tiene su gracia, pero es tan descaradamente comercial el resultado que provoca más rechazo que agrado. En ella puede escucharse la guitarra de Joe Walsh, quien tras la disolución de The Eagles por esa época debía estar dispuesto a hacer cualquier cosa. Tampoco es que se note mucho su presencia, salvo para marcarse un discreto solo que no arregla nada. Y esta canción no es precisamente de lo peor, así que ¡oh, oyente, avisado estás!
Lo único que puede salvarse para la posteridad son un par de canciones. Una es ‘Livin' With A Heartache’, por las buenas melodías vocales de sus estrofas y el giro melódico del estribillo, cuando Carl canta “After all this time / I still wish you were mine”. La otra es una gran canción de corte barroco (gracias al sonido de clavicordio) titulada ‘Santa Ana Winds’, donde descubrimos un memorable estribillo (“Santa Ana winds keep blowing across my eyes”), casi el único vestigio de la grandeza de los Beach Boys en este álbum. La coda donde repiten el estribillo coral con otras voces armonizando y haciendo contrapunto es de una maestría inigualable.
El resto del disco es ya una tortura continua, con canciones rebajadas a unos niveles de estulticia impresentables. Hasta se les puede agradecer que en ‘Some Of Your Love’ el saxofón que la introduce nos avise de la vulgaridad que vamos a escuchar. En ‘Oh Darling’ parecen emular a los peores Bee Gees y ‘Sunshine’ es una de esas composiciones de Brian (aunque Love es coautor) en las que el componente infantil resulta excesivo y le hace perder puntos. Otra vez vuelven a destrozar una canción de Chuck Berry. Si cuatro años antes habían descuartizado ‘Rock And Roll Music’, en esta ocasión le toca el turno a la también famosa ‘School Day’.
Las notas de teclado que introducen ‘Endless Harmony’ nos hacen albergar esperanzas de encontrarnos ante una composición más artística (de hecho, data de 1972), pero se queda en una insustancial balada de música adulta que podría haber interpretado cualquier cantante melódico ya olvidado de la época y que no arranca hasta su parte final, aunque tampoco mejora el resto. Ciertamente es triste tarea comentar estos lamentables discos que creó una otrora banda de renombre, pues solo erosionan irremisiblemente el prestigio que una vez tuvieron. Pero la culpa no es nuestra y suficiente castigo resulta ya escucharlos.
THE BEACH BOYS
Año de publicación: 1985
Puntuación:
1) Getcha Back; 2) It's Gettin' Late; 3) Crack At Your Love; 4) Maybe I Don't Know;
5) She Believes In Love; 6) California Calling; 7) Passing Friend; 8) I'm So Lonely;
9) Where I Belong; 10) I Do Love You; 11) It's Just A Matter Of Time;
[BONUS TRACK:] 12) Male Ego.
En alguna parte de esta web (imposible recordar en cuál) ya se discutía el significado que a priori tiene la utilización del nombre del grupo o artista para darle título a un álbum. En esta ocasión no se entiende para nada, porque ni se recoge el espíritu musical de la banda ni tampoco se han transformado en nada nuevo, puesto que simplemente continúan en la misma línea descendente que llevaban desde finales de la década anterior. En el ecuador de los ochenta, la idea (por llamarlo de alguna manera) que tuvieron fue hacerse con el productor de los Culture Club para actualizar su sonido. Para hacer el producto atrayente, incluso recibieron composiciones expresamente creadas para ellos por el propio Boy George (madre mía…) y por Stevie Wonder (¡hurra!... bueno, no, porque en los ochenta Stevie ya había perdido parte de su talento).
Brian Wilson seguía con su médico particular, el parásito de Eugene Landy que originalmente obligaba a Brian a incluirle en los créditos de composición, debido a su endeblez mental. No es hasta que pudo deshacerse de su dominio y demandarlo que se borró cualquier mención a Landy en los discos. Toda esta terrorífica historia se reprodujo para la posteridad en el recomendable biopic Love & Mercy (2014).
Tienen el privilegio de contar con Gary Moore para las guitarras pero no saben aprovechar la ocasión, pues por ejemplo en ‘Maybe I Don't Know’ tiene un momento para su lucimiento y el solo de guitarra es de lo más genérico y estéril que un@ se pueda encontrar. Stevie Wonder participa en su propia composición ‘I Do Love You’, la cual parece una secuela nada inspirada de su éxito comercial de un año antes ‘I Just Called To Say I Love You’, sin nada de encanto y con una excesiva repetición del título. Para completar la pintura, en ‘California Calling’ toca la batería Ringo Starr, pensando que quizá el nombre de Ringo pudiera dar mayor notoriedad cuando precisamente lo que transmite es lo contrario: caspa total.
El álbum está repleto de soporífera nostalgia (‘Getcha Back’, ‘California Calling’, ‘Passing Friend’, ‘Male Ego’) y de baladas empalagosas (‘She Believes In Love Again’ o la insufrible ‘It's Just A Matter Of Time’), además de otros temas que se quedan en vulgares por eso mismo, por querer sonar como la morralla moderna de la época, por lo que al restar el factor moda ya queda poco más que rascar (‘Crack At Your Love’, ‘I'm So Lonely’), cuando da la sensación de que con otra producción podrían haberles dado algo más de lustre.
El único momento de lucidez entre tanta percusión pregrabada y sintetizadores es ‘It's Gettin' Late’, pues al menos las melodías y las armonías vocales quedan como el último reducto de la grandeza que una vez tuvieron. En la balada ‘Where I Belong’ también consiguen transmitir algo de la excepcional habilidad vocal que los caracterizaba, aunque la composición es tan ordinaria que el esfuerzo queda diluido.
A nadie le puede sorprender a estas alturas encontrar un disco tan malo de los Beach Boys. Lo que sorprenderá a quienes no conozcan la discografía de este grupo es que todavía caerán más bajo, llegando a niveles tan extremadamente ofensivos para el buen gusto que ya no nos decepcionarán o nos enfadarán, sino que más bien le hace sentir a un@ pena por llegar a esos extremos. Pero bueno, de momento tenemos otro penoso álbum más a apuntar para estos chicos playeros.
STILL CRUISIN'
Año de publicación: 1989
Puntuación:
1) Still Cruisin'; 2) Somewhere Near Japan; 3) Island Girl; 4) In My Car; 5) Kokomo;
6) Wipe Out; 7) Make It Big; 8) I Get Around; 9) Wouldn't It Be Nice;
10) California Girls.
En principio, la idea de este álbum era juntar canciones inéditas o antiguas que habían sido utilizadas para bandas sonoras de películas, aunque luego se añadieron algunas nuevas extras que no cumplían ese requisito. Bueno, en realidad el motivo original es que habían grabado la canción ‘Kokomo’ para la película Cocktail (uno de los primeros éxitos de Tom Cruise como actor, o sea, éxito en cuanto a recaudación) y fue un éxito de ventas como single, por lo que quisieron aprovechar el tirón comercial. Tampoco es que sea un criterio relevante para analizar el disco, más si cabe cuando las composiciones son de un nivel lamentable, una demostración de falta de ideas y de gusto por la música. Señoras y señores, los Beach Boys están acabados, por muy triste que sea decirlo.
