AMON DÜÜL II
2021
PSYCHEDELIC UNDERGROUND
Año de publicación: 1969
Puntuación:
1) Ein Wunderhübsches Mädchen Träumt von Sandosa; 2) Kaskados Minnelied;
3) Mama Düül und ihre Sauerkrautband spielt auf; 4) Im Garten Sandosa;
5) Der Garten Sandosa im Morgentau; 6) Bitterlings Verwandlung.
2021
Tal como sugiere el nombre de este grupo, antes de Amon Düül II hubo una primera versión que en realidad muy poco tenía que ver con lo que vendría después. El origen de todo ello viene de una comuna político-cultural de estudiantes que se creó en Munich a finales de los años sesenta, en una Alemania entonces dividida geopolíticamente tras la Segunda Guerra Mundial y con parte de la juventud radicalizada respecto al anquilosado sistema socioeconómico que no había cambiado tanto como se esperaba a partir de los Juicios de Núremberg. Esta radicalización era visible en la Alemania Occidental, de régimen democrático, porque en la Oriental había un régimen comunista dictatorial que hacía imposible cualquier asociación similar a la que dio lugar a Amon Düül (esto es, la primera versión del nombre). Así pues, ese espíritu libre que imbuía a la juventud más inquieta se manifestó en forma de música bajo el nombre de Amon Düül y una formación donde había un guitarrista, un bajista y varios percusionistas (aunque se puedes escuchar algún piano aporreado), pero sin estar planteado de manera profesional.
La música interpretada se basa en sesiones de improvisación donde se desarrollan ritmos con los instrumentos citados y se emplean coros, pero sin ninguna letra. Para hacernos una primera idea, esto suena como si el ‘Give Peace A Chance’ de John Lennon se hubiera alargado instrumentalmente. Eso sí, el resultado es mucho mejor de lo que cabría esperar de un álbum de este tipo, aunque no presenta interés alguno salvo su importancia histórica como reflejo de una época concreta en Alemania, cuando toda la Europa democrática (es decir, los ciudadanos con espíritu crítico) hervía de disconformidad con los sistemas socioeconómicos establecidos. El carácter distendido y doméstico con el que se presenta esta música viene subrayado por los efectos de sonido del principio de ‘Ein Wunderhübsches Mädchen Träumt von Sandosa’, si es que son efectos, donde escuchamos como unos aplausos iniciales. Luego entra la prominente percusión efectuada por varias personas y que marca el devenir de este álbum. Sus diecisiete minutos pueden hacerse monótonos, pero contienen por medio algunas interesantes variaciones, como por ejemplo sobre los cuatro minutos y medio, y luego pasados los nueve minutos.
Saben ejecutar una sugerente introducción en ‘Kaskados Minnelied’ para luego seguir con otro desarrollo rítmico de lentitud en sus variaciones pero suficientemente atrayente para captar la atención dentro de su brevedad. Estas dos primeras piezas son las mejores del álbum, así que el/la oyente debe prepararse mentalmente para lo que vendrá a continuación. ‘Mama Düül und ihre Sauerkrautband spielt auf’ es una pieza de percusión y coros fantasmagóricos en segundo plano que puede resultar novedoso la primera vez que se escucha, pero a la segunda se convierte directamente en tortura. Hacia una base rítmica más de guitarra acústica se lanzan en ‘Der Garten Sandosa im Morgentau’, donde las voces parece que estén imitando las de una orgía grecoalemana y en el último tercio acaban todos divagando demasiado (aunque justo al final lo acaban arreglando), mientras que el incisivo ritmo de ‘Im Garten Sandosa’ lo acaban repitiendo hasta la saciedad, por lo que hubiera salido ganando si la hubieran dejado en los dos minutos y medio de ‘Bitterlings Verwandlung’.
Pocas conclusiones pueden extraerse de un álbum de improvisaciones rítmicas en plan comunero, pues está más destinado a reflejar el estado de ánimo y la intrepidez de una juventud inquieta y ávida de experimentar, pero están alejados de lo que sería una propuesta profesional y seria, como sí será Amon Düül II. Aun así, puede escucharse con cierto agrado, lo cual es un verdadero logro si nos atenemos a las circunstancias. La gran duda existencial que nos queda es: ¿qué será eso de Sandosa que aparece en los títulos?
COLLAPSING / SINGVÖGEL RÜCKWÄRTS & CO.
Año de publicación: 1969
Puntuación:
1) Booster (Kolkraben); 2) Bass, Gestrichen (Pot Plantage, Kollaps); 3) Tusch, FF;
4) Singvögel Rückwärts (Singvögel Vorwärts);
5) Lua-Lua-He (Chor Der Wiesenpieper); 6) Shattering & Fading (Flattermänner);
7) Nachrichten Aus Cannabistan; 8) Big Sound (Die Show Der Blaumeisen);
9) Krawall (Repressiver Montag); 10) Blech & Aufbau (Bau, Steine & Erden);
11) Natur (Auf Dem Lande).
Más de lo mismo respecto al debut, pero aquí ya parece que se han dejado las sobras de lo que publicaron en primer lugar. Nuevamente planteado como un espectáculo improvisado donde predomina la percusión, en esta ocasión apenas escucharemos voces o coros, aunque en realidad estos se empleaban como un instrumento más porque no hay letras para cantar. Casi de percusión única son muchas de las piezas, como por ejemplo ‘Bass, Gestrichen (Pot Plantage, Kollaps)’ o ‘Tusch, FF’, pero dejan la sensación de ser un grupo de amigos con ganas de hacer ruido de manera organizada. Esto puede pasar por cualquier cosa menos por algo profesional.
