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RAMONES

RAMONES

Año de publicación: 1976 

Puntuación:

1) Blitzkrieg Bop; 2) Beat On The Brat; 3) Judy Is A Punk; 4) I Wanna Be Your Boyfriend; 5) Chain Saw; 6) Now I Wanna Sniff Some Glue;

7) I Don't Wanna Go Down To The Basement; 8) Loudmouth; 9) Havana Affair; 10) Listen To My Heart; 11) 53rd & 3rd; 12) Let's Dance;

13) I Don't Wanna Walk Around With You; 14) Today Your Love, Tomorrow The World; [BONUS TRACKS:] 15) I Wanna Be Your Boyfriend; 16) Judy Is a Punk; 17) I Don't Care; 18) I Can't Be; 19) Now I Wanna Sniff Some Glue;

20) I Don't Wanna Be Learned/I Don't Wanna Be Tamed;

21) You Should Never Have Opened That Door; 22) Blitzkrieg Bop (single version).

Hey! Ho! let's go!”. No somos nada originales si transcribimos las primeras palabras de ‘Blitzkrieg Bop’ al hablar de los Ramones, pero son su carta de presentación perfecta porque es una de las frases universales y reconocibles de toda la carrera de la banda. El nombre lo tomaron del que Paul McCartney consignaba en los hoteles durante su etapa en The Beatles para pasar inadvertido: Paul Ramone. Tras unos comienzos en los locales de moda de Nueva York (aquel CBGB del que salieron grandes nombres como Blondie o Talking Heads), finalmente obtuvieron la oportunidad de grabar su primer álbum no sin que antes ocurriera un cambio definitivo y definitorio: Joey Ramone dejó la batería que tocaba originalmente y se colocó como cantante, contratando pues un nuevo batería y dejando establecido el formato de cuarteto que mantendrían toda su vida, sin perjuicio de algunos cambios que irían sucediéndose en la formación.

 

Este disco de debut supuso toda una revolución musical dentro de su simplicidad. Recogiendo el testigo del rock'n'roll clásico de los años cincuenta, The Ramones actualizó el estilo a base de amplificar el sonido de sus instrumentos y de cantar de una manera despreocupada pero muy expresiva, todo dentro de un envoltorio sencillo de tres instrumentos y un cantante. La estructura de los temas es bastante sencilla, incluso en ‘Judy Is A Punk’ nos explican su manera de distribuir la letra: “Second verse, same as the first” o “Third verse, different from the first”. Algunas canciones se basan en una única estrofa repetida varias veces, a veces reducida a la mínima expresión de cuatro versos como en ‘Now I Wanna Sniff Some Glue’ (de impresionante riff y una letra un tanto repulsiva) o ‘Loudmouth’. Pero por mucho que la palabra “punk” aparezca asociada y citada en innumerables ocasiones cuando se hace referencia a los Ramones, que nadie se lleve a engaño pensando que aquí va a encontrar berreos y estridencias. Estamos en 1976 y todavía falta un año para que aparezcan los Sex Pistols y The Clash y ambos llenen de reivindicaciones combativas la escena musical. La potencia sonora es indiscutible en estos inicios de los Ramones, pero también hay hueco para la tranquilidad más o menos regulada de ‘Beat On The Brat’ o incluso directamente en forma de balada como en ‘I Wanna Be Your Boyfriend’.

 

Aunque a priori pueda parecer que el sonido es monótono por los elementos básicos que conforman las canciones, lo cierto es que hay un despliegue impresionante de melodías y también algún que otro riff de guitarra memorable, todo en breves composiciones que tienen una duración media de dos minutos, que convierten el disco en todo un manual de como triunfar desde la sencillez. Ello no es óbice para que encontremos alguna que otra repetición, pues por ejemplo ‘Loudmouth’ parece una reescritura menor de ‘I Don't Wanna Go Down To The Basement’. En esta última destaca la melódica línea de guitarra que aparece en el inicio y que luego se irá repitiendo varias veces. Hay un gran nivel en general y quizá salvo ‘Havana Affair’, que es menos inspirada, el resto del álbum es una sucesión de breves pero intensas canciones.

 

La versión de ‘Let's Dance’ no deja de ser un consciente homenaje hacia la época en la que se inspiraron para crear su característico sonido. De hecho, el clásico ‘Blitzkrieg Bop’ suena a lo que Eddie Cochran hubiera grabado de haber seguido con vida en los años setenta y se hubiera dado un garbeo por el CBGB de Nueva York. También hay momentos de cierta solemnidad como en la parte principal de ‘53rd & 3rd’, aunque luego el estribillo es menos brillante. Lo que era el LP original finalizaba con la gran ‘Today Your Love, Tomorrow The World’, que en primer término mantiene el mismo estilo de punk melódico general pero en su parte final se transforma en una especie de solemne himno mientras repiten el título. Eso sí, queda bien claro que las referencias nazis no tienen nada que ver con convicciones políticas sino en señalar el lado humano de aquellos soldados alemanes que fueron educados en una ideología abyecta que les creó una visión deformada de la realidad mundial.

 

Por último, en los bonus tracks encontramos un buen puñado de interesantes demos que incluyen temas que formarían parte de álbumes posteriores, como es el caso de ‘I Don't Care’ y ‘You Should Never Have Opened That Door’, así como otros inéditos como ‘I Don't Care’ y ‘I Don't Wanna Be Learned/I Don't Wanna Be Tamed’, todos ellos una buena adquisición. En el libreto del CD aparece una foto de ésas impagables, en la que aparece la banda junto a miembros de The Damned y una joven Chrissie Hynde, en Londres. En definitiva, estamos ante uno de los más grandes debuts de la historia del rock, decisivo para la dirección que tomaría la música popular en ese momento, por lo que a su brillantez melódica, su sencillez y su carácter histórico, hay que añadirle una carga sociológica importante que les convertirá en uno de los nombres importantes del final de década.

LEAVE HOME

Año de publicación: 1977 

Puntuación:

1) Glad To See You Go; 2) Gimme Gimme Shock Treatment; 3) I Remember You;

4) Oh Oh I Love Her So; 5) Carbona Not Glue; 6) Suzy Is A Headbanger; 7) Pinhead;

8) Now I Wanna Be A Good Boy; 9) Swallow My Pride;

10) What's Your Game; 11) California Sun; 12) Commando;

13) You're Gonna Kill That Girl; 14) You Should Have Never Opened That Door.

Cierto es que tras escuchar el disco de debut de los Ramones, poco más vamos a descubrir en su música. Por consiguiente, analizar un disco de ellos no resulta tampoco fácil si no se quiere caer en repeticiones. Pero la grandeza de este grupo consistió siempre en que, aun siendo esencialmente el mismo estilo y los mismos ingredientes los empleados durante su carrera, la cantidad de melodías diferentes que consiguieron hicieron que la fórmula sonara (casi) siempre fresca y pegadiza. Precisamente saber llegar a la esencia del rock es lo que les ha hecho pasar a la historia, puesto que no hacían nada diferente a lo que compositores de rock'n'roll escribían a principios de los años sesenta, pero ellos solos sabían cómo conseguirlo además de adaptarlo a sus recursos musicales y adaptándolo todo a los nuevos tiempos.

 

Si comenzáramos hablando de lo mejor del disco, podemos aseverar que ‘Gimme Gimme Shock Treatment’ contiene la quintaesencia de los Ramones, pues presenta esos acordes iniciales típicos de la banda, unas pegadizas melodías vocales en las estrofas y un estribillo simple pero efectivo, mientras la sección rítmica se deja la piel manteniendo el endiablado tempo y la guitarra de Johnny rellena todo el espacio sobrante con gusto y sin complejos por la escasa técnica. Con el mismo calificativo podría denominarse ‘California Sun’, donde la marcada percusión de los fragmentos instrumentales crea una sensación de himno que se enfatiza con la manera de cantar de Joey, alternándose con la guitarra hasta llegar al pegadizo estribillo que deja una sensación de perfección pop asombrosa. Uno de los mejores comienzos lo tiene ‘Now I Wanna Be A Good Boy’ con esa potente conjunción de marcada batería y acordes de guitarra. Luego no baja el nivel y la guitarra mantiene el interés con diversos cambios de registro. Aun así, la mejor canción de todas es sin duda ‘You Should Have Never Opened That Door’, pues emplean por fin y con fenomenal efecto las armonías mientras suena el estribillo y puede escucharse a los coros cantando “Opened that door”.

 

Como no podían faltar los parecidos razonables, y menos tratándose de los Ramones, cabe señalar que ‘Oh Oh I Love Her So’ es la reescritura de ‘Chain Saw’ si nos atenemos a las estrofas principales. Por otro lado, cuando comenzamos a escuchar ‘Swallow My Pride’ nos viene inmediatamente a la mente ‘Beat On The Breat’, aunque luego consigue diferenciarse, sobre todo en esa manera de entonar el título en el estribillo. ‘Suzy Is A Headbanger’ sería la actualización del sonido del mítico Eddie Cochran, eufemismo para denominar la imitación que hacen de él.