En un último intento de parecer modernos y enrollados, para grabar una versión de ‘Wipe Out’ rizan el rizo y se juntan con una banda de raperos. Solamente pensar en la imagen de unos raperos junto a unos cincuentones con camisas hawaianas ya da escalofríos. Un ejemplo más esclarecedor es el empleo de unos horrendos y desfasados sintetizadores que, junto al típico saxofón vulgar, hacen de ‘Make It Big’ otra pérdida de tiempo.
En 1987, Mª del Mar Bonet había grabado uno de sus grandes éxitos, ‘Des de Mallorca a l'Alguer’, en el que enumeraba diversas poblaciones de habla catalana con grandes melodías, naturalidad y fluidez. The Beach Boys siguieron aquí el ejemplo (hipotéticamente hablando) con ‘Kokomo’, enumerando islas vacacionales, pero sin nada de lo anterior y con un sonido que más artificial y vulgar no podía ser. Lo más sorprendente de todo es que ‘Kokomo’ llegó al número uno de ventas en single en Estados Unidos. ¿Ese tipo de compradores son la misma clase de gente que ha aupado a Donald Trump a la presidencia? Curiosa pregunta sociológica.
Lo único decente de este álbum es precisamente la única composición de Brian Wilson, ‘In My Car’. Tiene esos aires algo infantiles que a veces tienen sus temas (ya lo deja claro al cantar “Feeling like we're still sixteen”), pero cuando llega el estribillo y repiten el título, se puede entrever la grandeza que volvía aflorar de la mente de Brian, quien recordemos que había publicado su debut homónimo en solitario un año antes con muy buen resultado. Otra canción que tiene algo de gracia es ‘Still Cruisin'’, pero suena más bien a música de spot comercial sin aliciente alguno. De todas maneras, este álbum es toda una vergüenza y debería haber servido como evidencia de que debían disolverse de una vez por todas.
SUMMER IN PARADISE
Año de publicación: 1992
Puntuación:
1) Hot Fun In The Summertime; 2) Surfin'; 3) Summer Of Love; 4) Island Fever;
5) Still Surfin'; 6) Slow Summer Dancin' (One Summer Night);
7) Strange Things Happen; 8) Remember (Walking In The Sand); 9) Lahaina Aloha;
10) Under The Boardwalk; 11) Summer In Paradise; 12) Forever.
Se pueden encontrar dos tipos de actitudes en la vida cuando se ha metido la pata en un asunto. Una es reconocer el error y actuar en consecuencia; la otra es obstinarse y seguir metiendo la pata más al fondo. Bueno, habría una tercera vía que es no hacer nada y esperar que los acontecimientos aporten la solución, método que le ha servido a alguno para ser presidente del gobierno de un país. El caso es que los Beach Boys habían dejado claro que estaban muertos artísticamente, sin capacidad de hacer ya nada relevante y, como mucho, podían llegar al nivel de imitarse a sí mismos. Brian Wilson era el único que todavía conservaba su talento, pero ya había quedado definitivamente fuera de la banda para concentrarse en su carrera en solitario y en librarse del tenebroso doctor Landy. Así que el resto, en vez de dedicarse a otros menesteres más provechosos, se obstinó en continuar y en producir un álbum todavía peor que los anteriores, algo que parecía imposible pero que consiguieron con poco esfuerzo.
Llegados a un punto de total estancamiento artístico, lo único que les podía servir de referencia era ‘Kokomo’ porque había sido un éxito de ventas. Como Terry Melcher (el hijo de Doris Day que fuera productor de buena parte de la discografía de The Byrds) había sido uno de sus coautores, Love lo vio clarísimo y le llamó para componer con él la mitad del álbum. Así pues, hagamos un ejercicio mental previo: ¿Qué puede surgir de intentar imitar el estilo de una de tus peores composiciones? Este ejercicio es inútil porque lo que vamos a escuchar aquí va más allá de lo imaginable. Lo que tenemos es una remesa de música prefabricada donde ningún instrumento suena real y las voces suenan falsas y empalagosas, pretendidamente joviales. Ni siquiera las baladas se salvan del tratamiento de percusión sintética (‘Slow Summer Dancin'’).
Incluso echan la mirada atrás para volver a grabar un tema antiguo y eligen nada menos que una de las peores canciones de su disco de debut: ‘Surfin'’. Bueno, realmente para haber masacrado alguna de sus míticas composiciones, mejor que eligieran una canción ya mala de por sí. Eso sí, el único tema que puede escucharse con relativo agrado de este álbum es la regrabación de ‘Forever’, una composición original de Dennis Wilson que pertenecía a Sunflower (1970). Hay que sustraerse del hecho de que para cantarla hayan invitado aquí al entonces actor de moda de teleseries John Stamos, aunque en ningún caso se puede igualar a la original. Hay un par de temas más que podrían hasta haber sido aceptables de haber tenido otra producción con instrumentos más reales: ‘Strange Things Happen’ y ‘Remember (Walking In The Sand)’, ya que en las partes vocales se encuentra alguna melodía original. Pero se quedan en desastre.
Un servidor podría decir que es el peor disco que ha escuchado en su vida. Seguramente habré escuchado peores y mi memoria no me trae ningún otro ejemplo en este momento, pero en cualquier caso no deja de ser sin duda una de las atrocidades más grandes que haya escuchado nunca. Porque podemos encontrar obras imposibles de escuchar de principio a fin como por ejemplo Electronic Sound de George Harrison o Metal Machine Music de Lou Reed, pero hay una diferencia muy evidente: estos no pretendían hacer música ni agradar a nadie, solo experimentar; por el contrario, los Beach Boys pretendían hacer música comercial y entretenida, pero les salió una abominación. Dejémoslo ahí.
STARS AND STRIPES VOL. 1
Año de publicación: 1996
Puntuación:
1) Don't Worry Baby; 2) Little Deuce Coupe; 3) 409; 4) Long Tall Texan;
5) I Get Around; 6) Be True To Your School; 7) Fun, Fun, Fun; 8) Help Me Rhonda;
9) The Warmth Of The Sun; 10) Sloop John B.; 11) I Can Hear Music; 12) Caroline No.
La vuelta de Brian Wilson, en teoría el único que podía salvar el honor de los Beach Boys a estas alturas, no pudo conllevar una idea más disparatada: regrabar sus canciones antiguas con músicos y cantantes de country. El estilo country no es que se note demasiado en algunas de las interpretaciones, lo cual no se sabe si es positivo o negativo, pero en general todo suena estéril e inútil. Es como si estas nuevas versiones estuvieran dirigidas a una fiesta de reencuentro nostálgico de gente mayor que quiere sentirse moderna. La sensación que transmiten es la de un grupo de músicos amigos que se han juntado para grabar rápidamente canciones conocidas y pasárselo bien durante ese breve momento. Por tanto, no transmiten ninguna emoción y suenan todavía peor de lo que lo haría una banda de tributo a los Beach Boys.
