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GONG

2021

MAGICK BROTHER

Año de publicación: 1970

Puntuación:

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1) Mystic Sister, Magick Brother; 2) Rational Anthem; 3) Glad To Sad To Say;

4) Chainstore Chant & Pretty Miss Titty; 5) Fable Of A Fredfish & Hope You Feel O.K.; 6) Ego; 7) Gong Song; 8) Princess Dreaming; 9) Five & Twenty Schoolgirls;

10) Cos You Got Green Hair.

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2021

En Francia se formó esta singular banda que actualizó e interiorizó la psicodelia para salvarla del olvido y mantenerla como un estilo permanentemente actual. Pero los miembros de este grupo eran de localizaciones bien diversas. Los fundadores de Gong fueron el guitarrista y compositor australiano Daevid Allen, quien previamente había fundado los Soft Machine pero hubo de marcharse antes de que publicaran su LP de debut porque no pudo volver al Reino Unido tras una gira europea, y una Gilli Smyth (más poetisa y artista que música) que ya comenzaba a acercarse a los cuarenta años cuando publicaron este debut y que procedía de Gales. El caso es que esta pareja se juntó en los sesenta y ahí se sembró la semilla de lo que serán los futuros Gong. El guitarrista Steve Hillage todavía tardará unos años en llegar, pero aquí ya estaban rodeados de competentes músicos que consiguen una música consistente y virtuosa. Donde Os Mutantes se habían mostrado algo infantiles o inocentes en su propuesta extravagante, Gong lo llevaron todo mucho más allá y con una mayor profesionalidad en sus avezados músicos, acercándose en ese sentido a los primeros Pink Floyd, pero superando a estos en virtuosismo. Como curiosidad, en las primeras ediciones del disco hay un error en los títulos e intercambiaron el segundo y el tercero.

 

El gong y las voces que se escuchan como introducción de ‘Mystic Sister/Magic Brother’ ya nos previenen de que nos vamos a encontrar una música fuera de lo común. Luego da paso a un ameno folk de dinámico ritmo que suena como si Paul Simon se hubiera tomado alguna sustancia alucinógena antes de comenzar a componer. La canción abruma por su estructura cambiante y los arreglos aleatorios que en conjunto conforman una configuración bien precisa. El título de ‘Rational Anthem’ esconde un mensaje tan irracional como una proclama hacia una revolución mal entendida, donde el cambio del mundo se pinta tan sencillo como lograrlo con un cambio de look. Pero bueno, suena muy poderoso el canto de “Yes we are / We're gonna change the world” y la canción está llena de vibrantes melodías vocales y potentes acordes rock, con una atmósfera psicodélica que bien podría tomarse como la heredera de los Pink Floyd de Syd Barrett. Precisamente otro de los temas que rememoran la demencia de este último bajo un manto de rock es la gloriosa ‘Chainstore Chant & Pretty Miss Titty’, que tras un comienzo surrealista nos introduce en una memorable pieza de pop-rock de deslumbrante trabajo de guitarra y una sombría parte vocal finiquitada en un memorable estribillo: “Well, big bad businessman / Have you any love?”.

 

No engaña el título de ‘Fable Of A Fredfish & Hope You Feel O.K.’ porque en primer lugar escuchamos la voz de un narrador, aunque pronto se transforma en una balada psicodélica donde las voces dobladas y distorsionadas tienen el protagonismo. ‘Gong Song’ también comienza con una narración breve donde nos presentan la idea del nombre del grupo: Gong sería un planeta lejano del cual ha venido un ser llamado Pothead Pixie, que es el personaje que canta la canción y lanza su mensaje mesiánico. Todo esto conformará una imaginería de fantasía que poblará las letras del grupo en los siguientes álbumes. Parece ser que la idea de todo esto se les ocurrió a Allen y Smyth cuando estuvieron viviendo en Deià (Mallorca) en los años sesenta. ‘Ego’ se ubica entre el vals, Syd Barrett y los Doors más psicodélicos, una mezcla tan extravagante que desvía la atención para poder fijarnos que se trata de un tema discreto. El estribillo de ‘Five & Twenty Schoolgirls’ casi que podría asociarse con algún grupo beat de los primeros sesenta, mientras que su desarrollo instrumental se queda entre el rock y el jazz. En cambio, casi como un mantra meditativo resulta ‘Glad To Sad To Say’, cuya guitarra eléctrica en modo medieval se transfunde con la voz principal y los coros gregorianos.