 

En cualquier caso, el único problema que presenta este álbum es que algunas de sus canciones parecen puramente relleno, como pudiera ser ‘What's Your Game’ o ‘Commando’. ‘Glad To See You Go’ casi podría catalogarse como descarte del disco de debut. Aunque salvo ‘You're Gonna Kill That Girl’, que queda bastante floja por su excesiva repetición del título, puede decirse que no hay ningún patinazo y todas las canciones pueden escucharse con agrado. Tampoco podían faltar las baladas y aquí tenemos ‘I Remember You’, de mal rematado estribillo aunque tampoco sea preocupante.

 

En la edición Deluxe de este álbum encontramos un segundo disco con un concierto de la banda de diciembre de 1976, que únicamente sirve de documento de la velocidad con que despachaban los temas, todavía más rápido que en los álbumes de estudio, además de comprobar cómo cada canción viene precedida de un irritante “one, two, three, four!!!” para que todos arranquen, algo que resulta molesto por haber de escucharlo en prácticamente cada tema. También encontramos una canción de estudio, ‘Babysitter’, que se acerca más a la balada y suena muy bien.

ROCKET TO RUSSIA

Año de publicación: 1977 

Puntuación:

1) Cretin Hop; 2) Rockaway Beach; 3) Here Today, Gone Tomorrow; 4) Locket Love;

5) I Don't Care; 6) Sheena Is A Punk Rocker; 7) We're A Happy Family;

8) Teenage Lobotomy; 9) Do You Wanna Dance?; 10) I Wanna Be Well;

11) I Can't Give You Anything; 12) Ramona; 13) Surfin' Bird;

14) Why Is It Always This Way;

[BONUS TRACKS:] 15) Needles & Pins; 16) Slug; 17) It's a Long Way Back to Germany; 18) I Don't Care (Single version); 19) Sheena Is A Punk Rocker (Single version).

Tercer disco de mismo sonido y mismo propósito de la banda, en la que se atisba algo más de inspiración a la hora de plasmar melodías originales dentro del envoltorio retro actualizado en que basaban el armazón instrumental de acompañamiento. A estas alturas ya habían aparecido los Sex Pistols en el Reino Unido y los Ramones quedaban como el enlace más evidente entre el sonido antiguo y el nuevo dentro del movimiento rock, bautizado como punk en esta vertiente.

 

La música de la banda ya está más que formalizada y simplemente dejan fluir su conocimiento y su experiencia para ofrecernos otra tanda de fortaleza mezclada con elegancia. ‘Rockaway Beach’ nos trae a los Ramones actualizando el sonido de los Beach Boys surferos de los primeros años sesenta. De hecho, más adelante podemos encontrar una versión de ‘Do You Wanna Dance?’, tema que los segundos grabaron también en su época pre-Pet Sounds. Aunque para versión electrizante está la del cachondo tema de ‘Surfin' Bird’, aquí en una interpretación que mejora al original en tanto que supera esa barrera de la broma y la parodia y ya no nos podemos imaginar a nadie más que a los Ramones cantando esta demostración de desenfado sin rebajar la profesionalidad. No podía faltar tampoco en esta ocasión otro nuevo homenaje en cuanto a la emulación del estilo de Eddie Cochran con la pegadiza ‘Sheena Is A Punk Rocker’.

 

Una de las canciones más serias que grabaron fue sin duda ‘Here Today, Gone Tomorrow’, poseedora de un sonido consistente sin arrebatos de energía como es lo habitual en la banda. Más o menos el mismo tono presenta ‘Ramona’, si bien ésta suena aburrida en comparación. Por otro lado, la simplicidad tan efectiva de la que hacían justificada gala los Ramones, aquí por momentos se acerca al límite de lo tolerable sobre todo por la deplorable letra de ‘I Wanna Be Well’, solo salvada gracias al toque de humor de Joey cuando canta: “I want my LSD, golly gee, DDT”.

 

La guitarra de ‘I Don't Care’ suena mucho más estridente que en la demo que podíamos escuchar como bonus track en la reedición en CD del disco de debut, pero eso le imprime una fuera inusitada para ser la canción de menor duración, poco más de minuto y medio. Aunque la verdadera píldora de energía llega con la acelerada ‘We're A Happy Family’, donde la letra está algo más elaborada de lo normal y parece querer rememorar, salvando las distancias, las diatribas entretenidas de Dylan de temas como ‘Subterranean Homesick Blues’. Es innegable el gancho que tiene el simple estribillo donde repiten el título, además de un carácter cíclico en su estructura que le permitiría durar dos minutos más sin perder nada de su poderío.

 

En los bonus tracks, además de las versiones en single de ‘I Don't Care’ y ‘Sheena Is A Punk Rocker’ (que presentan en este formato un sonido más cristalino), encontramos una olvidable versión del tema popularizado por los olvidados The Searchers ‘Needles And Pins’, que aparecería en el siguiente disco Road To Ruin; la inédita y enérgica demo de ‘Slug’; y la cara B de single ‘It's a Long Way Back to Germany’, más discreta y de estilo pausado.

 

Tras la grabación de este álbum surgirían las primeras tensiones fuertes en el interior de la banda, pero no debido a la discrepancia ideológica entre Joey y Johnny, sino que fue el batería Tommy Ramone quien decidió que quería dejar de tocar y de irse de gira, por lo que pasaría a las tareas de producción ante la insistencia de sus compañeros de que no abandonara. En cualquier caso, en un grupo como The Ramones tampoco resultaba relevante quien tocara la batería, todavía menos que en The Beatles, que ya es decir bastante.

ROAD TO RUIN

Año de publicación: 1978 

Puntuación:

1) I Just Want To Have Something To Do; 2) I Wanted Everything;

3) Don't Come Close; 4) I Don't Want You; 5) Needles And Pins; 6) I'm Against It;

7) I Wanna Be Sedated; 8) Go Mental; 9) Questioningly; 10) She's The One;

11) Bad Brain; 12) It's A Long Way Back;

[BONUS TRACKS:] 13) I Want You Around; 14) Rock'n'Roll High School;

15) Blitzkrieg Bop/Teenage Lobotomy/California Sun/Pinhead/She's The One (Live); 16) Come Back, She Cried aka I Walk Out; 17) Yea, Yea.

Este álbum representa de alguna manera el refinamiento del sonido de la banda, pues sus miembros parecen ser conscientes de cuáles son sus puntos fuertes y qué es lo que debían evitar, facturando así un disco impecable que de lo único que puede adolecer es de la frescura del gran disco de debut, algo inevitable. También podemos observar detalles novedosos en algunas canciones, como si ya no tuvieran miedo de hacer pruebas para ver lo que puede encajar y lo que no, si bien son detalles muy puntuales, puesto que la palabra experimentación y Ramones forman más bien un oxímoron. Podemos escuchar por primera vez al nuevo batería, bautizado como Marky Ramone, aunque la diferencia respecto al anterior, Tommy, no es significativa. Este último cambiaría el asiento de la batería por otro situado en la mesa de mezclas, puesto que haría las funciones de productor. Tampoco es que este cambio sea significativo, aunque el sonido parece más cristalino que nunca.

 

Si en el disco anterior catalogábamos un par de canciones como “serias”, ello no era más que la constatación de que algo estaba cambiando en el seno de la banda. Así, con el mismo calificativo comienzan este álbum mediante ‘I Just Want To Have Something To Do’, un rock de sonido compacto donde se optimiza al máximo la palabra “tonight” en su estribillo y para añadir nueva energía antes de cada retorno de estrofa añaden ese “Wait! Now!” acompañado de unos fieros acordes de guitarra.

 

‘I'm Against It’ es otro de esos temas que contienen la quintaesencia de la banda, donde la fortaleza guitarrera se acentúa en el reivindicativo estribillo donde simplemente se repite el título pero de manera muy convincente, como solo sabía hacerlo Joey. Es de los más fieros del álbum, junto a otras píldoras de adrenalina como ‘I Don't Want You’ o ‘Bad Brain’, esta última con una parte de guitarra muy elaborada, o sea, para lo que son los cánones de los Ramones.

 

De esos detalles novedosos que nombrábamos al principio, uno de los más destacables es el sonido de guitarra tipo slide en ‘Questioningly’, como si hubieran invitado a George Harrison al estudio de grabación. Otra canción que hubiera podido sonar al Harrison de los primeros Beatles por estar interpretada originalmente (por los Searchers) con la guitarra de doce cuerdas es la versión de ‘Needles And Pins’, que aquí suena bien y poco más. El que podemos bautizar a estas alturas como “momento Eddie Cochran” llega en la pegadiza ‘I Wanna Be Sedated’, poseedora de la mayor grandeza recogida de ese estilo de rock de finales de los años cincuenta. Tampoco se olvidan de los Beach Boys, aquí emulados en la melódica ‘She's The One’, que cualquiera podría imaginar engrandecida por los coros de aquéllos.

 

En los bonus tracks encontramos un ejemplo de la endiablada ejecución en directo que realizaban los Ramones en sus conciertos, mediante un corte de poco más de diez minutos donde van descargando varias de sus canciones sin apenas descanso y sin despeinarse. El siguiente disco que publicaron fue un directo, donde tendremos ocasión de comprobar la energía real de la banda.