Para ser el último álbum que grabó Carl Wilson en vida, no pudo ser una peor despedida. Aunque los Beach Boys se dedican aquí exclusivamente a interpretar las armonías vocales, no aportan nada más. Eso no les priva de descuartizar igualmente alguna de las canciones antiguas como ‘Help Me Rhonda’, pues le acaban cambiando ligeramente la entonación en una decisión muy lamentable. Al bueno de Willie Nelson lo enganchan para cantar la balada ‘Warmth Of The Sun’, pero si somos objetivos tampoco podemos perdonarle que su manera de cantar no encaje ni a martillazos con este tema.
Lo único que puede salvarse de la quema general es la versión de ‘Caroline No’ porque al menos los arreglos están bien ejecutados y la interpretación de la melodía principal con la flauta le da un toque diferente, además de que el cantante no hace desmerecer el tema. Pero obviamente queda a mucha distancia de la versión original de Pet Sounds. Todo el álbum en sí queda a mucha distancia de lo que debiera ser un disco de The Beach Boys. Al menos no hubo un segundo volumen, miedo con el que se quedarían algunos al leer el título de este esperpéntico álbum.
Podríamos mirarlo por el lado positivo y comprobar que se ha mejorado el resultado respecto a Summer In Paradise. Pero centrarse en lo positivo cuando lo negativo es infinitamente superior sería como, por ejemplo, volver a votar a un partido gobernante plagado de gravísimos casos de corrupción (con muertes indirectas incluidas) porque las cifras macroeconómicas han mejorado un poco y no se tienen conocimientos mínimos de economía para saber lo que eso significa. Y eso no es propio de gente objetiva, racional y analítica como tú, oh lector/a.
THE PET SOUNDS SESSIONS
Año de publicación: 1997
Puntuación:
CD I: … 14-15) Sloop John B; 16-17) Trombone Dixie; 18-19) Pet Sounds; 20-21) Let's Go Away For Awhile; 22-24) Wouldn't It Be Nice; 25-28) You Still Believe In Me.
CD II: 1- 2) Caroline No; 3-4) Hang On To Your Ego; 5-7) Don't Talk (Put Your Head On My Shoulder); 8-9) I Just Wasn't Made For These Times; 10-11) That's Not Me;
12-13) Good Vibrations; 14-15) I'm Waiting For The Day; 16-17) God Only Knows;
18-19) Here Today.
CD III: 1) Wouldn't It Be Nice; 2) You Still Believe In Me; 3) That's Not Me; 4) Don't Talk (Put Your Head On My Shoulder); 5) I'm Waiting For The Day; 6) Sloop John B; 7) God Only Knows; 8) I Know There's An Answer; 9) Here Today; 10) I Just Wasn't Made For These Times; 11) Caroline No; 12) Caroline No; 13) Wouldn't It Be Nice; 14) You Still Believe In Me; 15) Don't Talk (Put Your Head On My Shoulder); 16) I'm Waiting For The Day; 17) Sloop John B; 18) God Only Knows; 19) Hang On To Your Ego; 20) Here Today; 21) I Just Wasn't Made For These Times; 22) Banana & Louie; 23) Caroline No; 24) Dog Barking Session; 25) Caroline No; 26) God Only Knows; 27) Wouldn't It Be Nice; 28) Sloop John B; 29) God Only Knows; 30) Caroline No.
A una obra maestra como Pet Sounds no le podía faltar un tratamiento intensivo como el que encontramos en este box set de cuatro discos. El cuarto de ellos se trata únicamente de la mezcla en mono, por lo que no se ha incluido en el listado de canciones de arriba para ahorrar espacio. Y el primer disco comienza con la mezcla en estéreo, motivo por el que tampoco se han escrito nuevamente las canciones.
El resto del primer disco, así como el segundo, recoge extractos de las sesiones de grabación de todas las canciones que formarían parte del álbum, así como el descarte ‘Trombone Dixie’, que quedó como un agradable instrumental de cuidados arreglos como el resto de canciones. No podía faltar que nos incluyeran también la versión instrumental sin voces de cada canción. En general, estas sesiones de grabación no presentan mayor interés que el puramente histórico de comprobar cómo fueron variando sus arreglos hasta llegar a la versión definitiva, porque desde una perspectiva musical nada añaden en especial a lo que ya conocíamos de la obra definitiva. Al menos se agradece que incluyan la canción más interesante de conocer su desarrollo, ‘Good Vibrations’, aunque tampoco nos harán descubrir nada nuevo. ‘Hang On To Your Ego’ ya la conocíamos como bonus track, así que recordemos que no era más que una versión primeriza de ‘I Know There's An Answer’.
El tercer disco comienza con las versiones vocales del álbum al completo, idea que ofrece el mismo escaso interés que las opuestas, es decir, las que solo se escucha la instrumentación. El resto son versiones alternativas que, en algunos casos, se diferencian únicamente porque la voz principal la pone otro miembro diferente de los Beach Boys, o por ejemplo un saxofón que se escucha en ‘God Only Knows’ o una marcada percusión en ‘Caroline No’. Estas versiones alternativas son lo único realmente interesante de todo el box set, puesto que representan una manera de revivir estos magníficos temas desde un ángulo diferente, si bien tampoco ofrecen nada realmente novedoso. Que nadie piense en temas inéditos, porque el título que se puede leer de ‘Banana & Louie’ es simplemente una frase cazada en unos segundos y ‘Dog Barking Session’ es exactamente eso: la grabación de ladridos de perro (benditas locuras de Brian).
En resumen, esta caja está recomendada únicamente a los enamorados de Pet Sounds hasta la médula. Aun así, será difícil que escuchen esto más de una vez tras satisfacer la curiosidad por conocer más de la obra.
2018
ENDLESS HARMONY
Año de publicación: 1998
Puntuación:
1) Soulful Old Man Sunshine (writing session excerpt); 2) Soulful Old Man Sunshine; 3) Radio Concert Promo; 4) Medley: Surfin' Safari / Fun, Fun, Fun / Shut Down / Little Deuce Coupe / Surfin' U.S.A. (live 1966); 5) Surfer Girl (binaural mix);
6) Help Me, Rhonda (alternate single version); 7) Kiss Me, Baby (stereo remix);
8) California Girls (stereo remix); 9) Good Vibrations (live 1968);
10) Heroes And Villains (demo); 11) Heroes And Villains (live 1972);
12) God Only Knows (live 1967); 13) Radio Concert Promo; 14) Darlin' (live 1980);
15) Wonderful/Don't Worry Bill (live 1972); 16) Do It Again (early version);
17) Break Away (demo); 18) Sail Plane Song; 19) Loop De Loop (Flip Flop Flyin' In An Aeroplane); 20) Barbara; 21) 'Til I Die (alternate mix); 22) Long Promised Road (live 1972); 23) All Alone; 24) Brian's Back; 25) Endless Harmony.