A pesar de ser similar, deja una buena sensación el comienzo de ‘Big Sound (Die Show Der Blaumeisen)’. Una lástima que luego, tras simular como un agotamiento de energía, se vuelva a la misma percusión monótona. Algo así ocurre cuando hemos sobrepasado la mitad del animado ritmo de ‘Krawall (Repressiver Montag)’, pues se acaban metiendo en unas atonalidades que destrozan por completo lo conseguido en la primera mitad. El tema que proporciona parte del título al álbum resulta engañoso porque escuchamos al principio una guitarra y luego una voz, pero al final no es ni una pieza de guitarra ni cantada, pues vuelve a ceñirse a la misma percusión de siempre y con alguna interrupción por medio. Pero la que parece una broma de mal gusto es ‘Shattering & Fading (Flattermänner)’, pues escuchamos brevemente unas voces para luego pasar al silencio absoluto.
Sorprende encontrar de entrada la afilada guitarra de ‘Booster (Kolkraben)’, aunque luego ya no saben qué hacer con ella y acaban desafinando concienzudamente. En cambio, ‘Lua-Lua-He (Chor Der Wiesenpieper)’ puede escucharse aunque parezca un canto budista. Lo de Natur en el título de ‘Natur (Auf Dem Lande)’ vendrá por los sonidos de pájaros que se escuchan al principio, que luego dan paso a una pieza que entronca directamente con lo que habíamos escuchado en el debut de estos chicos experimentadores. Escuchar una pieza floja pero rítmica y con mayor prominencia de la guitarra, como la de jocoso título ‘Nachrichten Aus Cannabistan’, que incluye algún falso final, es un pequeño alivio dentro de este álbum que debería caer en el más absoluto olvido. No es para menos cuando se trata de un producto de su época, de cuando la camaradería entre gente de inclinaciones político-culturales similares les obligaba a comprar productos musicales infumables para mantener el espíritu renovador de los nuevos tiempos. Al menos no parece que hubiera ninguna relación directa con la Fracción del Ejército Rojo que empezó a formarse por aquella época.
PHALLUS DEI
Año de publicación: 1969
Puntuación:
1) Kanaan; 2) Dem Guten, Schonen, Wahren; 3) Luzifers Ghilom;
4) Henriette Krotenschwanz; 5) Phallus Dei.
En la misma comuna político-artística en la cual se formó Amon Düül hubo un grupo de gente que eran músicos de verdad y, por tanto, poseían inquietudes artísticas para tocar no solo por conciencia política, sino también como manera de expresar y desarrollar una serie de ideas básicamente de carácter artístico. El adjetivo “profesional” que tanto podíamos emplear como queja respecto a lo que había hecho Amon Düül se hace realidad en esta nueva formación denominada Amon Düül II. Se conformó sobre el esquema básico de dos guitarristas, bajo, teclado y batería, aunque en la percusión encontramos varios nombres como recuerdo de lo que habían sido los álbumes previos. El miembro principal será el guitarrista Chris Karrer, aunque para la composición no habrá nombres destacados y se firma todo bajo el nombre del grupo. Una música entre progresiva, psicodélica y espacial, con tintes autóctonos germánicos.
La carta de presentación mediante la bíblica ‘Kanaan’ nos muestra una música potente e intimidante que, a través de una percusión apocalíptica y un apartado de guitarra de aires psicodélicos, nos envuelve y nos subyuga sin remisión. Comienzan cantando como los trovadores medievales del norte de Europa (o algo así es lo que podíamos ver, por ejemplo, en El séptimo sello de Bergman) en ‘Dem Guten, Schonen, Wahren’, donde vuelven a crear un entramado instrumental cautivador que transita entre un tono más reposado y otro más enérgico, aunque en el último tercio acaban desvariando un poco. A pesar de su sosegada introducción, el título de ‘Luzifers Ghilom’ ya nos avisa de que eso va a cambiar muy pronto. Una percusión manual (¿un guiño a ‘Sympathy For The Devil’ de los Rolling Stones?) anuncia el verdadero comienzo de este tema, a lo que se suma una excepcional guitarra aderezada por unos solemnes coros. A los dos minutos entra una ruidosa batería para indicarnos que los ocho minutos de esta pieza van a ser bien entretenidos, pues transita por varias secciones de diferente índole que se suceden con dinamismo. Gracias a eso, las secciones menos atractivas no llegan a resultar cansinas.
La tradición musical alemana aparece en ese canto dual de ‘Henriette Krotenschwanz’, que acaba de manera poco interesante con una percusión marcial. En cambio, la extensa pieza de veinte minutos que da título al álbum y lo cierra es una jam más bien psicodélica cuya primera mitad es una improvisación libre que deja bastante indiferente, aunque no se le puede objetar nada a la ejecución. Sobre los diez minutos parece que la pieza se va a acabar por el tipo de percusión que aparece, pero significa simplemente que nos adentramos en una segunda mitad más interesante, tal como nos anuncian esos amistosos acordes de guitarra. La profusión de percusión y chillidos que llega a continuación los enlaza directamente con los primeros Amon Düül. Casi llegando a los quince minutos escuchamos inesperadamente una parte vocal con un fuerte acento alemán y una manera de cantar gritona y bastante alocada, como si el vocalista estuviera bajo los efectos de alguna sustancia. Lo más interesante llega en el último minuto y medio en una sensacional sección de intrigante guitarra y coros, así que mucha paciencia se ha de tener para llega hasta ahí, a pesar de que la segunda mitad de ‘Phallus Dei’ se sigue con mayor atención al ser más variada y discernible en sus secciones.
En resumen, este álbum posee un mayor interés histórico que artístico, pues supone un hito dentro de la música que empezaba a tocarse en Alemania. Todavía necesitaban mejorar, pero aquí se definen ya las características del sonido de Amon Düül II y encontramos suficientes detalles de calidad que nos indican que se trataba de una propuesta seria y profesional. Aquí comienza de verdad el inicio de un grupo de leyenda.
