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JIMI HENDRIX

ARE YOU EXPERIENCED

Año de publicación: 1967

Puntuación:

1) Foxy Lady; 2) Manic Depression; 3) Red House; 4) Can You See Me;

5) Love Or Confusion; 6) I Don't Live Today; 7) May This Be Love; 8) Fire;

9) Third Stone From The Sun; 10) Remember; 11) Are You Experienced?; 12) Hey Joe; 13) Stone Free; 14) Purple Haze; 15) 51st Anniversary; 16) The Wind Cries Mary;

17) Highway Chile.

Uno de los debuts más impresionantes de la historia de la música rock, aunque cabe decir que en la edición en CD está sumamente mejorado por la inclusión de los singles que publicó, todos ellos de una calidad inconmensurable. El trío de guitarra-bajo-batería consigue una cascada de sonido abrumadora que los convierte en la sensación del momento en el Reino Unido. Y no hay que olvidar que Hendrix revolucionó el uso de la guitarra eléctrica como instrumento principal y explorando todos los caminos que se podían seguir con ella. Es probablemente el mejor intérprete de guitarra eléctrica de la historia.

 

Hablando en primer lugar de los gloriosos singles, cómo no nombrar ‘Hey Joe’, versión de una oscura canción de blues que grabaron muchos grupos antes (entre ellos The Byrds y Love) pero quedando todas las versiones previas desfasadas al lado de la de Hendrix, que logra que sea su versión la que pase a la historia. Con un ritmo bastante más pausado que esas versiones precedentes, pero con la voz cálida y sensible de Jimi y sobre todo su memorable guitarra con esos solos desgarradores que transmiten toda la rabia contenida del protagonista que se toma la justicia por su mano, convierten esta canción en un clásico inolvidable de toda la música rock.

 

Y no menos inolvidable es ‘Purple Haze’, con su magnífico comienzo guitarrero psicodélico y un sonido potente y novedoso, pues esos guitarrazos que suenan tras cada final de estrofa son precedentes de sonidos más duros que aparecerán en tiempos próximos. Todo un ejemplo magistral del poder de la guitarra dentro del rock.

 

El resto de singles no queda muy atrás. ‘Stone Free’ empieza con una curiosa percusión latina para dar paso a una gran canción rockera de ritmo rápido, tan rápida como la final ‘Highway Chile’, donde el estribillo lo forma un increíble fraseo de guitarra, y donde Hendrix canta de una forma muy particular que recuerda al talking blues. Por otro lado, a mí personalmente me gusta mucho la sección rítmica de ‘51st Anniversary’, canción que tiene un ritmo ágil acompañado por la también impresionante guitarra rítmica de Jimi, donde nos va cantando brevemente las diferentes etapas en una relación de pareja. Y personalmente también, no acabo de encontrarle el punto a ‘The Wind Cries Mary’, no es una mala canción pero es más bien convencional, la típica balada rockera con pocas pretensiones y sin una guitarra que destaque en especial, como en otros casos. Y habiendo escuchado ‘Hey Joe’, ciertamente hay que esforzarse más para hacer una gran balada rock.

 

En cuanto al disco original en sí, tenemos ya un inicio fuerte y demoledor con ‘Foxy Lady’, donde la guitarra va liderando la melodía, el ritmo e incluso el estribillo. La siguiente no se queda nada lejos, pues ‘Manic Depression’ hace honor a su título y está perfectamente conducida por una melodía maníaca a la guitarra. Más adelante encontramos también piezas rockeras enérgicas como ‘I Don't Live Today’ y ‘Fire’, que siendo también muy buenas, les falta un paso más para llegar a la grandeza de las anteriores. Aunque ‘Fire’ suele destacarse como uno de sus temas importantes, para mí el estribillo está poco elaborado y además lo repiten demasiado, únicamente se salva por el gran solo de guitarra pasado el 1:20. Y a ‘I Don't Live Today’ le sobra el final alargado que tiene, aunque se le puede considerar como idea precursora del final de ‘Helter Skelter’ de los Beatles.

 

Para que no olvidemos que Jimi Hendrix era un músico de raíces blues, con ‘Red House’ lo comprobamos, aunque no deja de ser la típica canción blues solo salvada de la mediocridad por la gran guitarra de Jimi. Menos mal que a continuación llega ‘Can You See Me’, otra gloriosa descarga de energía con otro magistral trabajo de guitarra rítmica. ‘Love Or Confusion’ tiene una estructura más compleja, lo que la hace destacar sobre el resto, además de su gran intermedio instrumental. Es uno de los números que suena más psicodélicos en el disco, casi mantraico, pero gran psicodelia rock, por supuesto.

 

Con tanta energía y rabia puestas en el disco, sorprende encontrar de repente a un Hendrix más calmado en ‘May This Be Love’, con una letra en la que añora su cascada. Suena también como una balada psicodélica, con otro gran trabajo a la guitarra, evocando esos paisajes naturales. Aunque para psicodelia, en plan experimental, tenemos ‘Third Stone From The Sun’, que con su larga duración al principio asusta ante el temor de que nos encontremos ante uno de esos collages musicales indigestos, pero pronto vemos que hay una melodía instrumental y ganas de agradar. Aunque es cierto que el contenido de la canción no justifica su duración. Pasados los cinco minutos es cuando aparece una melodía de guitarra que justifica su inclusión.

 

Para la siguiente canción, ‘Remember’, Jimi posiblemente pensó que, ya que era su disco y que había espacio suficiente, ¿por qué no probar suerte también con la música soul? Y la verdad que es una canción totalmente olvidable, sirve para rellenar hueco en un álbum igual que un libro sirve para evitar que un mueble cojee.

 

Para el final del disco original, tenemos una sorpresa con ese comienzo que parece de música rap de los 80. Y es que en el estribillo parece que Jimi esté tocando un tema de rap cada vez que pregunta “Are you experienced?”. Después tenemos unos solos de guitarra un poco desacordes con lo que estamos escuchando, pero aun así esta canción es una curiosidad sonora, muestra del espíritu investigador y experimental de Hendrix.

 

Si has leído hasta aquí, la puntuación de este disco la puedes intuir fácilmente sin haberla visto antes. Tras este álbum, como todo gran músico, Hendrix buscará no repetirse e irá lanzándose por diferentes sendas musicales que unas veces serán acertadas y otras no tanto. Por ejemplo, respecto al próximo disco, quedarán descartados el blues (por evidente y sobradamente superado) y el soul (por incompatibilidad).

AXIS: BOLD AS LOVE

Año de publicación: 1967 

Puntuación:

1) EXP; 2) Up From The Skies; 3) Spanish Castle Magic; 4) Wait Until Tomorrow;

5) Ain't No Telling; 6) Little Wing; 7) If 6 Was 9; 8) You Got Me Floatin';

9) Castles Made Of Sand; 10) She's So Fine; 11) One Rainy Wish; 12) Little Miss Lover; 13) Bold As Love.

El segundo LP de The Jimi Hendrix Experience por desgracia languidece un poco respecto al primero. Aunque se observa que Hendrix se ha abierto a buscar sonidos nuevos, no es esto lo predominante, sino en general canciones pop-rock de corta duración, por lo que el resultado final está directamente relacionado con el nivel de inspiración a la hora de encajar estrofas y estribillos. Además, la psicodelia sobrevuela a lo largo del disco.

 

Un problema que tiene el disco es su flojo inicio, primero con una chorrada de interpretación teatral donde aparece un extraterrestre, y luego con una canción de tipo jazz con muy poco gancho aunque al menos sirve para encontrar un sonido diferente en la guitarra de Hendrix.

 

Menos mal que a la tercera ya aparece una gran canción rock, ‘Spanish Castle Magic’, con un riff del tipo ‘Foxy Lady’ y un desarrollo potente gracias al cohesionado conjunto guitarra-bajo-batería. Ese sonido más rockero lo encontramos también en la rapidísima ‘Ain't No Telling’, con un ritmo y un sonido directo que recuerda al primer disco, así como en ‘You Got Me Floatin'’ (demasiado repetitiva para poder destacarse) y ‘Little Miss Lover’, la cual tiene un sonido duro conseguido por las casi distorsionadas líneas de bajo que son las que lideran la canción.

 

Las canciones que poseen un sentido más pop las encontramos en ‘Wait Until Tomorrow’ (donde parece indicarnos que el concepto de estribillo pegadizo no lo tiene dominado), o en ‘Castles Made Of Sand’, en esta caso un gran acierto, con un solo de guitarra que parece tocado hacia atrás y donde Hendrix atina al darle preferencia a los instrumentos sobre un estribillo vocal. Otro ejemplo pop lo tenemos en una composición del bajista Noel Redding, ‘She's So Fine’, donde le demuestra a Jimi cómo hacer una canción pop normal, como debe ser, en este caso además de un gran nivel porque éste realiza una gran parte de guitarra, además de que no deja de tener su gancho el ritmo que marca el bajo.

 

Por otro lado, con ‘Little Wing’ llegamos a una de las cumbres del sonido de Hendrix, una gran balada de letra psicodélica y un trabajo de guitarra impresionante en todos los sentidos. El xilófono ayuda a conseguir un efecto onírico apropiado, y el final instrumental debería ser de obligada escucha para cualquier aficionado a la música rock. Con mayores tintes psicodélicos tenemos también la balada ‘One Rainy Wish’, efecto logrado principalmente por el sonido de guitarra que Jimi consigue, además de logar un buen contraste en el intermedio instrumental, donde el sonido se endurece.