 

Para un grupo de este tipo, era fácil que pudieran caer en excesos sonoros y en ese sentido no nos defraudan, por desgracia. Así, el título de ‘Princess Dreaming’ deberían haberlo cambiado más apropiadamente a ‘Princess Nightmare’ porque tan solo escuchamos cacofonías varias. Vuelven a meterse en sonidos ambientales en la final ‘Cos You Got Green Hair’, donde añaden unos coros para conseguir un tema en forma de mantra que sirva de reposo final, aunque en realidad quede bastante aburrido. Son los mayores problemas que encontraremos en este recomendable debut que mostraba a una banda pintoresca pero con una propuesta musical original e interesante. Teniendo en cuenta el rápido abandono y defunción de la psicodelia que hubo en el mundo de la música a partir de 1969, podemos retomar la lengua del país de origen de Gong y gritar: Le psychédélisme est mort, vive le psychédélisme!

CAMEMBERT ELECTRIQUE

Año de publicación: 1971

Puntuación:

1) Radio Gnome; 2) You Can't Kill Me; 3) I've Bin Stone Before;

4) Mister Long Shanks/O Mother/I Am Your Fantasy; 5) Dynamite/I Am Your Animal; 6) Wet Cheese Delirium; 7) Squeezing Sponges Over Policemens Heads;

8) Fohat Digs Holes In Space; 9) Tried So Hard; 10) Tropical Fish: Selene;

11) Gnome The Second.

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Lo siguiente que grabó Gong en el estudio fue la banda sonora Continental Circus, pero como se acabó publicando posteriormente a Camembert Electrique, nos centraremos ahora en la obra maestra de esta banda. Gong fueron uno de los primeros grupos de rock que grabaron en el famoso Château d'Hérouville, el estudio de grabación cercano a París donde luego acabarían recayendo grandes nombres como Pink Floyd, Elton John, Jethro Tull o T. Rex. En el caso de Gong, lo tenían fácil porque su lugar de residencia era Francia. Si nos fijamos en la imagen del grupo que aparece en el libreto que acompaña al CD, con unos extraños nombres inventados, podríamos pensar justificadamente que se trata de la charanga de algún pueblo. Pero no, estos músicos eran tan extravagantes con su música como con su imagen. Aquí llegamos a la cumbre de ese sonido tan variado que ofrecían, siempre pasado por el tamiz de la psicodelia y con una calidad técnica impresionante, de tal manera que el rock, el jazz, el folk, el pop y todo lo que sirva a los intereses de este grupo se nos ofrece en una fusión única y deslumbrante.

 

Comenzamos con medio minuto de sonidos extraterrestres (‘Radio Gnome’) para introducirnos en el mundo de fantasía del grupo con la idea de que se trata de una emisión de radio desde el planeta Gong y que entre así el riff atascado pero incisivo de ‘You Can't Kill Me’, un desconcertante tema de imprevisible estructura y sorprendentes detalles donde la densidad de sonido llega a cotas máximas, mezclando rock duro y jazz en una amalgama aparentemente imposible pero que deja la sensación de haber asistido a una experiencia única. Ese inicio de álbum mediante efectos será una idea que se repetirá como inicio y final de lo que era cada cara del LP original. De esta manera, podemos vivir felices sin escuchar ‘Squeezing Sponges Over Policemens Heads’, ‘Wet Cheese Delirium’ o ‘Gnome The Second’, aunque duran tan poco tiempo que no resultan molestos.

 

Los excesos psicodélicos son capeados en ‘I've Bin Stone Before’ como si estuviera cantando un monje gregoriano bajo los efectos de sustancias psicotrópicas, siendo ‘I Am Your Fantasy’ lo mismo en esencia pero con la voz femenina de Smyth buscando un efecto de mantra. Después de ‘I've Bin Stone Before’ llega la más animada ‘Mister Long Shanks’ que a su vez se enlaza con la todavía más extravagante ‘O Mother’, cuyo mérito está en buscar ese colorido psicodélico desde una vertiente más jazzística. En cambio, la dupla ‘Dynamite/I Am Your Animal’ puede resultar algo indigesta por su conjunción de ruidos guturales, virtuosismo puro y libertad estructural, pero es toda una proeza de ejecución y se retoma alguna línea de ‘You Can't Kill Me’.