2022
PARADIESWÄRTS DÜÜL
Año de publicación: 1970
Puntuación:
1) Love Is Peace; 2) Snow Your Thirst And Sun Your Open Mouth;
3) Paramechanische Welt;
[BONUS TRACKS:] 4) Eternal Flow; 5) Paramechanical World.
2022
Volvemos aquí a los Amon Düül originales (es decir, sin el II), quienes parece que algo aprendieron de sus “hermanos aventajados” a la hora de crear la continuación a sus primeros álbumes. Todavía hablamos de Amon Düül porque las relaciones entre ambos grupos existen y porque, para qué engañarnos, la discografía de los primeros es muy exigua. John Weinzierl participa en uno de los temas, mientras que algunos músicos de este álbum participarán también en el futuro Yeti de Amon Düül II. Leer la mayoría de títulos escritos en inglés ya nos da una idea de que esto había dejado de ser un entretenimiento cultural entre camaradas para tener una visión comercial más amplia. Así, esta música ya no se basa en improvisaciones, sino que cada pieza posee una estructura definida e incluso los guitarristas se esfuerzan en desgranar algunas melodías reconocibles.
Que un tema que sobrepasa los quince minutos como ‘Love Is Peace’ sea una pieza accesible y disfrutable, ya es todo un logro que nos indica cómo había cambiado por completo el panorama musical de estos alemanes. Posee diferentes secciones, unas con guitarra eléctrica y otras con acústica, donde podemos incluso disfrutar de alguna que otra estupenda melodía como la que aparece sobre los siete minutos y medio. Es un placer dejarse llevar por piezas acústico-progresivas, incluso psicodélicas, como ‘Paramechanische Welt’, que podría durar el doble y seguiría siendo igual de placentera. Es en ella donde participa Weinzierl, el guitarrista de Amon Düül II. Aunque veamos que está su título traducido al inglés, ‘Paramechanichal World’ no tiene nada que ver y se trata de un tema cantado donde la estrella es una sombría guitarra eléctrica que crea un trasfondo ilusorio que transporta al oyente a parajes mentales insospechados. Una precursora de futura música onírica basada en la guitarra como la que llegaron a hacer los Cocteau Twins. Aquí se intuye que con una sección rítmica y una producción adecuada, ‘Paramechanichal World’ podría haber sido un glorioso tema de rock, pues el solo final es brillante.
El título de ‘Eternal Flow’ parece ideal para una canción lenta y cíclica como esta, que va elevando el tono gradualmente en un inteligente crescendo donde acaba apareciendo un solo de guitarra no especialmente inspirado. La única pieza que peca de algo de monotonía es ‘Snow Your Thirst And Sun Your Open Mouth’, pues se ha de prestar bastante atención para percibir las variaciones que realiza dentro de un ritmo tan constante. A los cinco minutos cambia el panorama y parece que vayamos a entrar en una segunda mitad de atonalidades, pero afortunadamente la parte de guitarra acaba cogiendo forma.
Esta evolución tan positiva que se observa en este álbum no tendrá una continuidad y la formación, si es que podía hablarse de algo así, acabará definitivamente disuelta. Todavía saldrá publicado otro álbum más de Amon Düül en los setenta, pero no será más que una escarbadura desesperada en las primeras grabaciones de la banda para aprovechar lo que se pueda. No se perdía nada relevante la humanidad con esta disolución, pero su importancia como impulsora de Amon Düül II hace de esta banda una referencia necesaria en la historia del rock.
YETI
Año de publicación: 1970
Puntuación:
1) Soap Shop Rock; 2) She Came Through The Chimney; 3) Archangels Thunderbird;
4) Cerberus; 5) The Return Of Ruebezahl; 6) Eye-Shaking King; 7) Pale Gallery;
8) Yeti (Improvisation); 9) Yeti Talks To Yogi (Improvisation);
10) Sandoz In The Rain (Improvisation).
Todas las buenas impresiones que había transmitido Phallus Dei se ven confirmadas en esta continuación. Ahora el grupo ya tenía más experiencia y llegan a un encomiable estado de gracia a la hora de acertar con melodías, ritmos, estructuras y desarrollos instrumentales a la altura de los grandes nombres del rock progresivo, un estilo al que habían ayudado a despegar, siendo aquí la característica principal su fusión con la psicodelia y los sonidos orientales, como si de verdad se hubieran acercado a los países donde existe la leyenda del Yeti y se hubieran imbuido de la música tradicional de esa parte del mundo. Que tampoco se piense nadie que va a escuchar música étnica, porque en esencia esta música es un potente rock que, con el estilo particular de la banda, se colocaba en la primera línea musical junto a bandas compatriotas como Can.
El comienzo arrollador de ‘Soap Shop Rock’ ya nos anuncia de que estos chicos van en serio, pero de verdad. Son casi quince minutos de imprevisibles secciones marcadas todas ellas por una consistente sección rítmica y un guitarrista que deslumbra con vibrantes instantes de catarsis, donde aparecen de vez en cuando las inesperadas voces de los miembros del grupo, destacando claramente el tono operístico de Renate, a quien le falta poco para llegar a soprano. Llegando a los ocho minutos entra con fuerza el violín y parece que nos vayamos a adentrar en terreno de Curved Air, aunque pronto entra la voz masculina para irritarnos un poco. Acaban llegando a una especie de caos sonoro controlado que acaba difuminado para dar entrada de nuevo a lo que hemos escuchado previamente en la introducción. Si esto nos ha entusiasmado, podemos escuchar algo igual de arrollador y reducido a menos de dos minutos en la soberbia ‘The Return Of Ruebezahl’. Menos vistosa pero todavía más incisiva resulta ‘Eye-Shaking King’, que va tomando fuerza conforme avanza y los efectos sonoros se añaden al descomunal ritmo que subyuga los sentidos.