2018
Como consecuencia del estreno del documental Endless Harmony que repasaba toda la trayectoria de la banda hasta ese momento (que en principio representaba la disolución del grupo tras la muerte de Carl a principios de 1998), se publicó este álbum de rarezas y remezclas, siguiendo las premisas que habían marcado los Beatles con sus Antologías y que demostraban que este material tenía salida comercial. La mayoría del contenido se concentra entre 1963 y 1972, lo que augura un gran interés (¿alguien se imagina remezclas de cualquier canción de Summer In Paradise?). De hecho, lo peor está entre lo que supera esas fechas, donde se incluye una versión alternativa de la tediosa canción que cerraba Keepin' The Summer Alive y que aquí sirve también para cerrar y dar título al álbum.
De las remezclas hay que recomendar su escucha porque en todas ellas hay novedades debido a que, tal como se nos cuenta en el libreto del disco, Brian Wilson iba grabando en diferentes pistas todo lo que pensaba que podría servir para la mezcla final y luego acababa desechando algunas por cambios de pensamiento o incluso por la imposibilidad técnica entonces de simultanear una excesiva cantidad de pistas. Así, en ‘Help Me Rhonda’ y ‘California Girls’ no descubriremos nada revelador pero podemos disfrutarlas todavía más enriquecidas con instrumentos y voces añadidos. En cambio, ‘'Til I Die’ (originalmente de Surf's Up) duplica su duración debido a la adición de una elaborada introducción instrumental que demuestra la genialidad de Brian y que bien podrían haber mantenido como la versión final al potenciar su carácter de sinfonía pop al mejor estilo de Pet Sounds.
Entre los temas grabados en directo, encontramos una impresionante interpretación de ‘Good Vibrations’ tomada de los ensayos de los conciertos de 1968 que conformarían el futuro Live In London. También cabe destacar la de ‘Heroes And Villains’, todo una evidencia de la insuperable técnica vocal que poseían y que mejora la versión contemporánea que aparecería en In Concert. Muy entretenida La idea de enlazar en un concierto de 1972 uno de los temas de Smiley Smile (‘Wonderful’) con un tema ajeno más rockero (‘Don't Worry Bill’) perteneciente al grupo del cual provenían los nuevos músicos Chaplin y Fataar, da cuenta de lo imprevisible que podía llegar a ser un concierto de los Beach Boys en los setenta.
El disco está dedicado a Carl y Dennis Wilson, los dos hermanos que habían fallecido ya, por lo que a modo de homenaje a Dennis encontramos una inédita pero discreta balada lenta compuesta por él (‘Barbara’), así como ‘All Alone’, una de las canciones que quedaron archivadas al abandonar el que hubiera sido el segundo álbum en solitario de Dennis, que tenía como título provisional Bamboo. Está escrita por un teclista que les acompañó en algunas de las giras de los setenta y ciertamente suena demasiado vulgar comparado con lo que pudimos escuchar en el brillante Pacific Ocean Blue.
Siguiendo con los temas inéditos que podemos encontrar, ‘Soulful Old Man Sunshine’ se mantiene en esa línea de brillante soul iniciada un par de años antes con ‘Darlin'’, de la que precisamente podemos escuchar una versión en directo algo más rápida. ‘Sail Plane Song’ y ‘Loop De Loop (Flip Flop Flyin' In An Aeroplane)’ son dos versiones diferentes de la misma canción, la segunda por iniciativa de Jardine, quien recoge grabaciones primerizas y les añade instrumentos y efectos sonoros a su gusto, rebajando los aires lisérgicos que poseía ‘Sail Plane Song’ para volverla más accesible. De todas maneras, escuchar las locuras sónicas de Brian tampoco agradan más allá de la curiosidad que producen, y menos las de Al. Lo que sí resulta embarazoso es escuchar la composición que creó y dedicó Mike Love a la vuelta de Brian Wilson al grupo con el obvio título de ‘Brian's Back’, aunque simplemente está al mismo nivel de lo que ya estaba componiendo por esa época (1978) y que empeoraría en la década siguiente. Por otro lado, ‘Break Away’ es una fenomenal demo de un tema que sería publicado únicamente como single y que está compuesto por Brian y su padre, este bajo el pseudónimo de Reggie Dunbar. Solo se escucha la voz de Brian porque este tipo de demos era lo que grababa él solo para enseñárselo luego al resto y que pusieran sus voces.
Podemos simplificar el análisis de este álbum catalogándolo como una antología hecha con muy buen gusto (si exceptuamos los últimos temas) y que puede recomendarse a cualquier persona casi como si fuera un grandes éxitos, puesto que ofrece una panorámica de los mejores años de la banda, de su evolución y de su buen sonido en directo. Y bueno, poco tiene que ver con la película de la que en principio se basa, puesto que este documental repasa la carrera de los Beach Boys y no se dedica a repasar canciones inéditas.
ULTIMATE CHRISTMAS
Año de publicación: 1998
Puntuación:
1) Little Saint Nick; 2) The Man With All The Toys; 3) Santa's Beard;
4) Merry Christmas, Baby; 5) Christmas Day; 6) Frosty The Snowman;
7) We Three Kings Of Orient Are; 8) Blue Christmas; 9) Santa Claus Is Coming To Town; 10) White Christmas; 11) I'll Be Home For Christmas; 12) Auld Lang Syne;
13) Little Saint Nick (Single version); 14) Auld Lang Syne (Alternate mix);
15) Little Saint Nick (Alternate version); 16) Child Of Winter (Christmas Song);
17) Santa's Got An Airplane; 18) Christmas Time Is Here Again; 19) Winter Symphony; 20) (I Saw Santa) Rockin' Around the Christmas Tree; 21) Melekalikimaka;
22) Bells Of Christmas; 23) Morning Christmas; 24) Toy Drive Public Service Announcement; 25) Dennis W. Christmas Message; 26) Brian W. Christmas Interview.
Este álbum es en realidad una recopilación de todas las canciones de temática navideña que grabó la banda durante su carrera y que en parte (concretamente los doce primeros temas) aparecieron publicados en un álbum navideño de 1964 titulado The Beach Boys' Christmas Album. Casi todo el resto data de finales de los setenta, cuando otro proyecto similar fue finalmente descartado y las canciones quedaron inéditas hasta este álbum. La buena noticia es que más de la mitad del contenido son composiciones originales, principalmente de Brian Wilson. La mala es que el tipo de música es previsiblemente sencillo y vulgar, con escaso margen para la originalidad como ocurre con esta tipología de álbumes. Tampoco faltan los consabidos mensajes navideños para l@s fans.
En general, lo peor son las versiones porque en ellas se limitan a reproducir lo ya conocido pero con sus voces angelicales, si bien en algunos casos exageradas hasta tal punto que se vuelven muy cargantes. Donde mejor sensación dejan es en la versión de ‘We Three Kings Of Orient Are’, interpretación mediante la que se colocan a la altura de los monjes gregorianos. Hay que destacar también la versión alternativa que encontramos de ‘Little Saint Nick’ en clave soul.