 

El corte más experimental lo encontramos en ‘If 6 Was 9’, donde los cambios de ritmo de la fuerte percusión y el tono de guitarra utilizado le confieren un aura intrigante, pero que desafortunadamente cuando llega la parte final algo caótica le hace perder el interés inicial. Es la única canción que pasa de los cinco minutos, pero que podría haberse acortado sin problemas.

 

Para finalizar el álbum tenemos otra balada maravillosa, ‘Bold As Love’, en este caso adornada con unos preciosos apergios de guitarra, además de una magistral segunda parte instrumental, que tiene un primer falso final que da lugar a la posterior vuelta de los instrumentos, pero con un efecto de desfase.

 

Y no hay que olvidar que Jimi también era un buen cantante, algo que vuelve a demostrar aquí, aunque personalmente él estuviera algo cohibido por no valorar suficiente su propia voz. Tras este disco, Hendrix seguiría por un camino mucho más experimental, fascinado y motivado por la creatividad de Dylan y los Beatles, aunque por desgracia se demostrará a sí mismo que no es capaz de seguirlos a ese nivel.

ELECTRIC LADYLAND

Año de publicación: 1968 

Puntuación:

1) And The Gods Made Love; 2) Have You Ever Been (To Electric Ladyland);

3) Crosstown Traffic; 4) Voodoo Chile; 5) Little Miss Strange; 6) Long Hot Summer Night; 7) Come On (Let The Good Times Roll); 8) Gypsy Eyes; 9) Burning Of The Midnight Lamp; 10) Rainy Day Dream Away; 11) 1983… (A Merman I Should Turn To Be);

12) Moon, Turn The Tides… Gently Gently Away; 13) Still Raining, Still Dreaming;

14) House Burning Down; 15) All Along The Watchtower;

16) Voodoo Chile (Slight Return).

Da rabia que este álbum no sea mejor de lo que realmente es. Estamos ante una cascada creativa de Jimi (originalmente era un doble LP), añadiendo todo tipo de sonidos nuevos, desarrollando las canciones por vericuetos inextricables, invitando a toda clase de músicos que pudieran aportar algo a sus composiciones… ¿Y qué es lo que puede fallar? pues desgraciadamente que a muchas de las canciones aquí incluidas les falta lo que se puede llamar gancho, es decir, melodías, sonidos que te hagan querer volver a escuchar el disco una y otra vez. Así que esa enorme capacidad de explorar nuevos caminos y darles forma no se ve acompañado de melodías o estribillos que le den la grandeza que se merecería este álbum.

 

Este disco también suele ser comentado por la foto no autorizada por Jimi para la portada, la que aparecen muchas mujeres desnudas. Precisamente en el libreto del CD se puede leer la carta manuscrita en hojas de hotel que envió a la discográfica dando instrucciones de que la foto de portada debía ser la que les realizó Linda McCartney (entonces todavía Linda Eastman) en la fuente con algunos niños, quedando así zanjada cualquier polémica posterior.

 

Igual que le pasaba al álbum anterior, su inicio es algo desalentador con ‘And The Gods Made Love’, una serie de sonidos cacofónicos que no se sabe si son debidos a que piense Jimi que así suena el orgasmo de los dioses, para pasar acto seguido a la introducción dónde nos pregunta si hemos estado en “Electric Ladyland” sin mucha convicción musical. A la tercera canción, volvemos a tener algo de energía con ‘Crosstown Traffic’, pero sin la grandeza que todavía esperamos en Hendrix. Otro buen ejemplo de composición enérgica pero sin grandeza la encontramos en ‘Gypsy Eyes’. Es una sensación rara, pues se trata del mismo grupo, tocando en un estilo ya reconocible, pero a mí personalmente no me acaba de convencer.

 

Las piezas largas (larguísimas) son quizá el elemento más controvertido del disco. La primera que encontramos es un blues (sí, un blues) de un cuarto de hora nada menos, que no está mal, con un final potente, pero dura demasiado para lo que aporta. Así que lo único que tiene de destacable es la participación de Steve Winwood en el teclado y de Jack Casady, de los Jefferson Airplane, en el bajo. Lo que era la cara 3 del LP original es otro de los momentos polémicos. Aunque podemos decir que empieza muy bien, con un instrumental breve y agradable tipo jazz tocado con varios músicos invitados (‘Rainy Day Dream Away’), que se retomará poco después en ‘Still Raining, Still Dreaming’ pero en un estilo más rock y con mayor protagonismo de la guitarra distorsionada, siendo uno de los grandes momentos del disco. Y a continuación de ‘Rainy Day Dream Away’, llega una gran pieza épica, ‘1983’, que tiene una memorable melodía de guitarra en el estribillo. Pero por desgracia esta última se transformará repentinamente en una larga y aburridísima jam atonal de sonidos aleatorios, incluido el obligatorio solo de batería, que hasta pasados los diez minutos no acabará para volver a la gran canción que podría haber sido ‘1983’ de no ser por ese intermedio injustificable, que por si no fuera poco en ‘Moon, Turn The Tides’ vuelve a repetir aunque brevemente por suerte.

 

Sobre los temas no compuestos por Hendrix, comentar que Noel Redding vuelve a aportar una canción pop (‘Little Miss Strange’), algo menor que ‘She's So Fine’ del disco anterior, pero también mejorada ampliamente por la guitarra de Jimi. Y así volvemos a observar que, en cuanto a melodías pop, Noel le sigue ganando la partida, como queda patente en la siguiente composición de Hendrix, ‘Long Hot Summer Night’, que no tiene un mal comienzo, hasta que llega el horrible estribillo y nuestras expectativas caen irremisiblemente por los suelos. Una lástima también que Al Kooper toque el piano en ella y ni siquiera se note. Y ‘Come On (Let The Good Times Roll)’ es una buena versión blues de Earl King, aportando esa energía extra que el grupo sabía transmitir con ejecuciones dinámicas y potentes.

 

Hay que destacar que en este disco tenemos la primera aparición del pedal wah-wah en un tema de rock (con permiso de Cream, que también publicaron por las mismas fechas otro ejemplo de uso de este pedal en la soberbia 'Tales Of Brave Ulysses') mediante ‘Burning Of The Midnight Lamp’. Para los amantes de la guitarra eléctrica, se les caerá la baba escuchándola, además de que posee un gran intermedio instrumental con coros.

 

‘House Burning Down’ es una buena canción rock que recuerda al estilo de Are You Experienced?, pero que empalidece ante la recta final del disco que tenemos a continuación, con dos maravillosos temas. Cómo no destacar la inolvidable versión de ‘All Along The Watchtower’ de Bob Dylan, ya memorable de por sí en el original, pero aquí en una gloriosa y diferente versión electrificada, con un poderoso e inolvidable comienzo donde pronto empieza a brillar la guitarra de Hendrix, que se marcará unos solos épicos y antológicos a lo largo de la canción. Y si esto le parece a alguien suficiente para justificar el disco, con la final ‘Voodoo Child’ (nada que ver con el largo blues comentado) todavía tendremos nuevamente otro inicio antológico y una interpretación magistral de guitarra eléctrica en una poderosa pieza de rock que le confirma como el rey indiscutible de este instrumento.

 

Decíamos rabia al inicio de este análisis, pero al final la sensación que deja el álbum al acabarlo de escuchar es de lástima, lástima por no tener muchos más momentos mágicos que los señalados, que a estas alturas podrían haber situado a Jimi Hendrix definitivamente en la primerísima línea musical con los Beatles, Bob Dylan, Rolling Stones, etc. Por desgracia falló en que la composición fue su tarea pendiente durante su corta vida, y por si fuera poco, a partir de aquí ya nada mejoraría.

BAND OF GYPSYS

Año de publicación: 1970 

Puntuación:

1) Who Knows; 2) Machine Gun; 3) Changes; 4) Power To Love; 5) Message Of Love;

6) We Gotta Live Together.

El sorprendente descenso de Jimi Hendrix en la mediocridad quedó plasmado en este concierto de la Nochevieja de 1969 en el Fillmore East de Nueva York, donde tras desbandar la Jimi Hendrix Experience creó un nuevo trío musical con sus amigos el bajista Billy Cox y el batería Buddy Miles. El pobre estado físico-psíquico de Hendrix en ese momento se puede entrever en las interpretaciones, y quizá su desgana fue lo que provocó que hubiera de aceptar composiciones ajenas para completar un nuevo disco, el cual sería el último publicado en vida de su autor.

 

La primera canción interpretada, ‘Who Knows’, demuestra un nuevo interés en los ritmos más funk, quizá porque fuera también el medio más natural para los nuevos componentes, pero ciertamente casi diez minutos son demasiados para lo que se ofrece y los solos de guitarra suenan algo estériles. Lo peor llega cuando Buddy toma el mando a mitad del tema, pues además tenemos que soportar el afán de protagonismo del batería con sus irritantes chillidos a mitad de canción, lo cual lastra la interpretación. Sin presentar este último inconveniente, el problema tanto de ‘Power To Love’ como de ‘Message Of Love’ es que suenan demasiado genéricas, como si Jimi se contentara con cantar un rato y tocar la guitarra sin más. Después de escucharlas uno apenas puede retener ninguna melodía, solo una demostración de virtuosismo insustancial.

 

Las dos composiciones del batería son lamentables, pues hasta un Hendrix en horas bajas le supera con creces. Por mucho que la guitarra inicial de ‘Changes’ pueda sorprender en primera instancia, con el tiempo la canción se vuelve tediosa y repetitiva, un soul sin alma y con unos solos de guitarra desganados. Peor todavía es la final ‘We Gotta Live Together’, que suena fatal y además comete la osadía de querer que el público participe. Si a ello unimos que el solo de guitarra de Jimi parece más ruido que otra cosa, no hay razón alguna para no darle a la tecla de stop justo cuando llega esta canción.