Si a este grupo vale la pena recordarlo es porque también poseía un instinto pop para conseguir pegadizas canciones como ‘Archangels Thunderbird’, donde la guitarra lisérgica se funde con una parte vocal que busca el gancho atractivo. De manera similar, la percusión manual y la hipnotizadora guitarra eléctrica de ‘She Came Through The Chimney’ crean un entramado irresistible al que se van añadiendo motivos orientales, que ya sabemos que en el underground cultural alemán había una cierta predilección por la tradición del Medio Oriente. Es instrumental igual que ‘Pale Gallery’, una pieza que impone desde el inicio mediante su marcado ritmo y luego su solemne desarrollo. En modo jam acústico se marcan ‘Cerberus’, sin perder los aires orientales hasta que entra la distorsión de guitarra eléctrica para recordarnos ante quiénes estamos.
La pieza que delimita la línea entre lo que uno puede tolerar o no sobre este álbum es sin duda la que le da título. Puede asustar, y con motivo, una pieza de casi veinte minutos donde ya nos avisan que se trata de una improvisación, aunque resulta hasta gracioso emplear ese término cuando mantiene el mismo patrón de lo que ya hemos escuchado previamente. ¿No podría denominarse ‘Soap Shop Rock’ como una improvisación también? En cualquier caso, ‘Yeti’ se revela como una composición diversa y relativamente estructurada, aunque en sus primeros minutos parece que sea el ‘Set The Controls For The Heart Of The Sun’ de Pink Floyd llevado al extremo. Ciertamente, su duración está algo desproporcionada, pero en ningún momento suenan repetitivos y tan solo se le puede objetar que haya fragmentos algo aburridos. Quien no acabe de cogerle el gusto, pues mejor que se detenga aquí porque ‘Yeti Talks To Yogi’ es más de lo mismo. Y la pieza final, ‘Sandoz In The Rain’, sí que acaba resultando aburrida al desarrollar un ritmo acústico y algo más pausado que en los temas previos. La curiosidad que presenta es que cuenta con la participación de dos de los miembros de Amon Düül, es decir, del proyecto original.
Este álbum sí que representa un paso de gigante para el grupo y para la música rock, pues amplia horizontes y muestra las posibilidades que ofrecía el rock progresivo cuando había músicos competentes que sabían absorber influencias y proyectarlas de una manera original y emocionante. En definitiva, una obra histórica e imprescindible más allá de gustos personales, que puede resultar algo complicada en algunos momentos pero supone un gran descubrimiento.
TANZ DER LEMMINGE
Año de publicación: 1971
Puntuación:
[SYNTELMAN'S MARCH OF THE ROARING SEVENTIES:] 1) In The Glassgarden;
2) Pull Down Your Mask; 3) Prayer To The Silence; 4) Telephonecomplex;
[RESTLESS SKYLIGHT-TRANSISTOR-CHILD:] 5) Landing In A Ditch;
6) Dehypnotized Toothpaste; 7) A Short Stop At The Transsylvanian Brain-Surgery;
8) Race From Here To Your Ears (A) Little Tornadoes; 9) Race From Here To Your Ears (B) Overheated Tiara; 10) Race From Here To Your Ears (C) The Flyweighted Five;
11) Riding On A Cloud; 12) Paralyzed Paradise; 13) H.G. Wells' Take Off;
[CHAMSIN SOUNDTRACK:] 14) The Marilyn Monroe-Memorial-Church;
15) Chewinggum Telegram; 16) Stumbling Over Melted Moonlight;
17) Toxicological Whispering.
Todas las buenas sensaciones que habían transmitido en Yeti se corroboraron e incluso mejoraron en su continuación, este Tanz der Lemminge que queda como una de las obras maestras del rock progresivo de la historia del rock. No es que encontremos diferencias sustanciales respecto al álbum previo, pero la cantidad de riffs y melodías se incrementa, aparte de agrupar las composiciones en bloques, para que asimilemos los diferentes cortes como partes ordenadas de una suite. En lo musical, los miembros de Amon Düül II (y los allegados que participan) realizan un despliegue de arte y destreza a la altura de los grandes músicos del momento. Pocas voces escucharemos, pero sí muchas melodías y mucho virtuosismo, sin que ello sea un obstáculo para que el oyente medio disfrute de una experiencia musical diferente. Así pues, en tres suites o bloques principales, cuyos títulos están arriba escritos en mayúsculas, puede dividirse este álbum.
Tras unos sonidos ambientales, ‘In The Glassgarden’ sirve de introducción en forma de marcha militar vanguardista para dejar paso a la primera sección cantada, ‘Pull Down Your Mask’, la cual está a su vez subdividida en tres partes. La primera es bastante discreta, pero luego se acelera el ritmo y las melodías son más reconocibles y sugerentes, incluso puede escucharse un pegadizo estribillo. La mejor es la tercera y última subparte, donde aparece el título en la letra, aparte de que el ritmo es de base acústica y hay varias paradas rítmicas, aunque es más parecida a lo que veníamos escuchando. A continuación llega la breve ‘Prayer To The Silence’, una pieza de percusión africana y guitarra acústica jazzística. En último lugar está la más extensa ‘Telephonecomplex’, que es como un compendio de todo lo que hemos ido escuchando con anterioridad, elevando la propuesta a la excelencia del vanguardismo en una deslumbrante demostración de virtuosismo que acaba casi de manera súbita. Esto sí es una idea original, es decir, la de que una pieza sea resultado de enlazar los elementos e ideas de otra. No como hicieron ingenuamente los Flaming Lips en Zaireeka, que tan solo dividieron las pistas de una misma grabación en cuatro discos diferentes.