De las composiciones originales, la mayoría con la huella de Brian, tampoco puede decirse que lo borden precisamente, aunque la única metida de pata grande es ‘Santa's Beard’ al infantilizarse demasiado en su componente musical. Y bueno, ‘(I Saw Santa) Rockin' Around the Christmas Tree’ es un penoso tema que imita la música de los años cincuenta de manera decelerada, pero que le sirvió a Jardine para que le saliera su amor de padre y permitiera que sus hijos hablaran un poco durante la canción. La predilección de Mike Love por las palabras exóticas tiene aquí también su reflejo en ‘Melekalikimaka’, que además es de lo poco pasable que hay en el disco. En ‘Toy Drive Public Service Announcement’, aunque su título le haga parecer una broma, también consiguen un resultado aceptable, si bien en algunos momentos parece una reescritura navideña de ‘California Girls’.
En cualquier caso, lo único que vale la pena escuchar y que debería rescatarse para la posteridad es ‘Winter Symphony’, la cual podría pasar por una canción perdida de los Moody Blues y compuesta por Ray Thomas. De haberse mejorado los arreglos orquestales en su intermedio instrumental, hubiera sido una verdadera sinfonía invernal, por lo que ojalá algún día la rescaten para regrabarla y le hagan el verdadero honor que se merece. Es además el único tema serio (por denominarlo de alguna manera) de un álbum que no va más allá de lo que determina su título. Solo los verdaderos fanáticos de la banda podrán escucharlo cuando llegue la Navidad.
HAWTHORNE, CA
Año de publicación: 2001
Puntuación:
CD I: 1) Mike Love Introduces "Surfin'"; 2) 3701 West 119th Street, Hawthorne, California: The Surfin' Rehearsal; 3) Happy Birthday Four Freshmen; 4) Mike On Brian's Harmonies; 5) Their Hearts Were Full Of Spring (live rehearsal); 6) Surfin' USA (demo); 7) Surfin' USA (backing track); 8) Carl Wilson Radio Promo; 9) Shut Down (live); 10) Little Deuce Coupe (demo); 11) Murry Wilson Directs A Radio Promo;
12) Fun, Fun, Fun (backing track); 13) Brian's Message To "Rog" (take 22);
14) Dance, Dance, Dance (stereo remix); 15) Kiss Me Baby (a cappella mix);
16) Good To My Baby (backing track); 17) Chuck Britz On Brian In The Studio;
18) Salt Lake City (session highlights); 19) Salt Lake City (stereo remix);
20) Wish That He Could Stay (session excerpt); 21) And Your Dream Comes True (stereo remix); 22) Carol K Session Highlights; 23) The Little Girl I Once Knew (alternate version); 24) Alan And Dennis Introduce "Barbara Ann"; 25) Barbara Ann (session excerpt); 26) Barbara Ann (master take without party overdubs);
27) Mike On The Everly Brothers; 28) Devoted To You (master take without party overdubs); 29) Dennis Thanks Everybody / In The Back Of My Mind.
CD II: 1) Can't Wait Too Long (a cappella mix); 2) Dennis Introduces Carl;
3) Good Vibrations (stereo track sections); 4) Good Vibrations (concert rehearsal);
5) Heroes And Villains (stereo single version); 6) Vegetables Promo (instrumental section); 7) Vegetables (stereo extended mix); 8) You're With Me Tonight;
9) Lonely Days; 10) Bruce On "Wild Honey"; 11) Let The Wind Blow (stereo remix);
12) I Went To Sleep (a cappella mix); 13) Time To Get Alone (alternate version);
14) Alan And Brian Talk About Dennis; 15) A Time To Live In Dreams; 16) Be With Me (backing track); 17) Dennis Introduces "Cotton Fields"; 18) Cotton Fields (The Cotton Song) (stereo single version); 19) Alan and Carl on "Break Away"; 20) Break Away (alternate version); 21) Add Some Music To Your Day (a cappella mix);
22) Dennis Wilson; 23) Forever (a cappella mix); 24) Sail On, Sailor (backing track);
25) Old Man River (vocal section); 26) Carl Wilson; 27) The Lord's Prayer (stereo remix); 28) Carl Wilson - Coda.
Tras la relativamente exitosa prueba de publicar la antología al estilo de los Beatles Endless Harmony, no tanto de The Pet Sounds Sessions, se volvió a echar mano de los archivos de los Beach Boys para publicar esta vez un doble CD que recogiera más material en principio inédito y que se acercara nuevamente al proceso creativo de la banda a lo largo de los años sesenta y principios de los setenta, esto es, los más relevantes artísticamente hablando, todo en orden cronológico. Pero da la sensación de que los compiladores, una vez abrieron esos archivos, vieron que apenas había material novedoso que mostrar, así que hubieron de idear alguna manera de completar espacio y presentarlo como un producto atractivo para la venta.
En primer lugar e imitando lo que hicieran The Beatles en el Anthology I, incluso superándolos en cantidad, muchos de los temas vienen precedidos por grabaciones de alguno de los Beach Boys hablando como introducción, pero que tampoco aportan nada importante ni explican nada especial en la mayoría de casos. A quien le interese, puede escuchar a Brian Wilson dirigiendo a los músicos en la grabación de ‘Salt Lake City’ de una manera un tanto rudimentaria pero muy expresiva. El nombre de Carol K que leemos en otro de los extractos de las sesiones de grabación hace referencia a la excelente bajista de estudio Carol Kaye, participante en Pet Sounds, que aparte dejaría su impronta en álbumes de gente tan dispar como Simon & Garfunkel, Love, Neil Young o el compositor argentino de bandas sonoras Lalo Schifrin.
Peor todavía resulta la repetición de pecados cometidos en el pasado con Stack-O-Tracks, volviendo a incluir las versiones sin voces o también a cappella de canciones ya conocidas. Este tipo de inclusiones no están justificadas salvo cuando se refieren a casos muy concretos y en los que resulta revelador una versión sin voces o sin música, como ocurría con ‘Eleanor Rigby’ de The Beatles. Aquí, salvo ‘Sail On Sailor’, no encontramos nada que nos sorprenda respecto a lo que ya conocíamos. De hecho, canciones más antiguas como ‘Fun, Fun, Fun’ o ‘Surfin' USA’ delatan su escasez de técnica en la instrumentación, sobre todo la segunda, que es de cuando todavía se estaban enseñando a tocar.
La tercera y última idea para rellenar espacio es incluir las grabaciones en estéreo de bastantes temas, algo que solo puede justificarse en el caso de ‘Heroes And Villains’, puesto que casi dobla en duración a la original para deleite nuestro y además pueden escucharse más efectos sonoros, así como una regulación más equilibrada en los pasajes corales de tal manera que se aprecian mejor los instrumentos. En otros casos como ‘Vegetables’, que también aparece extendida en su versión en estéreo, su carácter más minimalista ya no permite hacer descubrimientos novedosos.