 

Lo único destacable del disco es la brutal ‘Machine Gun’, único atisbo de expresión artística que sobrepasa incluso su carga antibelicista. Hacia la mitad del tema, la simbiosis del solo de guitarra con la percusión que imita el sonido de una metralleta en su golpeo vuelve a recordarnos que estamos ante uno de los mejores músicos de la historia del rock. Y es que en este tema ya desde su inicio vuelve la guitarra hipnotizante y ultraexpresiva que convirtió a Hendrix en una leyenda, uno puede sentir por momentos la desesperación interior que trasluce en su solo de guitarra, como alguien que se está consumiendo por dentro y no puede expresar sino desolación, cansancio y agonía.

 

Aunque muchos de nosotr@s hubiéramos asistido a un concierto de Nochevieja de Jimi Hendrix de haber tenido la ocasión, su bajo estado de forma y las paupérrimas composiciones de Miles convierten este disco en la peor grabación oficial de su carrera. Unos meses después (en septiembre de 1970) Hendrix moriría y finalizaría de forma abrupta una carrera en esos momentos incierta por el camino a seguir, tal como quedaría reflejado en la discografía póstuma donde se recogerían esas grabaciones que quedaron en camino y que seguían denotando un ligero estancamiento creativo, pero que teniendo en cuenta su maestría técnica con la guitarra, nos privó de una larga trayectoria inigualable e inimitable.

JIMI PLAYS MONTEREY

Año de publicación: 1986

Puntuación:

1) Killing Floor; 2) Foxy Lady; 3) Like A Rolling Stone; 4) Rock Me Baby; 5) Hey Joe;

6) Can You See Me; 7) The Wind Cries Mary; 8) Purple Haze; 9) Wild Thing.

La famosa actuación en el festival de Monterey de 1967 (primer macrofestival de éxito) sirvió a Hendrix de lanzadera hacia el mercado estadounidense mediante una asombrosa actuación donde desplegó toda su técnica de guitarra y donde, junto a sus dos acompañantes en el bajo y la batería, deslumbró con un caudal de sonido de primer nivel. Hablando del sonido, cabe señalar que en general no es demasiado bueno, puesto que los instrumentos parecen sonar en un segundo término y la voz por delante, además de que no suenan con demasiada claridad. Eso inmediatamente convierte este concierto en un documento histórico más que en una obra musical para degustar, puesto que la mejorable calidad de sonido no permite disfrutar de lo que hubieran sido buenas interpretaciones de temas conocidos como ‘Hey Joe’, ‘Can You See Me’ o ‘Purple Haze’.

 

Nada más obvio para ejemplificar ese carácter histórico del evento que la última canción del concierto, la versión de ‘Wild Thing’ de The Troggs, donde tras unas palabras de Jimi animando al público se escuchan una serie de sonidos distorsionados de su guitarra antes de comenzar la canción en sí. Desafortunadamente, el sonido de la guitarra no es todo lo bueno que debería, además de que intercalar la melodía de ‘Strangers In The Night’ (popularizada por Frank Sinatra) como broma tampoco acaba de encajar. Y ese anecdótico pero histórico final de concierto en el que acabó prendiendo fuego a su guitarra aquí se traduce en una serie de cacofonías que son más bien un suplicio cuando no están las imágenes que lo sustenten. Así que mejor opción es visionar la película documental de D. A. Pennebaker.

 

Sobre el inicio del concierto, tras una breve introducción por parte de Brian Jones llega el demoledor riff de guitarra inicial de la versión de Howlin' Wolf ‘Killing Floor’, siendo de lo mejor del disco junto a la otra versión de B. B. King llamada ‘Rock Me Baby’, que tanto por la novedad como por presentar un original empleo de la guitarra, son recomendables de escuchar, aun teniendo esa calidad de sonido algo pobre. Peor es la versión de la famosa ‘Like A Rolling Stone’ de Bob Dylan, que no suena demasiado emocionante, pues suena a lo que uno podría prever de una versión algo más electrizada y con una percusión más prominente por parte de cualquier otro grupo. Además, la parte vocal de Jimi no suena muy acertada, además de no regalarnos ningún solo de guitarra de los que podrían haber engrandecido este legendario tema.

 

En definitiva, mucho mejor es ver este concierto que escucharlo, dada la habilidad de Hendrix con su instrumento y también para poder conocer de qué manera salen las melodías y sonidos que escuchamos.

1) Hear My Train A-Comin' (acoustic); 2) Born Under A Bad Sign; 3) Red House;

4) Catfish Blues; 5) Voodoo Chile Blues; 6) Mannish Boy; 7) Once I Had A Woman;

8) Bleeding Heart; 9) Jelly 292; 10) Electric Church Red House;

11) Hear My Train A-Comin' (electric).

Puntuación:

Año de publicación: 1994

BLUES

No, el título de este disco no engaña para nada. Lo que encontraréis aquí será únicamente blues. Nada de psicodelia, muy poco de rock, poca distorsión, pero eso sí, otro gran ejemplo de maestría en la guitarra en este caso en un lenguaje más concreto y tan idiosincrásico como el del blues. Se recopilan así hasta once canciones grabadas durante su período vital de 1966 a 1970.

 

Tanto la primera como la última canción son la misma, en versión acústica y eléctrica, pero donde paradójicamente gana la primera, en la que Jimi demuestra que había absorbido a la perfección el estilo de los grandes bluesmen de los que nutrió su afición y aprendizaje en la guitarra. La versión eléctrica parece que suene a lo mismo de siempre, pues Hendrix parece limitarse a recrear sonidos ya suficientemente explorados con anterioridad.

 

Se podría destacar la versión instrumental de ‘Born Under A Bad Sign’, o las más aguerridas ‘Catfish Blues’ (donde por momentos vuelve esa fiereza de guitarra en los solos demostrada en sus mejores temas) y ‘Voodoo Chile Blues’, que por su título ya denota de qué sesiones salió. Pero en general un@ debe tener claro a lo que se enfrenta cuando pretende escuchar este disco, pues ese ritmo pausado característico de este estilo puede resultarle monótono a alguien, si bien es cierto que teniendo un batería como Mitchell (pues supongo que será él quien toca en la mayoría de temas, al menos es lo que parece), tiene suficientes destellos para recordarnos que eran un grupo de rock ante todo. Y bueno, escuchar la guitarra de Hendrix es como siempre una delicia, más si cabe interpretando un estilo tan próximo a él y que fluye por su instrumento con naturalidad y maestría, algo que puede agradar a cualquier aficionado a la música que no esté especialmente interesado en este estilo musical. Esa es una cualidad de los genios, que traspasan fronteras y universalizan su obra por encima de gustos y costumbres.

 

Para la ocasión también se recupera el número de blues incluido en el disco de debut de The Jimi Hendrix Experience, ‘Red House’, pero tampoco puede decirse mucho más del resto de canciones, puesto que nadie puede esperar ninguna sorpresa. Aunque si puede destacarse la portada de este álbum, está muy bien como homenaje a este estilo musical tan profundo y variado dentro de sus límites.

1) Freedom; 2) Izabella; 3) Night Bird Flying; 4) Angel; 5) Room Full Of Mirrors;

6) Dolly Dagger; 7) Ezy Rider; 8) Drifting; 9) Beginnings; 10) Stepping Stone;

11) My Friend; 12) Straight Ahead; 13) Hey Baby (New Rising Sun); 14) Earth Blues;

15) Astro Man; 16) In From The Storm; 17) Belly Button Window.

Puntuación:

Año de publicación: 1997

FIRST RAYS OF THE NEW RISING SUN

First Rays Of The New Rising Sun es el título del que iba a ser el cuarto disco de estudio de Hendrix, que se quedó en proceso debido a su prematura muerte. La mayoría de las canciones incluidas ya fueron recogidas con anterioridad en discos como The Cry Of Love, pero como realmente la discografía de Jimi vale la pena seguirla a partir de cuando sus herederos decidieron organizar debidamente su legado y su obra inédita, que es con lo que se corresponde esta edición bien cuidada gracias a la ayuda del entonces ingeniero de sonido Eddie Kramer, procedamos pues a analizar con precaución lo que hubiera sido la continuación de una carrera creativamente llena de incertidumbre.

 

Podemos comprobar con pesar cómo la inspiración brilla en general por su ausencia, de ahí que suene casi todo muy parecido o que incluso nos haga recordar a grabaciones anteriores de Jimi. Así pues, ‘Angel’ suena muy bien pero tiene el problema que recuerda a mejores canciones anteriores, como por ejemplo también le ocurre a ‘Earth Blues’, la cual recuerda algo a ‘Crosstown Traffic’ del Electric Ladyland. Incluso en este mismo disco parece repetirse cuando intuimos cómo ‘Ezy Rider’ parece el hermano menor de ‘Freedom’, canción ésta que inicia el disco y que quizá sea lo más destacado sobre el nivel medio demostrado aquí, aunque en directo tendría mejor efecto al acelerar ligeramente su ritmo. En ‘Room Full Of Mirrors’ parece absorber algo de sonidos latinos al estilo de ‘Stone Free’ y al menos aporta algo de vivacidad, aunque uno de los momentos más fieros lo tenemos en un instrumental llamado ‘Beginnings’.

