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LOVE

LOVE

Año de publicación: 1966 

Puntuación:

[MONO MIX:] 1) My Little Red Book; 2) Can't Explain; 3) A Message To Pretty;

4) My Flash On You; 5) Softly To Me; 6) No Matter What You Do; 7) Emotions;

8) You I'll Be Following; 9) Gazing; 10) Hey Joe; 11) Signed D.C.; 12) Colored Balls Falling; 13) Mushroom Clouds; 14) And More; [STEREO MIX:] 15) My Little Red Book;

16) Can't Explain; 17) A Message To Pretty; 18) My Flash On You; 19) Softly To Me;

20) No Matter What You Do; 21) Emotions; 22) You I'll Be Following; 23) Gazing;

24) Hey Joe; 25) Signed D.C.; 26) Colored Balls Falling; 27) Mushroom Clouds;

28) And More; [BONUS TRACKS:] 29) Number 14; 30) Signed D.C..

Disco de debut de un grupo que pasó prácticamente inadvertido en su momento y que a partir de finales de los 90 revirtió su destino pasando a ser un grupo quizá demasiado valorado para lo poco que aportaron realmente. En cualquier caso, es innegable el talento melódico del cantante y líder Arthur Lee, cuya espinosa carrera se vio truncada por problemas diversos e incluso algunos años en prisión. Además de que la primera etapa del grupo es muy recomendable, con su amigo de la infancia Echols a la guitarra solista y la adquisición de Bryan MacLean (principalmente porque era roadie de The Byrds y les podía reportar audiencia inicial), el cual aportaba ese toque diferente que también les hacía apartarse del resto de grupos que afloraban en la época.

 

El CD que yo poseo tiene la versión mono y la estéreo a continuación, y la verdad que con pasar al estéreo directamente es suficiente, porque es lo mismo pero con algo de mejor sonido. Lo que se observa claramente en este disco es un sonido característico de guitarra influenciado directamente por los dos primeros discos de The Byrds, algo que tiene su lógica clara por lo ya comentado de MacLean y porque ambos grupos eran de la misma ciudad y frecuentaban ambientes similares. Y bueno, en esa época The Byrds eran los dioses de la música rock americana.

 

Para el inicio del álbum tenemos una versión de nada menos que Burt Bacharach, ‘My Little Red Book’. Aunque desconozco cómo suena la versión original, aquí tenemos de entrada un ritmo de bajo intrigante que le da mucha dinámica a la canción, además de un buen contraste entre los versos y el poderoso estribillo.

 

Las canciones rápidas parecen cortadas por un mismo patrón, con un sonido de guitarra que recuerda siempre a ‘I'll Feel A Whole Lot Better’ de The Byrds, como es el caso de ‘My Flash On You’ (con un ritmo de bajo muy destacado), ‘You I'll Be Following’ (que tiene unas muy buenas armonías vocales), o una mala versión rápida de ‘Hey Joe’ que copiaron del repertorio de The Byrds, quienes por la rabia de Crosby grabarían después su propia versión horrenda de dicha canción. Por otro lado, hay también un instrumental tipo The Shadows que no aporta nada novedoso, ‘Emotions’.

 

Las baladas no acaban de ser muy convincentes, ‘A Message To Pretty’ apenas tiene melodía y quizá la armónica es lo único que se pueda destacar. Y a falta de melodías, en ‘Signed D.C.’ (en honor a las iniciales del batería original) Lee copia directamente la melodía de ‘The House Of The Rising Sun’, y por si no nos hemos dado cuenta la primera vez de la imitación, tienen el detalle de meter otra versión alternativa en los bonus tracks. Hacia el final mejoran un poco en ‘Mushroom Clouds’, quizá por su letra apocalíptica con esa metáfora del título sobre la explosión de la bomba nuclear, que le aporta una carga emotiva adicional.

 

Curiosamente, lo poco que aporta aquí MacLean a nivel compositivo es de lo que mejor suena en el disco. ‘Softly To Me’ tiene un gran juego de guitarras, con una bonita melodía de la guitarra principal mientras la rítmica crea un buen acompañamiento. Además, la estructura de la canción tiene cierta complejidad, lo cual la sitúa como candidata principal para mejor canción del álbum. Y la final ‘And More’, compuesta junto a Lee, no es nada destacable, pero al menos si que tiene una melodía entretenida y un estribillo elaborado.