IT'S ALIVE

Año de publicación: 1979 

Puntuación:

1) Rockaway Beach; 2) Teenage Lobotomy; 3) Blitzkrieg Bop; 4) I Wanna Be Well;

5) Glad To See You Go; 6) Gimme Gimme Shock Treatment;

7) You're Gonna Kill That Girl; 8) I Don't Care; 9) Sheena Is A Punk Rocker;

10) Havana Affair; 11) Commando; 12) Here Today, Gone Tomorrow; 13) Surfin' Bird; 14) Cretin Hop; 15) Listen To My Heart; 16) California Sun;

17) I Don't Wanna Walk Around With You; 18) Pinhead; 19) Do You Wanna Dance?; 20) Chainsaw; 21) Today Your Love, Tomorrow The World;

22) I Wanna Be A Good Boy; 23) Judy Is A Punk; 24) Suzy Is A Headbanger;

25) Let's Dance; 26) Oh, Oh, I Love Her So; 27) Now I Wanna Sniff Some Glue;

28) We're A Happy Family.

Escuchar un disco en directo de los Ramones no es en sí mismo una experiencia que nos vaya a hacer descubrir nada nuevo. Dada la limitación técnica que tenían como músicos y la sencillez de su música, no podían sino ceñirse a lo que ya habían tocado en los discos de estudio. Es necesario reconocer que esas limitaciones las suplen con más fuerza, mayor velocidad y un enorme entusiasmo que transmiten en todo momento. La mayor velocidad que imprimen en las interpretaciones queda clara con solo echar un vistazo al número de canciones incluidas y comprobar que, vista la duración real del disco, la media de duración de las canciones no llega a los dos minutos. Lo más curioso de todo es que originalmente se trataba de un doble LP.

 

¿Y qué se puede decir de unas interpretaciones que en esencia son exactamente iguales que las versiones de estudio? Pues realmente nada. La velocidad extra consigue darle mayor dinamismo al concierto, pues no acabamos de cogerle el gusto a un tema que ya se ha pasado al siguiente, sin respiro en algunas ocasiones. Por ejemplo, ‘Now I Wanna Sniff Some Glue’ y ‘Judy Is A Punk’ duran ambas poco más de un minuto. Del repertorio puede destacarse ‘Today Your Love, Tomorrow The World’, que hasta parece diferente porque Joey canta con una voz más amigable, y la traca final de ‘We're A Happy Family’, donde el grupo al completo parece dar lo mejor de sí.

 

¿Qué más puede añadirse? Pues que la calidad de sonido es muy buena y Johnny no extravía ni un solo acorde. La música es sencilla pero hay que estar muy atento para seguir el ritmo a estos chicos. Puede tomarse en definitiva como una recopilación de grandes éxitos en directo y como el documento definitivo de que los Ramones en directo eran una banda muy impactante, tanto en la imagen como en la potente música interpretada.

END OF THE CENTURY

Año de publicación: 1980 

Puntuación:

1) Do You Remember Rock'n'Roll Radio?; 2) I'm Affected; 3) Danny Says;

4) Chinese Rock; 5) The Return Of Jackie And Judy; 6) Let's Go; 7) Baby, I Love You;

8) I Can't Make It On Time; 9) This Ain't Havana; 10) Rock'n'Roll High School;

11) All The Way; 12) High Risk Insurance;

[BONUS TRACKS:] 13) I Want You Around; 14) Danny Says (demo);

15) I'm Affected (demo); 16) Please Don't Leave (demo); 17) All The Way (demo);

18) Do You Remember Rock'n'Roll Radio? (demo).

Muchísimas ganas tenían estos chicos de alcanzar un éxito masivo, tantas que la idea que tuvieron fue aliarse con el productor (chalado) Phil Spector para que potenciara las composiciones de corte clasista de la banda, habiendo sido él toda una referencia a principios de la década de los sesenta. Spector conservaba todavía un aura de prestigio por haber producido durante los setenta a artistas tan importantes como John Lennon, George Harrison o Leonard Cohen, con resultado dispar. Para la ocasión, tal como era habitual en esas antiguas grabaciones de los primeros sesenta, introdujo músicos de sesión para complementar o incluso sustituir a los miembros de los Ramones. Es el riesgo que asumieron contratando a un productor tan personalista.

 

Spector no era tonto y la manera que tuvo de asegurarse alguna moneda extra en el futuro fue meter una versión de ‘Baby, I Love You’, canción de su autoría y que perteneció al repertorio de su conjunto comercial femenino de los sesenta, The Ronettes. Pero el violín es probablemente el último instrumento que esperamos oír en un disco de los Ramones. Muchísimo mejor queda la balada ‘Danny Says’, bien embellecida por los arreglos que le otorgan un aire de solemnidad inaudito hasta la fecha. Solo hay que compararla con la demo de los bonus tracks para verificar lo apropiado de los arreglos. Hay que ser justos y reconocer que en general el sonido de los Ramones sale beneficiado por la producción, aunque modifique los cánones por los que se regía el sonido de la banda. El espectacular inicio de ‘Do You Remember Rock'n'Roll Radio?’ ha pasado a la historia, básicamente por el empleo de la potente percusión en la introducción, aunque después transita de manera más calmada y en estilo rockabilly potenciado por los vientos. No tan pomposo pero igual de espectacular es el inicio de ‘I'm Affected’, donde se potencian esas cuatro notas de guitarra en consonancia con la batería, que unidas a la voz con efecto de eco transmiten una incertidumbre inquietante.

 

Pero hay momentos de sencillez desarrollados con una energía desaforada al más puro estilo Ramones, como es el caso de ‘Let's Go’, ‘High Risk Insurance’ o ‘Chinese Rock’. En cambio, ‘The Return Of Jackie And Judy’ es una floja e innecesaria reescritura de ‘Judy Is A Punk’, que nada aporta salvo rellenar espacio. Hay un par de canciones más (‘I Can't Make It On Time’ y ‘This Ain't Havana’) que suenan bien pero que se olvidan rápidamente. Pero siguen habiendo cosas positivas, como el momento “Eddie Cochran”, que siempre esperamos en un disco de los Ramones, aquí en la forma de ‘Rock'n'Roll High School’, donde se lanzan diatribas antiescolares como si no hubiera mañana (“Well I don't care about History”). También puede destacarse el gran comienzo de ‘All The Way’, casi un apartado diferenciado del resto del tema, además de sus coros bien empleados.

 

En los bonus tracks podemos escuchar las demos de algunas de estas canciones, sin Phil Spector por medio. También encontramos la balada tipo Beach Boys ‘I Want You Around’ y una demo que no pasó de ese estado titulada ‘Please Don't Leave’, que no hubiera desentonado en este señalado álbum. Sobra decir que los Ramones siguieron sin disfrutar de las mieles del éxito. Parte de la culpa también la tendrá la portada, donde la imagen de los cuatro Ramones no es precisamente carismática. Si el bajista se cambiara la camiseta negra por una verde, parecerían disfrazados de Parchís. Aunque estemos ante un gran disco, el alejamiento del sonido típico de la banda hizo que los nuevos fans no compensaran a los antiguos que se dieron por decepcionados.

PLEASANT DREAMS

Año de publicación: 1981 

Puntuación:

1) We Want The Airwaves; 2) All's Quiet On The Eastern Front;

3) The KKK Took My Baby Away; 4) Don't Go; 5) You Sound Like You're Sick;

6) It's Not My Place (In The 9 To 5 World); 7) She's A Sensation; 8) 7-11;

9) You Din't Mean Anything To Me; 10) Come On Now; 11) This Business Is Killing Me; 12) Sitting In My Room;

[BONUS TRACKS:] 13) Touring (1981 version); 14) I Can't Get You Out of My Mind;

15) Chop Suey (alternate version); 16) Sleeping Troubles (demo);

17) Kicks To Try (demo); 18) I'm Not An Answer (demo);

19) Stares In This Town (demo).

En el disco anterior comentamos, medio en broma medio en serio, que la portada también habría tenido algo de culpa en las ventas más bajas de lo esperado. En esta ocasión, la portada es todavía peor, quizá la peor de toda su discografía oficial. Por otro lado, si después de la experiencia con Phil Spector de productor alguien pensaba que volverían de nuevo a sus raíces, por el contrario se hicieron con los servicios de un gran conocedor del mundo pop como Graham Gouldman, gran compositor de los sesenta y miembro de los inteligentes 10cc, quienes para 1981 ya habían perdido a dos de sus más valiosos componentes (Godley y Creme) y estaban inmersos en su fase más lamentable. Lo que hubiera sido curioso, sin lugar a dudas, es haber mezclado a los Ramones con la producción de precisamente Godley y Creme, experimentales e imprevisibles.

 

Pero dejémonos de elucubraciones y pasemos a descubrir lo que surgió de esta nueva unión de espíritus dispares. El mejor ejemplo de esta unión Ramones/Gouldman es sin duda ‘It's Not My Place (In The 9 To 5 World)’, no tan solo por la inclusión del sonido del despertador al inicio o por el sonido marcadamente pop, sino especialmente por esa nueva y memorable sección que llega a los 1:35. Hasta este momento, nunca se había visto en los Ramones que juntaran dos canciones en una, algo por otro lado muy habitual en los mejores 10cc. También comprobamos lo compactos y profesionales que suenan en la descomunal ‘We Want The Airwaves’, toda una declaración de intenciones de las ganas que tenían de triunfar. En cambio, ‘You Sound Like You're Sick’ no hubiera encajado nada mal en el disco de debut, en este caso algo dulcificada por la producción que hacen que Joey cante más suave y la batería y la guitarra suenen menos salvajes. Otras decisiones como la adición del órgano en ‘Come On Now’ podrían ser algo discutibles puesto que de esa manera suenan igual que Blondie, pero en una buena acepción de éstos, así que tampoco debería suponer ningún problema. Quedaría muy bien si Debbie Harry, que aparece en los créditos del álbum, hubiera participado en los coros de esta canción. Y es que también participaron las chicas de B-52's y uno de los hermanos Mael de Sparks. Como si Gouldman hubiera buscado que el sonido New Wave impregnara la música de los Ramones.