 

En la segunda mitad del álbum asistimos a la grandeza que ha hecho de Gong un grupo de obligado rescate entre los pertenecientes a la década de los setenta. El título del cuasi-instrumental ‘Fohat Digs Holes In Space’ no puede ser más apropiado porque se le puede aplicar el calificativo de space-rock sin dudar. Pero un rock espacial espectacular, logrando un sonido que transporta al oyente. Por sorpresa, a los cuatro minutos entra una breve pero memorable parte vocal que nos cambia a unos parámetros más rock y sirve también para que luego escuchemos un formidable solo de guitarra. La canción más asequible y enfocada al pop-rock es la pegadiza ‘Tried So Hard’, que engancha desde su inicio hasta la entrada de la celestial parte vocal. Por medio contiene varios pasajes de una diversidad melódica deslumbrante, hasta que se retorna al principio. Todo lo contrario resulta ‘Tropical Fish: Selene’ al desarrollarse con una orientación jazzística que acaba rozando las atonalidades, pero sin perder el poso de infatigable rock que la convierte en otra vibrante pieza de ejemplar psicodelia, a pesar de esa parada para que escuchemos algún grito más de Allen.

 

Cuando se escucha por primera vez un álbum de estas características, puede resultar tan indescifrable que se le haga la cruz de por vida. Pero vale la pena tener paciencia, entrenar el oído, asimilar las estructuras cambiantes y comenzar a disfrutar así de esta singular experiencia sonora. A destacar también el original texto pictográfico, hecho manualmente, que incluyeron para los títulos y letras de las canciones. Así pues, una obra musical que rebosa arte por todos lados.

CONTINENTAL CIRCUS

Año de publicación: 1972

Puntuación:

1) Blues For Findlay; 2) Continental Circus World; 3) What Do You Want?;

4) Blues For Findlay (instrumental).

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Aunque fuera publicada después, antes de Camembert Electrique la banda se embarcó en la grabación de la banda sonora de una película documental francesa sobre las carreras de motociclismo. El director del documental es Jérôme Laperrousaz, quien viene acreditado como coautor de los dos primeros temas del álbum. Quien aparece como autora de todos los temas es Gilli Smyth, aunque en realidad esto fue por motivos contractuales porque el verdadero autor fue Daevid Allen. El contenido comprende tan solo cuatro temas que en la práctica no son ni cuatro, así que tampoco les supondría demasiado esfuerzo esta grabación.

 

A pesar de su título, poco de blues tiene ‘Blues For Findlay’ salvo el principio, pues a lo largo de sus once minutos se desarrolla como un rock cósmico y excéntrico de impecable ejecución y pasajes diversos. Bueno, impecable salvo la parte cantada, pues Allen lo hace de manera arrastrada, casi sin entonar. En su letra se nombra a Agostini, el campeón de motociclismo que aparecía también en este documental, pues Findlay es el apellido de otro piloto australiano. Aparece al final una continuación instrumental de este tema, que no es tan brillante porque no aparece la guitarra de Allen en primer plano, que es lo que convierte al primer ‘Blues For Findlay’ en todo un portento a la altura de las mejores piezas de la banda.

 

Las otras dos composiciones que conforman la banda sonora ya no aportan nada. Por un lado, ‘Continental Circus World’ es música incidental para acompañar unas voces aleatorias y unos sonidos de carrera de motos, mientras que ‘What Do You Want?’ no es más que una regrabación de ‘Fohat Digs Holes In Space’, perteneciente a Camembert Electrique, con letra diferente y el ritmo algo decelerado. Pero no está mal poder escucharla de nuevo aunque sea casi lo mismo. Muy poco contenido puede valorarse en realidad, si acaso esos dos ‘Blues For Findlay’ que se complementan tan bien, pero tampoco iban a darlo todo en una banda sonora. Así que nos podemos quedar satisfechos por poder escuchar a un grupo en plenitud de ideas y que, por aquel entonces, pronto iban a grabar su obra maestra.