 

En definitiva, disco pasable con un estilo reconocible y repetido aquí hasta la saciedad. El secreto de su prestigio actual radica en que supieron buscar otros caminos, principalmente los ya recorridos por otros, pero aportando grandes composiciones y el estilo personal de Arthur Lee.

DA CAPO

Año de publicación: 1967 

Puntuación:

1) Stephanie Knows Who; 2) Orange Skies; 3) ¡Que Vida!; 4) Seven & Seven Is;

5) The Castle; 6) She Comes In Colours; 7) Revelation.

Para su segundo disco, Love comenzó a desarrollar un sonido más personalizado y propio, expandiendo la paleta sonora y obteniendo un álbum de fuerte contraste, pues por un lado tenemos una serie de canciones de corta duración y sonidos muy variados, y por otro lado al final encontramos el horroroso intento de imitación del ‘I'm Going Home’ de los Rolling Stones.

 

Entre las canciones cortas observamos un sorprendente gran nivel, a la altura del Forever Changes o incluso más allá y además, una notable versatilidad que marca una gran distancia con su álbum de debut. Qué mejor ejemplo que ‘Stephanie Knows Who’, pues se trata de una magnífica canción psicodélica, con ese tempo creciente y pulsante que sí que recuerda algo a ‘Astronomy Domine’ de Pink Floyd, aunque nada tengan que ver ambos temas.

 

La adición en este disco de un músico que tocaba el saxofón y la flauta, un tal Cantrelli, dota al grupo de toques latinos y de jazz, como se puede comprobar en las dos siguientes canciones, ‘Orange Skies’ (con un sonido más jazz y una atmósfera calmada) y ‘¡Que Vida!’, esta última con un sonido más próximo a los ritmos latinos.

 

Por otro lado, ‘Seven & Seven Is’ es toda una píldora energética de sonido, de una fuerza arrolladora casi inigualable en ese año 67. El batería se deja los brazos en el vendaval de sonido que monta el grupo, con Arthur Lee cantando también de forma agresiva, y al final, como si todo hubiera sido una tormenta pasajera, asistimos a una corta melodía final tranquila y apacible.

 

‘The Castle’ es una tierna balada psicodélica, con una gran guitarra acústica y un ritmo marcado por el bajo que, cuando es acompañado del clavecín, le confiere una belleza adicional que la convierte en otro de los grandes puntos fuertes del disco. La psicodelia pop continua en ‘She Comes In Colours’, con un gran estribillo y una gran flauta sonando como instrumento solista, así como el siempre efectivo clavecín, un instrumento clave en el sonido psicodélico, nunca mejor dicho.

 

Así, al final llegamos al momento que más temíamos. Como Arthur Lee no es Mick Jagger ni el resto de músicos se pueden comparar a ninguno de los Rolling Stones, tenemos que ‘Revelation’ es un atroz intento de demostrar las dotes vocales del cantante (que son escasas para algo así, además de que resulta muy molesto cuando empieza a emitir sonidos pretendidamente enrollados) y la capacidad como músicos del grupo, que también queda en ridículo porque no tienen la maestría suficiente para mantener con un mínimo de corrección una canción de casi veinte minutos (¡¡mayor duración que el resto de canciones juntas!!). Y lo más gracioso de todo es que el guitarrista Echols cuenta en el libreto de la reedición del CD que Mick Jagger y Keith Richards habían ido varias veces a verlos actuar al local de Los Ángeles donde habitualmente tocaba Love, y que posteriormente fueron ellos los que grabaron ‘I'm Going Home’, robándoles su idea. ¿Puede ser eso verdad?.

 

Así pues, lo que tenemos al final es la sensación de que podríamos haber escuchado un magnífico EP de quince minutos y con la máxima puntuación de valoración, pero como no es así, la puntuación baja enteros.