 

Por otro lado, ‘The KKK Took My Baby Away’ siempre tendrá el aliciente de ser, según los rumores, una púa de Joey hacia Johnny (un republicano de los duros) por haberle quitado la novia. Es quizá lo único reseñable de un tema musicalmente más discreto. Hay quizá demasiadas canciones de relleno, algo por otra parte casi inevitable en una banda como los Ramones, con ejemplos como ‘She's A Sensation’, ‘All's Quiet On The Eastern Front’ (donde la voz de Dee Dee como contrapunto no es precisamente una buena idea, pues posee un timbre que denota falta de vitaminas y exceso de otras sustancias), el lamentable estribillo que remata ‘Don't Go’ o los escesivos “oh no” de ‘This Business Is Killing Me’.

 

Mediante ‘7-11’ por fin vuelven a ofrecernos una gran balada, en la que de paso homenajean a los Beach Boys y a ellos mismos al citar también ‘Blitzkrieg Bop’, aunque lo mejor es su elaborado estribillo respecto a los cánones típicos de los Ramones (“We was young and in love”). Mirando de igual manera hacia el pasado, ‘You Din't Mean Anything To Me’ suena en su parte instrumental como esas canciones de principios de los sesenta, sobre todo por esa melodía que suena tras cada estribillo. ‘Sitting In My Room’ no quedaría muy lejos de esa misma época, con su alegre riff de guitarra y su jovial parte vocal.

 

En los bonus tracks no encontramos nada que pueda subir el nivel general del disco, pero sí pueden destacarse la seria ‘I Can't Get You Out of My Mind’ (y sus jaggerianas líneas “And I try, and I try”), el estribillo de ‘Sleeping Troubles’ y las más incisivas ‘I'm Not An Answer’ y ‘Stares In This Town’. Eso sí, ‘Chop Suey’ suena más floja y en ella podemos escuchar al dúo femenino de las B-52's haciendo los coros y pasándolo bien a costa del oyente, más bien.

 

En cualquier caso, este álbum volvió a ser un fracaso comercial porque no convenció a las generaciones más jóvenes y los que habían vibrado con los inicios de la banda tampoco la reconocían en un sonido tan pulcro y en bastantes momentos cercanos al pop. Los Ramones entraban en un período de incertidumbre respecto a qué camino debían tomar para lograr el ansiado éxito, aunque su trayectoria no deja de ser una continuada repetición de fracasos comerciales, que no tanto de crítica, aunque tampoco fueron muy condescendientes con ellos los periodistas musicales contemporáneos.

SUBTERRANEAN JUNGLE

Año de publicación: 1983 

Puntuación:

1) Little Bit O'Soul; 2) I Need Your Love; 3) Outsider; 4) What'd Ya Do;

5) Highest Trails Above; 6) Somebody Like Me; 7) Psycho Therapy;

8) Time Has Come Today; 9) My-My Kind Of A Girl; 10) In The Park; 11) Time Bomb; 12) Everytime I Eat Vegetables It Makes Me Think Of You.

Cansados de los productores de prestigio, para este nuevo álbum se hicieron con otros más maleables y Johnny cogió su fusil… o sea, las riendas de la situación para hacer un disco más guitarrero y acorde a la idea que tenía él de lo que debía ser la banda. Una de las medidas que se tomaron fue que el batería Marky Ramone no acabaría las sesiones de grabación. En cualquier caso, apenas nada se mejoró aquí porque en primer lugar el nivel compositivo no estuvo al buen nivel habitual, así que la sustitución del batería no resultaba nada relevante. Que un disco de los Ramones comience con dos versiones no es una buena carta de presentación y menos cuando son lo peor del álbum. La primera de ellas es una oscura canción que se recuperó en el legendario recopilatorio de música independiente de los sesenta Nuggets. Aquí en España nos resulta familiar porque las famosas cuatro notas que introducen ‘Little Bit O'Soul’, que son su único gancho, fueron copiadas por Fórmula V para su éxito playero ‘Eva María’. La falta de ideas es evidente y hasta clarividente si atendemos a que ‘Somebody Like Me’ es una descarada reescritura de ‘Blitzkrieg Bop’, además de que ‘Psycho Therapy’ recuerda sospechosamente a ‘We're A Happy Family’, uno de los grandes temas de Rocket To Russia.

 

Como Joey había perdido poder de decisión en la banda, baladas hay pocas, pero como es el caso de ‘My-My Kind Of A Girl’, sigue sonando a ese estilo de los primeros sesenta, con voces de coro en falsete incluidas. La otra balada que encontraremos es la floja versión de ‘I Need Your Love’. Una tercera versión de una composición ajena (tres en un mismo álbum, lo nunca visto) la encontramos en ‘Time Has Come Today’, la única canción que supera los cuatro minutos y que suena bien sin mayor relevancia.

 

Una de las mejores canciones es la más pop ‘Outsider’, donde Dee Dee vuelve a cantar algunas partes (es una composición suya) pero al menos no parece estar bajo ningún tipo de síndrome esta vez. Y es que parecía que después de las últimas experiencias con Phil Spector y Graham Gouldman, el gusto por el pop no había desaparecido y así encontramos otros buenos ejemplos como ‘Time Bomb’ o la más discreta ‘Everytime I Eat Vegetables It Makes Me Think Of You’. En ‘What'd Ya Do’ lo mejor es la transformación que sufre llegado casi el primer minuto, donde la batería se vuelve más pop y llegan luego un par de solos de guitarra de los mejores que haya ejecutado Johnny. Los Ramones más cañeros que siempre estamos esperando pueden encontrarse aquí en su mejor vertiente en dos composiciones de Dee Dee: la seria ‘Highest Trails Above’ y la más punk ‘In The Park’.

 

La valoración queda muy justita e incluso en un día malo podría ser inferior porque la primera impresión no es muy buena, pero realmente es un disco que puede escucharse con agrado aunque tenga momentos demasiado flojos, sobre todo comparado con todo lo que habían publicado hasta esa fecha. En cualquier caso, este álbum no es más que el síntoma de que las ideas se estaban acabando y que, de no remediarlo, se enfilaba un descenso creativo de resultado incierto.

TOO TOUGH TO DIE

1) Mama's Boy; 2) I'm Not Afraid Of Life; 3) Too Tough To Die; 4) Durango 95;

5) Wart Hog; 6) Danger Zone; 7) Chasing The Night;

8) Howling At The Moon (Sha-La-La); 9) Daytime Dilemma (Dangers Of Love);

10) Planet Earth 1988; 11) Human Kind; 12) Endless Vacation; 13) No Go;

[BONUS TRACKS:] 14) Street Fighting Man; 15) Smash You;

16) Howling At The Moon (Sha-La-La) (Demo);

17) Planet Earth 1988 (Dee Dee vocal version);

18) Daytime Dilemma (Dangers Of Love) (Demo); 19) Endless Vacation (Demo);

20) Danger Zone (Dee Dee vocal version); 21) Out Of Here; 22) Mama's Boy;

23) I'm Not an Answer; 24) Too Tough To Die (Dee Dee vocal version);

25) No Go (Demo).

Puntuación:

Año de publicación: 1985 

Así pues, tenemos para esta ocasión a un nuevo batería figurante, Richie Ramone, y la vuelta a la producción del primer batería, Tommy Ramone. Esta segunda novedad es la más relevante porque el sonido de la banda se dirige más hacia lo que fueron sus orígenes. El peso de la composición recae en Dee Dee, puesto que Joey parecía estar en baja forma y a Johnny no se le podía pedir que compusiera porque eso quizá sobrepasaba su capacidad intelectual. Así pues, Dee Dee había asumido el control de la banda y, por tanto, ¿por qué no iba él a cantar también? Y eso es lo que tenemos en la horrorosa ‘Endless Vacation’, una pieza de vulgar trash con un berreo de parte vocal. Al menos en ‘Wart Hog’ no desentona tanto su molesta voz y el estribillo tiene fuerza por sí mismo. Algo ocurría en el seno de la banda cuando se pasaba de grabar versiones de composiciones ajenas a dejar que el bajista adicto tomara las riendas del destino de los Ramones.

 

Desgraciadamente, el nivel compositivo no es más flojo de lo habitual, como si mantuvieran la línea descendiente iniciada en Subterranean Jungle. De hecho, ‘Durango 95’ es un brevísimo instrumental que dentro de este mediocre álbum representa un alivio. Las pocas canciones que pueden destacarse no llegan a las glorias pasadas. Así, ‘I'm Not Afraid Of Life’, ‘Danger Zone’ y ‘Human Kind’  pueden agradar a los seguidores de la banda pero no conseguirán convencer a quienes se aproximen por primera vez a los Ramones. También puede señalarse ‘No Go’ como ejemplo de estilo rockabilly actualizado. En cualquier caso, tampoco podía olvidarse del todo el lado más pop aportado por Joey, aunque ‘Chasing The Night’ y ‘Daytime Dilemma (Dangers Of Love)’ ya no enseñan nada nuevo. Ambas están bien construidas y es precisamente Joey quien les da algo de vida en el estribillo.