2022

FLYING TEAPOT

Año de publicación: 1973

Puntuación:

1) Radio Gnome Invisible; 2) Flying Teapot; 3) The Pot Head Pixies;

4) The Octave Doctors And The Crystal Machine;

5) Zero The Hero And The Witch's Spell; 6) Witch's Song I Am Your Pussy.

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2022

Tras habernos introducido por primera vez en Camembert Electrique al mundo extraterrestre de Gong, aquí entramos ya de lleno en esa imaginería cósmica porque Flying Teapot es el inicio de una trilogía, de ahí el sobrenombre de Radio Gnome Invisible, Part 1 que podemos leer en la portada. Es también un hecho importante la entrada en la formación del reputado y lunático guitarrista Steve Hillage, aunque llegó con el álbum bastante avanzado y sus aportaciones no son relevantes. Tampoco participa en el aspecto compositivo todavía, pero el grupo tiene las ideas frescas y claras, así que esta primera parte de la trilogía nos muestra todavía a los Gong en sus mejores años.

 

Nada más comenzar el disco escuchamos unos extraños sonidos cuya atención es adentrarnos al mundo imaginario ideado por Allen. La composición ‘Radio Gnome Invisible’ es como si Gong hubieran creado una mini-ópera rock, extraterrestre y psicodélica, con diferentes secciones que se suceden a un ritmo vertiginoso. Hay que escucharlo para creerlo, porque es difícil encontrar algo que siquiera se le parezca. Y lo más gracioso del asunto es que, aun siendo una pieza extravagante y experimental, puede escucharse con agrado y con ganas de repetir. Las memorables melodías de ‘The Pot Head Pixies’ se transfunden con el caótico entramado instrumental y los cambios de ritmo en un irresistible cóctel. Y como nada puede ser normal en este grupo, por medio añaden un inciso vocal de exagerado vodevil. La voz orgásmica de Gilli nos envuelve en ‘Witch's Song I Am Your Pussy’, aunque ese orgasmo se acaba transformando en un grito satánico, como si estuviéramos insertados en la tabla central del tríptico de El jardín de las delicias de El Bosco y, de repente, hubiéramos caído hacia la derecha, esto es, al infierno. En cualquier caso, las melodías vocales y las instrumentales son cautivadoras, aparte de poseer la singularidad especial que solo Gong sabía conseguir.

 

En modo épico asoman las pausadas melodías vocales de ‘Zero The Hero And The Witch's Spell’, cuya duración de casi diez minutos ya nos avisa de que habrán muchos cambios. De hecho, la siguiente sección es de apresurado ritmo con percusión acústica y el saxofón de Malherbe liderando el desarrollo, transformándose luego en un pasaje onírico de voces procesadas y, por último, en un consistente rock instrumental (liderado nuevamente por el saxofón) que acaba desvariando para variar. La pieza que da título al álbum es la única que sobrepasa los diez minutos de duración y su comienzo hace plantear dudas porque nos toca tragarnos dos minutos de introducción ambiental con efectos sonoros hasta que comenzamos a escuchar de soslayo lo que parece un vago ritmo, que es el preludio del pegadizo ritmo que entrará a continuación. El bajo es el instrumento estrella en este fragmento de esquizoide parte vocal que acabará disolviéndose en una improvisación jazzística antes de retornar nuevamente a ese mismo fragmento vocal, donde juegan bastante con la repetición para buscar un efecto de mantra. Sobrepasados los nueve minutos se dedican a los efectos de sonido hasta que realizan la salida instrumental para finalizar en condiciones esta desconcertante pieza.

 

Lo único de este álbum que puede dejar indiferente son los dos minutos de efectos y sintetizadores de ‘The Octave Doctors And The Crystal Machine’, que al menos transmiten sentido y en conjunto podrían haber servido de modelo para muchas piezas de los Flaming Lips tardíos. Pero en conjunto este álbum vuelve a ser un prodigio de originalidad y singularidad, que ya ha perdido el factor sorpresa cuando se conoce la obra previa de Gong, pero sin perder por ello nada de lo verdaderamente relevante, que son su imprevisibilidad estructural, la impecable ejecución y sus memorables melodías.