FOREVER CHANGES

Año de publicación: 1967 

Puntuación:

1) Alone Again Or; 2) A House Is Not A Motel; 3) Andmoreagain; 4) The Daily Planet;

5) Old Man; 6) The Red Telephone; 7) Maybe The People Would Be The Times Or Between Clark And Hilldale; 8) Live And Let Live; 9) The Good Humor Man He Sees Everything Like This; 10) Bummer In The Summer; 11) You Set The Scene; [BONUS TRACKS:] 12) Hummingbirds (Demo); 13) Wonder People (I Do Wonder);

14) Alone Again Or (Alternate Mix); 15) You Set The Scene (Alternate Mix);

16) Your Mind And We Belong Together (Tracking Sessions Highlights);

17) Your Mind And We Belong Together; 18) Laughing Stock.

Uno de los clásicos perdidos de los 60 que finalmente fue recuperado y actualmente ya goza del status que se merece. Este disco empezó a grabarlo Arthur Lee con músicos de estudio (algunos habían participado en la grabación de Pet Sounds de los Beach Boys) debido a la desidia de sus compañeros y porque además llevaban un tiempo que apenas tocaban juntos, por lo que el productor decidió traer a experimentados músicos de sesión (pertenecientes al llamado The Wrecking Crew) y grabaron ‘Andmoreagain’ y ‘The Daily Planet’ antes de que el resto del grupo se concienciara de que debían participar en la realización de esta obra maestra del pop-rock orquestado. Y es que precisamente la orquesta ocupa un papel destacado, aunque muy bien balanceada con el resto de instrumentos de manera que la música no queda recargada de instrumentos clásicos. Si le quitáramos la parte orquestal, lo que tendríamos sería en general un disco acústico de buenas canciones, por lo que su adición es aquí todo un acierto.

 

Ya en el inicio con ‘Alone Again Or’ tenemos un gran ejemplo del sonido comentado, pues mediante una introducción de guitarra acústica que va formando una gran melodía se da paso a la entrada de la estrofa y la música orquestal. Y es que estamos ante un magnífico tema, con una memorable parte vocal y una curiosa parte instrumental donde suenan en primer término unas trompetas tipo mariachi, todo ello compuesto por MacLean, quien también aporta otro tema más relajado y tranquilo, ‘Old Man’, cantado por él mismo y que está inspirado directamente en una composición del gran músico ruso Prokofiev.

 

Y por supuesto que Arthur Lee también aporta sus canciones tranquilas (de hecho, aporta todo el resto del disco), como es el caso de ‘Andmoreagain’, otra balada orquestal, o ‘The Good Humor Man He Sees Everything Like This’, con una bella parte instrumental adornada con los punteos de los violines y una no menos bella melodía vocal, quedando todo algo afeado por los “bah, bah, bah” que quizá suplen a una falta de mejor letra que colocar. En los bonus tracks aparece una bonita demo instrumental de esta última canción, llamada ‘Hummingbirds’. Aunque el mejor tema tranquilo es ‘The Red Telephone’, pero en este caso la tranquilidad contrasta abiertamente con una letra oscura y pesmista (“Watching all the people die / I’d feel much better on the other side” --> “Viendo a toda la gente morir / Me sentiría mucho mejor en el otro lado”). Tiene una memorable melodía acentuada por la guitarra acústica.

 

Como Arthur Lee alardeaba de amistad con Jimi Hendrix, nos ofrece ‘A House Is Not A Motel’, que tiene una parte instrumental donde destaca un fiero solo de guitarra (de lo poco de guitarra eléctrica que encontramos en este disco) que parece inspirado precisamente en el estilo de Hendrix. Por otro lado, sus cambios de ritmo y el pegadizo ritmo principal acústico y rápido, la convierten en otro de los momentos destacados del álbum. Aunque hablando de ritmos, el más complejo sería el de ‘Daily Planet’ (intenta seguirlo y verás como no resulta sencillo), otro grandísimo tema con cambios de ritmo y de melodías de forma un tanto desconcertante pero con un resultado genial. Y también hay que destacar su memorable puente.