 

Cuando uno no encuentra inspiración para crear algo original en música, puede intentar añadir detalles que entretengan la atención o que aporten algo distintivo que no se ha podido lograr con la composición principal. De ahí que en ‘Izabella’ la guitarra parece que se distorsiona por el afán de distorsionar sin más, pues Hendrix a veces suena más errático que otra cosa, tal como ocurre también en la irritante ‘My Friend’, donde suenan sonidos de botellas, palmas y palabras de ánimo mientras suena una canción sin melodía ni propósito aparente. Y cuando escuchamos desvíos pop como ‘Dolly Dagger’, queda casi como una parodia de lo que fuera Jimi.

 

Por desgracia, Hendrix ya no sorprende por sus composiciones, únicamente por su técnica de guitarra, que por otro lado ya es bastante. No parece tampoco que, de haber seguido vivo, hubiera conseguido mucho mejor resultado elaborando más las grabaciones, aunque nunca se puede saber con alguien que poco tiempo antes había demostrado tanta genialidad. En cualquier caso, es un disco decepcionante que aún así presenta al menos a un músico excepcional, inigualable y probablemente irrepetible, lo cual se deja notar y lo redime de una puntuación menor.

SOUTH SATURN DELTA

Año de publicación: 1997

Puntuación:

1) Look Over Yonder; 2) Little Wing; 3) Here He Comes (Lover Man);

4) South Saturn Delta; 5) Power Of Soul; 6) Message To The Universe (Message To Love); 7) Tax Free; 8) All Along The Watchtower;

9) The Stars That Play With Laughing Sam's Dice; 10) Midnight; 11) Sweet Angel (Angel); 12) Bleeding Heart; 13) Pall Gap; 14) Drifter's Escape; 15) Midnight Lightning.

Casi al mismo tiempo que el que hubiera sido su cuarto LP de estudio (First Rays Of The New Rising Sun) se publicó esta recopilación de demos, rarezas y tomas alternativas, que paradójicamente supera en calidad a aquél. Ante un intérprete de la calidad de Hendrix, resulta siempre gratificante poder escuchar su guitarra desde diferentes ángulos y perspectivas, por lo que si este álbum tampoco aportará nada imprescindible a su legado, en cambio proporcionará en algunos momentos esa emoción perdida que uno recoge cuando descubre al genio por primera vez (por ejemplo, en algunos pasajes de la versión de la oscura ‘Tax Free’). Aunque hay momentos como en la mezcla alternativa de ‘All Along The Watchtower’ que apenas puede encontrarse algo nuevo, pues esa diferencia en la producción que se explica en el libreto (aquí con Chas Chandler a los mandos y en la versión final sin él) no comporta suficientes elementos diferenciadores para justificar su inclusión en este recopilatorio. Precisamente del mismo LP de Dylan (John Wesley Harding) aparece aquí una tosca versión de ‘Drifter's Escape’, totalmente indescifrable y que suena como un caos sonoro, de ahí que quizá fuera desdeñada en su momento.

 

Se puede intuir perfectamente que habrá una buena parte de piezas instrumentales (‘Pali Gap’, ‘Little Wing’, ‘Tax Free’, ‘Bleeding Heart’...), lo cual ya es una buena señal de que encontraremos al Jimi músico antes que al Jimi compositor, pues esta faceta en sus últimos años de vida quedó algo empañada. Pero, por ejemplo, ‘Pali Gap’ o ‘Tax Free’ son una delicia de escuchar, además del singular caso de la canción final ‘Midnight Lightning’, pues se trata únicamente de Hendrix y su guitarra, nada más, transmitiendo gran emotividad tanto con su voz como con su instrumento, que parecía otro miembro más de su cuerpo por su agilidad y autenticidad. Y sorprende comprobar cómo ‘Little Wing’ no empezó como una balada, sino como un potente instrumental liderado por el ritmo de guitarra de Jimi nada más iniciarse. También la versión instrumental primeriza de ‘Angel’ (llamada aquí ‘Sweet Angel’) no suena tan melosa y queda mucho mejor.

 

De las sesiones para el Axis: Bold As Love se recupera el descarte titulado ‘Look Over Yonder’, una contundente pieza rockera repleta de distorsión guitarrera que con algo más de elaboración se hubiera convertido en otro gran clásico, un caso similar al de ‘Here He Comes (Lover Man)’, que es más devota del blues-rock pero de igual poderío instrumental. También se incluye la cara B de ‘Burning Of The Midnight Lamp’, ‘The Stars That Play With Laughing Sam's Dice’, que igual que aquélla, es toda una demostración del empleo afortunado del pedal wah-wah. La fiereza del intermedio instrumental es brutal.

 

La admiración de Hendrix por el jazz, que tan fehacientemente apareciera en Electric Ladyland, aquí también queda reflejada en el ejemplo de fusión ‘South Saturn Delta’, grabación de esa misma época repleta de instrumentos de viento y que presagia el sonido que aparecería un año después con grupos como Blood, Sweat & Tears, Chicago, o los menos conocidos pero muy interesantes Colosseum.

 

Lo menos excitante del lote, como era de preveer, es lo que se rescata de la época del Band Of Gypsys, pues ya hemos comentado la inmersión en la mediocridad que resultó ser. Por cierto, que ‘Power Of Soul’ era el título original de lo que luego quedó impreso como ‘Power To Love’ en aquel disco. Nada más que añadir a una buena edición del legado de Hendrix, adecuada para recuperar emociones perdidas.

BBC SESSIONS

Año de publicación: 1998

Puntuación:

CD I: 1) Foxy Lady (version 1); 2) Alexis Korner Introduction; 3) Can You Please Crawl Out Your Window?; 4) Rhythm And Blues World Service; 5) (I'm Your) Hoochie Coochie Man; 6) Traveling With The Experience; 7) Driving South (version 1); 8) Fire; 9) Little Miss Lover; 10) Introducing The Experience; 11) The Burning Of The Midnight Lamp;

12) Catfish Blues; 13) Stone Free; 14) Love Or Confusion; 15) Hey Joe (version 1);

16) Hound Dog; 17) Driving South (version 2); 18) Hear My Train A-Comin' (version 1)

 

CD II: 1) Purple Haze; 2) Killing Floor; 3) Radio One; 4) Wait Until Tomorrow;

5) Day Tripper; 6) Spanish Castle Magic; 7) Jammin'; 8) I Was Made To Love Her;

9) Foxy Lady (version 2); 10) A Brand New Sound; 11) Hey Joe (version 2);

12) Manic Depression; 13) Driving South (version 3); 14) Hear My Train A-Comin' (version 2); 15) A Happening For Lulu; 16) Voodoo Chile (Slight Return); 17) Lulu Introduction;

18) Hey Joe (version 3); 19) Sunshine Of Your Love.

Este gran recopilatorio recoge las grabaciones que hiciera la Jimi Hendrix Experience en la BBC entre los años 1967 y 1969. Encontramos así a un grupo en plena forma y con la mejor versión de Jimi Hendrix, además de que Jimi era todo un espectáculo en sí mismo. Aquí no podemos ver si la guitarra se la pasa por la boca, por la entrepierna o la toca por la espalda, pero su sonido es impresionante y abrumador. El sonido es muy bueno, salvo algunas excepciones en el segundo volumen, y la única pega que pueda ponerse es que algunos momentos sean demasiado distendidos y sobre todo que algunos temas se repiten a lo largo del disco doble con escasas diferencias, cosa que también era inevitable al juntar actuaciones de diferentes programas y años. No obstante, esto sirve también (siendo positivos) para poder comparar y valorar de otra manera, pues por ejemplo las dos interpretaciones de ‘Foxy Lady’ son muy similares pero la primera tiene un mejor sonido, ya que en la segunda se escucha con menor calidad, una distorsión sonora algo molesta que todavía notaremos más en ‘Hey Joe’ (la segunda versión).

 

Dada la libertad que implicaba una actuación en directo, tenemos la suerte de encontrar temas inéditos o no publicados en sus álbumes de estudio. Aunque no encontraremos ‘All Along The Watchtower’, su admiración por Bob Dylan queda reflejada en la versión de la nada habitual ‘Can You Please Crawl Out Your Window?’, que por otra parte tampoco pasa de lo aceptable, ni siquiera nos regala algún solo de guitarra para la posteridad. Las versiones de blues no iban a ser menos, por lo que ‘(I'm Your) Hoochie Coochie Man’ (guitarra slide tocada por el mítico Alexis Korner), ‘Catfish Blues’ (con solo de batería incluido) o ‘Hear My Train A-Comin'’ (impresionante guitarra, para quitarse el sombrero su primera versión) , fluyen con naturalidad a través de la guitarra de Hendrix. También hay que destacar la siempre efectiva versión de ‘Killing Floor’ de Howlin' Wolf y el instrumental ‘Driving South’, que se repite hasta tres veces, donde la segunda y tercera versión son más cortas y brillantes. Aunque la versión número uno que podemos encontrar es la brutal ‘Day Tripper’ de The Beatles. ¿Cómo es poder escuchar uno de los mejores riff de guitarra de los Beatles tocado por el mejor guitarrista de la historia? Pues suena todavía más cañero y potente. Lo curioso es que Jimi no parece cantar, se escucha más la voz del bajista Redding, pero eso no importa porque es una interpretación magnífica.