¿Y qué nos queda después de todo eso? Pues la verdad que muy poco en comparación. Bueno, escuchar ‘Good Vibrations’, aunque sea en el ensayo de un concierto, es toda una delicia. También puede destacarse una versión alternativa de un single de 1965 titulado ‘The Little Girl I Once Knew’, en ese pop coral del que eran los reyes por esa época. Hay una composición inédita de Dennis, ‘A Time To Live In Dreams’, una bonita balada pianística que seguro que habría mejorado de haber trabajado algo más en sus arreglos. Hacia el final nos encontramos un par de viejas tonadas clásicas del primer cuarto del siglo XX, pero tanto ‘Old Man River’ como ‘The Lord's Prayer’ son sendos alardes vocales que no aportan nada más. Que nadie pierda el tiempo y el dinero en este álbum salvo quien sea un fan acérrimo de la banda y con afán completista.
CD I: 1) Our Prayer; 2) Gee; 3) Heroes And Villains; 4) Do You Like Worms (Roll Plymouth Rock); 5) I'm In Great Shape; 6) Barnyard; 7) My Only Sunshine;
8) Cabin Essence; 9) Wonderful; 10) Look (Song For Children);
11) Child Is Father Of The Man; 12) Surf's Up; 13) I Wanna Be Around / Workshop;
14) Vega-Tables; 15) Holidays; 16) Wind Chimes; 17) The Elements: Fire (Mrs. O'Leary's Cow); 18) Love To Say Dada; 19) Good Vibrations;
[BONUS TRACKS:] 20) You're Welcome; 21) Heroes And Villains (stereo mix);
22) Heroes And Villains Sections (stereo mix); 23) Vega-Tables (Demo);
24) He Gives Speeches; 25) Smile Backing Vocals Montage; 26) Surf's Up 1967 (solo version); 27) Psycodelic Sounds: Brian Falls Into A Piano; 28) Capitol Smile Promo.
CD II: 1) Our Prayer "Dialog"; 2) Heroes And Villains (Part 1); 3) Heroes And Villains (Part 2); 4) Heroes And Villains: Children Were Raised; 5) Heroes And Villains: Prelude To Fade; 6) My Only Sunshine; 7) Cabin Essence; 8) Surf's Up: 1st Movement;
9) Surf's Up: Piano Demo; 10) Vega-Tables: Fade; 11) The Elements: Fire Session;
12) Cool, Cool Water Version 2; 13) Good Vibrations Session Highlights;
14) Psycodelic Sounds: Brian Falls Into A Microphone.
Puntuación:
Año de publicación: 2011
THE SMILE SESSIONS
Más de cuarenta años después del fracaso que supuso la interrupción abrupta de lo que hubiera sido Smile, debido a la frustración (por no poder competir con la grandeza de Sgt. Pepper's) y otras situaciones psicológicas más profundas que afectaron al genio de Brian Wilson, se publicó esta recreación de cómo podría haber quedado esa obra de haber tomado forma práctica. Este doble álbum nos permite comprobar la realidad de que Smile fue un proyecto estancado y luego aprovechado durante los años siguientes, como si se tratara de un Big Bang musical que hubiera explotado y esparcido sus restos en los siguientes discos. En 2004 apareció un álbum de Brian Wilson en el que ya tomó la iniciativa de volver a grabar ese material y emparejarlo de acuerdo a lo que era su idea inicial, donde el orden seguido para las canciones es muy similar al de aquí. Se puede decir que Brian le da forma a toda la idea, mientras que este álbum recoge lo que originalmente pudo haber sido.
Una de las canciones que reflejan mejor los problemas mentales que tenía Brian es el mítico instrumental ‘Fire’, aquí titulado ‘The Elements: Fire (Mrs. O'Leary's Cow)’, aquel en el que obligó a los músicos a llevar cascos de bombero durante la grabación para luego destruirla por miedo a que la música provocara incendios. Todavía no había aparecido en la escena musical Arthur Brown para enseñarle quién era el verdadero dios del fuego. El infantilismo excesivo de Brian aflora también en composiciones como la apropiadamente titulada ‘Look (Song For Children)’ o en los sonidos animales que se suceden en ‘Barnyard’. Incluso en la versión incluida de ‘Good Vibrations’ encontramos un fragmento inédito a los 2:50 que podría parecer extraído de una película de Disney, de ahí que en solitario Brian lo suela incluir en sus interpretaciones en directo de este tema, así como en su propia versión que publicó de Smile.
La grandeza vocal de los Beach Boys, así como nuevamente la genialidad compositiva de Brian Wilson, queda más que demostrada en nirvanas corales como ‘Child Is Father Of The Man’ o la ya conocida ‘Surf's Up’, de la cual encontraremos hasta tres tomas diferentes. Así mismo, la primera versión que encontramos de ‘Heroes And Villains’ contiene una novedosa parte central que poco tiene que ver con el resto, que no hace sino acentuar su carácter inclasificable y sorpresivo. ‘Do You Like Worms (Roll Plymouth Rock)’ sería como una continuación de aquella, realizando otro ejemplar juego de voces que deja un sabor todavía más psicodélico. De hecho, en la versión extendida titulada ‘Heroes And Villains Sections’ lo primero que encontramos es precisamente ‘Do You Like Worms’, para pasar luego a diferentes juegos vocales y pasajes instrumentales al estilo de los que pueblan este álbum. Por otro lado, ‘Wonderful’ deja aquí mejor sensación que la versión final al emplear un clavicordio que embellece sin duda el resultado. No es el único caso, puesto que ‘Wind Chimes’ también demuestra que las cosas no estaban tan mal en ese momento, sino que inexplicablemente no se supieron aprovechar mejor.
También encontramos extraños instrumentales al estilo de los de Pet Sounds, sin mayor relevancia (‘Holidays’, ‘Love To Say Dada’), así como el tema multiparte ‘Cabin Essence’, el cual denota el carácter errático que poseían algunas composiciones de Brian, fruto del desorden mental en el que se vio envuelto y que desembocaría en un verdadero síncope creativo. Es una curiosa mezcla de canto gregoriano, música medieval y psicodelia, que deja desconcertado y asombrado por partes iguales a quien la escuche.
El segundo disco recoge básicamente extractos de las sesiones de grabación de varios de los temas que ya aparecen de alguna manera en el primero, pero vale la pena escucharlos al menos una vez porque tienen detalles de interés. Está claro que es más la curiosidad que otra cosa lo que impulsa a escucharlos, pero tratándose de Brian encontraremos más de una sorpresa, como esas tomas de grabación de ‘Cabin Essence’ que en la recta final bien podría haber rivalizado con la instrumentación de ‘Lucy In The Sky With Diamonds’. Como resulta muy complicado tener que escribir sobre extractos de las grabaciones, que se aventuren a descubrirlas quienes ya conozcan las canciones referidas, que seguro que les resultará entretenido.