 

Y del ritmo más complejo pasamos al más enérgico e incluso bailable en ‘Maybe The People Would Be The Times’, donde las trompetas acentúan su fuerza y lideran el tema durante todo su recorrido, de aires latinos que no esconden la importancia de esta música en la vida californiana. En ‘Bummer In The Summer’ también nos entregan un tema muy dinámico y rítmico, con un canto devoto del Dylan de Bringing It All Back Home y con un estribillo instrumental que recuerda algo a los Rolling Stones.

 

‘Live And Let Live’ juega con el gran contraste entre su delicada estrofa principal y su más enérgico estribillo, además de una especie de puente alargado donde la guitarra acústica marca unos acordes fuertes que luego dan paso a otro solo de guitarra tipo Hendrix pero con un sonido más seco.

 

Para el final y para poner el broche de oro al LP original, nos dejan una canción doble. Doble porque tiene dos partes muy diferenciadas; la primera es un agradable pop-rock de ritmo más o menos rápido que nos lleva a una sección instrumental liderada por la orquesta y que realiza la transición hasta la segunda parte, la cual comprende un tema épico y optimista (“This is the time and place that we are living / And I face each day with a smile”) llevado con una gran melodía que va transitando entre la calma y la explosión positiva.

 

Los bonus tracks están muy bien, por un lado encontramos diferentes mixes de la primera y la última canción del LP, donde no encuentro las diferencias respecto a las originales. Por otro lado, encontramos joyas como ‘Wonder People (I Do Wonder)’, de un estilo similar a ‘Maybe The People Would Be The Times’ y que quizá por eso quedaría descartada en su momento. ‘Your Mind And We Belong Together’ suena bastante más discreta y queda justificada su exclusión porque tampoco aporta nada nuevo a lo ya escuchado. En cambio, ‘Laughing Stock’ empieza de forma también discreta pero mejora muchísimo en su gran estribillo, con una melodía pegadiza y un ritmo muy rápido, con la única pega que recuerda vagamente a ‘Bummer In The Summer’.

FOUR SAIL

Año de publicación: 1969 

Puntuación:

1) August; 2) Your Friend and Mine - Neil's Song; 3) I'm With You; 4) Good Times;

5) Singing Cowboy; 6) Dream; 7) Robert Montgomery; 8) Nothing;

9) Talking In My Sleep; 10) Always See Your Face.

Si para la grabación del legendario Forever Changes ya hubo problemas y tensiones entre los miembros del grupo, el escaso interés que suscitó en su momento esa menospreciada obra maestra no ayudó para nada y Arthur Lee cambió completamente a todos los miembros de la banda. Ni siquiera continuó el guitarrista Johnny Echols, su gran amigo de la infancia. De esta manera, reclutó a nuevos músicos y se metió en el estudio de grabación para cumplir contractualmente con Elektra. La cantidad de material grabado fue tan grande que en Elektra seleccionaron los temas que prefirieron para publicar este álbum y zanjar el contrato, mientras que el resto de canciones conformarían el doble álbum siguiente, Out Here, publicado unos meses después en otra discográfica. Eso sí, para haber elegido primero, no se entiende qué vieron los de Elektra en las flojas ‘Your Friend and Mine - Neil's Song’ y ‘Talking In My Sleep’.

 

Como los músicos de Love no habían sido precisamente unos virtuosos y Arthur Lee era casi el único compositor (pues MacLean había demostrado sus dotes), los cambios no vaticinaban ninguna variación sustancial. Lo más significativo es que la riqueza de los arreglos ya no es la misma. Este es un álbum low-cost en el que ya no hay cabida para orquestas ni músicos de sesión, así que el nuevo grupo debe apañarse por sí mismo. Pero lo importante es que la especial sensibilidad melódica de Lee sigue ahí, todavía no ha llegado el profundo declive creativo del que nunca se recuperará al nivel de sus grandes años.

 

La canción que inicia el álbum, ‘August’, podría servir de obertura porque en sus cinco minutos reúne todos los ingredientes que luego se reparten en el resto de canciones, por lo que sirve de perfecta carta de presentación. Una de las joyas de este disco es ‘I'm With You’, que sigue los cánones marcados en Forever Changes pero con unos aires algo más jazzísticos. Lo cierto es que desde sus primeras notas acústicas atrae el interés y la parte vocal de Arthur hace el resto. Una de sus mejores interpretaciones sin duda, demostrando también un talento melódico innegable que le permite acompañar con sus canturreos a los otros músicos en las partes instrumentales. Ese comentado estilo jazz tiene una aparición más clara en la siguiente ‘Good Times’, aunque suena más bien a divertimento calmado.