 

Canciones como ‘Mama's Boy’ o la que da título al disco parece que llegan a un nivel aceptable hasta que llega un tosco estribillo que hace desaparecer todo el encanto. De hecho, hasta Dee Dee lo hace mejor como cantante en ‘Too Tough To Die’, tal como podemos comprobar en la versión alternativa de los bonus tracks, puesto que Joey no suena muy convincente en ella. Peor todavía es cuando a estas alturas comienzan un tema con un vulgar “sha-la-la”, como ya avisan en el descriptivo título ‘Howling At The Moon (Sha-La-La)’.

 

En los bonus tracks encontramos sobre todo demos de las canciones incluidas aquí, que no añaden nada nuevo a lo ya escuchado, más algunas sorpresas. Ya no son las versiones alternativas cantadas por Dee Dee (aunque la inédita ‘I'm Not an Answer’ no está mal), sino ¿quién hubiera imaginado que los Ramones se lanzarían a realizar una versión de los Rolling Stones? El resultado no podría ni siquiera igualarse al original, así que queda como curiosidad la versión tosca de ‘Street Fighting Man’. También encontramos la mejor canción de todo el álbum, un fantástico descarte titulado ‘Out Of Here’ que probablemente fue desechado por recordar al estilo de los discos anteriores en vez de a sus raíces punk. Pero presenta una construcción precisa, una ejecución seria y, lo más importante, grandes melodías sobre todo gracias a la fenomenal interpretación vocal de Joey y a las diversas partes de guitarra. Nada que ver con la mediocridad que sobrevuela este disco y que ya a mediados de los ochenta condenaban a los Ramones a un ostracismo que anteriormente no merecían y que ahora se antojaba inevitable.

ANIMAL BOY

Año de publicación: 1986 

Puntuación:

1) Somebody Put Something In My Drink; 2) Animal Boy; 3) Love Kills; 4) Apeman Hop; 5) She Belongs To Me; 6) Crummy Stuff;

7) My Brain Is Hanging Upside Down (Bonzo Goes To Bitburg); 8) Mental Hell;

9) Eat That Rat; 10) Freak Of Nature; 11) Hair Of The Dog;

12) Something To Believe In.

En la misma línea del disco anterior, los Ramones seguían con la mirada puesta en sus orígenes, buscando ese sonido básico y directo que al menos les hiciera sentirse satisfechos aunque no consiguieran el ya quimérico éxito de ventas deseado. Así pues, tenemos una especie de Too Tough To Die, Part 2, donde nada nuevo encontraremos y que los deja a la altura de cualquier banda de rock vulgar y corriente. Esa vulgaridad se refleja por ejemplo en ‘She Belongs To Me’, la típica balada ñoña que haría cualquier banda que quisiera emular de una manera nada original las baladas de principios de los sesenta, aquí empobrecida más todavía por el sonido sintético del sintetizador.

 

Dee Dee no ha aprendido de errores pasados y se lanza de nuevo a cantar en las deplorables ‘Love Kills’ y ‘Eat That Rat’. Cualquier atisbo de poder salvar estos temas queda completamente cerrado ante una lamentable voz que transmite más molestia que otra cosa, especialmente en la segunda de estilo trash. El sonido trash es demasiado vulgar por sí mismo y mediante ‘Animal Boy’ los Ramones lo confirman, puesto que lo único aceptable es el puente pausado que desentona con el resto del tema.

 

Hay bastantes canciones que pasan sin mayor pena ni gloria, puesto que suenan bien pero se olvidan rápidamente, tal como ocurre con ‘Crummy Stuff’, ‘Hair Of The Dog’ o ‘My Brain Is Hanging Upside Down (Bonzo Goes To Bitburg)’, por mucho que esta última sea un ataque a Ronald Reagan por su visita al cementerio alemán de Bitburg, donde yacían sepultados muchos soldados nazis. Por muy inocente o forzada que pueda sentirse una persona a seguir órdenes para no perder su propia vida, la visita a ese cementerio se podría entender únicamente como un reconocimiento inmerecido a una actitud cobarde que además derivó en un genocidio. No hay inocencia posible por la inacción ante la muerte.

 

Al menos añaden un punto de humor al añadir voces africanas en la introducción de ‘Apeman Hop’, además de algunos gritos tribales que se escuchan durante el estribillo. Por otra parte es uno de los temas destacados al recoger la energía primigenia de la banda y aprovecharla con acertadas melodías. Tampoco puede destacarse mucho más, pero sí hay que reconocer lo compacta que suena ‘Mental Hell’, de los pocos momentos en que suenan como una banda con solera y no como unos novatos, o la gloria pop de ‘Something To Believe In’, una manera de finalizar el disco con buena imagen, aunque con los sintetizadores y las campanas no parezcan ellos mismos.

 

Por otro lado, el batería Richie Ramone tiene la oportunidad de colar una composición suya, ‘Somebody Put Something In My Drink’, que incluso posee el honor de abrir el álbum. La canción no está mal pero tampoco destaca por nada en especial, solamente la voz un tanto cascada que se sitúa más cerca del horror de Dee Dee que de la voz de Joey, por lo que probablemente esté cantada por el batería. Aunque parece ser que se trata del propio Joey, quien volvería a hacer lo mismo en la floja ‘Freak Of Nature’, realizando una penosa interpretación que no está a la altura de su valía. Ambas canciones hubieran mejorado notablemente de haberlas cantado con su voz natural.

 

Probablemente sea este álbum más flojo que el anterior, pero no con la diferencia suficiente como para evaluarlo con menor calificación. Los Ramones se han implantado en la mediocridad y el desgaste físico que iban acumulando con los años no daba esperanzas de conseguir alguna mejora en el aspecto creativo. Siempre fueron un grupo predecible en el sentido de que intentaron hacer aquello que mejor sabían o que más les gustaba, pero el mundo del rock implica avance y superación, o de otra manera se acaba como una vieja gloria tipo Carl Perkins o Jerry Lee Lewis.

HALFWAY TO SANITY

Año de publicación: 1987 

Puntuación:

1) I Wanna Live; 2) Bop 'Til You Drop; 3) Garden Of Serenity; 4) Weasel Face;

5) Go Lil' Camaro Go; 6) I Know Better Now; 7) Death Of Me; 8) I Lost My Mind;

9) A Real Cool Time; 10) I'm Not Jesus; 11) Bye Bye Baby; 12) Worm Man.

Con cada nuevo álbum, los Ramones se dirigían más a sus orígenes pero al mismo tiempo se iban convirtiendo en un vestigio de sí mismos, por muy paradójico que parezca. La falta de creatividad y las tensiones internas iban haciendo mella en el grupo, que únicamente coloca el piloto automático y se dedica a hacer lo mismo de siempre pero con menos gracia y frescura.

 

De lo mejor de este disco lo tenemos justo al principio, por lo que nos puede dar vanas esperanzas de que han vuelto por la puerta grande. Cuando escuchamos la melodía de teclado que acompaña el estribillo de ‘I Wanna Live’, nos hace pensar si los Ramones no se habrían fijado en el Bruce Springsteen de Born In The U.S.A. para intentar conseguir algo de éxito. Justo a continuación, ‘Bop 'Til You Drop’ nos vuelve a proporcionar otra remesa de fieros acordes de guitarra como en los buenos tiempos. El magnífico inicio de guitarra de ‘Garden Of Serenity’ nos hace pensar que estamos ante otra gran composición de la banda, pero luego se desarrolla de manera mucho más convencional y esa parte de guitarra es lo único interesante de este tema. Como si se hubieran especializado solamente en inicios impactantes, en ‘I Know Better Now’ también sorprende ese inicio de percusión prominente; o el incisivo ritmo de ‘Worm Man’, aunque ambas no ofrecen ya mucho más.

 

A partir de aquí, ya va todo en descenso sin remedio. Ni siquiera provoca nada especial que en ‘Go Lil' Camaro Go’ participe en los coros Debbie Harry, la cantante de Blondie, grupo que se había disuelto unos años antes y que todavía tardaría muchos más en volver. El tema es tan convencional y tan marcadamente pop que queda como una rareza olvidable. Realmente no es hasta que llegamos a ‘Death Of Me’ que encontramos otro tema a la altura de la banda, con un riff reconocible aunque suena a reciclado. Por el camino nos queda un tranquilo pop surfero decente (‘A Real Cool Time’) y una empalagosa, edulcorada y trillada balada sesentera: ‘Bye Bye Baby’.

 

El espectáculo de Dee Dee como un Sinatra acabado de vomitar al menos lo tenemos aquí solo en una ocasión con ‘I Lost My Mind’. Aunque de nada sirve que Dee Dee no cante más canciones si luego Joey le imita en ‘I'm Not Jesus’, pues la vulgarización extrema de la voz es idéntica. ‘Weasel Face’ es también un berreo continuo pero al menos la parte instrumental suena interesante y potente, lo cual tampoco es mucho consuelo porque tampoco nos están descubriendo nada nuevo. El peor disco de los Ramones hasta la fecha iniciaba un periplo descendente que ya se estaba previendo desde hacía tiempo.