La siguiente suite (por denominarlo de alguna manera), titulada genéricamente como ‘Restless Skylight-Transistor Child’, es un muestrario de la habilidad del grupo con la guitarra, lo cual es lo mismo que destacar a Karrer y Weinzierl. Hay fabulosos riffs para dar y tomar, muchos de ellos acompañados de poderosos ritmos o ambientaciones oníricas, según lo que toque. Hasta podemos escuchar un sitar en ‘A Short Stop At The Transsylvanian Brain-Surgery’. Los Pink Floyd de entonces se hubieran sentido muy cómodos y satisfechos tocando cosas de este estilo, aunque en su caso no podrían haber incluido un violín tan frenético como el de ‘Overheated Tiara’. Cuando bajan el tono y se calman en ‘Riding On A Cloud’, nos deleitamos igualmente con la cautivadora guitarra que lidera este apartado para una composición implementada más o menos en forma de crescendo, quedando ‘Paralyzed Paradise’ como su secuela psicodélica/psicotrópica. Cabe destacar que en ‘Riding On A Cloud’ será la única ocasión en que escuchemos la voz de Renate en este álbum.
La pieza más complicada de escuchar de este álbum es ‘The Marilyn Monroe-Memorial-Church’, pues se desliza hacia la ambientación sonora. En sus primeros minutos recuerda rápidamente a los Pink Floyd de More (sobre todo la percusión), pero pronto cogen el protagonismo las capas de sonido y las atonalidades hasta el final de sus casi veinte minutos de duración. El único punto a favor de este tema es que va cambiando continuamente y no hay lugar para la monotonía, pero pocas ganas quedan de escucharlo por segunda vez. Es la única pega que se le puede objetar a este álbum casi inmaculado. Menos mal que luego entra el espectacular riff de guitarra de ‘Chewinggum Telegram’ para que demos un respingo inmediato. Todavía mejor resulta ‘Stumbling Over Melted Moonlight’ porque tras otro fiero riff se marcan otra progresión liderada por la guitarra con otra impecable demostración de técnica y melodía que eleva a Amon Düül II al olimpo de los grandes grupos del rock progresivo.
Los casi ocho minutos de ‘Toxicological Whispering’ son también una delicia aunque ya no contenga melodías llamativas, pues su consistente ritmo y la conjunción de las dos guitarras crean una catarata eléctrica hipnotizadora y subyugante sobre la que uno se deja llevar irremisiblemente. Cuando acaba el álbum, la primera vez (o las primeras) que se escucha es normal quedarse con una sensación de desconcierto, como si hubiéramos escuchado grandes pasajes de música dentro de una especie de caos sonoro. Pero cuando se comienza a apreciar cada elemento, cada estructura o la lógica que sigue cada secuencia, es cuando de verdad se comprende por qué Tanz der Lemminge es un álbum de culto que, sin embargo, sigue fascinando a las siguientes generaciones. Con un solo riff de los aquí contenidos, cualquier grupúsculo de rock progresivo de la época hubiera encontrado la justificación para grabar un LP completo, añadiendo temas de relleno. Y aquí tenemos una obra rebosante de ideas. Nos encontramos ante un paraíso musical, si bien un paraíso que se va trocando en infierno según el fragmento, una imprevisibilidad que se suma a las fortalezas de este magistral álbum.
CARNIVAL IN BABYLON
Año de publicación: 1972
Puntuación:
1) C.I.D. In Uruk; 2) All The Years 'Round; 3) Shimmering Sand; 4) Kronwinkl 12;
5) Tables Are Turned; 6) Hawknose Harlequin.
Era esperable que después de haber grabado una obra maestra no pudieran repetir el mismo nivel en su siguiente álbum porque uno no graba una obra maestra de manera premeditada, ni siquiera con la intención de conseguir una. Otra cosa es que luego tengas un aparato de propaganda que denomine como obra maestra cualquier cosa que produzcas o que sea susceptible de promoción, que es en lo que ha degenerado la música como industria. La formación seguía siendo básicamente la misma y el grupo estaba asentado todavía en su apogeo musical, así que en principio nada podía fallar. Sin embargo, la originalidad se pierde un poco porque parece que echen un ojo a la música de su alrededor para recobrar la inspiración. Esto tampoco supone un problema grave, ya que la banda tenía suficiente carácter como para no limitarse a imitar a nadie.
De esta manera, ‘All The Years 'Round’ bien podría pasar por una composición de Renaissance (grupo por entonces en pleno proceso de reconversión) debido a sus delicadas estrofas y el épico estribillo que llega muy pronto, aunque todavía es más épico ese momento de garra llega el momento que Renate canta “Neo-Nazi doom advisors sticking in the mud” y nos adentramos en un memorable rock de los que convierten a este grupo alemán en una referencia incontestable. No obstante, el último tercio instrumental de este tema no es demasiado inspirado y en general la producción es mejorable, pero la genialidad de la banda está en ahí y con eso es suficiente. Los Jefferson Airplane de la época hubieran matado por conseguir algo como ‘Kronwinkl 12’, pues suena a ellos mismos en ese estilo de folk psicodélico que ayudaron a particularizar. Lo mejor son los acordes de guitarra rítmica y los punteos y solos que nos regalan en los finales de verso y tras cada estribillo, ya que el apartado vocal queda algo forzado.