 

Dentro de la atmósfera jovial de la BBC, también hay lugar para divertimentos como una versión graciosa de ‘Hound Dog’, inicialmente más lenta que la de Elvis Presley pero que da paso luego a las excentricidades de los músicos en forma de imitación de ladridos y gruñidos, lo cual no permite disfrutar del todo de su parte instrumental; otro momento gracioso es el jingle ‘Radio One’, pero la palma se la lleva la parte final, en la famosa actuación del programa de Lulu en 1969. Esta presentadora comenta cómo le gustará escuchar su canción favorita, ‘Hey Joe’, pero a esas alturas la canción ya había quedado muy atrás dentro de las inquietudes musicales de Jimi, así que además de añadir una introducción de distorsión instrumental y tocar una versión más tosca de la canción, hacia la mitad paran y comienzan a tocar ‘Sunshine Of Your Love’ de Cream, sin dejar de explicar Jimi previamente en el micrófono que ya no van a seguir tocando la basura de ‘Hey Joe’. Se recomienda fervientemente visionar las imágenes del programa para comprobar cómo se lo pasaron de bien haciendo esta travesura.

 

No obstante, lo más curioso es escuchar a Stevie Wonder tocando la batería (sí, ya estaba ciego entonces pero ya había demostrado su genio musical) en la improvisación de ‘Jammin'’ y en la versión instrumental de su éxito ‘I Was Made To Love Her’ de 1967, cuando contaba con tan solo diecisiete años y varios discos ya en su haber. Obviamente, el estilo de Stevie Wonder en la batería empalidece comparado con el torbellino sónico de Mitch Mitchell, pero ello no le resta ningún mérito.

 

Del resto de interpretaciones de su material más conocido, en esencia no se diferencia de las versiones de estudio, pues salir a tocar unas pocas canciones en un programa de radio o televisión tampoco deja mucho margen para la improvisación o la originalidad. Te llaman para que toques lo que la gente quiere oír. Pero conociendo a Hendrix y su banda, el entretenimiento está asegurado y vale la pena escucharlo todo, por muchas repeticiones que hayan. Es el mejor disco en directo de él que podrás encontrar.

LIVE AT THE FILLMORE EAST

Año de publicación: 1999

Puntuación:

CD I: 1) Stone Free; 2) Power Of Soul; 3) Hear My Train A-Comin'; 4) Izabella;

5) Machine Gun; 6) Voodoo Child (Slight Return); 7) We Gotta Live Together.

 

CD II: 1) Auld Lang Syne; 2) Who Knows; 3) Changes; 4) Machine Gun; 5) Stepping Stone; 6) Stop; 7) Earth Blues; 8) Burning Desire; 9) Wild Thing.

 

La publicación de este nuevo disco en directo de Jimi Hendrix se debe tomar como el complemento de las actuaciones que realizara el 31 diciembre de 1969 y 1 de enero de 1970 con su nueva formación junto al bajo Billy Cox y al batería Buddy Miles, y de las cuáles se extrajo el flojísimo álbum Band Of Gypsys. Si aquél se componía exclusivamente de canciones nuevas para el público, aquí podemos escuchar a Hendrix echar mano de su repertorio antiguo (aunque no en demasía), alguna versión e incluso más temas inéditos. Pero tampoco debemos olvidar que nos encontramos ante un Jimi en horas bajas y con unos acompañantes que, en el caso del batería, sobrepasan los límites de la búsqueda de protagonismo. La desgana de nuestro héroe queda plasmada en la final ‘Wild Thing’, antaño una canción que servía para finalizar dándolo todo, pero aquí cantada sin ganas y con estériles solos que parecen buscar únicamente el agrado del público.

 

De la que era la mejor interpretación de Band Of Gypsys, ‘Machine Gun’, se incluyen aquí dos más, que desafortunadamente no consiguen las cotas máximas de expresividad que encontrábamos en aquel mediocre álbum. De hecho, los solos de la contenida en el segundo volumen parecen ya forzados y no transmiten nada más que la emoción habitual de escuchar a un gran guitarrista. En el polo opuesto se encuentra ‘Who Knows’, que al reducir drásticamente su duración respecto a la de Band Of Gypsys y evitar así el lamentable show del batería, consigue un buen resultado aquí. No obstante, la extensa ‘We Gotta Live Together’ sigue siendo una basura, el show del batería Buddy Miles con algún lacerado solo de Jimi, pero que no salva el resultado final, que es impropio de una actuación que lleve su nombre. Cuando el batería toma las riendas (algo denotado porque también canta las canciones) es cuando intuimos perfectamente que el resultado no puede sobrepasar la categoría de pasable, como en la versión de ‘Stop’. En la canción que más brilla como batería, ‘Stepping Stone’, tiene el problema que melódicamente es floja y los solos de Hendrix no son muy inspirados.

 

Los mejores momentos de este doble álbum llegan cuando encontramos al Hendrix que tanto deseamos, el que sabe liderar una improvisación musical con su guitarra, tal como ocurre nada más empezar con ‘Stone Free’. O cuando toma un tema de blues como ‘Hear My Train A-Comin'’ y lo transforma de repente en un rock fiero e incisivo en la línea de otro gran clásico como ‘Voodoo Child (Slight Return)’, que también encontramos aquí en una desaforada interpretación como corresponde a un tema de estas características, donde la improvisación a la guitarra consigue momentos de indudable maestría.

 

Las curiosidades están en escuchar cosas como la versión electrificada de la tradicional ‘Auld Lang Syne’, una deconstrucción indescifrable que sirve para soslayar la técnica del maestro, así como canciones inéditas hasta la fecha como ‘Earth Blues’ (aquí sí bien acompasado por Miles y con un gran trabajo de guitarra que interpreta una brillante parte rítmica) o las más vulgares ‘Burning Desire’, decelerada en demasía en su parte central, e ‘Izabella’, un cuasi-instrumental sin propósito definido. Pero en general lo que encontraremos aquí es una selección musical nada apropiada para quien busque la grandeza de Jimi Hendrix en directo, salvo momentos concretos que quedan algo diluidos entre la mediocridad más numerosa.

CD I: 1) Introduction; 2) Message To Love; 3) Hear My Train A-Comin';

4) Spanish Castle Magic; 5) Red House; 6) Lover Man; 7) Foxy Lady;

8) Jam Back At The House.

 

CD II: 1) Izabella; 2) Fire; 3) Voodoo Child (Slight Return); 4) Star Spangled Banner;

5) Purple Haze; 6) Woodstock Improvisation; 7) Vilanova Junction Blues; 8) Hey Joe.

Puntuación:

Año de publicación: 1999

LIVE AT WOODSTOCK

Una de las actuaciones más recordadas del mítico festival de Woodstock de agosto de 1969 fue la de Jimi Hendrix. Un par de meses antes había anunciado tras un concierto en Denver la disolución de la Jimi Hendrix Experience, lo cual provocó la vuelta del bajista Redding a Inglaterra. Para esta ocasión, además del bajista Billy Cox, contaría con un guitarrista y dos percusionistas adicionales, nada menos. Aunque apenas resultan audibles, como si no hubieran grabado sus partes o hubieran quedado sepultadas bajo el vendaval de sonido del resto. Tal como explica el propio Jimi en la introducción, esta nueva formación se denominaría Gypsy Sun And Rainbows, o de manera más corta una simple “Band of Gypsys”, presagiando el próximo paso del maestro. Pero aquí todavía no está el egocéntrico Buddy Miles sino todavía el gran Mitch Mitchell, lo cual es garantía de que el protagonismo lo asumirá quien está destinado a asumirlo. Los pocos ensayos que habían efectuado como grupo tampoco es un impedimento para las improvisaciones de guitarra, tan valiosas y en plena forma. Las interpretaciones en general son bastante extensas, por lo que en un evento donde Hendrix pretendía demostrar su poderío y parte de su nueva visión, una pieza posteriormente más modesta como ‘Message To Love’ (o ‘Message To The Universe’, como podíamos escuchar en South Saturn Delta) aquí posee una sección instrumental central y otra final de gran poderío. Una consecuencia de todo lo comentado es la profusión de temas instrumentales como ‘Vilanova Junction’, ‘Jam Back At The House’ o ‘Woodstock Improvisation’, destinadas a dejar libertad a los músicos, lo cual deja hueco hasta para el inevitable solo de batería en ‘Jam Back At The House’. Aunque en canciones de formato más pop como ‘Spanish Castle Magic’ también encontramos estas mismas improvisaciones en su sección central.

 

Como era lo habitual en Jimi, su alma de blues deja traslucirse en temas como ‘Hear My Train A-Comin'’ (que se va creciendo conforme avanza) o la demasiado conservadora ‘Red House’, lo más flojo de la velada. El resto de canciones presenta una ejecución poderosa y rápida, que a veces no permite a Jimi alcanzar con la parte vocal lo que era la letra original; o simplemente obviarla como el estribillo de ‘Fire’, que tras un simple “Let me stand” se transmuta luego en fieras partes instrumentales.

 

Lo mejor lo encontramos en las canciones en las cuales la improvisación está proporcionada y compensada con las partes originales. Así, resulta admirable cómo Hendrix puede cantar mientras ametralla literalmente con su guitarra en ‘Purple Haze’, como también disfrutar de la impresionante interpretación de ‘Hey Joe’ como bis de regalo al público, tras las últimas improvisaciones que cerraban el concierto. Pero si hay un momento icónico de este concierto en la memoria colectiva, no solo del concierto de Jimi, es sin duda la deconstrucción del himno estadounidense (‘Star Spangled Banner’), el cual creó un sentimiento profundo especial en la época, la era de la sangrienta guerra de Vietnam.