 

Por otro lado, la parte instrumental de ‘Singing Cowboy’ (la única canción no compuesta exclusivamente por Lee, ya que el nuevo guitarrista Donnellan es coautor) no hace honor a las memorables estrofas principales de su parte vocal, aunque estas no acaban de estar bien rematadas y luego presenta una segunda parte casi instrumental donde la excesiva repetición del verso “Coming through to you” se vuelve molesta. Una verdadera lástima, porque esa parte vocal de las estrofas está entre lo mejor del álbum. La que sí es todo un portento es ‘Robert Montgomery’, curiosa amalgama de una parte instrumental potente con una delicada interpretación vocal de memorables melodías. También debe destacarse ‘Nothing’, que comienza de manera sombría pero con una voz esperanzadora de Lee, para que luego entre una destacada sección rítmica acompañada de una suntuosa guitarra.

 

De haber cambiado las canciones más flojas por algunas de las pocas destacables de Out Here, podríamos estar hablando aquí de un gran álbum cerca de la altura de Forever Changes. Aun no siendo así, no deja de ser uno de los mejores discos de Love y una encarecida recomendación para quienes hayan disfrutado de los anteriores. ‘I'm With You’ es una verdadera joya que nadie se debería perder.

OUT HERE

Año de publicación: 1969 

Puntuación:

1) I'll Pray For You; 2) Abalony; 3) Signed D. C.; 4) Listen To My Song; 5) I'm Down;

6) Stand Out; 7) Discharged; 8) Doggone; 9) I Still Wonder; 10) Love Is More Than Words Or Better Late Than Never; 11) Nice To Be;

12) Car Lights On In The Daytime Blues; 13) Run To The Top; 14) Willow Willow;

15) Instra-Mental; 16) You Are Something; 17) Gather Round.

Como ya se explicó anteriormente, este originalmente doble LP formaba parte del total de canciones grabadas por Love y donde la compañía Elektra escogió en primer lugar lo que más les gustó para finiquitar el contrato mediante la publicación de lo que sería Four Sail. Así pues, el resto de composiciones aparecieron en este nuevo álbum con nueva discográfica. Como cabe esperar de una tanda de temas desechados, lo mejor ya se lo llevaron los de Elektra y lo que queda aquí fluctúa entre lo notable (sin llegar a sobresaliente) y lo directamente lamentable. Además, el formato original de doble LP era algo engañoso porque dos de los temas (‘Doggone’ y ‘Love Is More Than Words Or Better Late Than Never’) superan los diez minutos de duración.

 

Como cabe esperar atendiendo a los antecedentes citados, en este álbum encontraremos bastantes temas de relleno, aunque en muchos casos al menos se pueden escuchar: canciones más rockeras (‘Stand Out’), folk-jazz (‘Nice To Be’), inofensivo pop-rock (‘Run To The Top’, ‘You Are Something’), o incluso country rock (‘Abalony’). Lo que se aprecia es que en tres años nadie le había dicho a Arthur Lee que ‘Signed D. C.’ era una mala imitación de ‘The House Of The Rising Sun’, ya que formaba parte originalmente del disco homónimo de debut de Love, así que aquí la recuperan y electrifican, pero al menos consiguiendo un mejor resultado.

 

La delicadeza compositiva de Forever Changes aquí también tiene su lugar en piezas como ‘Listen To My Song’ (donde podrían haberse ahorrado el silbido y haber interpretado la melodía con una flauta u otro instrumento) o aparentemente en la final ‘Gather Round’, si bien esta última es en realidad una variación de ‘The Times They Are A-Changin'’ de Bob Dylan (el título proviene del primer verso: “Come gather ’round people”), donde se copia la melodía vocal en las estrofas y se añade un estribillo coral y solemne que produce un acertado efecto de calma.