El espíritu alemán de comuna, de donde procedía el grupo, aparece en la electrizante primera sección de ‘Shimmering Sand’, la cual se transforma sobre los tres minutos en un ejercicio de relajado y emotivo folk donde la voz masculina desafina un poco. A partir de los cinco minutos es donde esas melodías adquieren una grandeza absoluta al alcanzarse las notas vocales necesarias. En cambio, finiquitar con tanto “la, la, la, la” lo que debería ser el estribillo de ‘C.I.D. In Uruk’ es la única objeción que se le puede hacer a un tema de enorme fortaleza por sus vibrantes estrofas (cantadas en alemán, por cierto) y que cobra renovada energía a partir del solo de guitarra que aparece hacia la mitad, sobre todo porque Renate como vocalista es mucho mejor que sus compañeros. El tercio final es también deslumbrante con la aminoración del tempo que sirve de soporte para un solo de guitarra todavía mejor que el anterior. Y hablando de tercios, en el primero de los suyos ‘Hawknose Harlequin’ parece el intento de sonar como Can, es decir, que se colocan en modo mantra y con un vocalista entre recitativo y proto-rapero, pero hace falta el carisma de Damo Suzuki para conseguir salvar una composición así de la monotonía. Hacia la mitad se transforma en un afilado blues-rock hasta llegar a los siete minutos, donde nos adentramos en una sección más hipnotizadora gracias a un bajo pulsante al estilo de Pink Floyd y unas cuantas líneas de guitarra más.
Al final, lo más sorprendente de todo el álbum es encontrar algo tan poco sorprendente como el folk-pop de ‘Tables Are Turned’ que busca, como poquísimas veces ha hecho esta banda, un ritmo pegadizo (con apoyo en la acelerada percusión) y melodías cantables. Como se puede observar, Carnival In Babylon es una obra de la cual no pueden extraerse conclusiones sobre el camino que seguiría la banda. Se observa un poco de todo, desde lo accesible a lo complejo, con sus aciertos y desaciertos, pero en conjunto suficiente para ser otra obra recomendada de su carrera.
WOLF CITY
Año de publicación: 1972
Puntuación:
1) Surrounded By The Stars; 2) Green Bubble Raincoated Man; 3) Jail-House-Frog; 4) Wolf City; 5) Wie Der Wind Am Ende Einer Strasse; 6) Deutsch Nepal;
7) Sleepwalker's Timeless Bridge.
Amon Düül II estaban en su mejor momento y tocados por la musa de la inspiración, así que un nuevo álbum con tanta celeridad respecto a la publicación del anterior no significaba que hubieran querido recuperar material descartado o grabar cualquier cosa rápida con la cual aprovechar la incipiente popularidad que estaban ganando fuera de las fronteras alemanas (quizá hasta por encima del Muro de Berlín). Son básicamente los mismos grandes músicos de Tanz Der Lemminge pero con algunos momentos de menor lucidez que no permiten igualar ambos álbumes. Pero es evidente que Wolf City cautiva más que Carnival In Babylon, sobre todo en consiguientes escuchas que revelan vibrantes momentos de nirvana musical.
La fastuosa solemnidad con la que inician ‘Surrounded By The Stars’ nos muestra a un grupo ya experimentado y consistente que sabe elevar paulatinamente el tono hasta que Renate se desata. El solo de frenético violín y el solo de teclado psicodélico que introducen por medio, tampoco son la opción más original que podían haber elegido, pero en conjunto conforman un imponente tema. La memorable parte vocal de ‘Green Bubble Raincoated Man’ cautiva desde el principio y todavía más cuando llegamos a al puente/estribillo donde cantan “Just an advice / Don't ask your face tonight / Don't tell the words you like so much”. Luego se pierde algo de grandeza en la sección cantada más rápida, pero es innegable el poderío que transmiten en el siguiente inciso instrumental, así como lo deslumbrantes que suenan en la última sección vocal (“Green bubble raincoated man / Don't stay in the rain again”).
El título de ‘Jail-House-Frog’ parece una broma referida a ‘Jailhouse Rock’, popularizada por Elvis Presley, pero en el aspecto musical no existe similitud alguna. Se divide en tres secciones bien diferenciadas, la primera destinada a aprovechar un fiero riff que acaban repitiendo en exceso, aunque el apartado vocal suena a destiempo pero interesante. La sección central la dedican a añadir sonidos aleatorios durante más de dos minutos y, cuando acabamos aburridos, llega a los cuatro minutos una espectacular última sección que nos devuelve a los mejores Amon Düül II posibles. La canción que da título al álbum llama la atención desde sus agudos punteos del principio. Cuando entra la apabullante sección rítmica y su hipnótico bajo ya solo queda caer rendido, sin que importe que haya una voz robótica e intimidante. Aunque para intimidante, que parece que nos estén pegando un paquete, es la voz de ‘Deutsch Nepal’, otro excepcional ejemplo de lo que podría haber creado Wagner de haber nacido en el siglo XX y haberse lanzado al rock progresivo.
El tono relajado y desenfadado, como si se tratara de folk psicodélico-progresivo –toma ya– de ‘Wie Der Wind Am Ende Einer Strasse’ no acaba de encajar con el vigor mostrado a lo largo del álbum y sus casi seis minutos se hacen largos. La que sí suena bastante a folk es ‘Sleepwalker's Timeless Bridge’ en su comienzo, aunque luego se anima bastante y se vuelve más interesante, dejando su segunda mitad para una sección de aires más orientales que es algo así como si a ‘Black Mountain Side’, de Led Zeppelin, le hubieran añadido letra, sin que tampoco consigan nada relevante de esa manera. Son momentos algo más convencionales que le restan puntos al resto del contenido, que está implementado con una grandeza absoluta. Música como la de este álbum es la que hace grande al rock y permite definirlo como una música de prestigio.
2023
LIVE IN LONDON
Año de publicación: 1973
Puntuación:
1) Archangels Thunderbird; 2) Eye Shaking King; 3) Soap Shop Rock; 4) Improvisation; 5) Syntelman's March Of The Roaring Seventies; 6) Restless Skylight-Transistor Child; 7) Race From Here To Your Ears;
[BONUS TRACKS:] 8) Bavarians Soap Shop Rock; 9) Improvisation On Gulp A Sonata.