 

En definitiva, lejos de ser perfecto, este doble disco en directo representa la última gran actuación de Jimi Hendrix (hasta Pete Townshend expresaba su pena al ver su estado de forma en el concierto de la isla de Wight, justo un año después de éste y un mes antes de su muerte), con una impresionante interpretación de guitarra que a veces desvaría pero que en general demuestra un solidez y un poderío que no hacía presagiar el posterior bajón creativo y musical que sufriría.

THE JIMI HENDRIX EXPERIENCE

CD I: 1) Purple Haze; 2) Killing Floor; 3) Hey Joe; 4) Foxy Lady; 5) Highway Chile;

6) Hey Joe; 7) Title #3; 8) Third Stone From The Sun; 9) Taking Care Of No Business;

10) Here He Comes (Lover Man); 11) Burning Of The Midnight Lamp; 12) If 6 Was 9;

13) Rock Me Baby; 14) Like A Rolling Stone.

 

CD II: 1) Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band; 2) Burning Of The Midnight Lamp;

3) Little Wing; 4) Little Miss Lover; 5) The Wind Cries Mary; 6) Catfish Blues;

7) Bold As Love; 8) Sweet Angel; 9) Fire; 10) Somewhere;

11) (Have You Ever Been To) Electric Ladyland; 12) Gypsy Eyes; 13) Room Full Of Mirrors; 14) Gloria; 15) It's Too Bad; 16) Star Spangled Banner.

 

CD III: 1) Stone Free; 2) Spanish Castle Magic; 3) Hear My Train A-Comin';

4) Room Full Of Mirrors; 5) I Don't Live Today; 6) Little Wing; 7) Red House;

8) Purple Haze; 9) Voodoo Child (Slight Return); 10) Izabella.

 

CD IV: 1) Message To Love; 2) Earth Blues; 3) Astro Man; 4) Country Blues; 5) Freedom;

6) Johnny B. Goode; 7) Lover Man; 8) Blue Suede Shoes; 9) Cherokee Mist;

10) Come Down Hard On Me; 11) Hey Baby/In From The Storm; 12) Ezy Ryder;

13) Night Bird Flying; 14) All Along The Watchtower; 15) In From The Storm;

16) Slow Blues.

Puntuación:

Año de publicación: 2000

Magnífico Box Set que recoge tomas alternativas, rarezas y actuaciones en directo, todo ello ordenado de forma cronológica durante la breve pero intensa carrera que vivió Hendrix desde su llegada a Inglaterra. Unas pocas ya las conocíamos por haber sido publicadas anteriormente, como las del concierto de Monterrey. En cualquier caso, más que para descubrir cosas nuevas, esta recopilación es todo un acierto para el conocedor de su obra, puesto que abundan brillantes interpretaciones en directo y las versiones alternativas de temas conocidos no aportan apenas novedades pero conservan la esencia legendaria de su autor. Por ejemplo, que se añadan unos quizá excesivos coros femeninos a ‘Hey Joe’ no restan mérito a la ejecución asombrosa de los músicos. Podemos escuchar también diálogos de los estudios de grabación, como los incluidos en la toma alternativa de ‘Third Stone From The Sun’, para corroborar que Jimi siempre estuvo implicado al máximo en las grabaciones.

 

De First Rays Of The New Rising Sun encontramos varias versiones alternativas que tampoco resultan de mayor interés, aunque algunas como ‘Night Bird Flying’ aparecen más resultonas, siempre gracias a la guitarra como elemento clave de la categoría de la interpretación. La versión de estudio del himno de Estados Unidos demuestra que la interpretación de Woodstock no fue fruto de la improvisación, sino del interés por realizar una deconstrucción electrificada y distorsionada.

 

Lo mejor de todo son las interpretaciones en directo y cada uno de los cuatro discos ofrece brillantes muestras. En el primero de ellos encontramos dos magníficos temas interpretados de manera soberbia en París en 1966 (‘Killing Floor’ y ‘Hey Joe’), antes de publicar el disco de debut, aunque los aplausos enfervorizados de la gente harían pensar en una banda de solera. Pero si la Jimi Hendrix Experience triunfó fue porque desde que comenzaron a tocar en clubs fueron la sensación del momento. Siguiendo la geografía europea, de un concierto en septiembre de 1967 en Estocolmo encontramos dos joyas más: una fiera versión de ‘Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band’ (cuando el álbum de The Beatles llevaba pocos meses en el mercado, lo cual denota la admiración de Hendrix) y la experimental ‘Burning Of The Midnight Lamp’, cuando todavía no se había publicado el Electric Ladyland y por ello aquí aparece sin los efectos de wah-wah, aunque la parte de guitarra es igualmente espectacular. Precisamente en el primer disco encontramos una versión primeriza de ‘Burning Of The Midnight Lamp’ en la que podemos escuchar una original introducción de teclado imitando al clavicordio que finalmente quedaría aparcada. Volviendo a Londres, ya en 1969, tenemos otras cuatro interpretaciones en directo que demuestran que todavía seguía en estado de gracia, al menos para tocar. Una de ellas es ‘Little Wing’, poco prodigada a ser ejecutada en directo pero donde nos deja otra impagable demostración de guitarra celestial. Hasta ‘Red House’, que siempre había sido un vulgar blues entre lo más discreto que hubiera grabado Jimi en su época gloriosa, aquí se transforma por fin en una brutal avalancha de energía eléctrica que abruma en su poderío. Sobre ‘Purple Haze’ nada vamos a descubrir, pero es impresionante comprobar cómo Hendrix reproduce a la perfección en directo la fabulosa introducción de ‘Voodoo Child (Slight Return)’. Del concierto de la isla de Wight en 1970, cuando se supone que Jimi estaba en un estado físico lamentable, encontramos una impresionante interpretación de ‘All Along The Watchtower’, su predilecta canción de Dylan, y de ‘In From The Storm’, que en First Rays Of The New Rising Sun pasaba desapercibida y aquí brilla con luz propia y por partida doble, puesto que de un concierto en Hawaii nos aparece unida a la más discreta en comparación ‘Hey Baby’, pero que también presenta una inspirada parte de guitarra. De ese mismo año, pero esta vez en Berkeley, tenemos un par de curiosas versiones de rock'n'roll: una la de ‘Johnny B. Goode’, con un trabajo de guitarra que supera con creces en fiereza a la de Chuck Berry y cualquiera posterior; y el otro clásico es ‘Blue Suede Shoes’ de Carl Perkins, aquí transformada de tal manera que se haría irreconocible si no fuera por la breve letra que que canta Jimi.

 

De entre los títulos inéditos tampoco cabe destacar nada en especial. ‘Country blues’ es una jam instrumental destinada a probar diferentes tonos de guitarra que no tiene mayor interés. Vemos que la grabación de instrumentales como método para elaborar hipotéticas composiciones era un recurso habitual de Hendrix. Así, otros casos como la inspirada ‘Cherokee Mist’ o la más convencional tampoco llaman a gritos el volver a escucharlas. ‘It's Too Bad’ es un discreto blues de los que podía escribir por decenas con poco esfuerzo; de nada sirve que se anime en la parte final porque se hace demasiado repetitiva. Y la tosca versión de ‘Gloria’ diluye un tanto el pegadizo ritmo original de Them. En cambio, ‘Title #3’ es un animado instrumental en la que se observan retazos de ‘Purple Haze’. Mención aparte tiene ‘Taking Care Of No Business’, puesto que parece una broma destinada a crear un ambiente distendido y que musicalmente no presenta valor alguno, más bien provoca rechazo por ser una simple tontería.

 

En cualquier caso, apenas hay fisuras en lo que es realmente todo un ejemplo de álbum para coleccionistas. De los cuatro discos, el mejor es el tercero, pues por sí solo tendría la máxima puntuación que se le pueda dar a un álbum de Jimi Hendrix. Pero en conjunto es toda una experiencia y un relato vital de sus cuatro años mágicos (bueno, lo dejaremos en tres). También podrán disfrutarlo quienes se acerquen por primera vez a su obra, porque su inigualable técnica de guitarra está ahí y el despliegue musical es asombroso.

1) Stone Free; 2) Valleys Of Neptune; 3) Bleeding Heart; 4) Hear My Train A Comin';

5) Mr. Bad Luck; 6) Sunshine Of Your Love; 7) Lover Man;

8) Ships Passing Through The Night; 9) Fire; 10) Red House;

11) Lullaby For The Summer; 12) Crying Blue Rain.

Puntuación:

Año de publicación: 2010

VALLEYS OF NEPTUNE

El archivo de Jimi Hendrix es todo un filón en el que escarbar para ir encontrando nuevas versiones de temas conocidos e incluso algún que otro tema nuevo. Aquí se recogen grabaciones entre 1969 y 1970, después de la publicación de Electric Ladyland y manteniendo todavía la formación de la Jimi Hendrix Experience, excepto los tres primeros temas que tienen de bajista a Billy Cox. Vamos a encontrar lo de siempre, pues salvo la excepción del box set The Jimi Hendrix Experience, a estas alturas ya sabemos que un disco de descartes va a tener bastante contenido de relleno.

 

Así, ‘Crying Blue Rain’ y ‘Lullaby For The Summer’ son las típica jams insustanciales que esperamos escuchar, donde la segunda por momentos recuerda a ‘Foxy Lady’. Es evidente que no tienen un propósito musical en sí, sino que servirían para calentar y cohesionar a los músicos, o también para encontrar inspiración a la hora de componer algo nuevo. Volvemos a encontrar temas ya conocidos, como no podía ser de otra manera. La versión alternativa de ‘Stone Free’ prescinde de la percusión latina para dotarla de un aire más rockero, por lo que nos da una perspectiva diferente. El título de ‘Mr. Bad Luck’ no nos debe engañar porque se trata en realidad de una toma alternativa de ‘Look Over Yonder’. También encontramos una acelerada y particular versión de ‘Sunshine Of Your Love’, canción muy estimada por Hendrix y demostración de la admiración que sentía por Cream.