Para el final queda la pregunta del millón: ¿es mejor este álbum o la versión grabada por Brian Wilson en 2004? Una diferencia notable es que aquí podemos escuchar a los Beach Boys originales, mientras que el disco de Brian está grabado con los músicos de sesión que le acompañaban, lo cual significa sustituir lo genuino por lo profesional, además de que la voz de un Brian sesentón no es la misma que tenía en los años sesenta. Es la confrontación típica entre lo tosco pero auténtico frente a lo elaborado y profesional. Cada un@ elegirá lo que prefiera. En cualquier caso, Smile es el mejor disco de toda la carrera en solitario del mayor de los hermanos Wilson, así que bien vale la pena escucharlo también. Aquí tenemos simplemente la crónica de lo que pudo ser y por desgracia no fue.
1) Think About The Days; 2) That's Why God Made The Radio; 3) Isn't It Time;
4) Spring Vacation; 5) The Private Life Of Bill And Sue; 6) Shelter;
7) Daybreak Over The Ocean; 8) Beaches In Mind; 9) Strange World;
10) From There To Back Again; 11) Pacific Coast Highway; 12) Summer's Gone.
Puntuación:
Año de publicación: 2012
THAT'S WHY GOD MADE THE RADIO
Como siempre y debido a las circunstancias más que nunca, la clave de la resurrección o no de los Beach Boys estaba en la mano de Brian Wilson. La producción más reciente de este, correspondiente a su carrera en solitario, consistía en dos álbumes de versiones publicados en la rama discográfica de Walt Disney, por lo que da la impresión de que había estado preparando estas nuevas composiciones a conciencia para un nuevo retorno del grupo. El colaborador de Brian en la composición es Joe Thomas, nombre asociado intrínsecamente a él en esta última época. El único tema que no lleva la firma de Brian Wilson y también el más flojo del disco, aunque de nivel aceptable, es ‘Daybreak Over The Ocean’, escrita por Mike Love y que claramente sale mejorada por la producción de Brian, si bien el solo de guitarra acústica queda muy rácano. Para que este álbum pudiera llevar el nombre de The Beach Boys con la mayor legitimidad posible, no solo participaron Al Jardine y Bruce Johnston aparte de los ya citados, sino que para mayor sorpresa volvió a grabar con ellos David Marks, aquel chavalín que en sus inicios formó parte temporalmente de la banda hasta que se incorporó de manera definitiva Jardine.
El espiritual inicio coral mediante ‘Think About The Days’ es un claro indicador de que atrás han quedado aquellos discos en los que únicamente se buscaba una imagen de modernidad en la que no podían instalarse por motivos bien obvios. Brian por fin se dio cuenta, igual que otros músicos longevos, que lo mejor era dedicarse a hacer lo que sabía hacer muy bien, olvidándose de modas y de historias de marketing. Y así volvieron a salir vencedores después de tantísimos años de decepciones, cuando ya nadie lo esperaba. Por poner otro ejemplo, la coda de la canción que da título al álbum rememora esa magia de armonías que siempre había caracterizado a los Beach Boys y que hubo un momento en su carrera que se desvaneció. La manera en que las voces van apareciendo, ensamblándose, separándose, armonizando en definitiva, posee esa maestría que solo ellos y The Hollies llevaron a las cotas más altas de la música pop.
Suele ser habitual que los grandes artistas, musicales o de otras artes, con el devenir de los años reflejen ecos de las obras más relevantes que han ido creando a lo largo de su vida. Aquí no iba a ser menos y el álbum más importante de los Beach Boys se deja translucir, sobre todo en la recta final con los últimos cuatro temas de cuidada factura. De hecho, los arreglos de ‘From There To Back Again’ rememoran directamente el espíritu de Pet Sounds. Incluso ‘Summer's Gone’ parece una reescritura de ‘Caroline No’ para cerrar el presente álbum de una manera intimista similar, aunque lo más sorprendente que presenta es a Jon Bon Jovi como coautor pero sin participar en la grabación. Por otro lado, a la melodía vocal de ‘Shelter’ se le nota que está algo copiada de ‘Darlin'’ en la parte donde cantan “I'll give you shelter from the storm / And a house to keep you warm”, y eso juega en su contra.
Hay lugar también para momentos más relajados como el calipso de ‘The Private Life Of Bill And Sue’, entretenido y poco más. Pero el grueso de este álbum está conformado por canciones repletas de variadas melodías, magistrales coros y un acompañamiento instrumental ingenioso. De esta manera, temas como ‘Isn't It Time’ (aunque Love se cuele para coger algo de protagonismo), ‘Beaches In Mind’ o la contemplativa ‘Spring Vacation’ (donde cantan “good vibrations” en el estribillo) pueden escucharse repetidamente con mucho agrado. A fecha de junio de 2018, sigue siendo el último trabajo de estudio de los Beach Boys, por lo que se intuye que este That's Why God Made The Radio es un inmejorable canto de cisne que verdaderamente cierra de forma honorable y hace justicia a la carrera de esta banda imprescindible.
1967 - SUNSHINE TOMORROW
Año de publicación: 2012
Puntuación:
CD I: … 12) Lonely Days; 13) Cool Cool Water; 14) Time To Get Alone; 15) Can't Wait Too Long; 16) I'd Love Just Once To See You; 17) I Was Made To Love Her;
18) I Was Made To Love Her; 19) Hide Go Seek; 20) Honey Get Home; 21) Wild Honey; 22) Aren't You Glad; 23) A Thing Or Two; 24) Darlin'; 25) Let The Wind Blow; 26) Wild Honey (live); 27) Country Air (live); 28) Darlin' (live); 29) How She Boogalooed It (live); 30) Aren't You Glad (live); 31) Mama Says (session highlights).
CD II: 1) Heroes And Villains; 2) Vegetables; 3) Fall Breaks And Back To Winter;
4) Wind Chimes; 5) Wonderful; 6) With Me Tonight; 7) Little Pad; 8) All Day All Night (Whistle In); 9) All Day All Night (Whistle In); 10) Untitled; 11) Fred Vail Intro;
12) The Letter; 13) You're So Good To Me; 14) Help Me, Rhonda; 15) California Girls; 16) Surfer Girl; 17) Sloop John B; 18) With A Little Help From My Friends;
19) Their Hearts Were Full Of Spring; 20) God Only Knows; 21) Good Vibrations;
22) Game Of Love; 23) The Letter; 24) With A Little Help From My Friends;
25) Hawthorne Boulevard; 26) Surfin'; 27) Gettin' Hungry; 28) Hawaii;
29) Heroes And Villains; 30) California Girls; 31) Graduation Day; 32) I Get Around;
33) Surf's Up (1967 version); 34) Surfer Girl (1967 a cappella mix).
Los caóticos archivos musicales de los Beach Boys daban para mucho y una nueva prueba es este doble álbum que recoge básicamente material grabado al año siguiente de Pet Sounds, centrándose sobre todo en Wild Honey, cuyo repertorio íntegro precisamente abre el primero de los discos y por eso no se ha vuelto a escribir arriba. Se recoge también una parte de las sesiones de grabación tanto de este último álbum como de Smiley Smile, así como temas extraídos de diferentes conciertos durante 1967. Por tanto, encontraremos obvias reincidencias respecto al contenido de The Smile Sessions. Pero no solo encontraremos material de los citados álbumes de 1967, sino que esa época de trabajo hiperactivo y producción prolífica de Brian llenó el cesto de composiciones suficientes para ir recogiéndolos poco a poco durante los siguientes años, hasta bien entrada la década de los setenta, como ya sabíamos y como queda aquí fehacientemente demostrado.