2023
De una gira realizada por el grupo en 1972 surgió este álbum en directo que nos muestra a los Amon Düül II de Tanz Der Lemminge y de Yeti (pues son ambos álbumes los que conforman el repertorio seleccionado) en todo su esplendor y con un enfoque diferenciado respecto al sonido desplegado en los estudios de grabación. Priorizan el vendaval sonoro sobre la minuciosidad melódica, lo cual queda ejemplificado en la interpretación parcial pero bastante extensa del contenido de la obra Tanz Der Lemminge, pues abruman con el sonido y las improvisaciones a expensas de olvidar algunas de las brillantes melodías que elevaban esa obra a los altares de la música. Afortunadamente, sí hay un momento donde invierten esos intereses y en ‘Race From Here To Your Ears’ podemos disfrutar de una deslumbrante interpretación que encumbra a Amon Düül II en directo más allá de su poderío sonoro.
Eso sí, una banda de sus características también necesita sus momentos de distensión y juegos sónicos. Es por ello que la improvisación que llega después de una interpretación abreviada de ‘Soap Shop Rock’ se compone de atonalidades, aunque afortunadamente no acaba de ser el desastre que vaticina (a diferencia de ‘Improvisation On Gulp A Sonata’), pero pocas ganas quedarán de escucharla una segunda vez porque lo interesante sería haber visto en imágenes lo que estaban haciendo en ese momento. En los bonus tracks encontraremos el título de ‘Bavarian Soap Shop Rock’, que es la interpretación íntegra del título original, de casi veinte minutos y que asusta porque contiene una introducción de más de un minuto de sonidos atonales antes de que entre el conocido riff de ‘Soap Shop Rock’… pero bajo los mismos sonidos aleatorios de fondo en los primeros minutos. Instrumentalmente suena tan perfecta por momentos que parece que hayan tomado la base de la grabación de estudio, pero es una interesante interpretación en directo de tan compleja pieza.
En cualquier caso, los momentos estelares son fabulosos y es imposible no caer rendidos ante la sublime épica que consiguen en ‘Eye Shaking King’, arrollando desde el principio con sus potentes acordes de guitarra y dedicando más de la mitad del tema a un descomunal solo de guitarra que consagraba en directo a Chris Karrer. En definitiva, si deseamos descubrir lo que significaba este grupo alemán en directo y su importancia dentro de la escena musical, solo cabe echarle un vistazo a este álbum. Podemos imaginarnos a cualquier músico británico de la época que asistiera a uno de esos conciertos y quedara marcado e influenciado por el sonido abrumador de un grupo donde la técnica no está reñida con los decibelios.
UTOPIA
Año de publicación: 1973
Puntuación:
1) What You Gonna Do?; 2) The Wolfman Jack Show; 3) Alice; 4) Las Vegas;
5) Deutsch Nepal; 6) Utopia No. 1; 7) Nasi Goreng; 8) Jazz Kiste;
[BONUS TRACKS:] 9) Surrounded By Stars; 10) Let's Feel Alive;
11) Deutsch Nepal/Rolf Zacher ve.
Utopia no era en realidad el título del álbum sino el nombre de un proyecto paralelo gestado por el bajista Lothar Meid y un saxofonista que había participado en los últimos álbumes de Amon Düül II, Olaf Kübler, junto a otros músicos. Como acabaron participando en ese proyecto los miembros principales de Amon Düül II, al final el único álbum de la banda llamada Utopia ha quedado con el tiempo integrado en la discografía de los primeros, aunque pocos podrían asociar directamente algunas canciones aquí incluidas con lo que representaba Amon Düül II. La reedición en CD es un poco desastre porque contiene errores en los títulos de los bonus tracks, un contenido adicional que aparte no es nada nuevo, sino que meten sin pudor canciones de otros álbumes. De esta manera, ‘Surrounded By Stars’ es ‘Wolf City’, ‘Let's Feel Alive’ es ‘Surrounded By Stars’ y ‘Deutsch Nepal/Rolf Zacher ve’ es la interpretación en directo de ‘Restless Skylight-Transistor Child’ que escuchábamos en Live In London. ¿Qué necesidad había de hacer eso? De hecho, ya se incluye una versión alternativa de ‘Deutsch Nepal’ como nexo con la banda original.
Pero centrémonos en este nuevo material, que también se las trae. El sonido pop y el estribillo country de ‘What You Gonna Do?’ no pueden ser más desconcertantes cuando se ha seguido la trayectoria de Amon Düül II hasta ese momento. Era evidente que querían dejar claro desde el principio que Utopia era otra cosa, si bien la inclusión de temas de Wolf City deja el puente tendido. El solo de guitarra de la coda también enlaza con la trayectoria previa de la banda, pero tampoco está justificada la duración de casi siete minutos de este primer tema. Sorprende encontrar también una delicada balada de piano (con un teclado sonando como una flauta) como ‘Alice’, donde la voz algo rasposa podría hacer pasar esta canción por una del primer Tom Waits.