 

De entre las  novedades del álbum, la canción ‘Valleys Of Neptune’ se puede decir que es un diamante sin acabar de pulir, aunque parece estar tocada en un estilo más brit-pop, como si se hubiera inspirado en los Kinks de la época. En cambio, ‘Bleeding Heart’ es más incisiva y al estilo de la banda, presenta un dinámico ritmo bien llevado por la guitarra, hasta que llegan los mejores solos de guitarra de todo el disco y se alcanza el apogeo, apoyado por una potente sección rítmica. Mucho peor es ‘Ships Passing Through the Night’, un flojo tema que podría haberse dejado archivado para no dejar mala imagen. Es lo peor del disco junto a ‘Red House’, la cual sigue siendo igual de aburrida que en el álbum de debut pero con más del doble de duración.

 

En resumen, el comienzo de este álbum es emocionante y prometedor, pero luego va perdiendo fuelle rápidamente hasta llegar a provocar más bien indiferencia. Esto hace pensar si la familia de Hendrix (que son quienes poseen los derechos y van autorizando las publicaciones) no habría comenzado a especular con el archivo musical para ir equilibrando temas interesantes con otros olvidables, de tal manera que se fueran publicando nuevos discos y optimizando el beneficio económico. Es lo que tiene el mercantilismo musical. Pero siendo justos, debemos agradecerles el orden que pusieron en el legado de Hendrix, inflado excesivamente a base de bootlegs y ediciones sin criterio.

WEST COAST SEATTLE BOY

Año de publicación: 2010

Puntuación:

CD I: 1) Testify; 2) Mercy, Mercy; 3) Can't Stay Away; 4) My Diary; 5) Utee; 6) I Don't Know What You Got (But It's Got Me); 7) Dancing All Around The World; 8) I'm So Glad;

9) Move Over And Let Me Dance; 10) Have You Ever Been Disappointed;

11) Help Me (Get The Feeling) (Part I); 12) (My Girl) She's A Fox;

13) That Little Old Groovemaker; 14) Sweet Thang; 15) Instant Groove.

 

CD II: 1) Fire; 2) Are You Experienced?; 3) May This Be Love; 4) Can You See Me;

5) The Wind Cries Mary (Live); 6) Love Or Confusion; 7) Little One; 8) Mr. Bad Luck;

9) Cat Talking To Me; 10) Castles Made Of Sand; 11) Tears Of Rage; 12) Hear My Train A Comin'; 13) 1983... (A Merman I Should Turn To Be); 14) Long Hot Summer Night;

15) My Friend; 16) Angel; 17) Calling All The Devil's Children; 18) New Rising Sun.

 

CD III: 1) Hear My Freedom; 2) Room Full Of Mirrors; 3) Shame, Shame, Shame;

4) Messenger; 5) Hound Dog Blues; 6) Untitled Basic Track;

7) Star Spangled Banner (Live); 8) Purple Haze (Live); 9) Young/Hendrix; 10) Mastermind; 11) Message To Love; 12) Fire (Live); 13) Foxy Lady (Live).

 

CD IV: 1) Stone Free (Live); 2) Burning Desire; 3) Lonely Avenue; 4) Everlasting First;

5) Freedom; 6) Peter Gunn Catastrophe; 7) In From The Storm; 8) All God's Children;

9) Red House (Live); 10) Play That Riff (Thank You); 11) Bolero;

12) Hey Baby (New Rising Sun); 13) Suddenly November Morning.

Otro nuevo cofre musical de material de archivo, en esta ocasión la novedad era incluir un disco con material de su etapa pre-Experience, como guitarrista novel de estrellas (algunas no tanto) ya consagradas en el panorama musical. Los otros tres discos no son otra cosa que la continuación del trabajo arqueológico iniciado con South Saturn Delta y que tanto habrá alegrado a los fans incondicionales de este genio nacido en Seattle. Siempre es un placer poder escuchar nuevas interpretaciones, aunque pertenezcan en su mayor parte al cancionero conocido, de un gran músico como Hendrix. El problema es que, en tanta cantidad, puede llegar a resultar algo pesado. Y las interpretaciones sublimes van escaseando cada vez más.

 

El primero de los discos recoge su faceta inicial como guitarrista de sesión, participando en grabaciones de estilos variados como el soul o el R&B, para grandes nombres de la época como Little Richard o los Isley Brothers, y otros menores. En algún caso el sonido no es demasiado bueno, como en ‘That Little Old Groovemaker’, pero esta música no es más que la típica de esa época y tampoco supone mayor interés que escuchar la guitarra de Hendrix, quien tampoco deja de sonar tal como lo haría cualquier otro guitarrista diestro del momento. Ya es tarea de los más conocedores de la técnica guitarrística el señalar hipotéticos detalles que destaquen la superioridad manifiesta respecto a otros músicos, en esa época, si es que también logran discernir qué partes son las interpretadas por Hendrix. Al menos descubrimos que la precisa guitarra de ‘Mercy, Mercy’, popularizada por los primeros Rolling Stones, estaba interpretada originalmente por Jimi. Aunque lo más curioso es comprobar cómo ‘Help Me (Get The Feeling) (Part I)’ e ‘Instant Groove’ son casi calcadas.

 

En cualquier caso, incluir canciones de otros artistas solo porque toque en ellas la guitarra no parece tener otro motivo que el de rellenar espacio. Así que mejor dirigirse a las composiciones originales de Hendrix. Nada más comenzar el segundo volumen, en la toma alternativa de ‘Fire’ destaca muy especialmente la batería, pues la podemos sentir como si Mitchell la estuviera tocando delante de nosotros y solo por ese detalle de poder escucharlo en todo su esplendor y con tanta claridad la convierte en, quizá, la mejor versión de ‘Fire’ que se haya publicado. A la altura del mismísimo Keith Moon. Del resto de temas ya conocidos, poco se puede decir, pues por un lado podemos encontrar una versión algo tosca pero interesante de ‘Are You Experienced?’ y una épica interpretación de ‘Hey Baby (New Rising Sun)’; por otro lado, flojas demos acústicas de ‘1983’ o ‘Long Hot Summer Night’.

 

Encontramos también un buen puñado de temas inéditos, al menos en el título, si bien en ocasiones el título es algo simbólico por tratarse de pruebas o tentativas que quedaron archivadas sin más. Que nadie piense en Neil Young cuando lea el título de ‘Young/Hendrix’ (qué más quisiéramos), puesto que se trata en realidad del organista de jazz Larry Young (sin desmerecerlo, por supuesto) acompañando en una extensa jam de más de veinte minutos que resulta excesiva. En general abundan los instrumentales inofensivos o de improvisación total (‘Little One’, ‘All God's Children’, ‘Untitled Basic Track’), junto a otros más entretenidos (‘Cat Talking To Me’, ‘Messenger’, el destacable ‘Bolero’, que nada tiene que ver con el de Ravel, como era la moda en la época). ‘Calling All The Devil's Children’ se desarrolla de manera muy cañera, hasta que al final nos toca escuchar a Jimi hablando con una turba gritona en lo que parece una especie de broma a la que cuesta encontrarle la gracia.

 

Resulta curiosa la versión de ‘Tears Of Rage’ de The Band, donde intenta emular el juego de voces de los canadienses (con permiso de Helm), acompañándose únicamente de su guitarra eléctrica. Más curioso es encontrar una versión alternativa de la mítica pero nada relevante colaboración entre Love y Jimi Hendrix (Arthur Lee y él eran amigos), ‘Everlasting First’, que formaría parte del penúltimo álbum de la banda de Los Ángeles, False Start (1970). Otros temas como ‘Burning Desire’ dan la impresión de ser tomas alternativas de otras canciones conocidas con diferente nombre, pero eso solo lo detectarán los más adeptos a la obra de Hendrix. ‘Suddenly November Morning’ y ‘My Friend’ son olvidables demos acústicas, donde en la segunda cabe destacar lo bien que canta Jimi. En cambio, ‘Hear My Freedom’ no se sabe muy bien lo que es debido a sus ritmos latinos y el prominente órgano. Tampoco acaba de convencer la curiosa mezcla de pop y soul de ‘Mastermind’, pues acaba desvariando un poco tras su primera mitad, y ‘Shame, Shame, Shame’ podría haber llegado a algo interesante de haberse elaborado más.

 

Dejando clara la intención de ir racionando el material archivado, aparte de lo que ya conocíamos por el box set The Jimi Hendrix Experience, aquí nos entregan otra nueva interpretación del concierto de Estocolmo en 1967, en este caso de ‘The Wind Cries Mary’, la cual suena más discreta. Igualmente, se recuperan ‘Fire’, una estéril ‘Foxy Lady’ y una excesivamente extensa interpretación de ‘Stone Free’ (que incluye un fragmento de ‘Sunshine Of Your Love’ de Cream), del conocido concierto de nochevieja de 1969 en el Fillmore East. También en directo volvemos a encontrar una desaforada interpretación de ‘Purple Haze’ en la que Jimi parece que cambia la letra y canta “Excuse me while I kiss that policeman there”. En cualquier caso, lo mejor de esos conciertos es lo que ya había sido publicado con anterioridad, lo que vuelve a sugerirnos la idea de que lo mejor ya ha pasado por nuestras manos.