 

El rock más duro no es un estilo demasiado recurrente en Love, pero todavía hay cabida para temas con mucha energía como ‘I'm Down’, poseedor de potentes acordes guitarra aunque el título podría haberse repetido menos. Nada lejos se queda uno de los mejores temas del álbum, ‘I Still Wonder’, compuesto junto al guitarrista Donnellan y por ello la guitarra va dejando su impronta con afiladas entradas, aunque la canción se basa más en las agradables melodías vocales y las florituras vocales de Lee. ‘Willow Willow’ también podría situarse entre lo más enérgico del disco y por encima de la media algo vulgar de su contenido.

 

Si pasamos a comentar los dos temas extensos citados, el comienzo de ambos no está mal y crean buenas expectativas ante lo que nos espera, aunque luego no se ven confirmadas. En concreto, ‘Doggone’ se trata en principio de otro calmado tema acústico decadente, pero transcurridos los primeros tres minutos cuadruplica esa duración a base de introducir un solo de batería que sorprendentemente no es tan malo como cabría suponer para un baterista totalmente desconocido. Suena muy variado y con diferentes efectos pero, eso sí, es para escucharlo una vez y punto. De ‘Love Is More Than Words Or Better Late Than Never’ (esa clase de títulos deberían llevar la patente de Lee) se puede decir prácticamente lo mismo, aunque en este caso es un rock potente que en su parte vocal recuerda a ‘I'm With You’ y donde el solo le corresponde al guitarrista. También es para escucharlo una vez y ya está. La que no valdría la pena escuchar ni siquiera una vez es ‘Car Lights On In The Daytime Blues’, pues en ella parecen unos Grateful Dead borrachos.

 

No podemos acabar sin destacar un par de temas más entre tanta morralla. Por un lado, ‘I'll Pray For You’ es acústica pero de ritmo animado, donde los mejores momentos son sus breves pasajes instrumentales entre estrofas. En cambio, ‘Instra-Mental’ es un potente instrumental psicodélico donde destacan la guitarra y el órgano, instrumento poco empleado y que aquí resulta esencial. En cualquier caso, los momentos destacados no llegan ni a ser la mitad del álbum y la mayoría de su contenido lo obliga a hundirse en una mediocridad que nadie hubiera esperado en una mente tan creativa como la de Arthur Lee. En su defensa queda la verdadera naturaleza de este disco como los restos y rechazos del anterior.

FALSE START

Año de publicación: 1970

Puntuación:

1) The Everlasting First; 2) Flying; 3) Gimi A Little Break; 4) Stand Out;

5) Keep On Shining; 6) Anytime; 7) Slick Dick; 8) Love Is Coming;

9) Feel Daddy Feel Good; 10) Ride That Vibration.

Quedaba por ver si, ya liberado de obligaciones contractuales, Arthur Lee podía dejar volar su imaginación y ofrecernos todavía otra gran obra a la altura de Forever Changes, aunque de antemano podemos intuir que ya no puede haber dinero para arreglos orquestales. Lo que caracteriza este álbum respecto a toda la discografía anterior de Love es que posee el sonido más uniforme de todos. La mayoría son temas que pueden denominarse rock sin más adjetivos y con protagonismo de la guitarra eléctrica (aunque el anterior guitarrista Donnellan ya no está), casi tanto como la voz de Lee; ya no hay lugar para la guitarra acústica. Esta falta de diversidad, o al menos la abundante diversidad de antaño, juega claramente en su contra, puesto que la inspiración a la hora de componer no está tampoco a la altura de lo que podríamos esperar de Arthur Lee, como si sufriera de una grave falta de ideas igual que su amigo Jimi Hendrix por esa época, quien por cierto participa en la primera de las canciones.