Se fijan en Pink Floyd para ‘Nasi Goreng’, concretamente en el álbum Atom Heart Mother, de ahí que el sintetizador que aparece pasado el medio minuto nos hace recordar el teclado de Wright en la última parte de ‘Alan's Psychedelic Breakfast’ y el inciso de batería y bajo que aparece tras el primer minuto está directamente extraído de la suite ‘Atom Heart Mother’. Más directa es la asociación cuando toman prestado el ritmo de ‘Come Together’ de los Beatles para conformar, junto a la voz, la siniestra ambientación de ‘The Wolfman Jack Show’, donde añaden un solo de saxofón en el tramo final como elemento novedoso. En cambio, ‘Las Vegas’ es una jam de estilo latino dirigida por el saxofón que acaba resultando demasiado repetitiva en consiguientes escuchas, aparte de que es algo demasiado convencional, a diferencia de ‘Utopia No. 1’, la cual suena espacial y psicodélica y por ello es más interesante por su originalidad. La tercera jam que encontraremos se titula ‘Jazz Kiste’ y parece quedarse en un punto intermedio entre las dos anteriores, pero con la libertad del lenguaje jazzístico como baza principal.
La versión alternativa de ‘Deutsch Nepal’ no aporta nada relevante a la que ya conocíamos. La voz con letra algo diferente suena más irritante, eso sí, pero esta composición es lo suficientemente extraordinaria como para perdérsela y sigue siendo un placer dejarse llevar por su grandeza. Todo ello nos deja un álbum más ecléctico de lo habitual aunque algo irregular, pero que marca el camino de apertura musical que iban a experimentar los Amon Düül II en los años siguientes. Queda como una curiosidad destinada a los seguidores de esta banda alemana. Para el resto, no es un disco imprescindible ni necesario, pero asegura buenos momentos de unos músicos que estaban en su buena época.
VIVE LA TRANCE
Año de publicación: 1973
Puntuación:
1) A Morning Excuse; 2) Fly United; 3) Jalousie; 4) Im Krater Blühn Wieder Die Bäume; 5) Mozambique; 6) Apocalyptic Bore; 7) Dr. Jeckyll; 8) Trap; 9) Pig Man; 10) Mañana; 11) Ladies Mimikry; [BONUS TRACK:] 12) Mozambique (single version).
A pesar de que, en teoría, Utopia había sido el producto de un proyecto paralelo, sirvió como experimento para comprobar que los Amon Düül II podían expandir sus horizontes musicales sin perder su esencia. De esta manera, Vive La Trance se define bajo los parámetros establecidos en su discografía previa que a su vez se adaptan a nuevos estilos. Las influencias de otros grupos u otras músicas sirven para que nos encontremos ante uno de los álbumes más diversos y también más acertados de la carrera de la banda alemana. La psicodelia y el rock progresivo siguen sobrevolando la música, así como la técnica de los miembros del grupo, de tal manera que el álbum es al mismo tiempo reconocible como de Amon Düül pero diferente a lo que habían hecho hasta este momento. De alguna manera, esto ya lo habíamos experimentado en Carnival In Babylon, aunque luego en Wolf City se habían escorado más hacia lo que mejor sabían hacer, pero en Vive La Trance definitivamente apuestan por la apertura musical y por evitar las composiciones extensas, derivándose con mayor facilidad hacia el gancho pop.
Comienzan de manera más o menos relajada mediante ‘A Morning Excuse’ con un ritmo complejo pero agradable donde el estribillo parece un recurso sencillo. Es una buena idea colocarlo ahí porque a continuación es como si hubieran seguido con la misma pieza, pero acelerando un poco más el ritmo en ‘Fly United’ y cantando aquí a dúo, en un estilo que recuerda al de Carnival In Babylon y al que añaden el primer solo de guitarra vibrante del disco. Es curioso el empleo del vocablo castellano en ‘Mañana’ dentro de una letra en inglés. Por lo demás, se trata de una especie de balada que se acaba acelerando un poco, como cabe esperar de estos chicos, donde lo mejor es su entramado instrumental con alguna que otra bonita melodía. En cambio, sonidos apocalípticos, que aquí vienen ideales por el título, inician ‘Apocalyptic Bore’, un tema en el que se han de aguantar las recitaciones de Karrer para poder disfrutar de un deslumbrante estribillo instrumental y su trabajo a la guitarra. En cambio, quienes sean fans de Renate Krötenschwanz Knaup pueden escucharla cantar con delicadeza y modular su voz con gusto en ‘Jalousie’.
Curiosamente nos encontramos psicodelia divertida y naif al estilo de Os Mutantes en ‘Pig Man’, pero de Os Mutantes de los primeros años, no los que ya aburrían durante la década de los setenta. Suenan duros en las estrofas de la psicodélica ‘Dr. Jeckyll’, pero luego llega un estribillo coral que se ubica entre los Jefferson Airplane y, otra vez, Os Mutantes. La grandeza de los Pink Floyd de la sección final de ‘A Saucerful Of Secrets’ la reencontramos en el crescendo instrumental titulado ‘Im Krater Blühn Wieder Die Bäume’, mientras que el inicio rítmico de ‘Mozambique’ hace pensar en los primeros Steely Dan. Pasado el primer minuto de esta canción llega una sección épica con parte vocal, hasta llegar a una segunda mitad instrumental y frenética donde la guitarra y los efectos espaciales copan el sonido, haciendo las delicias de quienes profesen devoción por los segmentos instrumentales extensos de esta banda.
A pesar de que su título puede asustar al ciudadano del siglo XXI con buen gusto musical, en los años setenta del siglo XX no existían el reggaetón ni sus derivadas o aberraciones, así que ‘Trap’ es una vibrante pieza de rock de sugerentes melodías que cautivan al instante y un afilado solo de guitarra. Donde no convencen ni por su ritmo pesado, ni el canto de proto-rap, ni la estructura caótica es en la final ‘Ladies Mimikry’, que es lo único flojo de este sensacional álbum que mejora con consiguientes escuchas. Quien sea un/a enamorado/a de lo que había sido Amon Düül II hasta este momento, quedará desconcertado/a ante este álbum, pero lo que debe hacer es detenerse aquí en la discografía del grupo alemán. A partir de ahora serán un grupo abierto a diversas tendencias y menos devotos del rock progresivo.