ANGELS EGG

Año de publicación: 1973

Puntuación:

1) Other Side Of The Sky; 2) Sold To The Highest Buddha; 3) Castle In The Clouds;

4) Prostitute Poem; 5) Givin' My Luv To You; 6) Selene; 7) Flute Salad; 8) Oily Way;

9) Outer Temple; 10) Inner Temple; 11) Percolations; 12) Love Is How You Make It;

13) I Never Glid Before; 14) Eat That Phone Book Coda;

[BONUS TRACK:] 15) Ooby-Scooby Doomsday Or The D-Day DJ's Got The DDT Blues.

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Medio año tardaron en volver al estudio de grabación para ofrecernos la segunda parte de la trilogía iniciada en Flying Teapot, esto es, el Radio Gnome Invisible, Part 2. En el interior del disco está escrita a mano la historia narrada a través de las canciones, pero encontrarle un sentido a todo ese surrealismo extraterrestre es un trabajo demasiado arduo. En ediciones posteriores en CD, incluso se añade un extenso glosario de la terminología empleada, así como la definición del personaje surrealista que encarnaba cada miembro de la banda. Pero el componente literario no suele ser el fuerte de un grupo de rock y en esta ocasión tampoco lo es, por lo que se ha de estar muy interesado en este tipo de historias surrealistas para leerlo con detenimiento. Hubo varios cambios en la formación aunque no de los miembros más importantes. Eso sí, el presente álbum supone también el estreno del gran Pierre Moerlen (escrito por error como Moerlin, lo cual todavía perdura en algunos textos de las reediciones), quien provenía del mundo formal de los conservatorios y que cobrará fama tanto como futuro líder de Gong (esto es, los restos de Gong), como de colaborador en algunos álbumes de Mike Oldfield.

 

Extremadamente pacientes nos toca ser al poner el álbum por primera vez, pues se ha de aguantar una espera de casi tres minutos de rollo ambiental en ‘Other Side Of The Sky’, porque es a partir de ahí cuando de verdad este tema comienza a ofrecer detalles de interés. No obstante, sigue pareciendo todo una larguísima introducción hasta que llevamos más de la mitad del tema y entra una percusión tribal. Ahí es donde por primera vez escucharemos a alguien cantando, aunque con una voz de demente, algo así como si fuera el primer cantante que hubo en Can. En cualquier caso, la locura ya conocida de la música de Gong la encontramos muy pronto en ‘Sold To The Highest Buddha’, cuyos cambios de ritmo, improvisaciones y apartado vocal imposible ya no impacta tanto simplemente porque ya lo conocemos, aunque no por ello deja de tener interés. Lo que observamos en el tramo final es un especial gusto por la improvisación jazzística. Algo estrambótica, en el sentido ya acostumbrado de estos chicos, resulta ‘Oily Way’, donde Gilli acude al rescate para entonar el título de manera épica.

 

Lo más (o quizá lo único) pegadizo que encontraremos en este álbum es ‘I Never Glid Before’, una pieza escrita por Steve Hillage donde el dinámico ritmo atrae desde el principio y al final todos aumentan la velocidad para subrayar la imprevisibilidad de este grupo. En forma de cabaret crepuscular se desarrolla el provocativo título de ‘Prostitute Poem’, donde Gilli canta buena parte de la letra en francés y de una manera al mismo tiempo sensual y resignada. Tarda en arrancar ‘Love Is How You Make It’, pero cobra poderío cuando entra la sección rítmica completa y Moerlen puede demostrar su maestría. Un buen ejemplo de balada psicodélica es ‘Selene’, si bien le sobraría el tramo final de voces lunáticas, mientras que ‘Flute Salad’ es música ambiental por parte de Malherbe. Encontraremos varias piezas breves a lo largo del álbum, que sirven para incidir en la impredecibilidad de la banda aunque tampoco proporcionen nada revelador dentro de su experimentación habitual, sean las atonalidades de ‘Percolations’, la tonada de borrachera social ‘Givin' My Luv To You’ o el experimento de bucles de ‘Castle In The Clouds’. La mejor y más interesante es ‘Outer Temple’ por los aires intrigantes que la envuelven, enlazando luego con una parte jazzística y reposada, sin perder una cierta ambientación onírica, titulada ‘Inner Temple’.