 

Este box set viene acompañado de un DVD titulado Voodoo Child, documental que se comentará en su momento en la sección correspondiente. Por lo demás, se trata de otra nueva entrega de los archivos musicales de Hendrix sin mayores pretensiones.

WINTERLAND

Año de publicación: 2011

Puntuación:

CD I: 1) Tax Free; 2) Lover Man; 3) Sunshine Of Your Love; 4) Hear My Train A Comin';

5) Killing Floor; 6) Foxy Lady; 7) Hey Joe; 8) Star Spangled Banner; 9) Purple Haze.

 

CD II: 1) Tax Free; 2) Like A Rolling Stone; 3) Lover Man; 4) Hey Joe; 5) Fire; 6) Foxy Lady; 7) Are You Experienced?; 8) Red House; 9) Purple Haze.

 

CD III: 1) Fire; 2) Lover Man; 3) Like A Rolling Stone; 4) Manic Depression;

5) Sunshine Of Your Love; 6) Little Wing; 7) Spanish Castle Magic; 8) Red House;

9) Hey Joe; 10) Purple Haze; 11) Wild Thing.

 

CD IV: 1) Foxy Lady; 2) Are You Experienced?; 3) Voodoo Child (Slight Return);

4) Red House; 5) Star Spangled Banner; 6) Purple Haze;

7) Boston Garden Backstage Interview.

En octubre de 1968 The Jimi Hendrix Experience estaba llegando al final de su vida como banda, pero todavía realizaron una serie de seis conciertos durante un total de tres días seguidos (Entre el 10 y 12 de octubre, dos por cada día) en el mítico Winterland de San Francisco. Este cuádruple álbum recoge esos conciertos y nos muestra a unos músicos más bien cansados de hacer lo mismo de siempre y de manera tan repetida. O quizá somos nosotros, oyentes, quienes ya estamos cansados de escuchar más de lo mismo. Tampoco hay que engañarse, puesto que a Hendrix en directo ya hemos tenido diferentes oportunidades de escucharlo en sus diversas etapas y ésta no queda entre las más señaladas. Aun así, la maestría de la guitarra y el buen acompañamiento musical están ahí y nada más por eso ya vale la pena echarle un vistazo a estos conciertos.

 

También tocan algunos músicos adicionales, en concreto la participación en el primero de los discos (10 de octubre) del bajista de los Jefferson Airplane, Jack Casady, quien ya había participado de manera puntual en Electric Ladyland. En el segundo de los discos (día 11) podemos escuchar un órgano en muchas de las canciones, así como una flauta en los pasajes improvisados de ‘Are You Experienced?’, aunque ambos instrumentos pasan desapercibidos si no se presta la debida atención. Y si un@ se pega el atracón de escuchar estos cuatro discos de una vez, que tenga por seguro que ni se enterará de estos elementos extra. Fueron participaciones simbólicas.

 

De la música en sí poco cabe decir que no se haya dicho ya a estas alturas. Los grandes clásicos de Jimi no decepcionan aunque tampoco entusiasman; los temas menos conocidos… pues depende del día y del momento. La mejor interpretación de ‘Red House’ llega en el último de los discos, como si el último día hubieran querido entretener algo más al personal, ya que se trata del blues puro y duro del álbum de debut. Podemos escuchar también algunas canciones que no se encuentran en otros álbumes de conciertos, como ‘Manic Depression’ y ‘Tax Free’, otra excusa más para prestarle atención a estas actuaciones de interés histórico.

1) Earth Blues; 2) Somewhere; 3) Hear My Train A Comin'; 4) Bleeding Heart;

5) Let Me Move You; 6) Izabella; 7) Easy Blues; 8) Crash Landing; 9) Inside Out;

10) Hey Gypsy Boy; 11) Mojo Man; 12) Villanova Junction Blues.

Puntuación:

Año de publicación: 2013

PEOPLE, HELL AND ANGELS

Sigue la investigación arqueológica en el archivo de Hendrix y sigue la publicación continuada de nuevos discos mostrando los nuevos descubrimientos. Una ojeada al listado de canciones ya nos anuncia que novedades realmente hay pocas, en principio la mitad de ellas. Algunas como ‘Izabella’ ya se hacen pesadas a estas alturas, como si fuera una obligación el haber de escuchar otra versión más; al menos la interpretación de ‘Hear My Train A Comin'’ es tan buena como siempre, aunque sea la enésima vez que la escuchamos, al ser también una de las favoritas de los conciertos. La época de grabación de todos estos temas se sitúa entre 1968 y 1969, sobre todo de 1969 ya sin Mitch Mitchell en la batería, por lo que estamos igual que en Valleys Of Neptune, es decir, en el periodo posterior a la grabación de Electric Ladyland y en vistas a lo que hubiera sido en su momento First Rays Of The New Rising Sun. En resumen, más de lo mismo. Con la participación de Cox en el bajo y Miles en la batería como músicos principales, aunque intervienen otros diferentes en algunos de los temas, destacando Stephen Stills tocando el bajo en ‘Somewhere’.

 

Hay canciones que ni siquiera parecen de Hendrix porque la voz la pone alguno de los invitados. En ‘Let Me Move You’ canta un saxofonista invitado para la ocasión, pero el tema no deja de ser un simple divertimento que se hace algo pesado. En cambio, el ritmo funky y la profusión de vientos de ‘Mojo Man’ nos hacen pensar más en James Brown que en Jimi Hendrix, más si cabe porque tampoco canta éste.

 

Como era previsible, encontramos varios instrumentales que cuando menos son entretenidos por la maestría de Hendrix, pues no hay otro motivo para escucharlos. Después encontramos las diversas similitudes con temas anteriores. Por ejemplo, el comienzo de ‘Somewhere’ (quizá lo mejor de todo el álbum) nos hace pensar en ‘Little Wing’, y ‘Inside Out’ tiene ecos de ‘Purple Haze’. Por otro lado, ‘Bleeding Heart’ ya la encontrábamos en Valleys Of Neptune, pero donde en aquél llegaba a entusiasmar, la versión de aquí pasa mucho más desapercibida en cambio. Y el título de ‘Hey Gypsy Boy’ no debe llevar a engaño pues se trata del prototipo de lo que sería posteriormente ‘Hey Baby (New Rising Sun)’.

 

No cabe añadir mucho más a lo que es simplemente una nueva entrega del archivo de Hendrix que no parece agotarse. Queda claro que su actividad en el estudio era bien intensa y que todo se quedaba grabado.

EXPERIENCE HENDRIX

RECOPILATORIOS

Año de publicación: 1997

Los herederos de Hendrix, que buen orden pusieron a su legado, también publicaron esta recopilación que recorre los tres primeros álbumes de Jimi más First Rays Of The New Rising Sun, añadiendo al final la mítica interpretación del himno estadounidense en el concierto de Woodstock. Están todas las canciones conocidas aunque, como suele pasar en las recopilaciones, podrían haberse realizado algunos cambios. Como todos los discos publicados bajo la supervisión de los herederos, encontramos en el libreto abundante información de cada tema, así como gran cantidad de fotos. Todo un ejemplo de lo que debe ser un recopilatorio.

JIMI HENDRIX VOODOO CHILD

VÍDEOS

Año de publicación: 2010

A partir de extractos de entrevistas, de cartas y escritos suyos, de actuaciones (algunas inéditas) y de fotografías también inéditas en buena parte, el director ya curtido en el mundo musical Bob Smeaton crea un buen documental donde se repasa la vida de Jimi desde su nacimiento hasta su triste final. Se puede comprobar que era una persona generosa, con humor y con muchas inquietudes artísticas. Uno de los mejores momentos es durante una actuación en un programa de televisión presentado por una tal Lulu, pues la presentadora anuncia que van a interpretar “su canción favorita”, que no es otra que ‘Hey Joe’ y que parecía que Hendrix en 1969 la tenía aburrida de tanto tocar, así que para empezar se dedican a crear un caos sonoro entre risas, para a continuación interpretar la propia ‘Hey Joe’ en una versión muy particular, abruptamente interrumpida con las palabras de Jimi “we'd like to stop playing this rubbish” y dando paso a una dedicatoria a Cream junto a una poderosa interpretación de ‘Sunshine Of Your Love’. Momentos así son los que hacen grande a un artista. Hacer lo que el cuerpo le pide a uno.

JIMI: ALL IS BY MY SIDE

Año de publicación: 2013

Este biopic sobre Hendrix se centra justo en el período previo a su partida hacia el Reino Unido (gracias a su romance con la novia de Keith Richards y el empeño de Chas Chandler) hasta su viaje al festival de Monterrey, evento que le encumbraría a nivel mundial. La mayor e importante pega que se le puede poner es la ausencia de música original de Hendrix. No es en principio algo demasiado relevante al centrarse en esos inicios como The Jimi Hendrix Experience, pero es obvio que la música le hubiera otorgado un poder muy grande a las imágenes. Solo ha de imaginarse la película sobre Queen (Bohemian Rhapsody) sin la música de la banda, lo cual hubiera dado como resultado una cantidad de espectadores infinitamente menor, como debió ser la de la presente película. Por lo demás, está muy bien ambientada en los años sesenta y aparecen muchos nombres importantes de la época, aparte de unas excelentes interpretaciones del dúo de actrices principales así como del aquí actor Andre Benjamin (una mitad del dúo Outkast), quien imita a Hendrix a la perfección. A ver si algún día juntan un presupuesto mayor y continúan a partir de donde se acaba aquí, es decir, que recreen el festival de Monterrey y continúen con la excitante carrera de Jimi. Pero con la música original, por supuesto.

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