BRAIN DRAIN

Año de publicación: 1989 

Puntuación:

1) I Believe In Miracles; 2) Zero Zero Ufo; 3) Don't Bust My Chops;

4) Punishment Fits The Crime; 5) All Screwed Up; 6) Palisades Park; 7) Pet Sematary; 8) Learn To Listen; 9) Can't Get You Outta My Mind; 10) Ignorance Is Bliss;

11) Come Back, Baby; 12) Merry Christmas (I Don't Wanna Fight Tonight).

Álbum extraño porque el bajista Dee Dee dejó la banda pero siguió apareciendo en los créditos, además de cantar en ‘Punishment Fits The Crime’ sin que suene como un borracho desafinado. Pero la mitad de las composiciones llevan su firma como coautor, por lo que su salida resultaba entonces extraña, sin saber el grado de adicción a las drogas que llevaba cargando toda su vida y que probablemente se había acentuado hasta límites intolerables para sus compañeros. Volvía a la batería Marky Ramone, aunque esto no significaba nada relevante en cuanto a la música. Eso sí, el sonido de la batería no está bien conseguido en algunas canciones, como por ejemplo ‘Zero Zero Ufo’. La percusión en ‘All Screwed Up’ es la peor que se hubiera escuchado hasta la fecha en un disco de los Ramones. En el extremo opuesto se sitúan otros temas como ‘Can't Get You Outta My Mind’, poseedora de una acertada batería en unión con una gran interpretación vocal bien adornada de armonías de fondo, además del acertado enfoque de la guitarra rítmica.

 

Uno de los últimos coletazos de gloria de los Ramones lo encontramos en la más pop ‘Pet Sematary’, muy bien construida y con memorables melodías que desembocan en un pegadizo estribillo. Se perdona la entrada de sintetizadores en la parte final porque la percusión es perfecta y la guitarra suena más melódica que nunca. Eso sí, cuando se ponen excesivamente melosos como en ‘Come Back, Baby’, el resultado es mucho más flojo. Por desgracia, se trata del tema más extenso del álbum. En ‘I Believe In Miracles’ reciclan acordes y ritmos típicos de la banda para crear una de las escasas composiciones destacadas de este disco.

 

Si nos fijamos más detenidamente en la guitarra, mediante ‘Don't Bust My Chops’ concluimos que la cruda realidad es que Johnny también se ha vulgarizado interpretando solos genéricos del estilo metal tan en boga en los fatídicos ochenta. Luego, la versión de ‘Palisades Park’ pasa sin más pena ni gloria, demostrando que las disonancias no es el fuerte de Johnny. No es el único que presenta deslices, puesto que el cantante sigue sin mostrarse demasiado fino (metafóricamente hablando) en algunos momentos. Learn To Listen’ podría haber quedado mejor si a Joey no le hubiera dado por emplear su tono de voz rudo. Eso sí, en la pieza de trash ‘Ignorance Is Bliss’ tampoco hubiera cambiado nada de haberla cantado en un tono normal, porque es un lamentable tema que parece mentira que haya salido de la pluma de Joey.

 

La final ‘Merry Christmas (I Don't Wanna Fight Tonight)’ no es un villancico pero sí suena a canción navideña pasada por un tamiz de rock. Permite acabar el álbum con buena imagen y poco más, pero sigue siendo un mal disco de los Ramones. Con la pérdida de Dee Dee, uno de los compositores principales, se entraba en una etapa incierta de perspectivas nada halagüeñas.

LOCO LIVE

Año de publicación: 1991 

Puntuación:

1) The Good, The Bad And The Ugly; 2) Durango 95; 3) Teenage Lobotomy;

4) Psycho Therapy; 5) Blitzkrieg Bop; 6) Do You Remember Rock'n'Roll Radio?;

7) I Believe In Miracles; 8) Gimme Gimme Shock Treatment;

9) Rock'n'Roll High School; 10) I Wanna Be Sedated; 11) The KKK Took My Baby Away; 12) I Wanna Live; 13) My Brain Is Hanging Upside Down (Bonzo Goes To Bitburg);

14) Too Tough To Die; 15) Sheena Is A Punk Rocker; 16) Rockaway Beach;

17) Pet Sematary; 18) Don't Bust My Chops; 19) Palisades Park; 20) Mama's Boy;

21) Animal Boy; 22) Wart Hog; 23) Surfin' Bird; 24) Cretin Hop;

25) I Don't Wanna Walk Around With You; 26) Today Your Love, Tomorrow The World; 27) Pinhead; 28) Somebody Put Something In My Drink; 29) Beat On The Brat; 30) Judy Is A Punk; 31) Chinese Rocks; 32) Love Kills; 33) Ignorance Is Bliss.

La presentación del nuevo bajista C. J. Ramone se produjo mediante este disco en directo que recogía una actuación en la antigua Sala Zeleste de Barcelona, en 1991. Evidentemente, la sustitución de Dee Dee –igual que si hubiera sido la de cualquier otro miembro, aunque la voz de Joey es más singular– no provoca ninguna mella en el sonido de la banda, puesto que estamos ante unas canciones sencillas y directas que cualquier músico con una mínima técnica podría reproducir. De hecho, la guitarra de Johnny en directo suena todavía más simplificada y primaria en algunas ocasiones, adaptándose así a la misma espontaneidad de su cerebro ultraderechista.

 

Ciertamente, todo lo que se dijo en su momento del anterior álbum en directo, It's Alive, puede repetirse aquí, ya que se trata de lo mismo: unas interpretaciones aceleradas y que se van sucediendo sin apenas pausas a una velocidad de vértigo (la mitad de ellas no llegan a los dos minutos de duración), lo cual demuestra por un lado que nada había cambiado y por otro que seguían siendo todo un referente del rock más primigenio. Aunque esta última aseveración hay que cogerla con pinzas, puesto que en el estudio se retocó la grabación para mejorar lo que en principio había sido una actuación nada destacable.

 

La única sorpresa que encontraremos será escuchar al principio de todo la música que compuso Ennio Morricone para la banda sonora de El bueno, el feo y el malo. No se sabe muy bien qué pintaba ahí o si iba con segundas intenciones respecto a los miembros de la banda, pero en cualquier caso esa composición es toda una obra maestra de la tensión musical. Sobre el repertorio interpretado, se puede tomar nuevamente como un recopilatorio de grandes éxitos en directo, recogiendo canciones de toda la discografía de la banda para ofrecer al mismo tiempo una panorámica de toda su trayectoria, donde se podría tomar como conclusión que han sido más o menos fieles a un estilo. Adrenalina pura. Lo que no se entiende es por qué tocan ‘Surfin' Bird’ si Joey no es capaz de cantarla y se limita a hacerlo a su manera, repitiendo berreos y perdiendo toda la gracia. También encontraremos alguna mejora como en ‘Ignorance Is Bliss’, la cual suena mucho mejor a como lo hacía en Brain Drain.

 

En cualquier caso, no vale la pena extenderse señalando las pocas variaciones que puedan haber de cada canción respecto a su equivalente de estudio, ya que en la mayoría de casos se tiende a la simplificación cuando se aprecian diferencias, y eso teniendo en cuenta que en el estudio regrabaron partes. No es un álbum necesario ni esencial, simplemente un ejemplo típico de lo que podían ofrecer los Ramones, igual que lo de siempre aunque con algo menos de entusiasmo.

MONDO BIZARRO

Año de publicación: 1992 

Puntuación:

1) Censorshit; 2) The Job That Ate My Brain; 3) Poison Heart; 4) Anxiety;

5) Strength To Endure; 6) It's Gonna Be Alright; 7) Take It As It Comes; 8) Main Man; 9) Tomorrow She Goes Away; 10) I Won't Let It Happen; 11) Cabbies on Crack;

12) Heidi Is A Headcase; 13) Touring.

La nueva y última etapa de la historia de los Ramones sin Dee Dee se estrenaba en forma de disco de estudio como una nueva despersonalización de lo que se podía entender como su estilo más característico. En esta ocasión, quién sabe si por influencia también del nuevo bajista C.J., se acercan sobre todo al pop-rock comercial en el que al menos no faltan las guitarras y ritmos potentes. Dee Dee sigue realmente presente puesto que se incluyen hasta tres composiciones suyas. Sin embargo, ante su ausencia quien toma las riendas en la composición es Joey, motivo por el cual la música de la banda se desliza por una vertiente más melódica, algo previsible si atendemos a la predilección de éste demostrada a lo largo de la discografía de los Ramones.

 

Una de las mejores canciones del álbum es la versión de ‘Take It As It Comes’ de The Doors, donde lo único discutible es la sustitución del memorable órgano original de Manzarek por otro que suena a organillo de feria, decisión que rebaja notablemente su impacto. ‘Strength To Endure’ también puede destacarse, aunque suenen más a The Kinks que a otra cosa. Pero eso les sirve para darle ese toque especial en el estribillo con el inesperado cambio cuando repiten “because, because”. Esos detalles sencillos pero sutiles son los que nos recuerdan el talento que habían demostrado estos chicos en sus años dorados. La referencia a The Kinks no es gratuita, puesto que ciertamente suenan igual que aquéllos en la década de los ochenta: pop-rock de guitarras prominentes y agradables melodías más o menos afortunadas, con más ejemplos como ‘It's Gonna Be Alright’ o ‘Tomorrow She Goes Away’.