 

El final de lo que era el álbum original lo conformaba ‘Eat That Phone Book Coda’, la cual servía de compendio de las virtudes de este grupo y lo único que le faltaría sería alguna melodía más atractiva por medio. En cambio, demasiado desenfadado resulta el bonus track añadido en las reediciones posteriores, de estrambótico título ‘Ooby-Scooby Doomsday Or The D-Day DJ's Got The DDT Blues’, pues deja esa sensación de que los músicos se lo estaban pasando muy bien en el estudio pero el oyente no tanto desde el sofá de casa. Este álbum está recomendado para quienes ya conozcan el estilo de Gong y profesen predilección por él. Por el contrario, quien se acerque por primera vez a la banda en este Angels Egg, es probable que no le quede mucha prisa por continuar descubriendo la discografía de la banda, pues faltan melodías y ritmos atrayentes como los existentes en sus álbumes previos, si bien salen airosos con la psicodelia experimental que desarrollan, sustentada en una impecable ejecución instrumental.

YOU

Año de publicación: 1974

Puntuación:

1) Thoughts For Naught; 2) A P.H.P.'s Advice; 3) Magick Mother Invocation;

4) Master Builder; 5) A Sprinkling Of Clouds; 6) Perfect Mystery;

7) The Isle Of Everywhere; 8) You Never Blow Yr Trip Forever.

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Última parte de la trilogía titulada Radio Gnome Invisible y al mismo tiempo el final de Gong tal como los conocemos. Por tercera vez también se instalaron en los estudios de The Manor, los que ya habían pasado a la historia recientemente por servir de base para la grabación de Tubular Bells de Mike Oldfield. Aquí obtenemos una nueva remesa de música imprevisible pero, igual que en Angels Egg, con una menor inspiración a la hora de crear melodías cautivadoras. En cualquier caso el grupo seguía siendo una perfecta mezcla de experimentación, técnica y extravagancia, de tal manera que todavía podían deleitar con inesperados fragmentos de intrepidez musical.

 

Nada ha cambiado cuando observamos que el álbum comienza de una manera astral mediante los exagerados coros y cálidas melodías de ‘Thoughts For Naught’, para pasar a un tono más esquizoide e incluso infantil en ‘A P.H.P.'s Advice’, retomando así la ambientación fantasiosa del mundo de seres extraterrestres que habían creado. Lo raro en este grupo es encontrarnos la entrada de blues-rock de ‘Perfect Mystery’, si bien la entrada de la parte vocal nos devuelve al mundo de la imprevisibilidad de este grupo, aunque acaban sonando algo infantiles también. La unión de ruidos ambientales y sintetizador no suele dar buenos resultados y ‘Magick Mother Invocation’ no es una excepción. Son más de dos minutos que, si los enlazamos con el comienzo de ‘Master Builder’, se convierten en tres hasta que entra la percusión para empezar a animar un poco el asunto. Si tenemos paciencia, al menos obtendremos como premio un vibrante solo de guitarra con el toque estrafalario habitual del grupo.

 

Demasiado ambiental se nos muestra también ‘A Sprinkling Of Clouds’, sazonada con sintetizadores algo molestos, aunque al menos contiene un desarrollo y puede escucharse con interés una sola vez. Es la tercera composición más duradera, con nueve minutos, tras las dos que cierran el álbum. Mucha mejor sensación deja ‘The Isle Of Everywhere’ porque se sustenta en un intrigante y consistente ritmo gracias a la brillante ejecución de la sección rítmica, mientras primero Malherbe y luego Hillage se turnan para aportar unos solos de depurada técnica, siendo la segunda mitad de esta pieza una sensacional demostración de técnica empleada con criterio. Todo parece interrumpirse abruptamente con la llegada de ‘You Never Blow Yr Trip Forever’, la pieza más extensa al superar los once minutos de duración, pero pronto entrará un ritmo mucho más complejo que los anteriores para descolocar al oyente junto a unas voces marcianas que van apareciendo, cada vez de manera más estructurada. Pasados los tres minutos, con la entrada de la guitarra y un imprevisible apartado vocal, este tema gana muchos puntos porque nos devuelve ese toque peculiar de la banda, más allá del entorno jazzístico donde se estaban acomodando peligrosamente. Desafortunadamente, en el último tercio del tema decae de forma considerable el conjunto.