 

Pero lo que queda claro es que los errores anteriores no han sido enmendados y se vuelve a incidir en ellos sin remedio. Si recordamos el tema ‘Singing Cowboy’, que podría haber sido uno de los grandes de la carrera de Love pero que acababa lastrado sobre todo por unos coros repetitivos e irritantes, aquí encontramos tres cuartos de lo mismo en ‘Anytime’ y ‘Keep On Shining’, pues vuelven a excederse considerablemente con los coros repitiendo el título. La diferencia es que al menos en ‘Singing Cowboy’ había unas estrofas principales de impecables melodías y progresión tonal, y aquí son algo más discretas. No acaban aquí los desaciertos, puesto que cuando llegamos al melódico tema final (‘Ride That Vibration’) y nos estamos quedando deleitados con lo que parece una buena manera de acabar el disco, pasado el ecuador nos la vuelven a jugar y nos toca asistir a un desvarío del guitarrista junto a aullidos varios de Lee que harían ‘Revelation’ (la lamentable pieza larga de Da Capo) agradable en comparación.

 

En la citada intervención de Jimi Hendrix nada más comenzar el álbum, contrasta sobremanera su reconocible guitarra con efecto de distorsión porque la parte vocal transcurre en una sección más tranquila y de corte folk. Nuevamente, Lee vuelve a fastidiar lo que hubiera sido un gran tema porque no puede evitar meter algún chillido al final, como si quisiera demostrar que Hendrix y él estaban en posición de igual a igual cuando no podía ser así. Bueno, siendo honestos, con un Hendrix en horas bajas como el de 1970 sí que podía equipararse. Lo curioso es comprobar cómo el tema comienza y acaba como si fuera un fragmento de algo más extenso, es decir, no hay un comienzo o un final propiamente dichos, ni siquiera el truco de ir aumentando o disminuyendo el volumen para dar sensación de inicio o de final. Probablemente estaban todos en modo jam hasta que salió una toma que les agradó.

 

‘Stand Out’ está interpretada en directo y es un potente rock que bien podría haber pertenecido al mismo Hendrix y que hubiera encajado muy bien en el disco de este de la época, Band Of Gypsys. Lo que no encaja para nada en él ni en un álbum de Love es la broma de ‘Flying’, una desenfadada canción de tipo boogie que les divertiría a los músicos pero no necesariamente al oyente. ‘Gimi A Little Break’ posee una estructura compleja, todo lo contrario de la más lineal ‘Feel Daddy Feel Good’, pero ambas poseen aparte una buena parte de guitarra que las hace interesantes.

 

El tema que más sobresale respecto a lo demás y que al mismo tiempo más se aleja del patrón rock por el que están cortados la mayoría, es también el mejor de todo el álbum. El grosero título de ‘Slick Dick’ esconde una cambiante composición que comienza como un jovial country-rock que, pasado el medio minuto, se transforma en un fiero blues-rock con descomunal guitarra. Luego llega una tercera y última parte inclasificable pero de corte rock en la que por fin escuchamos gritar a Lee de una manera proporcionada. El tema que viene a continuación (‘Love Is Coming’) también se sale de la norma al ser un potente funk que por desgracia es muy breve.

 

A partir de aquí, la salud mental de Arthur Lee se irá deteriorando a pasos agigantados, afectando no solo a su vida personal sino también a su producción musical, motivo por el que cada vez lo tendría más difícil para seguir publicando discos incluso bajo el nombre de Love. Lo errático en ocasiones de su forma de cantar parecía que era un síntoma fisiológico de que algo no iba bien en el interior de Lee.

VÍDEOS

LOVE STORY

Año de publicación: 2006

Todo un ejemplo de lo que debe ser un documental biográfico y estrenado justo en el año que falleció Arthur Lee, Love Story (la broma con el título parecía fácil) hace un recorrido por la génesis y evolución de un grupo de tumultuosa vida, centrándose en los primeros años donde grabaron sus tres primeros álbumes y se convirtieron en la sensación de Los Ángeles. Todo está contado a través de entrevistas a la mayoría de miembros que tuvo la formación en esos años, muchas de ellas de archivo porque algunos de esos miembros habían fallecido hace unos años (por ejemplo, Bryan MacLean en 1998), mientras vemos todo tipo de vídeos y fotos de aquellos locos años sesenta. Con todo lo que se comenta en el documental, nos podemos hacer una idea clara de lo que llevó al fracaso comercial y personal del grupo, mientras disfrutamos de nuevo de tantas brillantes composiciones que el genio creativo de Lee (como también el de MacLean en escasas ocasiones) nos dejó como legado.

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