 

La vulgaridad de ‘Poison Heart’ también hace pensar en la posibilidad de que se fijaran en el éxito relativo que había tenido Alice Cooper en esos últimos años, volviéndose más comercial y mediocre que nunca pero grabando canciones simplonas de estribillos recordables para que se confundiera tener gancho comercial con descender a un nivel cualitativo escaso y apto para la inteligencia de todo el mundo. ‘Poison Heart’ suena a la típica balada-rock de cualquier grupúsculo guitarrero, que además fue publicada como single y acompañada de un vídeo musical bastante cutre. No acaba aquí la vulgaridad, puesto que donde realmente se puede sonar más mediocre es en una de las canciones más rápidas, ‘Anxiety’.

 

‘Censorshit’ es una respuesta directa y crítica de Joey a la ley promovida por la mujer de Al Gore, Tipper, contra la música que contenía letras que chocaban con su mentalidad ultraconservadora (en teoría, diametralmente opuesta a su marido del Partido Demócrata), lo cual llevaría a la obligación de colocar la famosa pegatina de “Parental advisory”. En la letra se hace referencia también a Ozzy Osbourne y Frank Zappa, quienes fueron de los primeros en tener que ir a declarar ante un tribunal tras esa iniciativa de Tipper Gore y otras señoras de alta alcurnia y baja tolerancia. Es respetable y hasta útil una iniciativa que permita avisar del contenido de un disco, lo que no puede entenderse es que alguien tenga que ir a declarar a un tribunal para explicar a qué se refiere con sus letras. En las memorias de Zappa (el muy divertido The Real Frank Zappa Book) se transcribe la ridiculez de conversación entre el tribunal y él mismo, a cuenta de explicar lo que significan algunas frases de la letra. ¡Por Dios, si las letras de Zappa son humorísticas!

 

La energía musical que atesoraba la banda y que les convirtió en referentes del movimiento punk aparece aquí también en ‘Main Man’, ‘Heidi Is A Headcase’ o ‘Cabbies On Crack’, aunque ya no produzcan asombro a estas alturas. En cambio, ‘Touring’ es una reescritura descarada de ‘Rock'n'Roll High School’, que una década después ya no tiene ninguna gracia pero que al menos suena fresca como relleno.

 

Realmente este disco es un compendio de buenas canciones, salvo algunos momentos flojos como los indicados, que no aportan nada al legado de los Ramones pero que al menos les podía servir para levantar un poco la cabeza respecto a lo que habían sido sus últimos álbumes, mediocres o directamente malos, y despejar algunas dudas sobre su futuro inmediato. Eso sí, el siguiente paso no será muy acertado.

1) Journey To The Center Of The Mind; 2) Substitute; 3) Out Of Time;

4) The Shape Of Things To Come; 5) Somebody To Love; 6) When I Was Young;

7) 7 And 7 Is; 8) My Back Pages; 9) Can't Seem To Make You Mine;

10) Have You Ever Seen The Rain; 11) I Can't Control Myself; 12) Surf City.

Puntuación:

Año de publicación: 1993 

ACID EATERS

Quizá presintiendo que el final de la banda podía estar cerca y aprovechando también lo bien que viene grabar composiciones ajenas cuando estás en un bache creativo, se publicó este álbum conformado por versiones. Realmente no representaba nada nuevo para los Ramones puesto que durante su carrera habían grabado muchas. Era únicamente una manera de trasladar las composiciones originales a un formato básico y tosco de batería, bajo y guitarra. Nada más. Aquí no se lanzan a buscar reinterpretaciones originales ni descubrir alguna melodía perdida, simplemente a tocar como saben y pasarlo bien.

 

La idea de tocar versiones no es nueva ni original, así que lo único que se puede pedir en estos casos es que no desmerezcan los temas originales, cosa que no ocurre en unos cuantos casos. En ‘Substitute’, de The Who, cuentan con la participación del mismo Pete Townshend en los coros, aunque en sí este tema queda como una imitación barata. Peor todavía suena ‘Out Of Time’ de los Rolling Stones, donde las comparaciones son inevitables por el empeño de Joey de cantar como Mick Jagger, cayendo en el intento. Lo que no era para nada esperable es una versión de Bob Dylan, pero se lanzan al ruedo con ‘My Back Pages’ y la verdad que no acaban de convencer. Una música tan potente no casa nada bien con el mensaje de alguna manera existencialista de la letra.

 

Una de las mejores que encontramos es bastante obvia, puesto que ‘7 And 7 Is’ de Love ya era protopunk en origen, por lo que aquí se adapta a la perfección al estilo y energía de los Ramones. Es por ello que no se entiende que, pudiendo elegir qué interpretar de un grupo tan cercano en espíritu a ellos como The Troggs, aquí elijan un tema de medio tempo sin mucho aliciente y que además suena más bien flojo: ‘I Can't Control Myself’. Pero curiosamente, es en las canciones de grupos más olvidados en las que parecen sonar mejor, quizá porque saben proporcionar un sonido potente y cohesionado a lo que originalmente eran, en muchos casos, grabaciones toscas y algo caseras. Así, ‘The Shape Of Things To Come’, ‘Can't Seem To Make You Mine’ (con un pegadizo teclado sonando) o ‘Journey To The Center Of The Mind’ dejan muy buena imagen y nos dejan con ganas de escuchar los originales también. Cabe añadir a los temas destacados la versión de ‘When I Was Young’ de The Animals, de las pocas composiciones originales que grabaron aquéllos y que aquí suena aguerrida y solemne.

 

Dicen que en la música las pausas, los momentos en los que no se toca nada, son también demostración de maestría, y eso es quizá lo que evita que ‘Have You Ever Seen The Rain’ pueda destacar conforme lo hacía con la Creedence Clearwater Revival. Aquí simplemente se pierde la brillantez del estribillo, ahogado en el runrún de fondo. Otros clásicos pasan sin pena ni gloria, como ‘Somebody To Love’ de Jefferson Airplane, o incluso una composición de Brian Wilson, ‘Surf City’, que vuelve a sonar como una imitación vulgar en donde únicamente puede destacarse la guitarra que suena tras cada estribillo.

 

En cualquier caso, este disco es más bien para olvidarlo pronto. Un trámite sin mayor recorrido que les mantenía vivos y a sus fans con la esperanza de que este reciclaje les sirviera para tomar nuevos bríos de cara a un próximo lanzamiento de estudio, que en este caso resultaría ser el último y definitivo. Aunque eso es otra historia que veremos a continuación.

ADIOS AMIGOS!

Año de publicación: 1995 

Puntuación:

1) I Don't Want To Grow Up; 2) Makin' Monsters For My Friends;

3) It's Not For Me To Know; 4) The Crusher; 5) Life's A Gas; 6) Take The Pain Away;

7) I Love You; 8) Cretin Family; 9) Have A Nice Day; 10) Scattergun;

11) Got A Lot To Say; 12) She Talks To Rainbows; 13) Born To Die In Berlin;

[BONUS TRACK:] 14) Spider-Man.

Todo lo bueno se acaba, pero al menos que sea honrosamente. Y eso es lo que consiguieron los Ramones con su último álbum de estudio. Para despedirse, se limitan a hacer aquello que mejor saben (tampoco es que supieran hacer mucho más) y con un mínimo de gusto. La mala relación que parecía existir entre Joey y Johnny no se ve reflejada en la música, una nueva colección de canciones de rock básico y directo.

 

A priori, los Ramones y Tom Waits no parecen tener ningún punto en común, pero los primeros realizan una versión de ‘I Don't Want To Grow Up’ que resulta muy realista (por la letra) para la fase terminal como grupo en la que estaban, y algunos incluso físicamente también enfilando el final de sus vidas. Gran interpretación vocal de Joey, por cierto, aunque mejorar la voz de Waits en un tema de vocación melódica no resulta complicado. Es la única versión realmente interesante que encontraremos, pues las otras (‘I Love You’ de Johnny Thunders y la canción de Spiderman) lo único que hacen es completar espacio.

 

Para que no nos olvidáramos de lo mal que cantaba Dee Dee, CJ se lanza a cantar en ese estilo molesto que tenía aquél para hacer de ‘Cretin Family’ toda una bazofia que además copia descaradamente el estribillo de ‘We're A Happy Family’. Al menos ‘The Crusher’ presenta un estribillo con gancho. Ambas son composiciones de Dee Dee, quien seguía muy presente porque es el coautor de casi la mitad de las canciones del disco, una de ellas la magnífica ‘It's Not For Me To Know’, la mejor del disco por presentar diferentes partes de guitarra rítmica y todas ellas brillantes, aunque sean sencillas y probablemente recicladas. Más serias y empacadas resultan ‘Take The Pain Away’ y ‘Born To Die In Berlin’, si bien en esta última la idea de cantar a través de un megáfono hacia el final es más bien desafortunada.