 

En resumen, You sirve de honrosa despedida porque Allen y Smyth saldrán de la banda y ya nada volverá a ser lo mismo, puesto que principalmente eran ellos quienes aportaban la visión artística y la singularidad musical. Hillage todavía permanecerá un poco más, pero a partir de ahora el líder será el percusionista Pierre Moerlen y eso les encaminará hacia un sonido de fusión de jazz-rock con algunos destellos de talento pero sumergiéndolos en un espectro de la música donde ya no podían destacar sino ser uno más. Y esto último es justo lo contrario a lo que ha convertido a Gong, con el paso del tiempo, en una estimada banda de culto.

SHAMAL

Año de publicación: 1976

Puntuación:

1) Wingful Of Eyes; 2) Chandra; 3) Bombooji; 4) Cat In Clark's Shoes; 5) Mandrake;

6) Shamal.

Sin Daevid Allen ni Gilli Smyth en la banda, era evidente que ya no debería seguir llamándose Gong, pero parece que los acuerdos contractuales les obligaron a seguir empleando el mismo nombre. Steve Hillage continuó un poco más, pero se fue antes de finalizar la grabación porque ya había debutado en solitario el año anterior mediante Fish Rising, un álbum que tuvo unas ventas moderadas pero decentes en el Reino Unido. Por tanto, el nuevo líder del grupo pasará a ser el percusionista francés Pierre Moerlen. Para la grabación de Shamal contaron como productor con Nick Mason, el baterista de Pink Floyd, así que entre colegas de instrumento quedaba la dirección musical que iba a seguir la banda.

 

De esta manera, nada más comenzar a escuchar el tono relajado y jazzístico de ‘Wingful Of Eyes’, así como la voz robótica del bajista Howlett (autor también del tema), ya nos damos cuenta de que esto no es lo que entendemos por Gong. Pero tampoco nos quedaremos decepcionados con esta pieza, puesto que conforme avanza podemos deleitarnos con los distinguidos xilófonos y también con la potente guitarra de Hillage. De este grupo cabe ahora esperar atonalidades, aunque tampoco sean un problema salvo quizá en ‘Bombooji’, pero afortunadamente ‘Mandrake’ resulta ser una joya perdida dentro del álbum, pues en ella aciertan por completo en todo, tanto en la estructura como en las cautivadoras melodías que aparecen, sin olvidar el cuidado apartado instrumental, donde cada instrumento aporta algo y no se queda en el mero acompañamiento. Todos intervienen en el desarrollo activamente, aportando detalles rítmicos o melódicos bien precisos y necesarios, configurando una excelente composición que sí hacía honor al pasado inmediato de la banda, si bien se aparta de la psicodelia aun sin olvidar un cierto tono onírico, básicamente en su parte inicial y en la final.

 

Piezas como ‘Shamal’ y ‘Chandra’ presentan una ejecución impecable como corresponde al jazz, pero adolecen de falta de melodías y tan solo se apoyan en una estructura cambiante. Esto ayuda a que los siete minutos de ‘Chandra’ no se vuelvan monótonos, que ya es bastante. Sorprende encontrar un apartado vocal cuando ya llevamos más de medio tema, pero vuelve a ser esa voz inexpresiva que deja indiferente. De manera análoga se desarrolla ‘Shamal’ y quizá por ello añaden un chillón solo de violín, para que se pueda distinguir de alguna manera de cualquier otra composición similar de jazz. Pero no siempre consiguen mantener el interés jugando con la estructura de la composición y por ello ‘Bombooji’ acaba resultando aburrida salvo en el fragmento central donde entra la guitarra eléctrica de Hillage para añadir algo de emoción. Eso sí parece una broma escuchar una especie de melodía andina con la flauta, cuando el tema se acerca a los cuatro minutos.