Tras el cancionero de Wild Honey, llega una tanda de sus sesiones de grabación que nada reseñable aportan, puesto que a estas alturas los archivos del grupo ya han sido suficientemente diseccionados sin sorpresas mayúsculas. Por ejemplo, de ‘Can't Wait Too Long’ habíamos escuchado una versión a cappella en la inútil antología Hawthorne, CA, mientras aquí podemos escucharla con el acompañamiento instrumental, lo cual nos hace intuir que el motivo de su exclusión es poseer un estilo soul ya desarrollado suficientemente en Wild Honey. Como temas inéditos tampoco hay casi nada: están las partes instrumentales de ‘Hide Go Seek’, que tampoco apuntaba a nada relevante, y ‘Honey Get Home’, con más gancho y más susceptible de haber sido aprovechada, aunque sigue el estilo marcado en aquella etapa.
El primer disco acaba con cinco canciones extraídas de actuaciones en directo, donde destaca una soberbia interpretación de ‘Aren't You Glad’ que cualquiera pensaría que es de estudio, más un extracto de grabaciones muy penoso. Y lo es, porque nombrar como session highlights a ‘Mama Says’, cuando apenas se escuchan algunas voces en momentos muy puntuales, es un timo en toda regla.
El segundo disco está plagado de actuaciones en directo, lo cual es una buena noticia, aunque en primer lugar encontramos una decena de grabaciones de las sesiones de Smiley Smile, nuevamente sin nada relevante que aportar a lo ya conocido. Al instrumental sin título (‘Untitled’) se le puede tildar como una demo, teniendo buena voluntad. Y bueno, al final del todo se encuentran dos versiones alternativas grabadas en 1967 para rellenar espacio: una a piano de ‘Surf's Up’, que aún tardaría cuatro años en ser retomada en el álbum homónimo; y una innecesaria versión a cappella de la conocida ‘Surfer Girl’.
La mayoría de temas en directo pertenecen a dos conciertos de Hawaii en 1967, sobre todo de uno de septiembre, siendo el otro de agosto. Como cabe esperar, el repertorio se compone en su mayor parte de los grandes éxitos acumulados hasta ese momento. Llama poderosamente la atención la interpretación de dos grandes éxitos y memorables composiciones como son ‘The Letter’ de los Box Tops y el clásico de los Beatles ‘With A Little Help From My Friends’, que están interpretadas con gusto pero sin nada que les haga preferibles a las originales. Tampoco es que haya mucho que resaltar en los conocidos grandes éxitos, pero sí en el caso de la extraordinaria ‘Good Vibrations’, ya que el tempo es ostensiblemente más lento, pero sin perder valor por ello. Más bien al contrario, esa morosidad sirve para degustar de manera relajada las bellas y memorables melodías que la pueblan.
Innecesario es la palabra que mejor define esta nueva colección de los archivos de la banda. Da la sensación de estar dando vueltas continuamente a lo mismo una y otra vez, más si cabe cuando una parte de este doble álbum ya había sido más que perfilado en The Smile Sessions. Ya sabemos cómo trabajaban estos chicos, cómo grababan, cómo son esas composiciones, cómo suenan en directo… ¿era necesario seguir haciendo caja con el asunto? Hay una continuación llamada Sunshine Tomorrow 2: The Studio Sessions, pero se queda un@ con pocas ganas de rebuscar más.
VÍDEOS
ENDLESS HARMONY
Año de publicación: 1998
Tras el fallecimiento de Carl en 1998 debido a un cáncer, se puso en marcha la producción de este documental de cerca de dos horas que repasa toda la trayectoria de los Beach Boys a partir de entrevistas de todas las épocas, extractos de actuaciones e imágenes variadas e inéditas de todas las épocas. Como no podía ser de otra manera, la evolución/involución de la banda gira en torno a Brian Wilson, figura clave tanto en los Beach Boys como en la música popular. También puede constatarse la limitación técnica que tenían con sus instrumentos, aunque la magnificencia de su técnica vocal les redime por completo. Un documental en definitiva para mayor gloria de estos californianos pero que vale la pena ver para comprender mejor su obra.
GOOD TIMIN': LIVE AT KNEBWORTH 1980
Año de publicación: 2002
Este concierto deja documentada la última aparición de los seis Beach Boys juntos en un escenario, dentro del famoso festival inglés de Knebworth. Eso significa que Brian Wilson está presente, aunque por lo que vemos lo está más en cuerpo que en mente, puesto que la mayor parte del tiempo está en un rincón tras un piano y apenas canta nada él solo. Por si fuera poco, sus compañeros no cejan de nombrarle y alabarle todo el tiempo, como si fuera una persona con la autoestima por los suelos y con necesidad de muestras de cariño, algo que quizá también fuera cierto. La banda estaba en horas bajas creativamente hablando, tal como acreditaban sus últimos álbumes de estudio, pero en la interpretación de su repertorio clásico de los años sesenta (que es más de la mitad del concierto) demuestran que la profesionalidad y su habilidad a la hora de ensamblar voces se mantiene intacta, si bien no estamos ante uno de los mejores conciertos que hayan hecho. A Dennis se le ve bastante machacado, pero eso no quita que hacia el final se marque un momento de crooner para cantar penosamente ‘You're So Beautiful’ y que nos transmita una sensación de Camarón de la Isla en horas bajas. Lo que no se entiende es que hayan titulado el DVD igual que la canción ‘Good Timin'’, ya que no la interpretan y únicamente se emplea como sintonía para presentar y finalizar el vídeo. Una lástima, porque hubiera sido toda una delicia escucharla en directo también.
LOVE & MERCY
Año de publicación: 2014
Biopic dirigido por Bill Pohlad sobre la figura de Brian Wilson en dos etapas que van alternándose: durante los ochenta en la que vivía bajo el yugo del tétrico Dr. Landy, y durante los sesenta básicamente en la época de grabación del mítico Pet Sounds. La ambientación de la década de los sesenta es magnífica, pues se recuperan las diferentes vestimentas que lucieron y que diferenciaron el devenir de sus primeros años. Pero lo mejor es sin duda la recreación de las sesiones de grabación del Pet Sounds junto al descenso de Brian en un ensimismamiento y aislamiento que lo conducirían al colapso mental posterior. También podemos observar aspectos menos conocidos como la mano férrea con que el padre de los Wilson los guió en sus primeros años hasta que se cansaron de él y lo despidieron como manager. Y cómo Brian Wilson hacía tareas tanto de compositor, de productor y de arreglista, dándole todo hecho al resto del grupo, algo que en algunos casos chocaba con la mentalidad arrogante de su primo Mike Love, quien daba a entender que Brian no era una figura esencial en la banda. Muy buena película.