 

Motivación no parecía haber mucha, al menos por parte de Joey si atendemos a la brevísima letra de una de sus únicas dos composiciones, ‘Life's A Gas’: “Life's a gas, oh yeah / So don't be sad cause I'll be there / Don't be sad at all”. Tampoco es que los Ramones se caracterizaran por sus letras, obviamente, pero es un buen ejemplo de canción de relleno. Que Joey aportara tan poco a la composición quizá fuera lo que espoleó a CJ a lanzarse él mismo a componer, lo cual dio como resultado la agradable ‘Scattergun’ (en la que parece inspirarse en el estilo de Joey) y la vulgar y penosa ‘Got A Lot To Say’, donde en cambio parece inspirarse en el peor Dee Dee. Incluso Marky se atreve a aportar la frenética ‘Have A Nice Day’, en el más puro estilo de los Ramones pero con protagonismo de la batería, como no podía ser de otra manera. La otra composición de Joey es ‘She Talks To Rainbows’, de estilo más solemne y mucho mejor resultado, a la altura de lo que esperaríamos de él.

 

Este último disco de estudio de los Ramones volvió a quedar en un puesto ridículo de ventas en Estados Unidos, el 148, pero como casi siempre, hubiera merecido mejor suerte. Seguro que resultaría muy bochornoso comprobar quiénes quedaron por encima de ellos en las listas. Pero como esta aceptable despedida de la banda no se merece ningún escarnio, lo dejaremos estar aquí. Adiós Ramones!

1) Durango 95; 2) Blitzkrieg Bop; 3) Do You Remember Rock And Roll Radio?;

4) I Wanna Be Sedated; 5) Spider-Man; 6) I Don't Wanna Grow Up;

7) Sheena Is A Punk Rocker; 8) Rockaway Beach; 9) Strength To Endure;

10) Cretin Family; 11) Do You Wanna Dance?; 12) We're A Happy Family;

13) The Crusher; 14) 53rd & 3rd; 15) Beat On The Brat; 16) Pet Sematary;

17) R.A.M.O.N.E.S.; 18) Any Way You Want It.

Puntuación:

Año de publicación: 1996 

GREATEST HITS LIVE

Extraído de una selección de canciones interpretadas en un concierto de febrero de 1996 en Nueva York, el título de este álbum es engañoso. En cualquier actuación de los Ramones se interpretan canciones de toda su discografía, pero obviamente algo con el nombre de “Greatest Hits” no puede incluir tres canciones del último disco cuando la duración total es de menos de cuarenta minutos, ya que hay muchísimas otras que sí encajarían con la definición de grandes éxitos. Por otro lado, esto no es más que otro concierto de la banda, por lo que su título podría aplicarse en realidad a cualquier disco en directo, porque en todos se tocan siempre canciones conocidas. Esto incluye a cualquier artista de rock, salvo casos muy concretos y especiales. Pero para qué vamos a engañarnos, este álbum es una jugada comercial sin más historia.

 

Así pues, lo que tenemos es una innecesaria repetición reducida de Loco Live (incluso se vuelve a utilizar la introducción de Ennio Morricone, algo que se volvió recurrente) a la que se añaden algunas canciones de los discos de estudio posteriores. Al menos de Mondo Bizarro incluyen una de sus mejores canciones, ‘Strength To Endure’. No vale la pena describir el contenido seleccionado del concierto, porque las características ya las conocemos, el ritmo endiablado de las canciones solo permite que una de ellas sobrepase los tres minutos. Eso sí, nos deja una pregunta: ¿para qué tocan ‘Cretin Family’? no solo por lo lamentable que es, sino porque es una imitación barata de ‘We're A Happy Family’ y ésta la tocan también casi a continuación.

 

La manera de despedirse tras el concierto es con un “Adiós amigos!” por parte de Joey, muy apropiado para el caso. Las dos últimas canciones son dos versiones grabadas en el estudio. Resulta curioso que interpreten ‘R.A.M.O.N.E.S.’, canción de Motörhead que era un homenaje hacia ellos. La otra novedad es ‘Any Way You Want It’, del olvidado grupo Dave Clark Five, uno de aquéllos que compitieron con los Beatles a principios de los sesenta pero que pronto perdieron fuelle, superados por la rápida evolución musical de la década.

 

En resumen, no se puede recomendar este álbum por dos motivos: primero, por lo repetitivo que resulta tras haberlos escuchados ya en directo con anterioridad; y segundo, porque deberían haber incluido muchas más canciones del concierto, que estamos en la era del CD y espacio había de sobra. Un repertorio más amplio hubiera dejado mucha mejor impresión, que es lo que se consigue en la siguiente entrega, como veremos a continuación.

WE'RE OUTTA HERE!

1) Durango 95; 2) Teenage Lobotomy; 3) Psycho Therapy; 4) Blitzkrieg Bop;

5) Do You Remember Rock And Roll Radio?; 6) I Believe In Miracles;

7) Gimme Gimme Shock Treatment; 8) Rock 'n' Roll High School;

9) I Wanna Be Sedated; 10) Spider-man; 11) The K.K.K. Took My Baby Away;

12) I Just Want To Have Something To Do; 13) Commando;

14) Sheena Is A Punk Rocker; 15) Rockaway Beach; 16) Pet Sematary;

17) The Crusher; 18) Love Kills; 19) Do You Wanna Dance?;

20) Somebody Put Something In My Drink; 21) I Don't Want You; 22) Wart Hog;

23) Cretin Hop; 24) R.A.M.O.N.E.S; 25) Today Your Love, Tomorrow The World;

26) Pinhead; 27) 53Rd &3Rd; 28) Listen To Your Heart; 29) We're A Happy Family;

30) Chinese Rock; 31) Beat On The Brat; 32) Any Way You Want It.

Puntuación:

Año de publicación: 1997 

Este álbum recoge el que fuera el último concierto que tocaron los Ramones antes de su disolución, actuación que tuvo lugar un 6 de agosto de 1996 en Los Ángeles. Es aquel famoso concierto del que, en documentales posteriores, los miembros de la banda contaban que, una vez finalizado, se fueron sin despedirse. Un detalle muy significativo del deterioro personal que había finiquitado su carrera. De todas formas, Joey y Jonnhy llevaban entonces muchos años sin hablarse.

 

Ahora bien, si despojamos este álbum de su evidente carga histórica, lo que nos queda es simplemente un Loco Live 3ª Parte. No es gratuita la comparación porque hasta el primer tercio del repertorio es prácticamente idéntico al de Loco Live, con los mismos miembros de aquél tocando aquí también, aunque ese detalle no es relevante para la música de los Ramones. Tanto es así, que ni siquiera se aprecia la participación estelar de varios invitados en la recta final, entre los que destaca la de Lemmy Kilmister para cantar (y quizá tocar el bajo también) con ellos el homenaje que Motörhead compuso: ‘R.A.M.O.N.E.S.’. Dura poco más de un minuto, así que esta invitación es bastante fugaz, igual que el resto. Mucho más sorprendente es que Dee Dee aparezca de repente para cantar ‘Love Kills’ con una voz tan lamentable como siempre, para que quede claro que se trata de él.

 

Hablar de las canciones interpretadas es volver a repetir lo mismo que ya se ha dicho varias veces con anterioridad. Si acaso, destacar que a ‘I Just Want To Have Something To Do’ le imprimen un extra de fuerza que se deja notar y puede decirse que es lo mejor del disco. Por lo demás, en lo único que mejora a Greatests Hits Live es que duplica el repertorio y por ello hay más cabida para grandes canciones. Estamos simplemente ante otro nuevo disco en directo grabado a velocidad rapidísima, con la siempre acertada guitarra de Johnny y un Joey que cantando a veces se pierde un poco por tanta velocidad pero que acaba saliendo triunfante. Eso sí, ya podrían haber finalizado el concierto con otra canción que no fuera la sosa versión de ‘Any Way You Want It’ de los Dave Clark Five, que para colmo cuenta con la peculiar voz de Eddie Vedder como acompañamiento, la cual no encaja para nada en este tema.

VÍDEOS

END OF THE CENTURY: THE STORY OF THE RAMONES

Año de publicación: 2003

A partir de imágenes de la época y de entrevistas a todos los que formaron parte de los Ramones, más algunos invitados como Joe Strummer o miembros de Blondie, este documental repasa toda la trayectoria de la banda desde que se conocieron hasta la ceremonia de su entrada en el Salón de la Fama del Rock and Roll. Repleta de curiosidades e imágenes inéditas, podemos conocer el origen de algunos temas y otras peculiaridades como el trastorno psicológico que padecía Joey desde pequeño o la infame incursión de Dee Dee como estrella del rap, lo cual parecería una genial broma si no fuera porque es verdad. Más gracioso todavía es el extracto de una entrevista donde Dee Dee (visiblemente tocado, como si estuviera bajo los efectos de alguna sustancia) habla de los amplificadores y el sonido, que podría haber inspirado la famosa escena de la película Spinal Tap, la del nivel 11 de volumen. Johnny es el que parece más reservado y menos sincero de todos, en algunas ocasiones. En los extras encontramos más curiosidades en entrevistas añadidas, como cuando Joey cuenta que ‘Hungry Hearts’ la escribió Bruce Springsteen originalmente para que la grabaran los Ramones, tras verlos en un concierto. Tommy Ramone explica también quiénes fueron los autores de las canciones de los tres primeros álbumes. En definitiva, este documental no es solo la historia de una banda y su legado, sino también un acercamiento a lo que es el mundo de la música y un recorrido vital por las relaciones humanas.

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