 

El jazz puro y duro de ‘Cat In Clark's Shoes’ es menos interesante a pesar de su trepidante ritmo inicial que luego tampoco decae, por lo que tan solo los simpatizantes de este género podrán escucharlo repetidamente. Y bien podrían haberse ahorrado las bromas musicales del último tercio, donde parece que estén haciendo un repaso a la música popular de salón de té. Este álbum presenta altibajos y eso tampoco es una novedad respecto a lo que estaban haciendo en los últimos álbumes, pero la gracia del grupo estaba en ese sonido psicodélico y surrealista mezclado con el rock, el jazz y lo que se precisara. Todo eso ya se había perdido, así que nos adentramos en una etapa poco o nada interesante en la carrera de Gong.

2023

GAZEUSE!

Año de publicación: 1976

Puntuación:

1) Expresso; 2) Night Illusion; 3) Percolations (Part I & II); 4) Shadows Of; 5) Esnuria;

6) Mireille.

2023

El liderazgo de Pierre Moerlen llega aquí a su cota máxima porque por vez primera la mitad de las composiciones del álbum son suyas, aunque solo sean seis. Es por ello que Gazeuse! suele clasificarse como la primera obra del llamado Pierre Moerlen's Gong, puesto que el nombre original de Gong se mantenía por obligaciones contractuales con la casa discográfica. La formación de la banda se había aumentado ligeramente pero Steve Hillage, el último eslabón con el prestigioso pasado, ya no estaba en ella. Su sustituto como guitarrista fue Allan Holdsworth, con quien se podían albergar esperanzas porque venía de grabar el soberbio Bundles (soberbio sobre todo por él) junto a lo que iba quedando de los Soft Machine, con quienes ya no volvería a grabar jamás, pero aquí esa magia que llevaba encima ya ha desaparecido por completo y se deja llevar por la tentación de la improvisación sin melodías, tan solo dedicado a los alardes técnicos.

 

Desde el inicio ‘Expresso’ muestra las cartas de esta nueva formación, enfilada al jazz sin tapujos entro de una composición que va mejorando conforme avanza y cobra fortaleza. Como hemos dicho, la guitarra no se aleja del resto de instrumentos en su propósito jazzístico y eso es una lástima porque Holdsworth tiene su momento de lucimiento en su composición ‘Shadows Of’, devota de inanes solos de guitarra que demuestran mucha técnica y ningún gancho. Sobre los siete minutos parece que llega un pasaje melódico, pero se queda en tentativa. Incluso peor resultan los devaneos atonales de ‘Mireille’. Esta última no es de Holdsworth, quien aporta otra composición propia titulada ‘Night Illusion’ que no se diferencia en nada de las improvisaciones de guitarra de Frank Zappa. Bueno, se diferencia en que Zappa sí tiene genialidad para extraer muchos momentos gloriosos de sus improvisaciones.

 

Curiosamente, la composición de Moerlen ‘Percolations (Part I & II)’ suena como si Mike Oldfield la hubiera escuchado en su momento (algo muy probable porque Moerlen y él ya se conocían al menos desde Ommadawn) y hubiera decidido componer Incantations como su respuesta mejorada a esta pieza, pues a pesar de contener algunas ideas interesantes se pierde en un mar de técnica y repetición. Oldfield también caería un poco en ese pecado para su álbum citado (donde también participará el propio Moerlen), pero lo compensará con memorables pasajes de los suyos. En su tercio final ‘Percolations’ se transforma en un solo de batería, lo cual tampoco resulta muy atractivo. Por el contrario, un animado ritmo al estilo, podríamos decir, de Can es lo que escuchamos conforme comienza ‘Esnuria’, aunque luego el tratamiento de Gong es más estándar en cuanto a su incursión en un jazz de influencias disco y al final el único mérito que tiene es que no llega a aburrir. Simplemente se limitan a acogerse a un nuevo ritmo dinámico donde meter algunos pasajes más accesibles de guitarra, saxofón y xilófono.

 

Como vemos, este álbum nunca debió publicarse bajo el nombre de Gong, esto definitivamente era otra cosa. Todavía seguirán publicando algunos álbumes, que también comentaremos, bajo el mismo nombre antes de poder cambiarlo definitivamente al de Pierre Moerlen's Gong. No obstante, en 1977 habrá una reunión por sorpresa de la formación legendaria de la banda para unas actuaciones en directo y esto proporcionará un fugaz momento de gloria que no podemos dejar pasar.

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